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CIENCIA FRICCIÓN. VIDA ENTRE ESPECIES COMPAÑERAS

¿Es posible imaginar otras historias terrestres? ¿Podemos pensar otras maneras de vivir entre especies diferentes? La exposición Ciencia fricción. Vida entre especies compañeras, que se presenta en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), explora estas cuestiones a través de una selección de obras artísticas y de piezas de divulgación científica.

Curada por Maria Ptqk, la muestra plantea un cambio de mentalidad y de sensibilidad que cuestiona la supremacía de la especie humana y apuesta por una visión del mundo entendido como un ecosistema en el que conviven todas las especies del planeta. “Si, como sostienen Donna Haraway y Lynn Margulis, toda la Tierra está viva, es hora de abandonar el mito de la supremacía y retomar contacto con nuestras numerosas compañeras terrestres”, dice la curadora.

La exposición parte de la evidencia científica de que todas las especies terrestres están unidas por relaciones simbióticas e interdependientes. En la naturaleza no existen organismos autónomos o independientes: todos formamos parte de ecosistemas integrados los unos con los otros. Las especies configuramos una red de colaboraciones, mutaciones e intercambios en la que convivimos como compañeras.

Este cambio de paradigma implica que la especie humana no es excepcional ni superior. En última instancia, la simbiosis pone en cuestión la supremacía humana, la idea de que el conjunto de la naturaleza y todos los seres vivos están al servicio de nuestro bienestar.

Para relatar este cambio de perspectiva, la exposición se apoya en la obra de dos figuras clave en la cultura científica contemporánea: Donna Haraway (1944) y Lynn Margulis (1938-2011). Ambas tienen en común la importancia que otorgan a la simbiosis y la colaboración entre especies, y su interés por la comunicación y la narrativa científica.

Pinar Yoldas, Ecosystems of Excess, 2014. Vista de la instalación en «Ciencia fricción. Vida entre especies compañeras», Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB). Cortesía: CCCB

Lynn Margulis, referente mundial de la biología, revolucionó las teorías de la evolución con el principio de simbiosis, que etimológicamente significa “convivir”, para revelar el denso entramado de bacterias, virus y otros tipos de organismos que configuran cualquier forma de vida, también la humana. Sin romper con los postulados de Darwin, su principal contribución fue enriquecer la teoría de la evolución con sus descubrimientos sobre el mundo microbiano.

La obra de Margulis cuestiona así para siempre el principio de individualidad y excepcionalidad humanas, y enlaza con Donna Haraway quien, en medio de la actual situación mundial en la que se han difuminado las fronteras entre realidad y ficción, apela a la ciencia ficción y a jugar con el lenguaje para inventar historias que ayuden a convivir con “especies compañeras” y a “crear mundos” no desde la desesperación o el cinismo, sino desde la ironía y la pasión.

“Es con este espíritu lúdico y apasionado que el CCCB presenta un proyecto tentacular, abierto y pensado con una multitud de creadores, sabiendo que, como dice Haraway, ‘solo imaginando futuros posibles podemos fortalecer la tarea que debemos hacer aquí y ahora’”, dice Judit Carrera, Directora del CCCB.

La transición del antropocentrismo –visión del mundo centrada en lo humano– al biocentrismo –lo humano se entiende como parte de un ecosistema– recorre toda la exposición. El visitante hallará una selección de obras artísticas en diferentes soportes, como instalaciones inmersivas audiovisuales y sonoras, realidad virtual, pintura, dibujo y cine, así como piezas de divulgación científica.

La curaduría reúne una serie de creadores, pensadores y científicos de todo el mundo que exploran las relaciones entre especies y persuaden de la urgencia de inventar otras ciencias f(r)icción e historias fabuladoras o especulativas que amplíen lo imaginable y nos ayuden a situarnos en el emergente paradigma inter-especies. Se han definido para ello cinco núcleos o secciones: Simbiosis; Especies compañeras; Redes de conciencia bioquímica; Historias de los orígenes; y El Contrato Natural.

Shoshanah Dubiner, Endosymbiosis: Homage to Lynn Margulis, 2012, gouache sobre papel. Animación realizada por David Domingo a partir de la obra original. Foto: Shoshanah Dubiner
Petra Maitz, Lady Musgrave Reef, 2001-2021, textil, algodón, papel y cartón. Vista de la instalación en «Ciencia fricción. Vida entre especies compañeras», Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB). Cortesía: CCCB

Simbiosis

Artista, diseñadora y educadora, Shoshanah Dubiner (1943) ha desarrollado una obra pictórica de colores exuberantes y sensuales formas biomórficas para insinuar la experiencia psicodélica o mística, al tiempo que se fundamenta en el estudio de la biología incorporando metáfora y mitología. En la exposición se incluye una animación de sus pinturas a cargo de David Domingo (1973), titulada Endosymbiosis: Homage to Lynn Margulis (2012). Asimismo, el cineasta John Feldman (1954) presenta fragmentos de su documental Symbiotic Earth: How Lynn Margulis Rocked the Boat and Started a Scientific Revolution (2019), que recorre la vida y trayectoria de Lynn Margulis.

