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GUADALUPE MARAVILLA: SOUND BOTÁNICA

Sound Botánica, la primera exposición individual en Europa del artista Guadalupe Maravilla (El Salvador, 1976 – vive y trabaja en Nueva York), presenta en el museo Henie Onstad Kunstsenter de Noruega más de 30 obras pertenecientes a sus series Tripa Chuca, Embroideries, Disease Throwers y Retablos, en las que viene abordando experiencias de exilio y enfermedad, migración y sanación, trauma y renacimiento.

Dos acontecimientos en la vida Guadalupe Maravilla han ejercido un gran impacto a lo largo de su práctica como artista: emigrar desde El Salvador a Estados Unidos a la edad de 8 años como menor no acompañado e indocumentado, y vencer al cáncer. Tras su diagnóstico, Maravilla se sometió a radioterapia y quimioterapia y, junto a otras prácticas de sanación, sobrevivió a la enfermedad.

El trabajo de Maravilla propone de este modo el cuidado personal como una forma de trabajo político, enfocándose particularmente en la sanación de los traumas intergeneracionales y aquellos causados por la migración. Suele acompañar sus grandes instalaciones con performances y baños de sonido, una experiencia meditativa en la que los participantes son «bañados» en frecuencias sonoras que favorecen los procesos terapéuticos y reparadores.

Maravilla plantea una conexión profunda, que podría ser una relación causal, entre el trauma que experimentó como asilado y su lucha contra el cáncer. Esta perspectiva ofrece una comprensión holística de las enfermedades, en la que el trauma emocional y la enfermedad física se abordan como si estuvieran relacionados o, incluso, como si fueran lo mismo. Al establecer este vínculo, Maravilla nos permite ver que tanto la migración como la enfermedad están delimitadas como estados anormales o patológicos. Del mismo modo que ser un inmigrante indocumentado es visto como una desviación de lo que se considera correcto en la ciudadanía, estar enfermo es visto como una desviación de lo que se considera normal en la salud.

Guadalupe Maravilla, Sound Botánica, en Henie Onstad Kunstsenter, Noruega, 2022. Foto: Christian Tunge
Guadalupe Maravilla, Disease Thrower #7, 2019, en Sound Botánica, Henie Onstad Kunstsenter, Noruega, 2022. Foto: Christian Tunge
Guadalupe Maravilla, detalle de Disease Thrower #9, 2019, en Sound Botánica, Henie Onstad Kunstsenter, Noruega, 2022. Foto: Christian Tunge
Guadalupe Maravilla, Embroderies, en Sound Botánica, Henie Onstad Kunstsenter, Noruega, 2022. Foto: Christian Tunge
Guadalupe Maravilla, detalle del mural Tripa Chuca y Embroideries, en Sound Botánica, Henie Onstad Kunstsenter, Noruega, 2022. Foto: Christian Tunge

La muestra incluye una serie de esculturas tituladas Disease Throwers, elaboradas con materiales orgánicos y objetos encontrados elegidos por sus propiedades terapéuticas, históricas, simbólicas y estéticas. Descritas por Maravilla como «máquinas de sanación», las estructuras incorporan materiales recolectados en América Central, como modelos anatómicos, juguetes, objetos sagrados e instrumentos sónicos, como caracolas y flautas. Erigidas en el espacio a modo de tótems o altares, cada escultura tiene un gong en su centro que se activa durante los baños de sonidos, una experiencia curativa colectiva, ceremonial y meditativa concebida por el artista.

Curada por Caroline Ugelstad, la exposición forma parte del Lise Wilhelmsen Art Award Programme (LWAAP), que otorga 100.000 dólares a un artista distinguido cuya obra inspire y motive a las generaciones futuras a la activa participación y la responsabilidad social. También como parte de este reconocimiento se adquirieron del artista la obra Disease Thrower #7 y el retablo I want to thank these magnificent fruits para integrar la colección Henie Onstad.

