UN NUEVO MUNDO. MUJERES CHILENAS EN LA MIRA
Mujeres en la mira [Women to Watch] es un proyecto creado en 2008 por el National Museum of Women in the Arts, en Washington DC, que busca visibilizar a artistas mujeres a través de la selección de una obra de cada uno de los 24 capítulos nacionales e internacionales de la organización. Este Museo fue creado en 1981 por los filántropos Wilhelmina y Wallace Halladay para promover a las mujeres en el arte en una época donde las instituciones culturales privilegiaban el trabajo de artistas hombres.
Con la expansión del Museo a gran parte del mundo por medio de “Capítulos”, como el de Chile, se ha posibilitado la exhibición de cientos de actividades artísticas, otorgando el lugar que jóvenes y consagradas creadoras de diversas generaciones, trayectorias y temáticas merecían.
La exposición Un nuevo mundo, que se presentó del 2 de marzo al 2 de abril en el Centro Cultural El Tranque en el marco del Mes de la Mujer, es parte del programa cultural que esta institución sin fines de lucro ha diseñado para incrementar la participación y difusión de artistas mujeres.
“Su temática se centra en la mirada que ellas tienen sobre el futuro de un mundo impactado por los extraordinarios eventos ocurridos a partir de 2020: una pandemia global, intensas demandas por reformas sociales o divisiones políticas sin precedentes”, señala el curador de la muestra, Felipe Forteza. “Estas profundas exploraciones dan como resultado obras donde las creadoras plasman cómo estas condiciones impactaron su actual visión de las vivencias que las circunda, inspirándolas a crear diversas realidades, sean optimistas, fantásticas, creíbles o increíbles, aportando su percepción, esperanzadora o fatalista”.
Carolina Muñoz, Catalina Mena, Fernanda López, Francisca Garriga, Francisca Rojas, Eliana Simonetti, Krasna Vukasovic, Magdalena Atria, Mariana Najmanovich, Mónica Bengoa, Paloma Castillo y Pía Bahamondes presentan una serie de obras bajo una rica gama de técnicas, desde la pintura, el tejido, el bordado, la instalación, la escultura, el video y la fotografía.
Cada trabajo representa agudamente la narrativa propuesta para la exposición, bajo su singular imaginario, reflejando realidades que abordan el territorio la memoria, la ecología y la política o temáticas sociales, religiosas y emocionales, con una gran fuerza interpretativa.
Con la participación de seis galerías lideradas por mujeres –Aninat, Artepacio, Factoría Santa Rosa, Isabel Croxatto, Madre y Patricia Ready– junto a 12 de las artistas que representan, “se genera un círculo virtuoso, dándonos la certeza, que un mundo unido y cohesionado, siempre será mejor”, indica el curador.
En Pensar / Sentir, Catalina Mena explora temas como fragilidad, memoria y cuerpo, y su relación con el ámbito doméstico y los objetos filosos que son, a la vez, arma y herramienta. Para la artista, «el constante estado de vulnerabilidad es un lugar potente desde el cual enfrentar el mundo post pandémico, en el que reina la incertidumbre».
Francisca Rojas presenta Santo Sur, una serie de trabajos realizados a partir del ícono artesanal de la Guitarrera de Quinchamalí, que busca no sólo busca resignificar esta representación tradicional de la mujer, sino también cuestionar las distinciones entre arte y artesanía.
En este díptico, un conjunto de figuras fue realizada por loceras de Quinchamalí, a quienes se les invitó a modelar pequeñas guitarreras, pero reemplazando la guitarra por diferentes elementos de su propio imaginario. En la segunda sección de la pieza se exhiben figuras realizadas por la propia artista, quien se somete al mismo ejercicio semiótico, pero cubriendo la cara de sus modelos, en referencia a las protestas feministas, imposiciones sociales y religiosas, o la persecución política.
