MAM CHILOÉ CELEBRA 35 AÑOS
El Museo de Arte Moderno de Chiloé, el más austral de su tipo en el mundo, presenta hasta el 14 de abril la 35ª versión de su Muestra Anual, que reúne obras realizadas para o dentro del mismo museo e íntimamente vinculadas a la experimentación del paisaje y clima de este archipiélago del sur de Chile.
Corría 1989 y el MAM Chiloé, creado con un impulso rebelde en el que la resistencia debía ser tanto artística como política, inauguraba su primera muestra panorámica de Arte Contemporáneo Nacional en la ciudad de Castro, región de Los Lagos. Eran los últimos años de dictadura.
Situado en el Parque Municipal de Castro –a partir de la construcción inicialmente conocida como “Casa Fogón”, sede que ha recibido múltiples expansiones y transformaciones-, el museo se ha convertido en un centro activo de arte contemporáneo: no solamente presenta exposiciones de la colección, individuales, grupales, experimentales o transdisciplinarias, sino que también impulsa residencias artísticas y fomenta conexiones a través de su área de mediación.
La 35° Muestra Anual presenta a los artistas Coco Delgado, Álvaro Oyarzún & Marlene Azocar, Kika Mazry, Juan Pablo Mejías, Mono Lira, Ignacio Henríquez, Juan Castillo & Victoria Jolly y Juvenal Barría.
“Este año tuvimos la idea de llenar el museo con obras monumentales”, dice Coca González, curadora de la exposición y directora de Arte del museo. “Trabajamos la muestra como algo orgánico, un ente vivo que va adquiriendo forma a lo largo del año a partir de algunas residencias. La curaduría se realiza de acuerdo con lo que voy investigando y encontrando al visitar talleres y buscando en los circuitos menos concurridos. Este año, cada obra que se presenta es una pieza que conforma un gran cuerpo, que es la Muestra Anual que celebra el 35° aniversario del museo”.
Coco Delgado explora la risa y la alegría -por lo general ignoradas en los imaginarios de las prácticas artísticas de hoy- en un dibujo a carbón sobre uno de los muros. El artista celebra y remarca la felicidad y el goce con la escritura del proverbio japonés: “El tiempo que uno pasa riendo, es tiempo que uno pasa con los Dioses”.
Álvaro Oyarzún y Marlene Azocar también intervienen las paredes del museo -un viejo galpón de madera reciclado y ampliado- con Dibujo Ecosistema, abstracción que remite al brote de hongos y líquenes que caracteriza a la húmeda Chiloé.
En No veo el horizonte, Kika Mazry presenta un importante número de pinturas en donde historia, biografía, naturaleza y palabras van reconstruyendo recuerdos, relatos e historias por medio de capas, veladuras y superposiciones. En ellas, aparecen nubes fantasmales, efímeras e imprecisas.
Juan Pablo Mejías también presenta una serie de pinturas bajo el título de Embalaje/Serie. Sus obras, figurativas y homoeróticas, adquieren dimensionalidad escultórica al integrar el volumen, la geometría, el pliegue, el doblez e incluso la gráfica impresa de su soporte: cajas de cartón.
En Documento Territorial (Castro), Mono Lira desestructura y recompone paisajes urbanos a través del video y composiciones pictóricas geométricas. En el caso del gran políptico que ocupa toda una pared del museo, el artista continúa su investigación de llevar a la abstracción pura el paisaje urbano, sus edificaciones, puentes y escaleras, aplicando teoría del color.
Presenta además dos collages en movimiento, en formato video, construidos a través de un ensamblaje de momentos filmados en distintas ciudades. La unión de estas micro cápsulas termina construyendo una nueva escena urbana en movimiento.
En otro video, Ominoso, el artista Ignacio Henríquez traspasa sus controlados dibujos hiperrealistas de explosiones nucleares a imágenes animadas simples, producidas para redes sociales. También en formato audiovisual, Juvenal Barría presenta Ojos de fuego. Esta obra da cuenta de su exploración autoetnográfica para situar su experiencia biográfica, cultural y territorial dentro del archipiélago de Chiloé, su lugar de origen. En su investigación cuestiona las fronteras culturales y afectivas de tres generaciones familiares, unidas por una historia huilliche oprimida por procesos de colonización.
Los performances realizados en territorios rurales como Quintero, Talca y Chiloé, por el fundador del colectivo C.A.D.A, Juan Castillo, y la artista visual Victoria Jolly, se presentan en la Muestra Anual por medio de una instalación que reúne registros de las acciones Cruzar los límites. La serie de performances buscó vincular poéticamente territorios aislados durante el encierro de la pandemia.
Además de la Muestra Anual, se sumará a la celebración por los 35 años del MAM Chiloé la pronta inauguración del nuevo Depósito de Colección, espacio que albergará de forma definitiva las 800 piezas de arte contemporáneo que la institución ha reunido a lo largo de su historia, y que hoy forman parte de su colección permanente.
MUESTRA ANUAL 35
MAM Chiloé, Parque Municipal de Castro, Chiloé, Chile
Del 14 de enero al 14 de abril de 2023
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