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ELYLA: THE REBELS WERE WALTZING ON AIR

Por Eugenio Viola

The Rebels Were Waltzing On Air es la primera exposición individual en Italia de Elyla (1989), artista de performance no binarie y activista queer nacide en Nicaragua, que ha ganado reconocimiento internacional. La muestra sigue a su participación en la 60ª Bienal de Arte de Venecia, titulada Foreigners Everywhere, que aún puede visitarse.

Elyla forma parte de un grupo de artistas queer comprometides con prácticas artísticas localizadas que están reconfigurando el panorama del arte de la performance. Su obra desafía narrativas tradicionales y recontextualiza rituales ancestrales, al tiempo que aborda discursos anticoloniales.

El título de la exposición responde a la canción Rebel Waltz de The Clash, incluida en su cuarto álbum, Sandinista! (1980). Evoca el momento en que Elyla fue invitade a exponer en Milán mientras escuchaba esta canción en su vuelo de regreso a Nicaragua. El título también refleja el sentimiento nostálgico de la canción y su conexión con la biografía de le artista, cuyo padre formó parte de la revolución sandinista (1).

The Rebels Were Waltzing On Air, exposición de Elyla en Playlist, Galleria Giampaolo Abbondio, Milán, 2024. Foto: Antonio Maniscalco
The Rebels Were Waltzing On Air, exposición de Elyla en Playlist, Galleria Giampaolo Abbondio, Milán, 2024. Foto: Antonio Maniscalco
The Rebels Were Waltzing On Air, exposición de Elyla en Playlist, Galleria Giampaolo Abbondio, Milán, 2024. Foto: Antonio Maniscalco

Elyla trabaja con diversos medios, como la videoperformance, la instalación, la fotoperformance, el teatro experimental, el activismo radical y las intervenciones políticas en lugares específicos. Su trabajo cuestiona las narrativas coloniales, imperialistas y occidentales sobre las políticas de identidad relacionadas con el mestizaje (2), la homosexualidad y la ascendencia indígena.

En su obra, Elyla aborda críticamente la herencia masculina de la revolución sandinista, sus relatos sobre la identidad nacional y la experiencia de ser une «barro-mestiza» y «cochon» (queer) en una sociedad religiosa y conservadora. Elyla acuñó el término «barro-mestiza» para distanciarse del concepto tradicional de mestizaje y reivindicar su ascendencia indígena, en diálogo con divinidades precoloniales y la memoria de la tierra y el suelo.

Su trabajo es una exploración visual y un replanteamiento de los gestos folclóricos a través de una lente queer localizada. Esta fusión crea una perspectiva única y potente sobre la identidad, la tradición y la resistencia. Combinando exploraciones visuales con una investigación autoetnográfica y el profundo significado espiritual de los rituales indígenas, Elyla redefine el arte de la performance dentro de un contexto anticolonial y queer.

Esta interacción crítica permite cuestionar identidades impuestas y celebrar expresiones autónomas y fluidas del yo. Sus performances a menudo se adentran en el artivismo comunitario, fomentando una experiencia colectiva de sanación en la que invita a la participación y el compromiso de diversos públicos.

Elyla, Solo Fantasia, 2014. Fotografía. Cortesía: Galleria Giampaolo Abbondio, Milán.

Elyla, Solo Fantasia, 2014. Fotografía. Cortesía: Galleria Giampaolo Abbondio, Milán.

Las primeras obras de Elyla son acciones en el espacio público que desafiaban las restricciones autoritarias y la censura en un régimen de persecución y terror. Un ejemplo destacado es Solo Fantasía (2014), su primera performance pública, realizada ilegalmente durante la inauguración de la IX Bienal de Nicaragua, tras haber sido expulsade de la exposición por orden directa del Gobierno nicaragüense apenas cuatro horas antes del evento.

La performance consistió en una marcha por la histórica Avenida Bolívar de Managua. La artista lució un deslumbrante traje, maquillaje cargado, plataformas doradas, una varita mágica y una máscara, encarnando sutilmente la estética utilizada por los gobiernos de turno en la historia reciente del país.

