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TRES ARTISTAS MUJERES GANAN EL 62° SALÓN DE JULIO

El Salón de Julio, llevado a cabo anualmente en Guayaquil, Ecuador, es una exposición de pintura que celebra la fundación de la ciudad. Desde su inicio en 1959 ha sido organizado por la Alcaldía de la Ciudad de Guayaquil a través del Museo Municipal (MMG) con el propósito de reunir y exhibir la producción artística nacional. Este año el Salón recibió 284 postulacioles de artistas. Para la exhibición número 62 de este certamen se seleccionaron treinta y dos obras.

Las artistas Angélica Alomoto (Quito / Napo, 1978), Ana Fernández (Quito, 1963) y Verónica Ponce (El Oro, 1989) han sido seleccionadas como ganadoras del 62° Salón de Julio 2023. La ceremonia de premiación y la gestión del proceso la llevó a cabo en el Museo Municipal de Guayaquil. El jurado estuvo integrado por Mônica Hoff, coordinadora del Programa de Residencias Pivô Pesquisa en Pivô, São Paulo, Brasil; Marcela Guerrero, curadora del Whitney Museum of American Art en Nueva York; y Max Hinderer Cruz, co-director del Programa de Estudios Independientes (PEI) en el Museo de Arte Contemporáneo (MACBA) de Barcelona. La dirección del salón estuvo a cargo del curador e historiador del arte Eduardo Carrera, y la coordinación fue responsabilidad del artista Anthony Arrobo.

La 62ª edición del Salón de Julio explora las prácticas artísticas en estrecha relación con los contextos socioculturales. En esta ocasión, la pintura emerge como un territorio común para abordar diversas problemáticas de interés para las y los artistas contemporáneos en Ecuador. Narrativas visuales andino-amazónicas, materialidades, ecologías, territorios, espacios urbanos e industriales, el paisaje, la violencia, las espiritualidades, los afectos y la desestabilización de la pintura son algunos de los parámetros que podremos encontrar en la exhibición de esta edición.

Blanca Angelica Alomoto Cumanicho, El viaje y los viajeros (detalle), acrílico sobre lienzo y dardos de madera untados de petróleo; (informalismo) sobre lienzo, 14 × 300 cm (políptico). 2023.

El primer premio del 62° Salón de Julio de Guayaquil ha sido concedido a la artista Angélica Alomoto por su obra titulada El viaje y los viajeros. El jurado reconoce la extraordinaria contribución de Alomoto, no solo como pintora, sino también como investigadora del arte en su sentido más amplio. El viaje y los viajeros es una obra que se compone de múltiples capas de significado, que abarcan tanto los niveles formales de la pintura y la producción visual como las dimensiones simbólicas en la creación de sentido.

La artista ha empleado de manera deliberada diversos lenguajes y elementos pictóricos, como el acabado de cerámica, el stencil, la investigación de archivo, artefactos culturales y petróleo, demostrando una rigurosidad tanto formal como conceptual. La obra nos enfrenta con urgencia a la necesidad de prestar atención a las condiciones de vida de los pueblos amazónicos y a su desplazamiento debido a la práctica extractivista y su insaciable dinámica de exterminación de la vida y el medio ambiente.

Angélica Alomoto se reconoce como artista indígena de Quijos, en la provincia de Napo, y su práctica artística está estrechamente vinculada al activismo en defensa de los derechos de su pueblo y de todos los pueblos indígenas originarios de la región. Esto incluye el derecho de autodeterminación y soberanía cultural. En este sentido, el jurado reconoció la valiosa contribución de Alomoto y espera que su participación en el 62° Salón de Julio de Guayaquil abra el camino para que la pluralidad de voces y culturas que conforman el pueblo ecuatoriano puedan participar y encontrar protagonismo en futuras ediciones de este importante evento.

Ana Isabel Fernández Portilla (aka Miranda Texidor), Chimborazo en el Guayas y lechuguines en la ría. Tríptico de gouache, tinta y collage sobre papel Canson Imagine de 200 gr, 160 × 205 cm. 2023.

El segundo premio del 62° Salón de Julio de Guayaquil ha sido otorgado a la artista Ana Fernández, también conocida como Miranda Texidor, por su obra titulada Chimborazo en el Guayas y lechuguines en la ría. La artista contrasta lo sublime del paisaje andino y la diversidad ecológica del país con la pluralidad de perspectivas que conforman la compleja identidad del territorio nacional ecuatoriano.

La obra, que se integra a la colección del Museo Municipal, representa un diálogo visual entre estos elementos, invitando al espectador a reflexionar sobre la riqueza y la interconexión de la naturaleza y la cultura en Ecuador. Con este premio, el jurado reconoce a una artista de amplia trayectoria y destacada presencia en la escena nacional, cuya investigación pictórica y maestría técnica han contribuido significativamente al arte ecuatoriano a lo largo de décadas.

Verónica Carolina Ponce Tacuri, Abstracción, acrílico sobre lienzo, 120 × 90 cm, 2023. Der: Zayra Ninoska Sánchez Carbo, Visa para todos los sueños, lápices de colores, deletreo con sellos y gotero de tinta china sobre hojas de visado y pasaporte (1979) emitido por la Gobernación del Guayas (hallado en casa), 20 × 15 cm / 10 × 15 cm / 10 × 15 cm (tríptico), 2023.

