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JAVIER BRAVO DE RUEDA: DERRITIENTE PARA TODOS LOS COLORES

A través de un análisis profundo de lo que se entiende como sincretismo cultural, Javier Bravo de Rueda (Callao, Perú, 1989) estudia los fenómenos producidos por la multiculturalidad, la acumulación material e inmaterial y los límites entre arte y artesanía. Para el artista, la concepción de que vivimos el nacimiento de nuevas culturas hibridas nos empuja a una constante búsqueda de identidad.

En sus obras recientes, Bravo de Reuda investiga la evolución de las prácticas culturales, religiosas y sociales de América Latina y cómo estas tradiciones han influido y continúan influyendo en la identidad de la región, así como en su interacción con el imaginario occidental.

Esta dinámica lo lleva a analizar las diversas formas en que la historia se acumula, optando en su caso por la ficción como estructura para elaborar un falso misticismo y esoterismo que permitan entablar una relación más crítica con el mito y lo ritual. Mediante una constante relectura del pasado arqueológico, interpreta los mecanismos de deducción lógica empleados en el procesamiento de hallazgos.

Javier Bravo de Rueda, Jaulas/Trampas/Esqueletos, 2022. Gres, porcelana y loza, 47 x 45 x 48 cm. Cortesía del artista y Galería Jorge López.

En su primera exposición individual en Valencia, en la Galería Jorge López, el artista presenta un conjunto de nuevas obras realizadas en el marco de CeràmicRes, residencia artística promovida por el colectivo Co-Net_, en la que participó en 2022. La primera parte de este trabajo la inicia en la Real Fábrica de Loza y Porcelana del Conde de Aranda de L’Alcora, en la Tilesa, Castellón, España.

Me considero un intruso en este lugar”, recuerda el artista. “La fábrica, en un principio, me rechazó; caí enfermo y me costó mucho empezar a explorar. Días después, al haber superado este impase físico, creo que me dejó en paz. Aunque luego me recordó que todo podía caerme en la cabeza».

“En la fábrica hay muchas cosas: azulejos rotos, pintados, sin pintar, azules, rojos, amarillos, verdes, con estampaciones, en crudo, esmaltes y engobes por doquier, hornos rotos y techos caídos. Entra la luz del sol por agujeros, y las piscinas de esmalte tienen nombres como ‘verde avocado’ o ‘negro Texas’”, agrega.

Javier Bravo de Rueda, Suelo, 2022, 260 azulejos de barro, vitrificados, a 1050º Celsius, 301 x 196 cm. Obra única. Cortesía del artista y Galería Jorge López.
Javier Bravo de Rueda, Suelo (detalle), 2022, 260 azulejos de barro, vitrificados, a 1050º Celsius, 301 x 196 cm. Obra única. Cortesía del artista y Galería Jorge López.

En esta muestra, titulada Derritiente para todos los colores, Bravo de Rueda expone los resultados de esta investigación. En la instalación Suelo (2022), el artista dispone sobre el piso 260 azulejos de barro esmaltados encontrados en la Real Fábrica, abandonados sin hornear hace varias décadas atrás.

En «Tilesa» (derivado de «tiles», que significa azulejos en inglés), la sensación es que la historia se detuvo. “A veces, la cerámica es un juego con el tiempo. En ella, se sintetizan procesos geológicos de millones de años en tan solo unas horas, y también se congelan momentos e historias. El tiempo se vuelve sólido y todo termina siendo parte del paisaje y piedras en el bolsillo”, dice el artista.

Los azulejos descubiertos fueron sometidos a una temperatura de 1050 grados Celsius para detener el paso del tiempo sobre ellos, y de esta manera lograr su aspecto final. Estos azulejos han sido casualmente intervenidos por el efecto del entorno donde fueron encontrados: la lluvia, la corrosión, el polvo, los arañazos, el viento… factores que les confieren una característica física singular.

Javier Bravo de Rueda, Ensamblajes, 2022, Gres refractario, loza y vidrios. Medias variables (aprox: 35 x 30 x 25 cm c/u). Obras únicas. Cortesía del artista y Galería Jorge López.
Javier Bravo de Rueda, Ensamblajes, 2022, Gres refractario, loza y vidrios. Medias variables (aprox: 35 x 30 x 25 cm c/u). Obra única. Cortesía del artista y Galería Jorge López.
Javier Bravo de Rueda, Ensamblajes, 2022, Gres refractario, loza y vidrios. Medias variables (aprox: 35 x 30 x 25 cm c/u). Obra única. Cortesía del artista y Galería Jorge López.

En la serie Ensamblajes (2022), Bravo de Rueda también reutiliza material encontrado en la fábrica (azulejos, esmaltes, engobes) para crear nuevos patrones constructivos. En este proceso lúdico de acumulación y composición, el artista explora diversas formas de representar la ruina. Es una nueva forma de percibir el residuo, no como algo descartable, sino como un elemento con el que se puede construir una rica experiencia escultórica.

Jaulas/Trampas/Esqueletos (2022) es una serie de contenedores elaborados con cerámica gres y porcelana que encapsulan en su interior vestigios materiales encontrados en la Real Fábrica y el poblado de L’Alcora. Estos recipientes o estructuras han sido sometidos posteriormente a un riguroso proceso de transformación física mediante un aumento extremo de temperatura, desafiando así los límites de los materiales, muchos de los cuales no estaban concebidos para enfrentar tales condiciones.

Este proceso revela una cierta verdad material que nos habla del estado de la ruina y sus variadas formas de desintegrarse en el espacio y la forma. La acumulación, aunque artificial en este caso, se convierte en una representación palpable de la noción de abandono, del inexorable paso del tiempo y de las narrativas que emergen gracias a los procesos secundarios de alteración de la materia.

Vista de la exposición “Derritiente para todos los colores”, de Javier Bravo de Rueda, en Galería Jorge López, Valencia, España, 2024. Cortesía del artista y Galería Jorge López.

La investigación arqueológica de Bravo de Rueda encuentra expresión también en la serie Cajas (2022), donde los contenedores no solo actúan como testigos de un período histórico, sino que se transforman en laberintos, en representaciones de planos e ideas de espacio contenido.

“Hay procesos y métodos de investigación, y uno de ellos es el diario”, explica el artista. “Una caja guarda estos recuerdos y estos recuerdos luego son expuestos a cambios alquímicos. Son estructuras que evocan arquitecturas imaginarias, relacionadas con el espacio que me acoge: la fábrica. En todo caso, estas cajas son los verdaderos testigos de la deriva, de la curiosidad y del relato material”.

La exploración de la Nave Tilesa de la Real Fábrica por parte de Bravo de Rueda queda documentada en una serie de fotografías tomadas en película de 35mm, tanto en blanco y negro como en color. A través de estas imágenes, el artista registra los lugares que, de alguna manera, fueron dando forma a una estructura conceptual y emocional en torno a la relación personal que se fue desarrollando durante su tiempo de convivencia con el lugar.

Javier Bravo de Rueda, Tilesa, 2022. Fotografía analógica a color sobre papel de algodón, 45 x 30 cm c/u. Cortesía del artista y Galería Jorge López.
Javier Bravo de Rueda, Tilesa, 2022. Fotografía analógica a color sobre papel de algodón, 45 x 30 cm. Cortesía del artista y Galería Jorge López.

JAVIER BRAVO DE RUEDA: DERRITIENTE PARA TODOS LOS COLORES

Galería Jorge López, C/ del Pare Jofré, 26, Valencia, España

Del 9 de febrero al 6 de abril de 2024

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