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DELCY MORELOS: EL ABRAZO

Estar en contacto con la tierra y adentrarse en ella, es estar en contacto con aquello que nos conforma y nos nutre; es el cimiento en donde se desarrolla la vida mientras la habita el alma.
Delcy Morelos


Desde los años 90, Delcy Morelos ha desarrollado una obra multimedia en la que las reflexiones sobre la vida y la muerte se encuentran con lo natural y lo sagrado. Sus instalaciones más recientes han adoptado la tierra como material principal, creando espacios laberínticos que estimulan nuestros sentidos y nos invitan a una experiencia sensorial y reflexiva.

En sus primeros trabajos, centró su atención en descubrir los orígenes de la violencia en su país: el arraigado racismo, la enorme brecha social y la voraz ambición de los terratenientes por expandir aún más sus vastas propiedades, dinámicas que derivaron en el despojo de los campesinos de sus pequeñas parcelas.

La tierra continuó siendo el epicentro de la lucha armada, objeto de una obsesión que desencadenaba inequidades y se convertía en el botín de todas las guerras. Aunque la tierra era el bien primordial deseado, lamentablemente también se transformaba en el catalizador de la violencia. Con el tiempo, Morelos comenzó a plantearse cómo podría aproximarse a la tierra desde otras perspectivas, cómo abordar esta materia pura y vital con reverencia y asombro.Principio del formulario

Morelos emplea lodos obtenidos de tierras y arcillas locales y regionales, considerando sus atributos formales, como el matiz y la textura, junto con las propiedades orgánicas que influyen en la calidad del suelo. Estos materiales se emplean tanto en la creación pictórica como en la elaboración de esculturas.

Inspirándose en las cosmologías ancestrales de las culturas andinas y amazónicas, así como en su propia cosmovisión, la obra de Morelos profundiza en el poder sustentador del lodo en sus múltiples manifestaciones, reconociéndolo como una fuente primordial de vida y sustento.

“Hay una gran diferencia entre ver y entrar. Cuando entras, experimentas. Como en una relación simbiótica, te dejas penetrar por lo que estás penetrando”, afirma la artista, nacida en Tierralta, Colombia, en 1967.

Cielo terrenal, 2023. Tierra de Goshen, Nueva York; canela, clavo, aglutinante acrílico y agua sobre suelo, muro, fieltro, metal y madera, y cerámica cocida. Dimensiones variables. Foto: Don Stahl. Cortesía: Dia Chelsea
Delcy Morelos, Cielo terrenal, 2023. Tierra de Goshen, Nueva York; canela, clavo, aglutinante acrílico y agua sobre suelo, muro, fieltro, metal y madera, y cerámica cocida. Dimensiones variables. Vista de la instalación en Dia Chelsea, Nueva York. Foto: Don Stahl. Cortesía: Dia Chelsea
Cielo terrenal, 2023. Tierra de Goshen, Nueva York; canela, clavo, aglutinante acrílico y agua sobre suelo, muro, fieltro, metal y madera, y cerámica cocida. Dimensiones variables. Vista de la instalación en Dia Chelsea, Nueva York. Foto: Don Stahl. Cortesía: Dia Chelsea
Delcy Morelos, Cielo terrenal, 2023. Tierra de Goshen, Nueva York; canela, clavo, aglutinante acrílico y agua sobre suelo, muro, fieltro, metal y madera, y cerámica cocida. Dimensiones variables. Vista de la instalación en Dia Chelsea, Nueva York. Foto: Don Stahl. Cortesía: Dia Chelsea
Delcy Morelos, Cielo terrenal, 2023. Tierra de Goshen, Nueva York; canela, clavo, aglutinante acrílico y agua sobre suelo, muro, fieltro, metal y madera, y cerámica cocida. Dimensiones variables. Vista de la instalación en Dia Chelsea, Nueva York. Foto: Don Stahl. Cortesía: Dia Chelsea
Delcy Morelos, Cielo terrenal, 2023. Tierra de Goshen, Nueva York; canela, clavo, aglutinante acrílico y agua sobre suelo, muro, fieltro, metal y madera, y cerámica cocida. Dimensiones variables. Vista de la instalación en Dia Chelsea, Nueva York. Foto: Don Stahl. Cortesía: Dia Chelsea

La fascinación de Morelos por el lodo es una extensión de su interés intermedial; las fronteras rígidas se desdibujan, de la misma manera en que el agua se infiltra y se absorbe en la tierra para dar forma al lodo. Hay algo maternal en esta humedad, algo amniótico. En palabras del sabio uitoto y maestro de Morelos, Isaías Román, el lodo es un espacio de constante transformación, de posibilidades y precariedad.

Desde principios de octubre del año 2023, la artista presenta dos instalaciones inmersivas multisensoriales creadas específicamente para Dia Chelsea, un seminal espacio en la ciudad de Nueva York que de 1987 a 2004 presentó ambiciosas instalaciones artísticas de artistas como Robert Gober, Jenny Holzer, Pierre Huyghe, On Kawara, Jorge Pardo y Robert Ryman.

En las obras Cielo terrenal (2023) y El abrazo (2023), la superficie y el volumen confluyen y colapsan por medio de la expansión monocromática y la acumulación material, proponiendo así encuentros cambiantes con la tierra como sujeto y medio.

En la instalación Cielo terrenal, secciones de los muros y del piso fueron recubiertas con una mezcla de tierra proveniente de la región Black Dirt en el Valle de Hudson, cerca de Dia Beacon. Esta tierra, como su nombre en inglés sugiere, se caracteriza por su tonalidad oscura y se considera una de las más fértiles en Estados Unidos.

