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PAULA CARMONA ARAYA. ACTOS DE RESISTENCIA CONTRA EL OLVIDO

A través de acciones corporales en torno a una estrella solitaria y la deconstrucción de la bandera como emblema nacional, Paula Carmona Araya cuestiona los discursos hegemónicos sustentados en el concepto de patria, a la vez que denuncia la violencia de Estado que se esconde detrás de él.


El 16 de noviembre de 2022, cuando se cumplían diez años de la muerte del exdictador Augusto Pinochet, Paula Carmona Araya se dibujaba una herida en la espalda. Las cicatrices producidas por la aguja tatuadora fueron visibles durante al menos tres meses, pero esos trazos sin tinta no han dejado rastro alguno. La artista pidió que la estrella y el horizonte grabados en su espalda fueran claramente distinguibles en una fotografía. El registro que inmortalizaría su acción performática, de sublevación y protesta ante el sesgo ideológico y nacionalista de un símbolo patrio, es la representación visual de una ilusión de unidad, de una cohesión nacional inexistente.

En Tres poemas Nicanor Parra acuñaría la célebre frase “creemos ser país, y la verdad es que somos apenas paisaje”, un verso que inspiró a la artista a tatuarse una bandera chilena deconstruida -una estrella, una raya horizontal liberadas de su marco- como una manera de trascender la noción de patria y decir: “Seamos paisaje, no queremos ser país”.

— En estricto rigor, es como plantear que saquemos esa estructura de poder, que determina que este símbolo sea patrio, y fragmentarlo. Cuando se saca el rectángulo, solo quedan el horizonte y la estrella. A partir de allí podemos hablar del paisaje y del cuerpo como un territorio.

Paula Carmona Araya, Cuerpo como Territorio, 2022. Fotografía. Papel Canson Infinity, 50 x 40 cm c/u. Cortesía de la artista y Galería Flach

La imagen es uno de varios gestos de resistencia presentes en la muestra Estrella Solitaria: un cuerpo y cinco puntas en Galería Flach. Curada por Mane Adaro, reúne obras realizadas en distintos años que dan cuenta de la insistencia de la artista en trabajar con la memoria. Una noción que siguió aflorando con empeño en las vísperas de los 50 años del golpe cívico-militar, pero que tiende a desvanecerse en la oscuridad cada 12 de septiembre. Así, la obra de Carmona se sostiene en el tiempo como una expresión de rebeldía ante la amenaza del olvido.

“Su trabajo aborda aquello que no puede ser clausurado y resuelto, como es la pregunta Dónde están, a la vez que desafía la imposición del discurso nacional hegemónico”, expone la curadora.

Paula Carmona Araya, Estrella Solitaria, 2022. Fotografía. Papel Fine Art Digital Hahnemühle Baryta 325 gr., 12 x 12 cm c/u. Cortesía de la artista y Galería Flach

A través de las fotografías de la serie Estrella solitaria la artista propone una capa de lectura más a lo enunciado en Cuerpo como territorio y, sobre todo, plantea correlacionar la identificación con los símbolos patrios con la idea de identidad nacional, que no es un solo cuerpo homogéneo. Como comenta Adaro, la creación fotográfica de Paula Carmona se ofrece como “una disrupción poética-política acerca del cuerpo, las memorias y los signos que nos identifican como territorio común”.

A fin de llevar a cabo la acción Estrella solitaria, Carmona imprimió una imagen de la bandera de Chile y le recortó la estrella, creando así una especie de filtro para la lente de la cámara. Luego comenzó a fotografiar las nucas de personas que estaban en Plaza de Armas. Algunos de los personajes al centro de la estrella tienen el cabello corto, otros largo o recogido, o cubierto por un jockey. Son personas diversas, pero aquí anónimas.

Paula Carmona Araya, mural «Izar la Memoria del cuerpo», 2021; encima: serie «Estrella Solitaria», 2022. Cortesía de la artista y Galería Flach

La relación entre símbolos patrios y hegemonía planteada en Cuerpo como territorio y Estrella Solitaria aparece como uno de los elementos centrales de la muestra, que puede vincularse a una tradición artística representativa de Chile. Símbolos como la bandera y su estrella han sido desplazados y resignificados a través de distintas acciones realizadas por otros artistas que utilizaban el cuerpo como soporte artístico durante las represivas décadas de los 70 y 80 en Chile. Lo hizo Francisco Copello en 1975 en El mimo y la bandera, y Carlos Leppe en 1979 a través de Acción de la Estrella. Esta reiteración simbólica a lo largo de las últimas cinco décadas es una herencia para nuestro campo artístico que da cuenta de asuntos no resueltos, de heridas que continúan abiertas.