Petra Maitz (1962) estudió medicina y bioquímica en los años 80 en Viena, antes de convertirse en artista. Su obra Lady Musgrave Reef es un arrecife de coral realizado en ganchillo que ha ido creciendo en extensión desde 2001 hasta la fecha.

Susana Talayero, Viaje a Surinam (Flos Pavonis), 2020-2021, tinta, acuarela, grafito y pastel sobre papel poliéster, 220 x 529 cm. Vista de la instalación en «Ciencia fricción. Vida entre especies compañeras», Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB). Cortesía: CCCB

Especies compañeras

Susana Talayero (1961) presenta una instalación que evoca la obra de la naturalista Maria Sibylla Merian (1647-1717), la primera entomóloga que documentó los ciclos de vida de los insectos y las tupidas redes de conexiones entre los insectos y las flores.

Gustafsson & Haapoja, en tanto, vienen desarrollando desde hace años el Museum of the History of Cattle [Museo de la Historia del Ganado] (2013), donde, a través de un singular dispositivo museográfico, se narra la milenaria historia de relación entre humanos y bovinos, contada desde el punto de vista de estos últimos. El ser humano se convierte aquí en objeto de observación y el bovino en un sujeto pensante que expresa su punto de vista sobre cuestiones como la crianza selectiva, la eugenesia, la inseminación artificial o las nociones de raza y linaje.

Mary Maggic (1991) presenta la instalación Egstrogen Farms (2015), marca comercial que ofrece huevos genéticamente modificados para producir un cóctel de gonadotropinas, las hormonas responsables de la reproducción en los vertebrados. Apuntando al paralelismo entre la cría industrial de aves y la reclusión masiva de las mujeres en el “nido”, Maggic plantea una crítica a la domesticación de las capacidades reproductivas de las mujeres por parte de la industria biotecnológica, en particular mediante las terapias hormonales de estimulación ovárica para inseminación artificial.

Mary Maggic, Egstrogen Farms, 2015. Con la colaboración de Benjamin Berman, Melinda Green y MIT Media Lab. Instalación y video. Cortesía de la artista
Dimas Paredes Armas, Ajos Kiro, 2019, óleo sobre tela, 120 x 85 cm. Cortesía del artista y Galería Awa (Cuzco), Perú.
Museo del Hongo (Juan Ferrer y Nicolás Oyarce), Chile, Les Micobiontes, 2021. Detalle de instalación en «Ciencia fricción. Vida entre especies compañeras», Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB). Cortesía: CCCB

Redes de conciencia bioquímica

El capítulo de la exposición Redes de conciencia bioquímica está dedicado a las plantas y a los hongos, los casos más paradigmáticos de vida en red. Los hongos se funden con animales, bacterias y plantas y crean complejos sistemas de intercambio. Bajo tierra reparten nutrientes y en el sotobosque, aliados con insectos y otros microrganismos, transforman los desechos en ciclo de reciclaje. En cuanto a las plantas, capturan la energía del sol y la ofrecen a los demás terrestres, perciben la luz, la humedad, la gravedad o los campos electromagnéticos y se estima que poseen nuestros cinco sentidos y otros quince más.

Aquí destacan Les Micobiontes, del Museo del Hongo (Chile, 2016),una instalación que presenta hongos simbióticos y líquenes; una serie de pinturas de Dimas Paredes Armas (1954), de la escuela de arte amazónico de Perú Usko Ayar, que se muestran por primera vez en España; Myconnect, de Saša Spačal (1978), un dispositivo de comunicación bioelectrónica entre humanos y hongos; y Terence McKenna (1946-2000), figura legendaria de la cultura de los hongos alucinógenos, al que escuchamos recitar unos fragmentos de su texto The Mushroom Speaks, en el que el hongo toma la palabra para explicar su particular versión de la simbiosis.

Myconnect, de Saša Spačal, Mirjan Švagelj, Anil Podgornik, Tadej Droljc, 2013, instalación y video. Cortesía de los artistas y Kapelica Gallery

Historias de los orígenes

En Historias de los orígenes se reúnen proyectos que especulan con otras posibles historias de las relaciones entre especies, poniendo especial énfasis en el caso de los pulpos, uno de los campos emergentes en el estudio de la inteligencia no-humana.

