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PRIMERA RETROSPECTIVA DE LA ARTISTA Y ACTIVISTA CHICANX AMALIA MESA-BAINS

Conocida por sus pioneras instalaciones que interpretan los altares domésticos, Amalia Mesa-Bains (Santa Clara, California, 1943) es una de las principales figuras del arte chicano. En sus cuarenta años de trayectoria como artista, activista, educadora y académica, ha explorado las historias, experiencias y prácticas espirituales de las mujeres mexicano-estadounidenses, así como el borrado colonial, logrando que el movimiento artístico chicano cobre una mayor visibilidad dentro y fuera de los circuitos mainstream del arte contemporáneo.


El Berkeley Art Museum and Pacific Film Archive (BAMPFA) presenta por estos días Arqueología de la Memoria, la primera retrospectiva de Amalia Mesa-Bains, en la que se reúnen casi 60 obras, entre ellas sus icónicas “instalaciones de altares” por las que es más conocida, muchas de las cuales se exhiben aquí por primera vez. A través de una práctica “arqueológica”, como se le ha dado a llamar acertadamente, Mesa-Bains configura espacios sagrados imbuidos de memoria cultural, ecofeminismo, espiritualidad, narrativas migratorias y resistencia colonial.

“Mesa-Bains ha logrado que las comunidades marginadas, relegadas a los márgenes de la historia, se vean a sí mismas como centrales para un entendimiento más amplio de la historia”, dice la co-curadora de la muestra, María Esther Fernández. “Sus historias personales se convierten en nuestras historias; su familia es nuestra familia. Mediante prácticas transformadoras, Mesa-Bains vuelve a contar la historia del arte estadounidense a través del poder de su identidad, intelecto e indagación en la memoria”.

altar de color verde de Amalia Mesa-Bains
Amalia Mesa-Bains, Private Landscapes and Public Territories, 1996. Cortesía: Rena Bransten Gallery
altar de color verde de Amalia Mesa-Bains con escultura cubierta de musgo verde
Amalia Mesa-Bains, Private Landscapes and Public Territories, 1996. Foto: Daria Lugina. Cortesía: BAMPFA

Nacida en Santa Clara, California, en 1943, Amalia Mesa-Bains proviene de una familia de cuentistas, trabajadores agrícolas y curanderos. Como otros millones de inmigrantes mexicanos, llegó con sus padres indocumentados a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida. Esta experiencia determinó una práctica artística que por décadas viene haciendo eco de temas cada vez más relevantes en los discursos actuales, como el multiculturalismo, la decolonialidad y la justicia social.

En las obras de Mesa-Bains se mezclan su herencia mexicana, estudios en psicología clínica y una rigurosa investigación y práctica de la espiritualidad centrada en el medio ambiente y el feminismo interseccional. El interés de la artista en las tradiciones indígenas mexicanas se refleja en sus ofrendas familiares e instalaciones en forma de altares. En estos trabajos espaciales y multimediales, de los que fue pionera en la década de los 70, reimagina los tradicionales altares domésticos y las animitas a través de una mirada contemporánea. Al desplazar la ofrenda desde el hogar a un espacio público, Mesa-Bains realiza un acto político de recuperación de las tradiciones culturales y espirituales indígenas.

un tocador blanco con cortinas blancas atrás refelejan la herencia chicana de la artista Amalia Mesa-Bains
Amalia Mesa-Bains, Venus Envy – Capítulo I: Primera Comunión, Momentos antes del final, 1993/2022. Foto: Daria Lugina. Cortesía: BAMPFA

Muchas de estas obras ofrecen a su vez una perspectiva feminista de la vida doméstica de las chicanas y mexicanas inmigrantes a lo largo de distintas épocas, en especial la instalación de cuatro partes Venus Envy (Envidia de Venus), la cual fue creada progresivamente entre 1993 y 2008, y que se muestra en su integridad por primera vez en el BAMPFA.

Venus Envy es una narración a través de perspectivas feministas personales y colectivas de las etapas de la vida de la artista, desde la primera infancia hasta el matrimonio y la vejez. La historia se desarrolla a través de una serie de instalaciones de altares que emplean una estética de abundancia y acumulación vernácula para configurar ambientaciones y escenarios que evocan el esplendor religioso y la intimidad de lo femenino.

Alejándose ya en los años 80 del altar -un símbolo de espiritualidad en el hogar- para acercarse más al tocador o la peinadora como objeto culturalmente afiliado a lo femenino, Mesa-Bains se introduce de lleno en la exploración de la identidad de las chicanas/latinas, centrándose en su sexualidad, empoderamiento e intelecto.

ofrenda a Dolores del Río de color rosa de Amalia Mesa-Bains
Amalia Mesa-Bains, Una ofrenda para Dolores del Río, 1984/1991. Foto: Daria Lugina. Cortesía: BAMPFA
ofrenda a Dolores del Río de color rosa de Amalia Mesa-Bains. Se ven portaretratos con fotos antiguas, collares, una traza, etc
Amalia Mesa-Bains, Una ofrenda para Dolores del Río, 1984/1991. Foto: Daria Lugina. Cortesía: BAMPFA

Otras obras presentadas en la exposición incluyen instalaciones de los años 90 y los 2000 en las que el armario pasa a ser un elemento central para el rescate de historias personales y colectivas. Estas ambientaciones incluyen referencias a la extracción colonial europea de objetos culturales que solían ser expuestos en “gabinetes de curiosidades” -los precursores de los museos modernos-, e incorporan a veces piezas antiguas de colecciones museísticas.

