INSTINTO E INGENUIDAD EN LA OBRA DE MARTÍN DAIBER
Las obras de Daiber son recordatorios de la condición sensible del arte. En momentos donde mucho del factor seductor y placentero de la visualidad ha sido impugnado e incluso negado, las piezas enérgicas y visualmente estimulantes que vemos nos permiten disfrutar de materiales y técnicas que por siglos el ser humano ha trabajado en función de su perfeccionamiento.
PROPUESTAS PRESIDENCIALES EN CULTURA. PASAR DE FILÁNTROPOS A TRABAJADOR@S
[…] En la actualidad dedicarse a las artes no es una labor exclusivamente de personas acomodadas que lo hacen como un hobby o gesto filantrópico: es un trabajo que produce valor y, con ello, sus productores deben incorporarse en el mundo del trabajo tomando en cuenta todas sus especificidades. Cualquier candidatura que no reconozca esto debe ser entendida como un retroceso en la vida cultural de todo el país […]
ALTERAR SIN MOLESTAR. SOBRE LA CURADURÍA DEL PABELLÓN CHILENO EN LA BIENAL DE VENECIA
Si Venecia es el evento más importante del mundo del arte, al ver «Miradas Alteradas» uno llega a preguntarse por la pertinencia de esta propuesta como representante del pabellón de un país como Chile que, de un modo bastante curioso, se ve subrepresentado en esta curaduría. Si bien hay elementos que hablarían de una cierta territorialidad local, a ratos parece que la voluntad expansiva de la artista y su curador tienden a desdibujar cualquier anclaje que no sea el de la propia Venecia.
MACHUCA EL CRÍTICO
En una época llena de tantos “deber ser”, de tantos tabúes del pensamiento políticamente correcto, Machuca defendía una mirada que jamás trataba de hacer pasar su juicio moral por un juicio estético. Eso que uno podría llamar desparpajo o simple impudicia escondía un modo inteligente de trabajar con el arte, puesto que entendía que las obras no podían ser objeto de impugnaciones idealistas que tratasen de hacer justicia a algo o alguien. La moral queda fuera de la sala de exhibición, y la escritura no tiene tiempo para andar enjuiciando temas, motivos o posturas
ANTE TODO, HAY QUE DEDICARSE A TRADUCIR
¿Cómo adaptamos la enseñanza de las artes? Si hay algo que caracteriza a las artes es justamente su capacidad de operar con lo sensible, con aquello que podemos percibir por múltiples sentidos (en mi caso, predominantemente en lo visual), por lo que la experiencia propia de las clases telemáticas es, por lo bajo, un pobre sustituto de lo presencial. No es que carezcamos de la herramienta indicada, y solo haga falta usar una mejor plataforma. Quiero decir aquí que aquel factor empobrecido en la experiencia online es sin duda el rasgo fundamental de estas herramientas, y es algo que comparte con gran parte de las redes sociales que usamos cotidianamente, las que sustituyen modos de relación social físicos traduciéndolos a otras formas (tan válidas y “reales” como el resto).
LOS MONUMENTOS CONTRA SÍ MISMOS
Los monumentos se ven actualizados constantemente e impugnan así las nociones conservacionistas del patrimonio, que consideran más importante la integridad material de los monumentos que su capacidad de producir vínculos comunitarios entre nosotros. Tanto el arte como la gente que hoy se ha apropiado de los monumentos tienen la capacidad única de volver a dar vida a lo que parecía muerto y devenido mero ornamento, para así dejar que el presente impregne y desborde al pasado, dejando claro que –curiosamente– nada queda escrito en piedra para siempre.
EL FUTURO FUE AQUÍ
[…] La exposición «El Ladrillo», de Patrick Hamilton, trata precisamente de ese futuro que ya fue, de ese pasado que no deja de ocurrir, puesto que, en rigor, capturó para sí las energías del futuro y las convirtió en consenso. Mediante una larga investigación, Hamilton trabajó sobre los archivos plenamente visibles, abiertos y transparentes que describen minuciosamente cómo se desarrolló el itinerario que llevó a una escuela económica menor, como la de Chicago, a ser la protagonista de nuestra era […] Estos archivos son el testimonio de cómo se construyó, ladrillo a ladrillo, esta edificación en la que vivimos, llena hoy muros y rejas, pero en la que, paradójicamente, todo estaría diseñado pensando en la “libertad de elegir” […]
LA TRINCHERA DE LA INVESTIGACIÓN. SEBASTIÁN VIDAL SOBRE LA DIRECCIÓN DEL CEdA
Hace un par de meses se hizo pública la llegada de Sebastián Vidal Valenzuela (Santiago, 1978) a la dirección del Centro de Estudios de Arte (CEdA), un espacio pequeño y de trayectoria reciente, donde antes había operado Justo Pastor Mellado. Si bien el CEdA, en su primera etapa, estuvo muy ligado a los proyectos expositivos de D21, la llegada de Vidal podría abrir el espacio a otras miradas, así como también a nuevos diálogos que permitan acoger a agentes que no participan necesariamente del debate académico, pero que aun así desarrollan investigación de valor para el campo. Conversamos con él para conocer más de su nueva gestión.
ACTIVISMOS PARA LA REIFICACIÓN
¿Cómo enfrenta el “arte activista” del tipo que representa Katia Sepúlveda esta paradoja? Sabemos que el arte acoge como virtud la ambigüedad, la no claridad, lo oblicuo por sobre lo recto, pero en esta exposición se busca potenciar justamente lo contrario, el lenguaje directo e ilustrativo (ojalá lo más “denunciante” que se pueda) que se vincula más con un lienzo que alguien llevaría a una marcha que a una video-instalación contemporánea. A mi juicio, este tipo de exposiciones no terminan de comprender -ni mucho menos responder- las paradojas que la envuelven, puesto que eso implicaría aceptar en algún grado la autonomía del arte y, por lo tanto, todos los juicios y críticas que le caracterizan.
CERRILLOS Y SU FUTURO. ¿Y AHORA QUÉ SIGUE?
Sobre las proyecciones del Centro Nacional de Arte Contemporáneo Cerrillos (CNAC) se suele aducir que el espacio carecería de la autonomía administrativa necesaria frente al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, cuestión que dificulta y entorpece cualquier gestión. Este problema, que puede parecer grave y paralizante, será resuelto únicamente en la medida que quien (o quienes) lleguen al CNAC lo hagan con un proyecto de desarrollo, donde se expongan las necesidades regulatorias básicas para el correcto funcionamiento del espacio.