En una de las paredes de la galería, diez Estrellas Solitarias son superpuestas en una gigantografía de Izar la memoria del cuerpo, una conmovedora imagen del vestido de la abuela de la artista flameando en una asta de palo, sobre un roquerío. A través de la sustitución de la bandera por un ropaje significativo, Paula Carmona cuestiona el sentimentalismo en torno alrectángulo que limita toda bandera. Un trozo de tela que ninguna relación pareciera tener con nuestras biografías al convivir con otros elementos de la memoria.

Paula Carmona Araya, Desplazamientos, 2023. Video instalación, mástil, bandera/ropa negra. Cortesía de la artista y Galería Flach
Paula Carmona Araya, Desplazamientos, 2023. Video instalación, mástil, bandera/ropa negra. Still cortesía de la artista y Galería Flach

La alegoría del vestido reaparece en Desplazamientos, el registro en video de una acción realizada por Paula frente a La Moneda. En la pantalla, vemos a la artista parada con firmeza ante el palacio de gobierno portando un vestido negro que flamea con el viento. Extiende la tela con los brazos abiertos, exponiendo este mensaje:

La afección, el peso de traerse puestx.
Cargamos con la memoria de los cuerpos y estos, los cuerpos, con nuestra memoria. Esta diferencia es parte de una autonomía interdependiente.
Sentir, pensar e imaginar con el cuerpo posibilita una memoria mutua y diferente a la historia de un país, diferente a ese pesar.
Cuerpo como territorio,
Territorio como acción.

Paula Carmona Araya, Memoria abierta (Muro de la Memoria, Puente Bulnes), 2022. Fotografía. Papel Fine Art Digital Hahnemühle Baryta 325 gr., 60 x 40 cm. Cortesía de la artista y Galería Flach

Una continuidad en la memoria

El 31 de julio de 1984 Hernán Parada se fotografió usando una máscara con el rostro de su hermano, Alejandro. A quien se acercara, el artista le preguntaba por el paradero de su hermano detenido desaparecido. Hoy, 38 años después, Paula Carmona recrea Obrabierta situándose con un rostro en blanco frente a distintos memoriales dedicados a las y los detenidos desaparecidos en la dictadura militar en Chile: Mujeres en la Memoria en Plaza Los Héroes, el Muro de la Memoria creado por Claudio Pérez en Puente Bulnes y el Museo de la Memoria.

— Mediante una imagen inversa dada por el rostro que se exige recordar –por su arrebato y extermino– se omite con una máscara la identificación de un cuerpo que ha sido inconsiderado o, mejor dicho, denigrado dentro del empleo de poder. Si bien las políticas democráticas apelan a estrategias como la equidad de género, provocando discursos catalogados cómodamente como progresistas, no irrumpen con el imaginario estético-político dominante. Es ante la imposición binaria de lo dado que lo suprasensible ejerce una resistencia, una poética de lo irrepresentable.

Paula Carmona Araya, Memoria abierta (Museo de la Memoria y los DDHH), 2022. Fotografía. Papel Fine Art Digital Hahnemühle Baryta 325 gr., 60 x 40 cm. Cortesía de la artista y Galería Flach

Trascender la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, que no sea simplemente un acto de recordación sino que la memoria ocupe un lugar significativo en la historia, en el presente y en el futuro, es el anhelo de esta artista, cuyo trabajo a partir del cuerpo, la fotografía y la acción pública resuena entre quienes están determinados a no dar tregua a la indiferencia, al silencio, al negacionismo ni al olvido.


Estrella solitaria: un cuerpo y cinco puntas, de Paula Carmona Araya, se podrá ver hasta el 30 de septiembre en Galería Flach, calle Villavicencio 301 A, Barrio Lastarria, Santiago.

Victoria Abaroa

Licenciada en Comunicación Social por la Universidad del Desarrollo (UDD - Chile), donde se desempeñó como ayudante de Periodismo Interpretativo. Cuenta con una especialización en Social Marketing de Northwestern University, y ha realizado múltiples cursos sobre comunicaciones en el campo de las artes visuales dictados por Node Center for Curatorial Studies (Berlín). Sus textos han sido publicados en Artishock y en la Revista Ya.

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