“La vida de Guadalupe Maravilla es al mismo tiempo su trabajo. Un coyote (traficante de personas) lo llevó a Estados Unidos cuando tenía ocho años, huyendo de la brutal guerra civil de El Salvador. Años más tarde, le diagnosticaron cáncer de colon. Es por esto que su práctica interdisciplinaria hace constante referencia a sus vivencias de exilio y enfermedad, migración y curación, identidad y desplazamiento”, dice la declaración del jurado. “Sin embargo, las obras de Maravilla son mucho más que su vida. A partir de relatos personales, explorando en profundidad las mitologías precolombinas, la memoria colectiva, la historia geopolítica y la cultura material, el artista construye obras que representan sus vivencias. Sus esculturas y elaboradas estructuras son también herramientas performativas; ha colaborado con otras personas para crear murales interactivos y ha cruzado el Río Grande utilizando una de sus obras como flotador. Cuando Nueva York se convirtió en uno de los epicentros de la pandemia del coronavirus, organizó actividades de ayuda solidaria en toda la ciudad, dio apoyo a indocumentados e inmigrantes con alimentos y dinero, lo cual demuestra su continuo compromiso con estas comunidades”.

Guadalupe Maravilla, Disease Thrower #13, 2021, en Sound Botánica, Henie Onstad Kunstsenter. Foto: Christian Tunge
Guadalupe Maravilla, serie Retablo, en Sound Botánica, Henie Onstad Kunstsenter, Noruega, 2022. Foto: Christian Tunge
Guadalupe Maravilla, I want to thank the cucumbers, de la serie Retablo, 2021. Cortesia del artista y P·P·O·W, New York
Guadalupe Maravilla, detalle de I want to thank the cucumbers, de la serie Retablo, 2021. Cortesia del artista y P·P·O·W, New York
Guadalupe Maravilla, serie Tripa Chuca, en Sound Botánica, Henie Onstad Kunstsenter, Noruega, 2022. Foto: Christian Tunge
Guadalupe Maravilla, Requiem for a border crossing #1, 2016-2020. Cortesia del artista y P·P·O·W, New York

Además de la serie Disease Throwers, la exhibición incluye la obra Tripa Chuca, cuyo título hace referencia a un juego salvadoreño que Maravilla solía jugar en su niñez y durante su ruta migratoria. Consiste en crear un mapa entre dos personas a través del uso de números y líneas que no pueden tocarse entre sí. Este ejercicio va creando un patrón de líneas que representan fronteras nacionales y que reimaginan los orígenes del artista. En el museo se presenta a modo de mural site-specific, como resultado de un juego entre Maravilla y una persona indocumentada. Se crea así un mapeo entre dos personas desplazadas en las paredes de la galería.

En su serie Embroideries, Maravilla condensa elementos temáticos de sus dibujos. En cada obra, el artista cose miembros incorpóreos, manos y puños con bloques de hielo o ice (haciendo referencia a ICE – Immigration and Customs Enforcement de Estados Unidos) que gotean. También borda calaveras y una mano que siembra semillas. Estas obras representan emblemas ficticios y contemporáneos creados por Maravilla para simbolizar la resistencia contra la persecución y la presión política que enfrentan los inmigrantes indocumentados.

Las pinturas Retablos son devocionales, o «exvotos», es decir, una forma de arte popular utilizada generalmente para expresar gratitud a un santo o figura divina tras haber sobrevivido a algún acontecimiento peligroso o haber concedido un milagro. En estos retablos, y en las largas inscripciones que Maravilla ha plasmado en cada uno de ellos, el artista da las gracias y expresa su gratitud, entre otras cosas, por una nueva oportunidad en la vida tras su batalla contra el cáncer, la que le ha permitido seguir su camino tanto como artista y sanador.

Traducido por Moira Cornejo Escobar


Sound Botánica, de Guadalupe Maravilla, se presenta hasta el 7 de agosto de 2022 en el Henie Onstad Kunstsenter, Sonja Henies vei 31, Høvikodden, Noruega.

La obra de Guadalupe Maravilla se presenta paralelamente en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) y en el Brooklyn Museum, también en Nueva York.

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