Camille & Ulysse es una obra audiovisual de Diana Toucedo (1982) creada para la exposición en la que Donna Haraway y Vinciane Despret (1959) conversan a partir de dos fábulas escritas por cada una de ellas. En Las historias de Camille, Haraway acompaña, durante cinco generaciones, a las comunidades simbiogenéticas de humanos y mariposas monarca que migran por Estados Unidos, México y Canadá. En Autobiografía de un pulpo, Despret indaga en los modos de existencia de otra comunidad simbiótica, en este caso unida a los octópodos en las costas del Mediterráneo.

Camille & Ulysse. Extracts from the Journal of Symlinguistics, 2021, 47 min. Dirección y montaje: Diana Toucedo. Producción: CCCB, Centre Georges Pompidou, con la colaboración de Fabbula

El contrato natural

La exposición concluye con un capítulo dedicado a los derechos de la naturaleza: las especies animales y vegetales, así como ríos, montañas, valles o ecosistemas, son protegidos por su valor intrínseco, al margen de su utilidad para los humanos. El contrato social que relega el mundo al estatus de objeto inerte debe ser sustituido por un contrato natural, abierto a una política post-antropocéntrica, más allá de lo humano, que responda al desafío de entender la vida como una red de interdependencias.

Time-Life-Time (2021), de Jaime Serra, es una instalación producida especialmente para la muestra y dedicada al movimiento por los derechos de la naturaleza. Con esta instalación, a la vez epílogo y pieza autónoma de la muestra, el autor lleva a cabo una revisión muy personal de esta corriente actual del ecologismo a través de una treintena de piezas en diversos soportes y registros gráficos (collages, fotografías y objetos diversos).

Por una parte, es un recorrido histórico por los hitos que han marcado la evolución de los derechos de la naturaleza desde mediados del siglo XX hasta la actualidad. Por otra parte, de una manera irónica y sugerente, el autor hace dialogar estos hitos con elementos presentes en la propia exposición y con otros procedentes de la cultura popular y los medios de masas, dibujando un recorrido elaborado con paradojas y encuentros inesperados.

En esta sección se incluye, además, el video-ensayo de Paulo Tavares (1980) Non-human Rights (2012, 35 min), que expone la tesis del universalismo radical entre humanos y no-humanos a partir de los debates surgidos en torno a la incorporación de los derechos de la naturaleza en la Constitución de Ecuador.

El recorrido de la exposición contiene también una serie de entrevistas realizadas a representantes de la cultura, la ciencia y el activismo, como Rubén Duro, Helen Torres, Paula Bruna, Associació Zuhari, Joan Martínez-Alier, Fabiola Leyton, Mercè Piqueras, Joan Romanyà y Ricard Guerrero.

“El azar ha hecho que la exposición se presente en el contexto de una pandemia que ha confirmado la profunda interdependencia de los humanos, entre ellos y con el resto de especies que habitan la Tierra. Un virus de origen animal nacido de la alteración de los ecosistemas naturales ha generado profundos interrogantes sobre qué significa vivir y convivir hoy”, concluye la Directora del CCCB.

El germen de la muestra es un proyecto virtual de 2017 del Jeu de Paume y cuenta con la colaboración del Centre Georges Pompidou, ambos en París. Tras su paso por el CCCB se presentará en el Azkuna Zentroa Alhóndiga Bilbao (España).

Marley Jarvis, Laurel Hiebert, Kira Treibergs, del Oregon Institute of Marine Biology, Octopi Wall Street, 2011.

CIENCIA FRICCIÓN. VIDA ENTRE ESPECIES COMPAÑERAS

Comisariado: Maria Ptqk

Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), Montalegre, 5, Barcelona, España

Del 12 de junio al 28 noviembre de 2021

Expositores: Cleve Backster, Louis Bec, Paula Bruna, Ernesto Casero, Vinciane Despret, David Domingo (aka Stanley Sunday), Shoshanah Dubiner, Rubén Duro Pérez, John Feldman, Walon Green, Gustafsson & Haapoja, Donna Haraway, Marley Jarvis, Laurel Hiebert y Kira Treibergs, Dominique Koch, Christie Lyons, Mary Maggic, Petra Maitz, Marshmallow Laser Feast (MLF), Stefano Mancuso, Lynn Margulis, Joan Martínez Alier, Terence McKenna, Museo del Hongo, Dimas Paredes, Richard Pell, Mercè Piqueras, Max Reichmann, Quimera Rosa, Toni Serra (Abu Ali), Jaime Serra Palou, Maria Sibylla Merian, Saša Spačal, Susana Talayero, Paulo Tavares, Helen Torres, Diana Toucedo, Pinar Yoldas

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