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N.A.S.A(L). | SINERGIA 2.0

Desde el 3 y hasta el 31 de agosto se presenta en Plaza de la Fuente, Plaza Lagos de Guayaquil (Ecuador) la exposición N.A.S.A(L). | Sinergia 2.0, organizada por Proyecto N.A.S.A.L., el cual nace con la misión de dinamizar y estimular las prácticas artísticas contemporáneas y generar diálogos coherentes que sitúen la escena artística ecuatoriana en un contexto internacional.

Dirigido por Mauricio Aguirre y con presencia en Perú y Ecuador, Proyecto N.A.S.A.L., lleva a cabo la labor de gestión y promoción de artistas principalmente ecuatorianos y sudamericanos pertenecientes a diferentes generaciones, a través de la participación en diversas ferias internacionales de arte contemporáneo. Actualmente, representa a 13 artistas, nueve de los cuales son ecuatorianos.

Para Sinergia se han reunido trabajos de Karina Skvirsky, Pablo Andino, ASMA, Adrián Balseca, Jessica Briceño Cisneros, Ilich Castillo, David Cevallos, Juana Córdova, Xavier Coronel, Luis Alberto Chenche, Fernando Falconí, Jorge Morocho y Luis Enrique Zela-Koort. Los mismos artistas realizaron el montaje en Guayaquil bajo la supervisión de Aguirre desde Perú, quien no pudo viajar a Ecuador por las restricciones sanitarias. De hecho, el término de origen griego (synergîa) significa “trabajando en conjunto”. Acá destacamos algunas obras de esta colaboración.

Karina Skvirsky, Cargando una Piedra Inca (Sobre mi cabeza), 2018, fotografía digital, 51 x 64 cm
Adrián Balseca, Proyecto para retrato (El origen de las Especies Introducidas), 2016, fotografía digital (impresión de inyección sobre papel fotográfico), 40 x 60 cm

En la serie Geometría Sagrada, Karina Skvirsky imagina nuevas narrativas sobre cómo se construyó el complejo arqueológico Ingapirca en el Ecuador. En Cargando una piedra sobre mi cabeza, la artista posiciona a la mujer en el centro de la narrativa respondiendo al misterio sobre cómo los Incas trasladaron las piedras desde la mina hacia el sitio arqueológico.

Proyecto para un retrato (El Origen de las Especies Introducidas), es el resultado de una colaboración entre el artista Adrián Balseca y Segundo Teodoro Ruiz, un artesano originario de la provincia de Azuay, en Ecuador, que se mudó a las Islas Galápagos hace más de dos décadas. Balseca le encargó al artesano un autorretrato y filmó todo el proceso, desde la tala de un árbol Cedrela Odorata -una especie de madera introducida-, hasta el tallado del tronco en una cabeza colosal.

El proyecto investiga la presencia humana en el archipiélago ecuatoriano y su relación con las especies introducidas, revelando un anacronismo existente en las categorías científicas de endémicas e introducidas aún en uso en la actualidad.

Pools es una serie de piscinas escultóricas en espuma de aislación y azulejos de cerámica que surge de la observación del recorrido peatonal y en bicicleta de la artista Jessica Briceño Cisneros por la ciudad de Utica, Nueva York.

Utica es una ciudad del rust belt (cinturón de óxido) de Estados Unidos, ciudades de economía deprimida que se han revitalizado con la llegada de migrantes y refugiados de distintos países. La convivencia de estilos en Utica -en el sentido más amplio- fue inspiración para estas esculturas, pensadas para adaptarse a elementos arquitectónicos u objetos encontrados por sus espacios abiertos. En la muestra se presenta la serie de cuatro fotografías de estas piscinas ‘performando’ en la ciudad.

Pablo Andino, Territorio Pestaña, 2020, tabla de picar de polietileno, 40 x 27 x 1 cm
Pablo Andino, Planta, Nudo y Quebrado, 2020, madera de laurel, 120 x 90 x 8 cm
Juana Córdova, Avistamiento, 2019, plumas de distintas especies de aves marinas y resina, 2 m de largo c/u. Foto: David Rojas Dager

Pablo Andino exhibe dos piezas realizadas este año a modo de reflexiones escultóricas alrededor de la abstracción y su cuerpo. Este proceso de introspección le ha llevado a considerar su cuerpo como un cuerpo a-f-e-c-t-a-d-o. “Me gusta pensar este adjetivo como otra forma de hablar sobre afección y afecto”, dice el artista.

Territorio Pestaña está pensada como una derivación de una obra anterior del artista llamada Geografía del contacto humano (2017), donde plantea la conformación del territorio y la geografía no solo bajo parámetros cartográficos, sino también como un sistema de cuerpos en contacto. “Pensemos, por ejemplo, de qué manera ha cambiado nuestra geografía con las políticas actuales de distanciamiento social”, señala.

Su otro trabajo, Planta, nudo y quebrado, es una escultura realizada a partir del ejercicio de separar las diferentes partes y formas que existen en una planta doméstica para volverlas a unir de forma desarticulada o inconexa. Es la representación de un cuerpo apoyado afectado por su postura.

La acción de acopio que Juana Córdova repite, una y otra vez, así como la clasificación de las plumas en el caso de Avistamiento, revelan el pacto tácito que la artista ha hecho con la naturaleza. Caminar, observar, encontrar, recolectar y reorganizar son parte de una rutina imprescindible para la artista. “Las plumas siguen volando rígidas, en columnas que manipulan su orden con una categorización y cuidado casi científico. La naturaleza congelada es una actualización del paisaje clásico, donde cada objeto tiene su lugar según un orden lógico”, explica sobre esta obra la curadora ecuatoriana Pilar Estrada.

Figuras en las Nubes, de David Cevallos, se basa en una “práctica espiritual del dibujo”. Deliberadamente abstractos, representan lo intangible: nubes en elevación, efluvios, ondas expansivas. Perfectos en su propio sistema de reglas. No tienen error en su aplicación, no han sido manipulados por nadie más que el autor. “Fantasías de un obsesivo compulsivo”, según el artista, “son un exponente de lo perfecto en un mundo caótico”.

La obra de Ilich Castillo escudriña las intersecciones, límites y deformidades que se producen en territorios como nuestra experiencia perceptiva, donde ésta es capaz de transformarse en elementos desconcertantes. Sus obras aluden tanto a la historia del cine, ciertas corrientes filosóficas o al arte abstracto, mientras que funcionan como generadores de estados de incertidumbre.

A partir del cruce entre arte, ciencia y tecnología, Luis Enrique Zela-Koort ha desarrollado la técnica de transformar collages digitales en piezas escultóricas. Emulando elevaciones topográficas, sus obras funcionan como estudios del territorio abstracto-conceptual de la modernidad, relacionando la materialidad industrial de las piezas con la cualidad dúctil del conocimiento producido.

Ilich Castillo, Cary o Sara (Jane Wyman & Agnes Moorehead) en el film “All that heaven allows” de Douglas Sirk (1955), 2020, madera, impresión en acrílico y fórmica, 90 x 110 cm
Luis Enrique Zela-Koort, En su Matriz (3-A), 2019, grabado escultórico. Modelado 3D, maquinado CNC, silicona industrial duotono, resina, pigmento acuoso, acero quirúrgico, 25 x 38 x 4 cm

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