Elyla transgredió la tradición del Baile de negras, un evento celebrado en honor a San Jerónimo en la ciudad nicaragüense de Masaya. Este acto marcó el inicio de una metodología constante en su trabajo, dirigida a subvertir la cultura y el folclore de las prácticas rurales originadas en su propia historia, reexaminadas a través de una lente queer, sugiriendo nuevas formas de entender la existencia para las identidades de personas con diversidad sexual y de género, ancladas en las enseñanzas de los ancestros.

Elyla, Torita-encuetada, 2023. En colaboración con Miltón Guillén. 9 min 42 seg. Video still, Gustavo Herrera (izquierda) y Elyla (derecha). Cortesía de Galleria Giampaolo Abbondio.

Torita-encuetada (2023), una videoperformance presentada en la 60ª Bienal de Arte de Venecia, encarna la liberación de la opresión colonial a través de un ritual de fuego, enraizado en la práctica cultural nicaragüense del «toro-encuetado». La obra enfatiza la naturaleza desafiante y festiva del ritual. Durante la ceremonia, Elyla pidió a su amigo y profesor, Gustavo Herrera, que le prendiera fuego, simbolizando un renacimiento de las cenizas y la reconexión con la memoria de sus abuelos.

Esta poderosa ceremonia explora el encuentro con divinidades ancestrales de la región del Pacífico nicaragüense, invitando a los espectadores a presenciar la intersección entre cultura, praxis artística anticolonial y lo sagrado, mientras reivindica el retorno a prácticas que honran la tierra y descolonizan las identidades sexuales y de género diversas en Mesoamérica.

Yugo Chontal (2024), una de las obras más recientes de Elyla, fue realizada en Ciudad de Panamá debido a las restricciones impuestas a las representaciones públicas en Nicaragua. La obra aborda el profundo borrado del linaje, la cosmovisión y la cultura de sus antepasados en Chontales, Nicaragua. «Chontalli» era un apodo peyorativo en náhuatl, usado en Mesoamérica para referirse a pueblos indígenas no hablantes de náhuatl, significando «extraño», «extranjero» o «de afuera».

«Después de la herida colonial, ya estaba marcade como ‘extranjere’, como ‘de afuera’, por ‘no pertenecer’, por ser un cuerpo sexualmente diverso. Así que asumí el insulto, como también asumí el insulto racial ‘chontalli’ y ‘cochon’ (maricón) como lentes políticas de mi existencia. Esta propuesta artística busca explorar el sentimiento de ‘no pertenencia’ o ser une ‘bárbare’, une ‘extranjere’,» declara le artista.

Elyla, Yugo Chontal, 2024. Fotografía. Registro en sala: Antonio Maniscalco. Cortesía: Galleria Giampaolo Abbondio, Milán.
Elyla, Yugo Chontal, 2024. Still de video.
Elyla, Yugo Chontal, 2024. Still de video.

The Rebels Were Waltzing On Air contextualiza más de diez años de comprometida investigación artística de Elyla. Destaca su desafío a los sistemas opresivos y ofrece nuevas formas de entender la identidad, la cultura y la resistencia, entrelazando rituales, praxis anticolonial y queerness.

La obra de Elyla ejemplifica el poder transformador del arte para desafiar y reconfigurar las narrativas culturales. No sólo honra su legado, sino que también empuja los límites de la performance contemporánea, ofreciendo formas inexploradas de entender y resistir la compleja interacción entre identidad, tradición y poder. A través de su práctica innovadora, Elyla continúa inspirando y provocando, creando espacios para voces queer en la escena artística mundial.


(1) Sandinista: Grupo nicaragüense que derrocó al presidente Anastasio Somoza Debayle en 1979, poniendo fin a 46 años de dictadura de la familia Somoza. Los sandinistas gobernaron Nicaragua desde 1979 hasta 1990. El líder sandinista Daniel Ortega fue reelegido como presidente en 2006, 2011 y 2016. https://www.britannica.com/topic/Sandinista (consultado el 30-05-2024).

(2) Mestizaje/mestizo: Es una identidad política que puede entenderse como un sincretismo etnocultural que surge de la herida colonial.


The Rebels Were Waltzing On Air, de Elyla, se presenta de junio a septiembre de 2024 en Playlist, Galleria Giampaolo Abbondio, Via Carlo Poma, 18, Milán

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