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NAUFUS RAMÍREZ-FIGUEROA: CANTÁNDOLE A LAS PLANTAS

Cantándole a las plantas. Performances 2001 – 2023 es la primera retrospectiva dedicada al trabajo performativo de Naufus Ramírez-Figueroa y la primera muestra individual del artista guatemalteco en Sudamérica. En ella se presenta un conjunto de obras cuyas escenificaciones de mundos oníricos, fantasmagóricos y traumáticos brotan de la memoria personal y familiar del artista, todo ello entrecruzado con el clima histórico, político y social de Guatemala y América Latina.

Ramírez-Figueroa nació en la ciudad de Guatemala en 1978 y su familia recibió asilo político en Canadá durante la guerra civil guatemalteca. Así, en su trabajo se exhuman temas relacionados con el exilio en su niñez; la memoria de sus antepasados -ligada a plantaciones bananeras-; la violencia ejercida por los poderes económicos y las represiones persistentes en América Latina; y las tragedias políticamente silenciadas.

Presentada entre el 16 de marzo y el 4 de junio en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO), y concebida museográficamente como una única instalación ambiental, Cantándole a las plantas reunió trabajos performativos desde 2001 hasta el presente, incluidos archivos visuales de performances y entornos que habitaron los objetos con los que Ramírez-Figueroa realiza sus acciones.

La exposición ha sido producida en colaboración con el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), donde continúa exhibiéndose hasta el 1° de octubre de 2023, bajo la curaduría de Emiliano Valdés y Cristina Vasco. La presentación en el MAMBO fue curada por Eugenio Viola y Juaniko Moreno.

Vista de “Cantándole a las plantas”, de Naufus Ramírez-Figueroa, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO), 2023. Foto: Gregorio Díaz. Cortesía: MAMBO

Esta revisión conjunta de la obra performática de Ramírez Figueroa, por medio de dos actos curatoriales que se yuxtaponen, tiene como pieza central Cantándole a las plantas, creada específicamente para esta ocasión.

La obra es el resultado de la reciente investigación del artista sobre el fenómeno del colonialismo en la vegetación en las selvas del pacífico colombiano. Conectando ambas muestras, Cantándole a las plantas indaga en la ecología y la relación entre humanos y naturaleza, así como en la habilidad de comunicación con otras especies.

A lo largo de las dos últimas décadas, Ramírez-Figueroa se ha interesado en abordar temas como el colonialismo y la presencia de poderes en América Latina, el conflicto y sus consecuencias personales y sociales, así como la dimensión política de las plantas. Inspirado en las tradiciones literarias latinoamericanas y los legados del teatro experimental y el activismo político en Guatemala, el artista explora la narrativa histórica a través de las posibilidades del cuerpo.

En su práctica artística recurre al dibujo, el performance, la escultura y el grabado para construir escenas oníricas que fusionan referencias a la literatura, folclor, magia, obsesiones y elementos del reino de los sueños vinculados a recuerdos de su infancia, fantasía y alegoría y nociones de lo espiritual.

Esta conexión es más evidente en el nombre del artista, el cual proviene de un sueño que tuvo a los quince años sobre un monstruo llamado Naufus, que luego adoptó como su nombre artístico.

Naufus Ramírez-Figueroa, Toque de pluma, 2013. Still de video de performance en vivo, 9:17 min. Cortesía: Proyectos Ultravioleta, Guatemala

En la exposición en el MAMBO se exhibió un mural sobre la Carrera Sexta con una selección de fotografías de siete performances tempranos. Estas acciones abordan temas relacionados con su refugio político, la diáspora, la identidad y el trabajo migrante en Canadá y Estados Unidos, al igual que reflexiones sobre la masculinidad y feminidad en las comunidades latinas como carácter identitario.

En el MAMBO se presentó también Toque de pluma (2013), un trabajo que demuestra la relación cercana que tiene Ramírez-Figueroa con las figuras animales. El artista inserta plumas negras en su brazo izquierdo con agujas de acupuntura, una acción que evoca ceremonias de iniciación prehispánicas y rituales de expiación.

De igual manera, la obra Cantos de aves extintas previamente desconocidas por la ciencia pero recuperadas a través de sesiones espiritistas (2013 – en curso) consiste en un ejercicio que documenta sesiones en las que el artista hace de médium e invita a participantes a conectar con el mundo de los espíritus, canalizando aves extintas y grabando sus cantos.

La obra de Ramírez-Figueroa siempre ha aludido a acontecimientos relacionados con la larga guerra civil (1960-1996) y las circunstancias sociopolíticas que han configurado a Guatemala.

