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MARTÍN KAULEN: FOSFENIA

La palabra «fosfenia» surge ingeniosamente a partir del término «fosfeno», utilizado en psicología para describir la percepción de luces coloridas y formas abstractas con los ojos cerrados. Martín Kaulen explora este fenómeno, conocido como alucinación visual, cuyo origen se encuentra en testimonios individuales y colectivos de este intrigante proceso perceptual, un ámbito históricamente negado en la cultura occidental.

Martín desafía la estigmatización asociada con esta rareza, remontándose a influencias religiosas y prejuicios hacia enfermedades mentales. La estimulación fótica, empleada en la experimentación con espectadores, desencadena la visión de fosfenos de manera segura. El artista materializa estas visiones únicas en esculturas, pinturas, un video y una instalación lumínica.

La obra de Kaulen es una llamada a recuperar espacios de la psiquis relegados por el pragmatismo de la existencia, explorando procesos individuales de subjetivación más allá del pensamiento racional.

Vista de la exposición «Fosfenia», de Martín Kaulen, en Galería Patricia Ready, Santiago, 2023-2024. Foto Felipe Ugalde

FOSFENIA

Por Martín Kaulen

1. El filósofo pitagórico Alcmeón de Crotona decía que el ojo obviamente tiene fuego en su interior, porque cuando uno es golpeado este fuego centellea. ¹ Un golpe en la cabeza que deja viendo estrellas, como la vez que me desmayé y vi la línea del horizonte inclinada dejando caer todos los astros hacia un lado. Al recuperarme, los destellos de luz se deshicieron sobre el pasillo de madera. Nunca dejé de ver. ¿Se deja alguna vez de ver?

Compuesta por phōs y phainein del griego antiguo, que significan luz y aparecer respectivamente, Lelorgne de Savigny acuñó la palabra phosphène en 1838, tras pasar siete años en Egipto en completa oscuridad debido a una enfermedad a los ojos que lo hacía alucinar. Una de las primeras maneras para provocar la visión de fosfenos consistía en apretarse los párpados con las manos.

Otros mecanismos más sofisticados usaban luz intermitente proyectada sobre los ojos cerrados. El misterio de estas visiones fascinó a generaciones de personas sin poder atribuir, a ciencia cierta, su origen o posible utilidad. Usualmente de formas abstractas y coloridas, fueron denominadas fosfenos en psicología, fenómenos entópticos en oftalmología y alucinaciones en psiquiatría.

Es sabido que, si se cierran los ojos y se aprieta suavemente sobre ellos, surgen figuras ornamentales sobre cuya forma no cabe influencia alguna², escribió Walter Benjamin en un manuscrito publicado póstumamente. La interpretación del fenómeno, a partir de su parecido con lo ornamental, permite preguntarse si es posible transitar en el sentido opuesto, es decir, entender los patrones decorativos como la proyección de una percepción visual interna. Una visualidad inherente al cuerpo y al sistema nervioso que es depositada en las realizaciones humanas, como los patrones de las grecas, presentes tanto en la arquitectura azteca como en la griega.

Desde el paradigma occidental, una persona sana no debería experimentar alucinaciones, ya que podrían ser indicativas de enfermedad mental y, por lo tanto, suelen ser negadas o desestimadas. La transverberación de santas cristianas era puesta en duda, porque siempre se sospechaba un contenido diabólico en sus visiones. ³

En la cultura amazónica Shipibo-Konibo, las alucinaciones inducidas por el yagé permiten diagnosticar a un paciente, ya que el chamán percibe la enfermedad como una mancha u obstrucción en el diseño que impide el flujo de energía. Durante la curación, el chamán trata de alinear los diseños para fortalecer la energía vital. Se reorganizan los patrones geométricos del paciente, ya que en la cosmovisión Shipibo-Konibo se cree que las personas nacen con una suerte de marcaje invisible de patrones decorativos. ⁴

Vista de la exposición «Fosfenia», de Martín Kaulen, en Galería Patricia Ready, Santiago, 2023-2024. Foto Felipe Ugalde

Vista de la exposición «Fosfenia», de Martín Kaulen, en Galería Patricia Ready, Santiago, 2023-2024. Foto Felipe Ugalde

Vista de la exposición «Fosfenia», de Martín Kaulen, en Galería Patricia Ready, Santiago, 2023-2024. Foto Felipe Ugalde

2. Los labios se separan, los ojos y el cuerpo se van hacia atrás. Es la misma expresión, la que se observa en una cabeza clava del templo de Chavín de Huantar y en el rostro en éxtasis de Santa Teresa. Éxtasis: salirse de uno mismo y volver a entrar.

Cuando volví a mi cama, era la de un felino. Tenía una cola larga sobre la que me enrollaba. Las ganas de bostezar, de dormir, de refregarse contra la madriguera. Disfrutaba del placer de mi nuevo pelaje. Todo era texturas a mi alrededor y aprendía a memorizar los tejidos de luz en fragmentos de segundo. Sobre todo, no quería olvidarlos.

