BUBUIA. 1° BIENAL DE LAS AMAZONÍAS

La primera edición de la Bienal das Amazônias reúne a artistas de países que tienen la selva en su territorio. El evento, que culmina hoy en Belém, Pará (Brasil), presenta a 121 artistas de Colombia, Perú, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Guyana, Guayana Francesa, Surinam y Brasil, bajo el título Bubuia: las aguas como fuente de imaginaciones y deseos.

Fundada y dirigida por Lívia Condurú, la curaduría estuvo a cargo de un colectivo de mujeres llamado Sapukai -que en lengua tupí significa grito, clamor o canto- integrado por Sandra Benites, ex curadora de arte indígena del MASP; Keina Eleison, curadora y exdirectora artística del Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro; Vânia Leal, curadora independiente; y Flavya Mutra, artista e investigadora. Al frente de la dirección artística está Yasmina Reggad, co-curadora del Pabellón de Francia en la 59ª Bienal de Venecia (2022).

Según las curadoras, la Bienal es una acción concebida y desarrollada por artistas, productores y creadores que viven en la Amazonía, con el objetivo de provocar que los habitantes de la región se vean y se muestren, no sólo a través de la contemplación, sino de la reflexión contextualizada, afirmando su identidad plural.

«Necesitamos urgentemente ver la Amazonía más allá de su bioma. No hay selva que pueda permanecer en pie cuando toda la sociedad que existe en ella no es escuchada, no es ‘invitada’ a participar activamente en el debate», afirma Lívia Condurú.

Los artistas que componen la exposición fueron cuidadosamente seleccionados por Sapukai para garantizar la representación de todos los pueblos que componen la región pan amazónica. Cuando atendemos al nombre de la Bienal, la curaduría parte de la premisa de que no se trata de una Amazonía, sino de una entidad diversa. Así, se presenta como una amalgama de identidades y culturas que, en ocasiones, convergen en la diversidad, enfrentan la adversidad y asumen el desafío de resistir como territorio.

«La lista se construyó mirando a la Amazonia profunda, con la perspectiva de que no hay una única producción amazónica, sino un rizoma de individualidades multifacéticas. Mirarlo de esta manera supone un proyecto de discusión sobre la Amazonia, que tiene en cuenta a los actores geopolíticos y sus pluralidades culturales. Mi visión de las rutas curatoriales fue más allá de las fronteras legales, con un compromiso con el contexto amazónico», subraya la curadora Vânia Leal.

Entre los artistas participantes están Denilson Baniwa, Éder Oliveira, Elisa Arruda, Gê Viana, Glicéria Tupinambá, Gustavo Caboco, Joelington Rios, Keila Sankofa, Marcone Moreira, Mariano Klatau Filho, Panmela Castro, Roberta Carvalho, Thiago Martins de Melo, UÝRA Sodoma y Xadalu Tupã Jekupé.

La Bienal destaca las trayectorias fructíferas de artistas que tienen experiencias no sólo con diferentes lugares, como campos, ríos, selvas, sino también con distintos pueblos y vivencias que implican experiencias particulares de los pueblos que habitan la Amazonía.

«Las características son diversas y a veces se aproximan y a veces se alejan, porque el trabajo de los artistas se da a nivel individual, pero se despliega en diversas visiones de la ciudad, narrativas y culturas populares urbanas que atraviesan múltiples producciones identitarias, que se fortalecen al mirar de adentro hacia afuera, en una producción simbólica a través de diversos lenguajes», dice Vânia Leal.

Inaugurada el 4 de agosto, primer día de los Diálogos Amazónicos -que precedieron a la Cumbre Amazónica de Belém-, la exposición se inspira en la obra del poeta João de Jesus Paes Loureiro, que defiende el dibubuismo amazónico, esto es, la relación entre las aguas y los pueblos que habitan la mayor selva tropical del mundo. Flotar en el agua simboliza la combinación perfecta de movimiento e inercia en favor del placer, la reflexión y la integración con el medio ambiente, y dice mucho de la perseverancia y la resistencia de quienes habitan la región.

La Bienal está instalada en una antigua tienda por departamentos de cuatro pisos, en el centro comercial de la ciudad de Belém. Para las curadoras, era de gran importancia que aquel público que no se identifica directamente con el ámbito artístico, no porque carezca del deseo de hacerlo, sino porque en ocasiones no experimenta un sentido de pertenencia en espacios artísticos institucionalizados como los museos, pueda acceder a este lugar/sede. Se trata de un público que transita por la zona, tanto de día como de noche, para cumplir con sus labores diarias, realizar compras, entre otras actividades.

En efecto, la Bienal das Amazônias pretende romper con algunas ideas convencionales, aunque sea, en esencia, una exposición de arte. «Las cosmopercepciones, soluciones y visiones del mundo de los artistas dialogan entre sí. Sin embargo, ésta es una exposición que quiere provocar un inconformismo en relación con lo que vemos en el encuentro con el arte, pero aun así, sigue siendo una exposición de arte», señala Keyna Eleison.

A partir de una exhaustiva investigación de campo en la Amazonía profunda, la curaduría de esta Bienal presenta a artistas que han estado inmersos en una compleja red de problemáticas interconectadas. Estos desafíos requieren esfuerzos coordinados a nivel local, nacional e internacional para lograr soluciones efectivas y sostenibles. La protección de la Amazonía no solo es crucial para la región misma, sino también para la salud general del planeta.