Esta última instalación es parte de una serie continua de trabajos de Morelos, donde reviste salas de exposición con tierra, convirtiendo lo monocromático en una expresión arquitectónica. Al mismo tiempo, explora las relaciones cíclicas entre la tierra y el agua, plasmando así la interconexión entre elementos fundamentales de la naturaleza.

La sustancia oscura se eleva a más de un metro contra los muros, creando una línea del horizonte que resuena con la marca de agua dejada en las salas de exhibición vacías después de las inundaciones provocadas por el Huracán Sandy en 2012 en el área del río Hudson. Un recordatorio palpable de la interacción entre la naturaleza y el entorno construido, y de la fragilidad de nuestras estructuras frente a los elementos naturales.

Dentro de este ambiente cavernoso, se despliega una gran variedad de pilas y montones sueltos, compuestos por materiales recuperados de instalaciones previas de Dia que han sido pintados con tierra. Además, se incluyen piezas de cerámica negra elaboradas en los departamentos colombianos de Amazonas y Tolima, utilizando una técnica ancestral de fuego abierto.

Estas formaciones evocan la topografía de un lecho de río expuesto, de tierras de cultivo o incluso de una excavación arqueológica, invitando al espectador a reflexionar sobre la relación entre la naturaleza, la cultura y el paso del tiempo.

Las cerámicas sugieren células en pleno proceso de división, tubérculos y excrementos animales. Estas formas nos hacen reflexionar, como destaca Morelos, sobre el ciclo vital donde «la muerte fertiliza a la vida», un proceso que se inicia con el encuentro del agua y la tierra.

Delcy Morelos, El abrazo, 2023. Tierra de jardín reciclada, arcilla de Dia Beacon, fibra de coco, paja, canela, clavo, aceite de copaiba, Eco Tackifier, agua y fragrancias. Dimensiones variables. Foto: Don Stahl. Cortesía: Dia Chelsea
Delcy Morelos, El abrazo, 2023. Tierra de jardín reciclada, arcilla de Dia Beacon, fibra de coco, paja, canela, clavo, aceite de copaiba, Eco Tackifier, agua y fragrancias. Dimensiones variables. Foto: Don Stahl. Cortesía: Dia Chelsea
Delcy Morelos, El abrazo, 2023. Tierra de jardín reciclada, arcilla de Dia Beacon, fibra de coco, paja, canela, clavo, aceite de copaiba, Eco Tackifier, agua y fragrancias. Dimensiones variables. Foto: Don Stahl. Cortesía: Dia Chelsea

El abrazo, la segunda instalación de Morelos, consiste en un imponente monolito de tierra que se eleva desde el suelo hasta presionar el techo. Esta obra se inspira en el lenguaje visual de estructuras religiosas como las mastabas, los templos y los zigurats, así como en las topografías montañosas que influyen en la configuración de estas formas arquitectónicas. Con esta referencia, Morelos nos invita a reflexionar sobre la conexión entre lo terrenal y lo divino, explorando la espiritualidad a través de la materialidad de la tierra.

La experiencia sensorial se intensifica con el fragante aroma que emana de la tierra, enriquecida por la artista con canela y clavo, elementos conocidos por sus propiedades naturales antifúngicas. Además, se incorpora el aroma de copaiba, extraído de un árbol medicinal común en el Amazonas, entre otros aromas.

En la tradición ancestral de los Andes argentinos, se rinde tributo a la Pachamama, considerada el alma de la tierra. Se realizan ofrendas a la tierra utilizando sabores como canela, clavos de olor, café, cacao y granos de maíz. Estos elementos simbolizan el respeto y la conexión con la naturaleza, honrando así la fertilidad y la generosidad de la tierra.

“Mi deseo o intención es que el espectador, al cruzar ese umbral, entre a la dimensión de lo sagrado, de la gestación y de la fragilidad. El olor precede y anuncia la experiencia, y la tierra es la materia de la cual todo emerge y a la que todo regresa para regenerarse en el ciclo de la vida y la transformación”, dice la artista en una entrevista.

Instrucciones para tocar la tierra

Escuchar con las manos, ver el olor de la tierra con los dedos, saborearla con la piel.
Que la mano levite y se deslice suavemente sobre la superficie.
La tierra es tan frágil como nosotros.
Si la dañas, me dañas, te dañas.
Tocar la tierra es ser tocado por ella.

—Delcy Morelos

En este contexto, la obra de Morelos desafía las jerarquías sensoriales que priorizan la vista como principal fuente de conocimiento, por encima de otros sentidos como el olfato y el tacto. El Abrazo está construida con arcilla de Dia Beacon, tierra de jardín reciclada, paja y fibra de coco. Es una escultura penetrable, fragante, receptiva, femenina y fértil, así como propiciadora de vida.

Concebida como un santuario para la turba, la obra utiliza materiales de origen sostenible para evocar el olor y la sensación táctil de este recurso, que es tan vital como vulnerable en la lucha contra el cambio climático.

Las turberas son depósitos delicados de materia orgánica en descomposición que poseen una capacidad única para capturar carbono. Aunque son ricas en nutrientes y se utilizan como combustible para calefacción y en la jardinería comercial, su extracción causa daños permanentes a los humedales y libera el carbono almacenado en ellas.

En este contexto, Morelos nos invita no solo a contemplar su obra, sino también a experimentarla de manera multisensorial, abriendo nuevos caminos para la apreciación artística y la conciencia ambiental. La artista busca fomentar momentos de conexión con lo que ella describe como «la humedad íntima de la tierra».


Delcy Morelos: El Abrazo se presenta del 5 de octubre de 2023 al 20 de julio de 2024 en Dia Chelsea, West 22nd Street, Nueva York.

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