Vi suspendido en el gris de mi mente algo parecido a los seis nudos de Da Vinci, versionados por Durero unos años después, demostrando la destreza que requiere un maestro. Como los tejidos a crochet que mi abuela ponía debajo del frutero, se tejía en hilo blanco sobre el vacío desde varios puntos al mismo tiempo. Más allá, volúmenes ondulantes se ensamblaban como las letras de una palabra.

Las formas están siempre conectadas como una red, nada flota. Está todo unido. Todo es parte de un mismo dibujo al final. Como una gran espiral en la que se van formando estas imágenes y se deshacen, afirma una participante a una experimentación con luz intermitente. ⁵

Cuando chico, al apagar la luz de la pieza, las figuras que aparecían en la oscuridad me intimidaban y me refugiaba en una oscuridad más pequeña debajo de las sábanas. Me daba cuenta de que, a ojos abiertos y cerrados, la oscuridad cambiaba. Mientras más pequeño el vacío, más fácil me era dormir.

Vista de la exposición «Fosfenia», de Martín Kaulen, en Galería Patricia Ready, Santiago, 2023-2024. Foto Felipe Ugalde
Vista de la exposición «Fosfenia», de Martín Kaulen, en Galería Patricia Ready, Santiago, 2023-2024. Foto Felipe Ugalde

3. Antes de comenzar cada una de las piezas que forman esta muestra, he cerrado los ojos y mirado con atención. La mayoría de las veces no encontré más que hebras de luz desvaneciéndose, dejando un rastro al que siempre llegaba tarde. Las he seguido e intentado entregar un testimonio, una fracción del espectro en el que las formas revolotean antes de pasar a ser materia. Traerlas y compartir la visión permite referirnos a ello, ya que las palabras son como envoltorios que opacan el contenido.

Para poder observar mejor, en 2014 y 2022 fabriqué filtros de luz intermitente que producen la visión de fosfenos. La primera vez, una reconstrucción de la Dreamachine en el Laboratorio Eigengrau en Santiago. La segunda, una nueva escultura lumínica para provocar fosfenos con la luz del sol: la Sunmachine. Se instaló en una azotea y en Espai Souvenir en Barcelona y en el Festival Fermento de Venecia. Cuando las personas escriben sobre sus visiones, hay una cierta familiaridad, como si ya las hubieran visto.

Estoy en un estanque
la luz late en el agua y es reflejada en mis ojos
alguien me saluda
un animal me mira
agua.

Estaba bajo una sombrilla de playa, con los ojos cerrados
había una sirena, un ala
estaba en la autopista, en un túnel
estaba en la lavadora.

Parecía el reflejo del sol en el agua. Me sentía al aire libre, a veces tumbado en un prado, a veces bajo un pino.⁷

También escuché decir:

He visto un cuerpo que se levantaba al lado mío
Es como en las naves de Star Wars
Vi una jirafa
Paranoia tío
¿Tú sabías que esto es para sanarse?
Es como…

Un profesor dijo que, en cierta cultura, se creía que al morir lo primero que se le pedía a una persona para seguir avanzando era dibujar un sello sobre la tierra sin levantar la varilla. Un símbolo, un entramado o arabesco en un solo trazo. Años después, le pregunté y no recordaba haberlo dicho.

Vista de la exposición «Fosfenia», de Martín Kaulen, en Galería Patricia Ready, Santiago, 2023-2024. Foto Felipe Ugalde

Martín Kaulen (Santiago de Chile, 1988) es un artista visual chileno radicado en París. Su práctica implica identificar y cuestionar el conocimiento arraigado en el paradigma occidental, poniendo en duda su supuesta universalidad y reconsiderando expresiones culturales que han sido marginadas por la modernidad.

Es Licenciado en Arte por la Universidad Católica de Chile y Máster en Producción e Investigación Artística por la Universidad de Barcelona. Ha participado en residencias artísticas, entre las destacan Cultures d’Avenir (Centre Pompidou Paris, 2022) y ZKM (Karlsruhe, 2014), así como en exposiciones en el Goethe Institut Paris (2023) y el Centro Arts Santa Mònica (Barcelona, 2022). Su obra más reciente será presentada en 2024 en Poush, en París, bajo la curaduría de Margaux Knight.


MARTÍN KAULEN: FOSFENIA

Galería Patricia Ready, Sala Gráfica, Espoz 3125, Vitacura, Santiago de Chile

Del 20 de diciembre de 2023 al 27 de enero de 2024


¹Gastone Celesia. (2012). Alcmaeon of Croton’s Observations on Health, Brain, Mind, and Soul. Journal of the History of the Neurosciences: Basic and Clinical Perspectives, 21(4), 409–426

²Walter Benjamin. (1974). Haschisch. Taurus

³Nestor Perlongher. (2004). Antropología del éxtasis. Sociedad, 23, 191–209.

⁴Paola González. (2016). La tradición de arte chamánico Shipibo-Conibo (Amazonía peruana) y su relación con la cultura Diaguita chilena. Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, 21(1), 27–47

⁵Testimonio de Almendra Benavente en la Escuela del fosfeno, 22 de marzo de 2022, Espai Souvenir, Barcelona

⁶Citado por Toni Serra en www.al-barzaj.org

⁷Textos del taller Escritura fosfénica realizado por Almendra Benavente en la presentación de la Escuela del fosfeno en el Festival Fermento, Venecia, octubre 2022

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