DIANA DE SOLARES EN LA GALERÍA REBELDE

3 de Plycem, 2 de clavos y 1 tablón «Caos y Eros»

Por Daniel Garza Usabiaga

Desde hace más de una década, la producción de Diana de Solares (Guatemala, 1952) ha seguido una metodología muy específica. El proceso inicia con la atención y el cuidado que la artista pone sobre el mundo de las cosas, principalmente sobre esos objetos que se consideran como mundanos, como desperdicios o en desuso.

El azar y una particular relación perceptual hacen que algunos de estos sean seleccionados y acumulados en su estudio. Ahí, esperan el momento en que serán reconformados y vinculados por de Solares como parte de su original producción.

Pedazos descartados de cimbra de madera, materiales industriales comunes (como el MDF), varillas y alambres encontrados, elementos orgánicos, entre otros objetos, adquieren una segunda vida en su trabajo.

De Solares pondera los vínculos entre ellos y los ensambla de acuerdo con un orden geométrico y constructivo. Lo que era considerado desperdicio se transforma en un sistema coherente de relaciones entre cuerpos y volúmenes.

La artista, además, recurre a la aplicación de color, utilizando una paleta inspirada en la vida cotidiana: proveniente de las decoraciones de las fachadas de las casas y las carrocerías de los autobuses, de las mercancías y las modas comerciales.

De Solares aplica estas estrategias con el fin de contrarrestar una de las cuestiones más críticas relacionadas con el legado de la abstracción durante el siglo XX: su emancipación de la realidad. Ante esta cuestión, el trabajo de Solares busca una proximidad, a través de sus materiales y colores, así como con los vínculos que establece con ese contexto cultural más amplio.

De esta forma, sus soluciones abstractas buscan una cercanía y apelan a una nueva relación con el espectador mediante su presencia material, su forma y color. El título de esta muestra tiene que ver con esta disposición e intención de su trabajo.

De Solares reconfigura un caos de cosas mundanas bajo ese particular orden geométrico. Sus soluciones formales son sobresalientes y, sin duda, dialogan y nutren el legado de la abstracción geométrica en Guatemala.

Este orden geométrico que de Solares articula no se limita al aspecto formal. Su producción parece dar pie a entenderlo, también, simbólicamente. La geometría como depositario de posibles significados.

Por décadas, de Solares guardó revistas que ha utilizado, en esta ocasión, para cortar cientos de pequeños triángulos de papel impresos con distintos colores. Con estos ha conformado cuatro circunferencias a la manera de collage, práctica hermanada con el ensamble presente en sus esculturas y relieves.

Estos collages de grandes dimensiones, que se exhiben en conjunto en una sala de la galería, se asemejan a planetas fotografiados desde el espacio; son un juego de circunferencias que con su simbolismo particular pueden evocar imágenes de la bóveda celeste o ser relacionadas con una geometría sagrada.

Este big bang de pequeños recortes que dan pie a cuatro cuerpos geométricos también puede ser entendido en referencia a temas de interés de la artista, como la relación entre los conceptos de Caos y Eros, que figura como subtítulo de su exhibición.

La minuciosa factura de estas piezas captura la atención y quien las observa se descubre en medio de este universo –algo que revela la centralidad de la participación y la percepción del espectador en los trabajos e instalaciones de la artista.

Esta cuestión es más notoria en el espacio principal de la galería. Las exhibiciones de Diana de Solares operan como una puesta en escena que busca crear nuevas relaciones y comprensiones entre cuerpos materiales y cuerpos humanos.

En esta ocasión, Unus Mundus es la pieza central de la escena espacial que ha articulado: una escultura determinada por una acumulación de materiales, principalmente madera, contenida por un marco estructural triangular de acero.

En esta pieza, el triángulo puede evocar un orden geométrico simbólico proveniente de la naturaleza, como podría suceder con la presencia de un volcán. Alrededor de esta pieza, se presentan varios ensambles a muro, así como otras piezas tridimensionales.

En el interior de la galería, por ejemplo, se despliega un jardín con formas nunca vistas, hechas con fragmentos de la vida cotidiana. Un conjunto de esculturas a la manera de tótems cuenta con una presencia como si poblaran esta escena, entablando una relación con los relieves a muro.

De un sinfín de objetos comunes se concretan formas, cuerpos y una plétora de conexiones entre ellos. Es así como el trabajo de Solares confirma lo dicho por el filósofo checo Dalibor Vesely: “Es alentador descubrir que detrás del silencio de fragmentos aislados existe un mundo potencial de comunicación que puede ser, bajo ciertas condiciones, articulado y revitalizado”.

Es, también, un reflejo del interés de la artista por la relación entre Caos y Eros: entre un principio abstracto fuente de toda creación y el impulso creativo que da forma y significado.

DIANA DE SOLARES: 3 DE PLYCEM, 2 DE CLAVOS Y 1 TABLÓN «CAOS Y EROS”

La Galería Rebelde, Km. 7.5 Carretera Muxbal, Plaza Empresarial Muxbal, Suite #3, La Rebelde, Ciudad de Guatemala, Guatemala

Hasta julio de 2023