UNA SERPIENTE, UNA PIEDRA, UN CENOTE, UNA GUILLOTINA

laNao, en la Ciudad de México, presenta hasta el 30 de septiembre una exposición colectiva de los artistas Chavis Mármol (México), Pablo Concha Soler (Chile) y Celestial Brizuela (Argentina) con el apoyo curatorial de Manuel Sentíes. En paralelo, Miedo siempre, miedo en todas partes, de Raúl Rebolledo (México), ocupa el Salón N, acompañada de un texto de fernanda ramos mena. Aquí te contamos de qué van ambas muestras.

RAÚL REBOLLEDO: MIEDO SIEMPRE, MIEDO EN TODAS PARTES

Por fernanda ramos mena

En las sociedades contemporáneas se privilegia la apariencia de orden y pulcritud sobre el caos y la suciedad. Se ignora un hecho incontrovertible: en realidad, estas tensiones conviven cotidianamente en un entramado de relaciones profundas. Como pretexto para alcanzar ese mundo al que aspira el poder –estatal, económico, religioso– se ha idealizado una serie de arquetipos para justificar el dominio y control sobre otros cuerpos.

El Estado mismo, en situaciones que considera extraordinarias, transgrede sus propias leyes para declarar un estado de excepción que avale su uso de la fuerza. Ante la posibilidad de desobediencia y descontrol, responde con represión.

Así, el miedo funge como un dispositivo en el ejercicio de ese poder opresor, cuya coartada es brindar seguridad. Sin embargo, dicho sentimiento es inherente a los seres vivos. Se manifiesta en la psique y recorre la dermis llegando incluso a ser paralizante. Su impronta es vertida en traumas pasajeros o permanentes.

Si bien se pueden enumerar sin mucho esfuerzo algunas de las causas del miedo -como la inmensidad del universo, el saberse finitx, lo desconocido que se transforma en siniestro por a veces ser inexplicable-, en la actualidad este se vincula a la inestabilidad política, social, cultural, económica o climática. La alerta de amenaza constante propicia una sensación de angustia frenética.

En este sentido, la exposición Miedo siempre, miedo en todas partes de Raúl Rebolledo es, al mismo tiempo, un recuerdo del temor propagado a través de ciertos símbolos de poder, como la oportunidad para desactivar su uso principal y evidenciar su absurdo.

Lux Iducit Chaos son constelaciones que a simple vista reflejan su brillo en una noche despejada. Al ver con detenimiento se revela que esta inmensidad celeste se compone de casquillos percutidos. Las armas de fuego, creadas en la antigua China en el siglo IX, se propagaron en los países europeos dos centurias después y fueron usadas para expandir su dominio infundiendo miedo en los territorios que buscaban colonizar. Ante la falta de sublevación inmediata, justificaban su violencia subyugando poblaciones enteras e imponiendo sus reglas e ideologías. Con la expansión de la tecnología armamentista se fueron depurando las armas para hacerlas más precisas.

Estas constelaciones se conforman de dos tipos de balas con uso extendido entre militares, policías e incluso civiles: .9 mm. La violencia armada, al menos en México, y el tráfico de armas en su frontera norte, recrudecen el panorama de la instalación situándonos en una realidad que recorre más de quinientos años de historia y que llega a nuestro contexto actual.

Más adelante, nos encontramos frente a un espejo con un borde dorado. De nuevo, en Máquina para reverencias, Rebolledo juega con el trampantojo para diluir o contener el miedo, al encarar nuestro propio reflejo al borde de una guillotina. Esta imagen perturbada del alcance de la violencia como aparato estatal nos regresa de nuevo al pasado.

Si bien la guillotina se asocia con la Revolución Francesa, era una mejora de máquinas similares utilizadas en otros países con el fin de intentar democratizar la pena de muerte para todas las clases sociales que hubieran cometido crímenes.

Aunque la guillotina se usó por última vez en 1981, la pena capital sigue estando en la legislación de cincuenta y cinco países. El sistema de justicia fallido opera a través de otros métodos en el presente pese al esfuerzo de organismos internacionales de prohibir su uso.

La obra Último presente se compone de una mano dorada que asemeja el fragmento de un monumento caído reafirmando su poder a través del gesto de cerrar el puño y levantar o apuntar enfático el dedo índice. Un cúmulo de hojas fungen como su pedestal. La textura del plinto se enturbia al acercarnos y percibir los pliegues de una bolsa mortuoria. Otro símbolo del miedo vinculado a la vulnerabilidad de la vida y a la violencia necropolítica.

Al enfatizar el miedo, Raúl Rebolledo nos confronta con nuestra vulnerabilidad humana, a su vez que señala la inoperancia de un sistema que acredita el despliegue de la violencia en pro del cuidado del cuerpo social. Miedo siempre, miedo en todas partes es un detonante que evidencia la aspersión vigilante del miedo, así como su contraparte, que acciona la respuesta colectiva ante este sin dejar de sentirlo.

UNA EXPOSICIÓN COLECTIVA DE CHAVIS MÁRMOL, PABLO CONCHA SOLER Y CELESTIAL BRIZUELA

Por Manuel Sentíes

Esta exposición es una puesta en juego que intuitivamente busca situar al espectador en medio de una dinámica de fuerzas prediscursivas, fuerzas del hacer. La exposición explora estas fuerzas como potencia esencial, como proceso a través del cual podemos interiorizar y desplegar-se en el mundo, es decir, podemos adaptarnos.

En el hacer producimos condiciones que nos estructuran ontogénicamente en nuestra deriva de especie y constituyen la posibilidad de nuestro devenir. En este sentido, el hacer al que apelamos no es un hacer mecánico o con fines productivos y mucho menos uno que comandan instancias exógenas, sino un hacer libre de códigos -quizá principio de su posibilidad o su momento original-, cuyos efectos nos comprometen cabalmente y perfilan nuestro comportamiento en el mundo.

Este es un hacer que nos ata al mundo antes de ser capaces de “separarnos” de él, uno que concibe en las manos el potencial de la tierra y su voluntad es principio para la vida.

Este es el punto en que la puesta en juego de esta exposición pretende sumergir a sus espectarodxs: una caverna llena de esfuerzos -unos minuciosos, otros más tajantes- que componen un territorio intuitivo para remitirnos al contacto original que late en el hacer, desde donde podemos renovar los lazos de nuestros trabajos con el mundo que nos constituye y abrazar una sola vida, donde unx y la otredad se disuelven juntxs.

RAÚL REBOLLEDO: MIEDO SIEMPRE, MIEDO EN TODAS PARTES & UNA EXPOSICIÓN COLECTIVA DE CHAVIS MÁRMOL, PABLO CONCHA SOLER Y CELESTIAL BRIZUELA

laNao, Av. Michoacán 75, Hipódromo Condesa, Ciudad de México

Del 5 de agosto al 23 de septiembre de 2023