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ENTRE—RÍOS. UN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN DE BIENESTAR ECOLÓGICO

entre—ríos es una confluencia de proyectos que destaca la interdependencia entre ecosistema y salud humana, que explora continuidades entre cuerpos de agua y cuerpos humanos, reconociendo a los ríos como sujetos activos que producen formas estéticas, transforman paisajes y modelan la memoria. Iniciado en 2018 a partir de una alianza entre la investigadora Lisa Blackmore (Profesora en Historia de Arte y Estudios Interdisciplinarios en la Universidad de Essex, Reino Unido) y la investigadora colombiana María Fernanda Domínguez Londoño (directora de Espacio Producciones, en Bucaramanga, Colombia), el proyecto culminó en una residencia colectiva en el departamento de Santander (Colombia), en 2019, y en una primera publicación digital diseñada por la artista venezolana Teresa Mulet.

A partir del 18 de mayo, el proyecto pasa al espacio físico con la exhibición Live Streams, en Art Exchange, la galería de la Universidad de Essex (Londres), bajo un concepto curatorial conjunto entre Blackmore, el artista mexicano Emilio Chapela (investigador asistente en la Universidad de Essex) y el investigador Diego Chocano (asistente curatorial de la Colección de Arte de América Latina de Essex – ESCALA).

En paralelo, y mediante un complejo diseño y construcción web a cargo de David Medina, el proyecto se despliega en una plataforma virtual con cruces y cauces de información, videos, ensayos e imágenes, por citar algunos de los muchos recursos y referencias de los que, apropiadamente, se alimenta este gran cuerpo fluvial expositivo, apoyado en metodologías de investigación de campo –o basadas en la práctica- y colaboraciones interdisciplinares.

Vista de la exposición “entre—ríos” en Art Exchange, galería de la Universidad de Essex, Londres, 2021. Cortesía de los artistas, entre—ríos y Art Exchange
Emilio Chapela, detalle de «Caer, caer, caer». Vista de la exposición “entre—ríos” en Art Exchange, galería de la Universidad de Essex, Londres, 2021. Cortesía de los artistas, entre—ríos y Art Exchange
Genietta Varsi, Sistemas de flujos desde el cuerpo humano. Vista de la exposición “entre—ríos” en Art Exchange, galería de la Universidad de Essex, Londres, 2021. Cortesía de los artistas, entre—ríos y Art Exchange

En sus despliegues físico y virtual, la exposición navega por el impacto humano en territorios líquidos, enfocándose específicamente en el cuerpo como la primera interfaz para establecer relaciones más éticas con los demás. El proyecto apuesta al potencial de las prácticas artísticas como catalizadoras de experimentos colaborativos que conectan al ser humano con el medioambiente y con los otros.

entre—ríos es una red internacional que cultiva cruces entre arte, ciencia, tecnologías y comunidades para revisar las relaciones históricas y actuales con los cuerpos de agua y para crear metodologías transdisciplinares de colaboración desde las prácticas artísticas”, asegura Blackmore, quien acuña la frase bienestar hidrocomún.

“La falta de bienestar ecológico no solo pide respuestas científicas, sino también entramados interdisciplinarios e intersectoriales, en los que la investigación artística y las experiencias sensibles tienen un papel importante para revisar las dinámicas socio-ambientales de la economía global”, escribe en el ensayo Decir lo que nos toca. Apuntes sobre la inmersión en cuerpos de agua, con el que contribuye a este proyecto [1].

La exposición incluye obras de artistas, investigadores, académicos, curadores y otros colaboradores, entre ellos Tania Candiani, Calderón & Piñeros, Eduardo Abaroa, Emilio Chapela, Eulalia De Valdenebro, Genietta Varsi, Alejandra Ortiz de Zevallos, Leonel Vásquez, y Jorge Clavijo & Diego Piñeros, además de obras del acervo ESCALA de los artistas Alberto Baraya, María Elvira Escallón, Teresa Pereda, Martha Niklaus, Cinthya Soto y Alejandro Jaime.  

Algunos de estos artistas desarrollaron proyectos específicamente para entre—ríos durante el 2020, en plena pandemia, trazando hidrografías que conectan las cuencas de los ríos Bogotá (Colombia), Rímac (Perú) y Usumacinta (México), hidrografías que vuelven porosas las fronteras nacionales para crear territorios compartidos y comunes.

Tanto la exposición virtual como el programa público relacionado presentan prácticas físicas -como la meditación y la respiración-, además de charlas interdisciplinarias que fomenta el diálogo entre las artes y las ciencias. El proyecto, que vale muchísimo la pena navegar por completo en su versión online, se subdivide en cuatro ejes: Cuerpos de agua; Ensamblajes más-que-humanos; Modos de Habitar; y Voces del río.

“El agua no nos pertenece, nosotros pertenecemos al agua”.