El comité organizador eligió a la artista para formar parte de la exposición Women to Watch 2024, que se celebrará el próximo año en el NMWA. “En este contexto, que me ofrece la posibilidad de presentar mi obra internacionalmente, pienso que es importante insistir en la reivindicación de las estéticas latinoamericanas, entendiendo que los imaginarios locales también han sido relegados y que recién hace algunos años se han incorporado con más fuerza a los circuitos del arte contemporáneo, sin dejar de ser considerados exóticos”, expresó la artista.
La obra El simiente, de Fernanda López, se confecciona bajo la geometría sagrada de la semilla de la vida, símbolo vinculado a la creación, similar al desarrollo de la célula en sus siete primeros días de multiplicación. A través de la técnica de teñido natural con cúrcuma, de propiedades medicinales, y tierra, la artista remite al lugar donde se origina y se desvanece la vida.
El video que le acompaña consiste en una acción como metáfora que lleva al proceso inicial de la sanación: el cuerpo se encuentra inserto en un ritual donde se hace uno solo con el paisaje, permitiendo dejar atrás el cuerpo enfermo y dar inicio al proceso de sanar al cuerpo.
“Esta acción se vincula a la cultura peruana Paraca, donde se enterraban a los muertos envueltos en mantos tejidos; la cantidad de capas superpuestas en forma de cono tenían la finalidad de concebir los cadáveres como semillas, originando una nueva existencia, ya que pensaban en que la vida seguía más allá de ésta”, explica la artista.
Mariana Najmanovich participa en la muestra con Ajustes Ocultos, una pintura que se vale de los nuevos generadores de imágenes basados en Inteligencia Artificial (AI). Este recurso le permite reflexionar sobre las representaciones visuales elaboradas por la AI acerca de la vulnerabilidad, el trauma y la enfermedad, propios de la condición humana. En este sentido, a la artista le interesan aquellos resultados que surgen luego de pedirle a la AI que procese y represente el sufrimiento humano.
Entre las imágenes que sirvieron de referentes para el bordado Brisa nuclear, de Paloma Castillo, están ilustraciones alemanas de máscaras para la corrección del estrabismo, aparecidas a fines del siglo XVI en un manual oftalmológico. La invasión a Ucrania y el ataque a plantas nucleares también fueron influencias para la obra.
Las comunidades y colectividades populares han estado presentes durante gran parte de la historia de Chile, y su alcance político ha sido clave para el desarrollo, producción y establecimiento de la cultura e identidad del pueblo, especialmente desde la resistencia ejercida durante y después de la dictadura militar, como también durante el estallido social, en octubre de 2019.
A partir de estas reflexiones, Krasna Vukasovic crea la obra Centro de madres, en la que sobre un mantel manufacturado en España recrea pictóricamente una fotografía de una comunidad vecinal de mujeres que preparan un telar de grandes dimensiones, imagen que forma parte de una publicación sobre las reformas del gobierno de Frei Montalva.
También te puede interesar
LORENA MUÑOZ BAHAMONDES. ACUERPAR LA EXPRESIÓN POLÍTICA DE LA PRECARIEDAD
Lorena Muñoz se hace cargo de acuerpar y encarnar esos espacios íntimos de la precariedad mediante la experimentación del lenguaje del performance sobre un nuevo soporte artístico, junto a la fotógrafa Yéssica Gaete Díaz,...
CANTO VISUAL: UN PROYECTO DE FRANCISCA BENÍTEZ
El trabajo de Francisca Benítez se mueve entre la fotografía y el video, la performance y las intervenciones del espacio público. En ciudades como Nueva York, donde reside actualmente, o Londres, donde hasta hace…
CLAUDIA MÜLLER: AGUA DULCE
Esta muestra presenta los resultados de su residencia en Bogotá. Junto al equipo de cal!ente, cal¡ente, la artista chilena realizó varios recorridos geopoéticos por algunas de las reservas ecológicas de los cerros orientales de...