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ESTRATEGIAS FEMENINAS PARA UN TEJIDO SOCIAL. LISÍSTRATA, DE PAZ CARVAJAL

Por Josefina de la Maza

Tejer es, ya lo decía Anni Albers en su libro On Weaving, una de las actividades más antiguas y extraordinarias desarrolladas por la humanidad. En sus diversas manifestaciones técnicas y materiales tejer ha sido, desde el inicio de los tiempos, un modo de pertenecer y estar en el mundo, a partir de un constante juego entre naturaleza y cultura: un ir y venir entre la observación del entorno y su transformación continua.

Ese movimiento supone hilar fibras vegetales y animales, torcerlas, entrelazarlas, darles forma y consistencia a través del movimiento de los dedos, las manos y, en realidad, de todo el cuerpo, y producir a partir de esos hilados tejidos que pueden abrigar, contener, aislar, adornar y distinguir. Esta cadena de acciones está enraizada en lo social. Es, al mismo tiempo, individual y grupal.

El acto de tejer es tan poderoso que desde muy temprano se convirtió en una metáfora que permitió pensar e imaginar el entrelazamiento de personas e ideas. Urdir, tejer, tejido y trama, entre otras palabras que forman parte de un mismo léxico, se trasladaron a los territorios de los intercambios sociales, especialmente a través del lenguaje hablado y de la escritura.

Lisístrata: Estrategias femeninas para un tejido social, de Paz Carvajal, en Galería Macchina, Santiago, 2022. Foto: Benjamín Matte
Lisístrata: Estrategias femeninas para un tejido social, de Paz Carvajal, en Galería Macchina, Santiago, 2022. Foto: Benjamín Matte

Un periodo histórico tremendamente significativo para el estrechamiento de las relaciones entre hilos y palabras y del cual somos herederos es la antigüedad clásica. La artista Paz Carvajal (Santiago, 1970) vuelve en esta exposición su mirada –como en gran parte de su trabajo artístico– a ese pasado de la cultura occidental para pensar atentamente los vínculos entre tejido y texto en la antigua Grecia. De modo particular, Carvajal se detiene en aquellos textos filosóficos o dramatúrgicos protagonizados por mujeres –Lisístrata, Ariadna, Penélope, Aracné y Filomela–, en donde tejer se vuelve una poderosa herramienta para decir y hacer visible lo oculto o invisibilizado por el patriarcado.

En este conjunto de obras, un pequeño pero potente grupo de frases se materializa a partir de mostacillas e hilados tejidos. La palabra aparece revelada por la trama de aquellos tejidos realizados pacientemente por Carvajal (quien además ha convocado a otras mujeres, amigas y artistas, para la realización de algunas de sus obras). El tejido es, entonces, figura y fondo, significado y significante.

Si bien el tejer es una práctica que hombres y mujeres han realizado indistintamente a lo largo de la historia, tradicionalmente lo hemos asociado a las mujeres –solas o en grupo– al interior del espacio doméstico. Y las historias seleccionadas por la artista dan cuenta de esa asociación. Lisístrata pasa del espacio privado al público proponiendo poner fin a un conflicto bélico del mismo modo en que se desenmaraña una madeja de lana; Ariadna le proporciona un hilo a Teseo, que lo guiará para no perderse al interior del laberinto del Minotauro; Penélope usa el tejido como defensa ante la avanzada de un grupo de pretendientes mientras espera el regreso a Itaca de Ulises; Aracné despliega a través del tejido sus habilidades, bordeando la soberbia y enfrascándose en un duelo con Atenea; y Filomela, ante la violencia de su violador, quien le corta la lengua, teje su historia para contársela a su hermana, quien está casada con el atacante.

En estas cinco historias, materiales, técnicas y habilidades artesanales cobran un rol protagónico. En ellas, los hilados desordenados y enmarañados representan la confusión y la disputa en una sociedad; la guía que entrega un hilo en la oscuridad es una metáfora del autoconocimiento; el tejer y el destejer representan la abstracción, la inventiva y la capacidad intelectual de crear y ajustar realidades y contextos. Asimismo, tejer se entiende como una expresión artística y, de modo especial, como un lenguaje potente: cuando las palabras no pueden decirse, los relatos que cuentan pueden, sin embargo, tomar forma y dar lugar y sentido a las historias de las mujeres.

Lisístrata: Estrategias femeninas para un tejido social, de Paz Carvajal, en Galería Macchina, Santiago, 2022. Foto: Benjamín Matte
Lisístrata: Estrategias femeninas para un tejido social, de Paz Carvajal, en Galería Macchina, Santiago, 2022. Foto: Benjamín Matte

Las obras de Paz Carvajal dedicadas a estas mujeres del mundo clásico, protagonistas de mitos, obras teatrales, literarias y filosóficas, y a sus relaciones ricas y complejas con lo textil –lo textil como metáfora del lenguaje y de los vínculos que se producen en el espacio social– son delicadas y sutiles. La artista teje, con palillos y crochet, pero también con un pequeño telar en donde va engarzando mostacillas, frases que aluden a las historias previamente mencionadas.

A través de cuadrados pequeños (como los que se tejen comunitariamente en el invierno para hacer frazadas) o listones (para hacer pulseras y collares), la materialidad de las obras evoca y trae hacia el presente un trabajo manual desbordante de significados. Carvajal, a través de sus obras, tiende redes entre el pasado y el presente, teje historias que, a pesar de los siglos de distancia, siguen siendo actuales y necesarias. Estas historias deben ser contadas y repetidas, resignificadas y apropiadas en el tiempo presente. En ese sentido, la práctica de la artista apunta a darle forma y contorno a un tejido social que a través de los siglos fue desdibujado, pero que de a poco se ha ido rehabilitando, reconstruyendo y reforzando.

La obra de Paz Carvajal se suma, entonces, a aquellos esfuerzos que, desde distintos lugares, han vuelto a poner en el centro a la mujer y a su quehacer. Ese es el único modo en que podremos poner freno, como dice Ursula K. Le Guin, a la “historia asesina”, porque “con un cierto sentido de urgencia es que [hay que buscar] la naturaleza, los temas y las palabras de la otra historia, la no contada, la historia de la vida”[1]. En las historias de Lisístrata, Ariadna, Penélope, Aracné y Filomela, Carvajal ha encontrado un hilo potente y ha jalado de él, encontrando un camino al interior del laberinto.

Lisístrata: Estrategias femeninas para un tejido social, de Paz Carvajal, en Galería Macchina, Santiago, 2022. Foto: Benjamín Matte
Lisístrata: Estrategias femeninas para un tejido social, de Paz Carvajal, en Galería Macchina, Santiago, 2022. Foto: Benjamín Matte

[1] K. Le Guin, Ursula. “The Carrier Bag Theory of Fiction”, The Anarchist Library, 1986, p. 4. “Hence it is with a certain feeling of urgency that I seek the nature, subject, words of the other story, the untold one, the life story” (traducción propia).


LISÍSTRATA: ESTRATEGIAS FEMENINAS PARA UN TEJIDO SOCIAL, DE PAZ CARVAJAL

Galería Macchina, Campus Oriente de la Universidad Católica, Jaime Guzmán Errázuriz 3300, Ñuñoa, Providencia, Santiago

Del 26 de agosto al 28 de septiembre de 2022

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