Alejandro Mejía Andrade, Cuerpos de Agua A.M (Intérprete 4). Cortesía del artista, entre—ríos y Art Exchange

Cuerpos de Agua

Los proyectos de esta sección exploran la materia de los cuerpos de agua en sus diversas formas y potenciales: la turbulencia, los vórtices y los flujos laminares; las humedades y evaporaciones, la lluvia, la presión atmosférica y el clima. También, el cuerpo humano como organismo vivo en constante movimiento.

Cuerpos de Agua indaga sobre el peso y la resistencia de los cuerpos que se hunden o que flotan, sobre membranas impermeables y permeables, materia multicolor, sedimentos, barros, desechos, y otros cuerpos de agua, que son también geológicos, vegetales, animales y humanos. Aquí caben también las ideas, las palabras y el lenguaje, que son también materia y cuerpo.

En una aproximación lúdica y también poética, el artista mexicano Alejandro Mejía Andrade presenta una serie de animaciones, escanografías y registros fotográficos para hacer lecturas rudimentarias, experimentales y especulativas de una gota de agua, la lluvia y el drenaje. Apelando, como en trabajos anteriores, a los símbolos, la física, la geometría y la tecnología primaria como recursos, el artista busca, a partir de una observación analógica, deducir no solo una forma simbólica del agua, sino también una abstracción de sí mismo y de los demás, como seres compuestos principalmente de agua. Por ejemplo, derivado de la observación de las dinámicas internas en una gota de agua de beber a través de un microscopio casero con un haz láser, encontró composiciones que llevó al campo de la gráfica, utilizando para ello plantillas para dibujar y pruebas en escáner de impresora. También presenta unas animaciones realizadas con un proyector de acetatos y papel recortado.

Alejandro Mejía Andrade, Cuerpos de Agua A.M (Mensaje 0 anverso). Cortesía del artista, entre—ríos y Art Exchange
Alejandro Mejía Andrade, Cuerpos de Agua A.M (Mensaje 0 reverso). Cortesía del artista, entre—ríos y Art Exchange

Ensamblajes más-que-humanos

Ensamblajes más-que-humanos indaga sobre cómo los tiempos presente-pasado-futuro se enredan de modos no-lineales. El agua se mueve río abajo hacia el futuro en incremento de su entropía, mientras otras cosas se mueven en dirección contraria, como el róbalo, el salmón o el ejercicio de la historia, que nadan río arriba orientados por la memoria y los archivos, hacia el origen. El progreso, en cambio, busca adelantarse, y es en ese esfuerzo que tropieza.

Esto último se constata en la extensa investigación del artista mexicano Eduardo Abaroa sobre el proyecto “desarrollista” del Tren Maya y sus nefastas implicaciones para el ecosistema y la vida rural de esa zona del sureste mexicano.

A orillas del Río Usumacinta se encuentra la Ciudad de Tenosique de Pino Suárez, en el estado mexicano de Tabasco. Es la ciudad más importante de la llamada zona de los ríos. En Tenosique se construye la segunda estación del Tren Maya, un mega-proyecto de infraestructura del Gobierno Mexicano cuyo propósito es conectar con vías férreas 19 estaciones, ubicadas en un recorrido de 1500 km, comenzando en la cuenca del Usumacinta para luego rodear la península de Yucatán, recorriendo los estados de Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Chiapas, para finalmente regresar al punto de partida atravesando el Petén.

En El tren a partir del río, Abaroa plantea el experimento de pensar al Proyecto Tren Maya como una excrecencia o extensión del río Usumacinta. “Es fácil hacer esta analogía”, explica el artista en su investigación –que se puede leer en su totalidad en el sitio web de entre—ríos. “En la propaganda oficial, los beneficios del tren son equivalentes a los beneficios que ha aportado el río por siglos: sustento para la vida humana, creación de bienestar, conexión con zonas lejanas, crecimiento económico, etc”.

El artista presenta este texto –o una colección de notas, como él le llama-, intercalado con fragmentos de video tomados de diversos medios en internet, que ha formateado como imitación de tarjetas postales turísticas (se llaman “Souvenirs para un megaproyecto”).

“El propósito del ejercicio es esbozar de forma analítica y crítica el desarrollo mediático del proyecto Tren Maya, entendiéndolo como una consecuencia del desarrollo conjunto de la identidad nacional, la arqueología y el turismo en México”, explica Abaroa. “Es preciso aclarar la posición desde la que estoy realizando esta investigación. Me propongo trabajar desmenuzando este megaproyecto, a partir de su expresión en los medios de comunicación en línea. No se trata aquí de una evaluación de las ventajas y desventajas del proyecto por parte de un experto. Me interesa pensar sobre la cultura contemporánea a través de este fenómeno mediático específico. Tampoco puedo acceder al tema desde un punto de vista filosófico o teórico, estoy trabajando con las imágenes y con los símbolos desde la actividad artística, más que proponiendo o promoviendo un pensamiento disciplinado. Eso no quiere decir que no podamos rozar algunas propuestas ajenas al quehacer artístico”.

