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SANDRA MONTERROSO: ALTAR PARA PÁJAROS

Por Beatriz López

Los pájaros son carteros celestiales que recorren la tierra intercambiando semillas entre lugares remotos, mensajes secretos para ser descifrados por lo abuelos que usan el cielo como el periódico de los Dioses. Dentro de las lógicas cosmogónicas de muchas comunidades existen creencias acerca del significado de ciertas aves. Todas ellas provienen de las múltiples y constantes experiencias que comparten el hombre y la naturaleza.

La paloma, por ejemplo, anunció la tierra prometida de los cristianos, el águila es el símbolo del poder de las tiranías contemporáneas, la lechuza es una bruja transformada y el gallinazo anuncia la muerte.

Los procesos migratorios de las aves garantizaron la diversidad vegetal en el planeta y sus ritmos marcan la calidad de las cosechas. En la zona hoy ocupada por Bogotá, hacían escala los patos que viajan de norte a sur y eran parte importante de la dieta de los Muiscas. Hoy, en América Latina, comer pato es una costumbre solo de las elites europeizadas.

Vista de la exposición «Altar para Pájaros», de Sandra Monterroso, en Instituto de Visión, Nueva York, 2022. Cortesía de la artista e Instituto de Visión. Foto: María Verónica San Martín

Sandra Monterroso, detalle de Volcán, 2022, lienzo tejido en telar de cintura teñido con cúrcuma. Tela de algodón teñida con cúrcuma y achiote, bordado con piedras volcánicas, 155 cm x 90 cm. Cortesía de la artista e Instituto de Visión. Foto: María Verónica San Martín

Sandra Monterroso, detalle de *Nudo en Resistencia, en Contaminación,* 2011, plástico, hilo teñido, 77 cm x 37 cm x 33 cm. Cortesía de la artista e Instituto de Visión. Foto: María Verónica San Martín

Sandra Monterroso, detalle de Expoliada No.4, 2016-2022, hilo teñido con cúrcuma, madera, acero, 155 cm x 55 cm. Cortesía de la artista e Instituto de Visión. Foto: María Verónica San Martín

Todo movimiento migratorio de uno a miles de individuos de cualquier especie, es un fenómeno no solo natural, sino también ecológico. Para garantizar el equilibrio entre todos los seres de la naturaleza, las especies se comunican y transitan (a diferentes ritmos) de acuerdo a las necesidades y bondades de la naturaleza en general.

Si este movimiento se interrumpe también se interrumpe la armonía y se presagia el caos. Sucede lo mismo con las personas. Gracias a las travesías de los antiguos humanos, no solo se formó el material genético que nos permite sobrevivir, sino que también se intercambió la información necesaria para desarrollar las ciencias y las artes.

Altar para Pájaros es un experimento que reúne varias estrategias para entender los procesos patriarcales de colonización, dominación, interrupción y explotación como fenómenos anti ecológicos que responden a lógicas ajenas a los ritmos vitales de la naturaleza y, por ende, se oponen a la armónica existencia de los seres humanos.

La obra de Sandra Monterroso (Guatemala, 1974) que recoge esta exposición pertenece a distintas épocas y momentos de su trabajo. Por tal motivo, puede ser entendida como una revisión histórica de su carrera artística, que gira en torno a las obsesiones que han alimentado transversalmente su práctica.