En La impresión del sueño (2016), por ejemplo, yacen los cuerpos de ocho performers en ropa interior sobre seis camas metálicas sin colchón. El artista utiliza un rodillo de pintura para dejar pintura húmeda en los marcos de las camas y luego colocar a los voluntarios sobre ellas para que sus cuerpos impriman huellas parciales. Esta obra está vinculada a la tortura de la «parrilla», utilizada con frecuencia en la guerra civil guatemalteca, en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet, y en Argentina durante la «Guerra Sucia».

La duración de la guerra civil y el ecocidio, etnocidio y expropiación ocurridos durante ese período son condiciones históricas que vinculan a Guatemala y Colombia. En ese sentido, Bananera (2006) hace referencia a la historia compartida de explotación y colonialismo que ambas naciones sufrieron bajo el control de la United Fruit Company.

Vista de “Cantándole a las plantas”, de Naufus Ramírez-Figueroa, en el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), 2023.Foto: Yohan López. Cortesía: MAMM
Vista de “Cantándole a las plantas”, de Naufus Ramírez-Figueroa, en el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), 2023.Foto: Yohan López. Cortesía: MAMM
Vista de “Cantándole a las plantas”, de Naufus Ramírez-Figueroa, en el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), 2023.Foto: Yohan López. Cortesía: MAMM

La exposición en el MAMM, en tanto, da cuenta de cómo la realidad ficcionada e inundada de datos históricos, símbolos oníricos y macabros se presenta desde una lógica del inconsciente en los performances de Ramírez-Figueroa. Su trabajo con escenografías y acciones silenciosas llenas de gestos poéticos y actos aparentemente inofensivas e infantiles trascienden el carácter ritual y evocativo para dar paso a escenas que esconden una violencia sutil, desarraigo, tortura, muerte y borramiento cultural.

En las obras Hacer que otras personas limpien (2001), Sodomizando a Diego Rivera (2001), La reina manchada (2010), Mimesis de la Mimesis (2016), entre otras, el vulnerable cuerpo del artista se involucra en distintos diálogos con figuras familiares, políticas, literarias y de la historia del arte. En acciones como Mariachi Histrionics (2007), Naufus sitúa su propio cuerpo como un espacio colectivo de narraciones y contenedor de memorias, prejuicios y estereotipos de género, machismo y masculinidad.

Naufus Ramírez-Figueroa, “Para ti el Banano Madura. El Peso de tu Dulce Amor”, 2008. Still de video de performance en vivo. Despacio, Costa Rica. Cortesía: Proyectos Ultravioleta, Guatemala

La exposición también incluye acciones que procuran ritos de duelo y sanación, como La república original bananera (2002), Bananera (2006), Para ti el banano madura al peso de tu dulce amor (2008/2017), Arcoíris (2011), y La vida en su boca, la muerte acuna su brazo (2016), las cuales parten de duelos, genocidios y masacres ocurridas en Guatemala y en distintos países de continente americano, incluido Colombia.

Estas piezas unen su historia familiar con flagelos perpetuados y silenciados por poderes económicos y estatales. En el trabajo de Naufus, los fantasmas familiares y sociales están presentes; para ellos se construyen terrenos creativos en el que el cuerpo del artista involucra otros cuerpos. Son ambientes teatrales y coreografías en los que se mezclan las huellas emocionales de colectivo con la crudeza de los poderes sociales.

Entre estas obras se encuentran Fino Fantasma (2016), Huellas del sueño (2017), Después de limpiar los bosques internos (2019) y Lugar de consuelo (2020).

En definitiva, esta revisión exhaustiva de la obra de Naufus Ramírez-Figueroa en Colombia invita a reflexionar sobre los traumas y malestares silenciados de América Latina, a la vez que adentrarse en la práctica performativa, poética y sutilmente perturbadora de uno de los artistas de mediana trayectoria más importantes de Centroamérica.

Vista de “Cantándole a las plantas”, de Naufus Ramírez-Figueroa, en el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), 2023.Foto: Yohan López. Cortesía: MAMM
Vista de “Cantándole a las plantas”, de Naufus Ramírez-Figueroa, en el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), 2023.Foto: Yohan López. Cortesía: MAMM
Vista de “Cantándole a las plantas”, de Naufus Ramírez-Figueroa, en el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), 2023.Foto: Yohan López. Cortesía: MAMM
Vista de “Cantándole a las plantas”, de Naufus Ramírez-Figueroa, en el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), 2023.Foto: Yohan López. Cortesía: MAMM
Vista de “Cantándole a las plantas”, de Naufus Ramírez-Figueroa, en el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), 2023.Foto: Yohan López. Cortesía: MAMM

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