Diego Orihuela Ibañez, CTR. Cortesía del artista

Modos de Habitar

Modos de habitar invita al desarrollo de lo que Donna Haraway describe como natur-culturas, que son colaboraciones intrincadas que resisten los hábitos antropocentristas y cartesianos que separan cultura y naturaleza. Estas formas simbióticas se pueden manifestar a través de la comida, la pesca, la agricultura, la migración, el diseño, la arquitectura y las artes. Son también el terreno fértil de donde podemos partir para el desarrollo de políticas públicas, legislaciones y sustentabilidad en pro del bienestar común.

En este apartado, la artista peruana Alejandra Ortiz de Zevallos presenta un video y texto que recopilan su taller Tejer(nos), el cual surge como una invitación al tejido colectivo, una práctica enraizada en el territorio peruano desde hace miles de años. “Detenernos a observarla”, dice la artista, “significa prestarle atención a nuestra historia y también a los sesgos y brechas culturales que conviven en nuestra identidad como peruanos”.

Los tejidos emplean las fibras del carrizo que emergen del río Rímac y, mediante la acción repetitiva y meditativa del tejer, Ortiz de Zevallos y la comunidad de la zona se acercan a la escucha del cuerpo, a la experimentación sensorial, y a cuestionar nuestra intrínseca relación con el entorno.

Voces del Río

Michel Serres, en El contrato natural, describe cómo la tierra se expresa en forma de fuerzas, vínculos e interacciones. Voces del río es una exploración sobre los ritmos, sonidos e imágenes que emergen de las cuencas. Indaga en las formas en que los afectos y los vínculos se materializan cuando intercambian fuerzas. Se pregunta por la calma del río y por sus silencios. ¿Cómo es la voz del río? ¿Qué dice? ¿Qué canta?

Para el artista colombiano Leonel Vásquez, las piedras de los ríos cantan los cantos de las abuelas. En su proyecto, invita a escuchar a los ríos sanos y enfermos de Colombia, purificando nuestras aguas con el canto de seres geófonos. Partiendo de la noción de que, para muchas comunidades vernáculas, las rocas son las abuelas, pues conservan en sus duros silencios la voz prudente de los tiempos, Vásquez crea hermosas piezas sonoras utilizando piedras y otros elementos. “El canto de estos seres geófonos nos permite, en este espacio, purificar nuestras propias aguas”, dice el artista, quien en la plataforma virtual de entre—ríos invita a “dejarse ablandar por la voz arrulladora de las abuelas en sesiones virtuales de 21 meditaciones con los cantos de 21 rocas”.

En Tantas voces: una misma agua, la artista colombiana María Buenaventura –quien además es filósofa y cocinera, con una práctica centrada en las afectaciones ambientales, políticas y sociales de los usos de la tierra-, junto a Laura Escobar, Isua Pθrebik (Eyder Calambás) y Phuyu Uma (Jenniffer Ávila), articulan una lectura colectiva de Los pensamientos del indio que se educó dentro de las selvas colombianas, libro escrito en prisión por Manuel Quintín Lame, líder indígena colombiano (1880–1967) que luchó por la recuperación de los territorios indígenas y en contra del sistema terrasejero (forma de esclavitud decimonónica) en el Cauca y Tolima.

“En el 2020, en plena pandemia, han sido asesinados en Colombia 264 líderes sociales: defensores de tierras, de ríos, de montañas, de selvas, de derechos humanos y comunidades. También han sido asesinados este año 59 firmantes del acuerdo de paz, que se suman a otros casi 200 de los años anteriores. Con estos asesinatos, callan ríos, montañas, selvas, comunidades de seres vivos”, reza parte del texto de presentación de este proyecto, en el que han participado numerosos artistas, líderes sociales y representantes de diversas disciplinas.

Vista de la exposición “entre—ríos” en Art Exchange, galería de la Universidad de Essex, Londres, 2021. Cortesía de los artistas, entre—ríos y Art Exchange

“Uno siempre está entre muchos ríos. Cuando las conexiones entre sus flujos no son evidentes, el arte inventa formas de sentipensarlas. (2) El estado líquido difracta lo ontológico, lo geográfico y lo cultural. Por eso, invita a honrar el hecho de que es más lo que nos une que lo que nos separa. Y que esas uniones permiten encuentros y reconciliaciones, como también registran divergencias y violencias que le dan forma al mundo que habitamos y a los cuerpos de agua que somos”.

Lisa Blackmore


Desde el 2018, entre—ríos ha recibido apoyo del Global Challenges Research Fund (GCRF) y la IAA -Active Engagement Fund, University of Essex. En la fase digital del proyecto, entre—ríos.net agradece la colaboración de Art Exchange y el Centro Geo en la Ciudad de México.


[1] Ensayo y videos publicados en la revista Cubo Abierto N°3. Museo de Arte Contemporáneo de Lima

[2] Sentipensar con el territorio implica pensar desde el co-razón y desde la mente, o co-razonar, como bien lo enuncian colegas de Chiapas inspirados en la experiencia zapatista; es la forma en que las comunidades territorializadas han aprendido el arte de vivir. Arturo Escobar. Sentipensar con la tierra: Nuevas lecturas sobre desarrollo, territorio y diferencia. Medellín: UNAULA, 2014, p. 16.

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