El tercer premio fue otorgado a la obra titulada Abstracción, creada por Verónica Carolina Ponce Tacuri. Este trabajo destaca por establecer una relación íntima entre el dominio técnico y el plano simbólico. La artista nos invita a explorar los límites entre lo visible y lo no visible, cuestionando la frontera entre lo representable y lo no representable. A través de su título, la obra se enmarca en la tradición de la abstracción pictórica, presentando una realidad concreta.

Para el jurado, Abstracción va más allá al abordar el silencio ante la violencia contra las mujeres, representando de manera elocuente la inconmensurabilidad de la experiencia traumática que esta violencia causa. Es por esto por lo que se le concede este premio, como un reconocimiento a su trabajo y por tematizar una problemática tan urgente y presente en el ámbito artístico. El jurado destacó la madurez técnica y conceptual de Verónica Ponce, y espera que este premio le sirva como un estímulo en su carrera artística.

Sandra González, Tunda que entunda o Patrona de los reclusos. Acrílico y marcadores sobre retablo antiguo de madera, 60 × 42 × 21 cm. 2023.
Gustavo Rodrigo Toaquiza Ugsha, El grito de la Amazonía. Óleo en lienzo sobre madera, 100 × 120 cm. 2023. Der: Mónica Alexandra López Gordillo, Intrusos. Grafito sobre lienzo, 150 × 120 cm, 2023.

Las menciones en esta edición reconocen el trabajo de cuatro artistas: Gustavo Toaquiza (Cotopaxi, 1971), Sandra González (Guayaquil, 1988), David Cevallos (Quito, 1986) e Irene Domínguez Jervis (Quito, 1984).

El grito de la Amazonía, de Gustavo Rodrigo Toaquiza Ugsha, destaca por su capacidad para crear un imaginario icónico de un estado de crisis. Reflexiona sobre la profunda crisis ecológica y el despojo de los pueblos originarios de sus territorios en la Amazonía ecuatoriana. De una fusión de tradiciones andinas en cuero y costumbres españolas coloniales, Toaquiza actualmente fusiona habilidades locales con el imaginario colectivo, reviviendo y adaptando antiguas prácticas a la contemporaneidad.

Tunda que entunda o Patrona de los reclusos, de la guayaquileña Sandra González, hace referencia a la larga historia y presencia afro-diaspórica en Ecuador, enfocándose desde la perspectiva de los activismos y movimientos feministas. Utiliza un retablo como soporte, lo que conduce a una relectura crítica de la relación entre forma y contenido y su carga ideológica.

David Cevallos Díaz, (Bólide) Vai além de seja o que for, Vai além de onde eu vou, Do que sou, minha dor, minha flor, minha linha do Equador (para retornar). Ensamblaje, pintura, gesso, arena, papel maché sobre malla metálica, 51 × 57 cm. 2023.
Vista del 62° Salón de Julio, Museo Municipal de Guayaquil, 2023. (Detalle obra de Irene Domínguez).

(Bólide) Vai além de seja o que for, Vai além de onde eu vou, Do que sou, minha dor, minha flor, minha linha do Equador (para retornar) de David Cevallos Díaz, fue elogiada por el jurado por su rigurosidad y el ejercicio de expandir la pintura más allá de sus límites conceptuales y materiales.

Irene Domínguez Jervis aborda en Territorio la tradición de la pintura desde la reivindicación de la cerámica como soporte pictórico. A partir de su investigación botánica, la artista rinde homenaje a los territorios y naciones originarias e indígenas del Ecuador desde su propio contexto urbano.

Vista del 62° Salón de Julio, Museo Municipal de Guayaquil, 2023. Obras de David Cevallos, Teo Monsalve y Sandra González.
Juan Carlos Vargas Espinoza, Candado al corazón. Mixta sobre madera, 200 × 200 cm aprox. Der: Maureen Gubia, Hipnacolcha Ennui. Óleo sobre lienzo, 120 × 80 cm. 2023.
Vista del 62° Salón de Julio, Museo Municipal de Guayaquil, 2023. Izq: David Gustavo Orbea Piedra, Pintura para arrimar (Postales GYE). Pintura acrílica, látex, esmalte, lona y plástico, lienzo y bastidor, 235 × 300 cm. 2023.

El Salón de Julio no solo enfrenta desafíos en su gestión, sino que también se convierte en un terreno fértil para el surgimiento de obras innovadoras y un espacio de reflexión histórica y crítica sobre la pintura en el país.


Artistas participantes:

Sandra González, Natalia Salinas, Zayra Ninoska Sánchez, Howard Taikeff, Juan Andrés Narváez, Gustavo Toaquiza, Teodoro Monsalve, Andrés Ilowasky Ganchala, Jorge Ulloa, Ana Fernandez, Gabriela Serrano, Marco Morocho, Billy Soto, David Jarrín, Wilson Orellana, Verónica Ponce, David Cevallos, Freddy Guaillas, Ricardo Coello, Ezequiel Palacios, Jimmy Lara, Angelica Alomoto, Jennifer Errázuriz, David Orbea, David Celi, Melissa De La A Colcha, Mónica López, Irene Dominguez, Juan Carlos Vargas, Maureen Gubia, Andrés Preciado, Ibsen Zambrano.

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