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Vista de la exposición "Allá en el caserío, acá en el matorral", de Arturo Kameya y Claudia Martínez Garay, en Ginsberg Galería, Lima, 2018. Foto: Juan Pablo Murrugarra

ARTURO KAMEYA Y CLAUDIA MARTÍNEZ GARAY: ALLÁ EN EL CASERÍO, ACÁ EN EL MATORRAL

Partiendo del principio retórico en el que Harald Szeemann propone que crear una exposición sea como un poema en el espacio, Arturo Kameya (Lima, 1984) y Claudia Martínez Garay (Ayacucho, Perú, 1983) configuran una simbiosis espiritual de colaboración desde la concepción, materialización y representación del imaginario popular. Este, a su vez, reclama, compone, arma y desarma sus intenciones personales vistas desde la colectividad.

Vista de la exposición "Al Dictado. Arte y conflicto en Centroamérica", en el Museo de Arte Moderno de Medellín, Colombia, 2018. Foto: Úrsula Ochoa

AL DICTADO. ARTE Y CONFLICTO EN CENTROAMÉRICA

«Al dictado. Arte y conflicto en Centroamérica» nos exige tanto concentración como abertura y conciencia; nos alerta de que el mundo debe seguir siendo revisado críticamente por los artistas, de que el arte tiene la facultad de explorar posibilidades de comunicación entre los hombres de diferentes lugares, disolviendo las barreras espacio-temporales, y nos invita a dejar la indiferencia y reconocer las circunstancias nefastas de los otros cuando se trata de padecer los golpes que sacuden el cuerpo y el alma

Susana Pilar Delahante, Dibujo Intercontinental, 2017. Foto Marnix Van Den Berg. Cortesía de la artista

UNA MUESTRA EN EL NORTE DE CHILE ABORDA EL IMPACTO DE LA HERENCIA AFRICANA EN EL CARIBE Y AMÉRICA

Curada por Margarita Sánchez, quien integra el equipo curatorial de la Bienal de La Habana, la exposición reúne obras del brasileño Ayrson Heráclito y los cubanos Marta María Pérez Bravo, Susana Pilar Delahante, Carlos Martiel y Jeanette Chávez, artistas que han venido trabajando sobre el racismo, la condición poscolonial y aquellas expresiones que conforman las memorias e imaginarios del llamado “Atlántico negro”.

Catalina Valenzuela Reymond, Serie Luz Azul, 2017, pastel seco sobre papel, 60 x 50 cm c/u. Cortesía de la artista

Catalina Valenzuela Reymond

El trabajo de Catalina Valenzuela Reymond (Santiago, 1989) surge de la observación de la naturaleza y de la percepción de esta en un sentido casi metafísico, donde no son necesariamente los elementos que conforman un paisaje lo que más le atrae, sino más bien aquellos aspectos esenciales de lo natural, como la luz, el color, la temperatura, las texturas y el espacio.

Carlos Vergara, Sem título, da série Carnaval,1972, fotografía,101 × 151 cm. Colección privada, São Paulo. Crédito: Jorge Bastos

HISTORIAS AFRO-ATLÁNTICAS. FLUJOS Y REFLUJOS ENTRE ÁFRICA, EUROPA Y AMÉRICA

La muestra «Historias afro-atlánticas», en el Museo de Arte de São Paulo (MASP) hasta el 21 de octubre de 2018, presenta cerca de 400 obras de más de 200 artistas, tanto del acervo del MASP como de colecciones brasileñas e internacionales, incluyendo dibujos, pinturas, esculturas, películas, videos, instalaciones y fotografías, además de documentos y publicaciones, de arte africano, europeo, latino y norteamericano, caribeño, entre otros.

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Del Activismo Curatorial al Feminismo en el Arte Latinoamericano.un Compendio de Publicaciones Recientes

Una compilación de publicaciones recientes sobre arte, recomendados por Artishock, entre ellas «Curatorial Activism. Towards an ethics of curating», de Maura Reilly; «La deriva líquida del ojo. Ensayos sobre la obra de Alfredo Jaar», de Ana María Risco; “Feminismo y Arte Latinoamericano. Historias de artistas que emanciparon el cuerpo”, de Andrea Giunta; y “Arte y Política 2005 – 2015. Proyectos curatoriales, textos críticos y documentación”, de Nelly Richard.

Maria Karantzi, Still life, 2018. Vista de la exposición en la vitrina del local 9, Galería Presidente, Pasaje Phillips 437, Santiago. Foto cortesía de Galería Temporal

CANTO DE SIRENAS EN GALERÍA TEMPORAL

«Canto de sirenas», curada por Cristián Silva para Galería Temporal, presenta obra reciente de las artistas Analía Amaya (Matanzas, Cuba, 1979), Guillermina Bustos (Córdoba, Argentina, 1988) y Maria Karantzi (Atenas, Grecia, 1981), quienes buscan explorar tangencialmente la convergencia de dos dimensiones que de madrugada se dan cita en el centro de la ciudad: por un lado, la promesa de fantasía del espectáculo nocturno y, por otro, el inclemente apremio de la subsistencia urbana, el hambre, el frío, el cansancio, la soledad, el extrañamiento.

ANDRÉS PEREIRA PAZ: SALÓN SANTA CRUZ

«Salón Santa Cruz» es una exhibición que resulta de la residencia del artista Andrés Pereira Paz (La Paz, 1986) en Kiosko Galería, en Santa Cruz (Bolivia). Las piezas que componen la exhibición viajan a través de ciertos aspectos de la cultura cruceña y sus transformaciones en los últimos cuarenta años de crecimiento sostenido (una de las pocas ciudades latinoamericanas que pueden jactarse de aquello).

Vista de la exposición “La trizadura del mar”, de Juan Cristóbal González, en el Teatro Zapallar, Valparaíso, Chile, 2018. Cortesía del artista
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VISITA GUIADA POR “LA TRIZADURA DEL MAR”, DE JUAN CRISTÓBAL GONZÁLEZ

«La trizadura del mar» es un montaje expositivo en el Teatro de Zapallar de Valparaíso (Chile) que reúne un grupo de obras resultado de dos años de investigación in situ desarrollada en el borde costero norte de la región de Valparaíso (Quintero, Puchuncaví y Zapallar), donde los requerimientos del turismo y de los propietarios vacacionales suelen invisibilizar los problemas sociales derivados de la crisis medioambiental y de la pesca artesanal, causados principalmente por la central termoeléctrica de Ventanas y la Ley de Pesca.

Traigamos la catástrofe, vista de la instalación en la exposición "En defensa propia", de Enrique Ježik, en el Espacio de Arte de la Fundación OSDE, Buenos Aires, 2018. Foto: Mariella Sola

HIMNO DE MI CIVILIZACIÓN. ENRIQUE JEŽIK EN FUNDACIÓN OSDE

La contundencia y el exceso de realidad son para Enrique Ježik sus materiales y, a la vez, sus objetivos primordiales. Acostumbrados como estamos a emitir discursos, más o menos perfectibles, en torno a las obras de arte, las obras de Ježik se nutren de una contundencia pasmosa que anula los discursos inmediatos, y que colabora aún más que las acciones que describen en la construcción del clima de violencia.