En este punto, la investigación arqueológica de Mesa-Bains sobre el borrado colonial y las historias de las mujeres se manifiesta a través de su práctica de crear “sitios de trabajo” para la reinterpretación histórica, como bibliotecas, jardines y laboratorios, los cuales comprenden docenas y hasta cientos de objetos, como fotografías de familiares y amigos, instrumentos científicos y médicos, frascos de perfumes, banderas y vestimentas, cortinas, telas y espejos, mazorcas, plantas y musgo, calaveras y estampillas.

un armario de color verde con prendas de vestir adentro rodeado de plantas es un altar de la artista chicana Amalia Mesa-Bains
Amalia Mesa-Bains, Venus Envy – Capítulo II: The harem and other enclosures [El jardin de la virgen], 1994/2021. Foto: Daria Lugina. Cortesía: BAMPFA
Amalia Mesa-Bains, Venus Envy - Capítulo II: The harem and other enclosures [La biblioteca de Sor Juana Inés de la Cruz], 1994/2021. Foto: Daria Lugina. Cortesía: BAMPFA
Amalia Mesa-Bains, Venus Envy – Capítulo II: The harem and other enclosures [La biblioteca de Sor Juana Inés de la Cruz], 1994/2021. Foto: Daria Lugina. Cortesía: BAMPFA

Amalia Mesa Bains: Memoria de la arqueología presenta diez de las instalaciones a gran escala de la artista, junto a 21 impresiones y siete libros creados entre 1984 y 2018. Estas obras fueron seleccionadas en colaboración con la arista por las co-curadoras de la exposición, María Esther Fernández, directora artística del recién inaugurado Cheech Marin Center for Chicano Art and Culture del Riverside Art Museum, y Laura Elisa Pérez, profesora del departamento de estudios étnicos y copresidenta del Latinx Research Center de la UC Berkeley.

Peréz es también la coproductora del nuevo corto documental Amalia Mesa-Bains: In Her Own Worlds, dirigido por el galardonado cineasta Ray Telles, con Daniel Telles como director de fotografía, estrenado en la exposición como una instalación de video.

Vista de la exposición “Amalia Mesa-Bains: Arqueología de la memoria”, Berkeley Art Museum and Pacific Film Archive (BAMPFA), California, EEUU, 2023. Foto: Daria Lugina. Cortesía: BAMPFA

“Es un honor ser la co-curadora de la exposición y el tener que editar el catálogo de obras de una artista con un compromiso profundo con la justicia social. A través de sus obras feministas, antirracistas, sumamente inteligentes y compasivas, Amalia no solo expone las historias secretas de las mujeres, los inmigrantes, migrantes indocumentados, mexicano-estadounidenses, chicanos/as/xs y otras personas de color, sino que también contrarresta las consecuencias psicológica y espiritualmente deshumanizantes del pensamiento patriarcal, eurocéntrico, clasista y racista”, indicó Pérez. “Los socialmente humildes, los marginados económicamente y los menospreciados culturalmente no sólo tienen protagonismo, sino que son valorados y plenamente humanos en estas deslumbrantes obras. Estudiar el arte de Amalia ha sido un aprendizaje del valor, la compasión y el compromiso».

Traducido por Antonia Díaz Arancibia

sillas antiguas forman un círculo para rendir honor a los ancestros por la artista chicana Amalia Mesa-Bains
Amalia Mesa-Bains, Círculo de ancestros, 1995/2021. Foto: Daria Lugina. Cortesía: BAMPFA

«El paisaje a menudo revela nuestras historias y nuestros conflictos, y la naturaleza también lleva los signos de nuestro abuso. La tierra es testigo de nuestras luchas por el espacio y los derechos. Como académica, teóricos espaciales como Edward Soja, Michel Dear, Jennifer Wolch y Henry Lefebvre han influido en gran parte de mi trabajo artístico. Sus escritos revelan que todo espacio es en todo momento simultáneamente social, físico y geográfico, y que ningún espacio está vacío cuando llegamos; los recuerdos de quienes caminaron antes que nosotros están ahí. Este sentido de memoria geográfica es especialmente crítico para aquellas comunidades desplazadas cuyas raíces en el continente son anteriores a la intervención anglosajona. Los descendientes de mexicanos sabemos que el espacio puede ser inclusivo o excluyente y que la construcción del espacio es una práctica social, espiritual, política y económica permanente». | Amalia Mesa-Bains


AMALIA MESA BAINS: ARQUEOLOGÍA DE LA MEMORIA

Berkeley Art Museum and Pacific Film Archive (BAMPFA), 2155 Center St, Berkeley, California, EEUU

Del 4 de febrero al 23 de julio del 2023

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