La tala indiscriminada de árboles, impulsada por la expansión agrícola, la minería y otras actividades, ha llevado a una pérdida significativa de la cobertura forestal. Esto no solo afecta la biodiversidad única de la región, sino que también perturba el equilibrio climático a nivel global. La deforestación, acompañada de otras actividades humanas, provoca alteraciones climáticas, como sequías más frecuentes e intensas, impactando negativamente en la flora, fauna y comunidades locales.

Las actividades mineras, petroleras y agrícolas están generando contaminación en ríos y suelos, afectando la calidad del agua y perjudicando tanto a la vida silvestre como a las poblaciones humanas que dependen de estos recursos. La degradación del hábitat natural y la expansión de actividades humanas amenazan la increíble diversidad biológica de la región.

La explotación desmedida de los recursos naturales conduce a conflictos entre comunidades indígenas, empresas y gobiernos. Las poblaciones locales luchan incansablemente por la protección de sus tierras y modos de vida tradicionales. A pesar de la existencia de leyes destinadas a proteger la Amazonía, la implementación y el cumplimiento de estas leyes son deficientes, permitiendo prácticas destructivas e ilegales.

En este contexto, el arte, y en particular esta Bienal, emerge como un medio poderoso para narrar estas historias y generar reflexión. Tanto los artistas locales como aquellos que, a pesar de no residir en la Amazonía, han estado comprometidos con estas problemáticas, desempeñan un papel crucial más allá de la mera creación de objetos y experiencias artísticas. Su labor contribuye de manera significativa a la promoción de la conciencia y la acción, abordando los desafíos que enfrenta la Amazonía y el medio ambiente en general.

---

1ª BIENAL DAS AMAZÔNIAS

Adriana Varejão, Alvaro Barrington, Anna Bella Geiger, Andreza Aguida, Amanda Leite, Antonieta Feio, Armando Queiroz, Auá – Awá Arã Mura, Aycoobo, Bonikta, Carlos Cruz-Díez, Soemi Amiemba, Victor Kilinan, Marcel Kakaï, Centre d’Art et de Recherche de Mana (CARMA), Carmézia Emiliano, Christian Bendayán, Genoveva Orirepia e Aida Chiqueno, Ana Picanere, Claudia Andujar, Claudia Coca, Cristiana Nogueira, Christie Neptune, Debá Tacana, Denilson Baniwa, Dirceu Maués, Duhigó, Éder Oliveira, Francisco Vera Paz, Elaine Arruda e Mestre João Aires, Elieni Tenório, Elisa Arruda, Elvira Espejo Ayca, Elza Lima, Emanuel Franco, Emmanuel Nassar, Evna Moura, Francelino Mesquita, Francisco da Silva, Theatro Fúria, Gabriel Bicho, Gê Viana, Gervane de Paula, Gerardo Petsaín, Glicéria Tupinambá, Graciela Arias, Gustavo Caboco, Hal Wildson, Hélio Melo, Heldilene Reale, Iwiri-Ki, Jairon Barbosa Gomes, Faísca, Joelington Rios, John Lie-A-Fo, Stéphanie Moreira, Lilly Baniwa, Sereia Caranguejo, Lúcia Gomes, Ti’iwan Couchili, Keyla Sobral, Keila Sankofa, Kenneth Flijders, Kit-Ling Tjon Pian Gi, Lastenia Canayo, Liça Pataxoop, Lise Lobato, Lua Cavalvante, Lova Lova, Manauara Clandestina, Marcel Pinas, Marcela Cantuária, Marcone Moreira, Maria José Batista, Mariano Klautau Filho, Marcos Zacariades, Mary Rodríguez, Miguel Keerveld, Miguel Chikaoka, Miguel Penha, Moara Tupinambá, Nay Jinknss, Nancy La Rosa, Nina Matos, Noara Quintana, Noemí Pérez, NouN e T2i, Pablo Mufarrej, Panmela Castro, Paola Torres Núñes del Prado, Paula Sampaio, Paulo Desana, Pituko Waiãpi, PP Condurú, PV Dias, Rafa Bqueer, Rafael Matheus Moreira, Ramon Reis, Rafael Prado, René Tosari, Roberta Carvalho, Roseman Robinot, Sandra Nanayna, Sãnipã, Sofia Salazar Rosales, Sofía Acosta Varea, Sandra Brewster, Tabita Rezaire, Thiago Martins de Melo, Ueliton Santana, Uýra Sodoma, Gilbertto Prado e Grupo Poéticas, Val Sampaio, Venuca Evanán, Véronique Isabelle e Débora Flor, Walda Marques, Waleff Dias, Xadalu Tupã Jekupé, Xomatok.  

Del 3 de agosto al 12 de noviembre de 2023

Dirección Ejecutiva: Lívia Condurú

Dirección Artística: Yasmina Reggad

Curaduría: Flavya Mutran, Keyna Eleison, Sandra Benites y Vânia Leal

Centro Cultural Bienal das Amazônias, Rua Senador Manoel Barata n 400, Belém, Pará, Brasil