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EL PADRE ES DE CRISTAL, LA MADRE DE ORO

El Centro Cultural de España Santo Domingo presenta El padre es de cristal, la madre de oro, una muestra que nos invita a adentrarnos en los discursos críticos de los artistas participantes en torno al patrimonio material y natural en el que se desarrollan. Todxs ellxs plantean el patrimonio como una herencia perteneciente a la comunidad y, por tanto, no exenta de revisiones.

Julianny Ariza Vólquez, Elisa Bergel Melo, José Morbán, Eliazar Ortiz y Charlie Quezada abordan discursos no “oficiales” y, desde una mirada retrospectiva, historias sin contar. Pretenden apelar a los lazos que se establecen desde la emoción, considerar nuestra experiencia con la naturaleza a través de la imaginación y cuestionar las posibilidades coercitivas del patrimonio desde lo institucional.

La exhibición cuenta con la participación de Soraya Aracena, Thaís Espaillat, Julia Lucrecia Taveras, Fátima Portorreal y Roberto Valcárcel Rojas como invitadxs de cada artista. Éstxs colaboran con cinco textos que reflexionan en torno a la significación del patrimonio desde sus campos de trabajo, con el fin de entablar un debate que se extiende más allá de las artes visuales y posiciona la temática de la exhibición desde perspectivas múltiples que se enriquecen entre sí.

Los textos pueden ser leídos aquí

Charlie Quezada, Que sea verde o amarilla, 2021, PVC, laca automotriz, pintura acrílica, polvo de mármol sobre algodón; 12 tubos de 36″ x 3″ y 3 cuadros de 20″ x 16″. Cortesía del artista
Vista de la exposición “El padre es de cristal, la madre de oro”, Centro Cultural de España, Santo Domingo, República Dominicana, 2021. Cortesía de los artistas

A partir de una investigación sobre los objetos utilizados para demarcar límites entre el espacio público y el privado, el artista Charlie Quezada (Santo Domingo, 1986) piensa en la forma en la que el material industrial, afectado por el impacto ambiental y el uso y abuso constante, se integra a la cotidianidad estableciendo lenguajes estéticos que describen un nuevo paisaje caribeño y, por lo tanto, el surgimiento de un nuevo patrimonio.

Para la exhibición El padre es de cristal, la madre de oro, se muestra una instalación de 12 postes que reproducen los que comúnmente se encuentran resguardando las aceras y parqueos de la ciudad, así como tres ejercicios pictóricos. A través de la abstracción de formas y colores se genera un espacio que condiciona al cuerpo a adaptarse a normas que responden en una ilusión óptica de oblicuidad, creando de forma ficticia una circunstancia cotidiana.

Rito es parte del interés de José Morbán (Santo Domingo, 1987) por revisar la memoria colectiva en lo que hoy es República Dominicana. En este caso, parte de los archivos de su abuelo, Fernando Morbán Laucer (1921-2007), quien fue arqueólogo, investigador y luego director del Museo del Hombre Dominicano.

Morbán Laucer fue un prominente intelectual en las décadas post-dictadura de Trujillo que centró sus investigaciones en las pictografías dejadas en cuevas por los pueblos taínos a lo largo de la isla, así como en sus ritos funerarios. Su trabajo influyó y sigue siendo material de consulta para los académicos, especialmente sus libros El arte rupestre en la Sierra de Bahoruco y Ritos Funerarios. Acción del fuego y medio ambiente en las osamentas precolombinas.

“La obra consiste en la puesta en escena de este archivo familiar que pasó a mis manos años después de su fallecimiento. Un archivo erosionado, pero en el que persisten objetos (puntas de lanza, trozos de vasijas, fragmentos de cerámicas, piedras talladas), libros y fotos del álbum familiar con apuntes en los dorsos”, explica el artista.

José Morbán, Rito, 2021, linograbado y bija sobre papel, fotografías sobre papel Canson Infinity Baryta Photographique, texto de máquina de escribir sobre papel y grafito, cerámicas y piedras taínas sobre sábana de lino. Medidas variables. Cortesía del artista
José Morbán, Rito, 2021, linograbado y bija sobre papel, fotografías sobre papel Canson Infinity Baryta Photographique, texto de máquina de escribir sobre papel y grafito, cerámicas y piedras taínas sobre sábana de lino. Medidas variables. Cortesía del artista
José Morbán, Rito, 2021, linograbado y bija sobre papel, fotografías sobre papel Canson Infinity Baryta Photographique, texto de máquina de escribir sobre papel y grafito, cerámicas y piedras taínas sobre sábana de lino. Medidas variables. Cortesía del artista

La serie No Objetos (2021) de Julianny Ariza Vólquez (Santo Domingo, 1987)surge del concepto No Lugar, denominado por el antropólogo y etnólogo francés Marc Augé, quien se refiere a aquellos espacios que han sido despojados de las expresiones simbólicas de su identidad y que no son definidos como sujetos de construcción histórica y relacional de lo oficial. Así como en los lugares, se manifesta también en los objetos, siendo muchos vaciados de su legado en la construcción de nuestra memoria material.

La presencia de lo afrodiaspórico se ha centrado en el patrimonio intangible, en las pinturas retrato a seres africanos, cómo estos se retrataban así mismos, con la intención de humanizarlos en entornos que la artista imagina. “Tengo como referencias las esculturas de arte africano, exhibidas en la exposición itinerante Madre África: fertilidad y mujer en el arte negro traída al Museo del Hombre Domincano en el año 2007, procedente de la colección privada del filántropo estadounidense Reynold Kerr, así como piezas de la colección del Museo de la Porcelana”, relata la artista.

Otra de sus obras, Patrimonio deliberado: Transacciones de libertad es un ejercicio de revisión de espacios de memoria que cuestiona la concepción de patrimonio en colecciones privadas e institucionales y sus modos de presentarnos las historias. La obra está formada por cuatro extractos de cartas recreadas de forma manuscrita (petición de tasación de la negrita para su libertad, carta de venta del esclavo nombrado Pedro, carta de venta de dos niños esclavos, carta de libertad de la esclava nombrada Esperanza del Castillo), que fueron transcritas para la publicación Documentos del Archivo Real del Seibo: Protocolos notoriales: dotes y esponsales, esclavos y cartas de libertad, tomo 2, compilados por Perla T. Pérez Díaz y Rocío I. Devers Liriano.

También incluye una réplica de la moneda de 8 reales que circulaba en la época colonial, realizada a partir de originales encontradas en una colección numismática privada. Cada carta está acompañada de un dibujo en el que fue frotada la moneda por medio de la repetición en equivalencia al precio en que se realizaron estas “transacciones patrimoniales”.

Julianny Ariza Vólquez, Tangible (de la serie No Objetos), 2021, óleo sobre tela, 30” x 32” c/u. Cortesía de la artista
Julianny Ariza Vólquez, Patrimonio deliberado: Transacciones de Libertad, 2021, grafito y tinta sobre papel, plata y madera. Cortesía de la artista
Julianny Ariza Vólquez, Patrimonio deliberado: Transacciones de Libertad [detalle], 2021, grafito y tinta sobre papel, plata y madera. Cortesía de la artista

La unión de los ríos Orinoco y Caroní en el Estado Bolívar es el centro de la historia industrial de Venezuela; primero, durante la colonia, fue explorado con afán en busca de El Dorado, eventualmente pasó a ser el motor de la industria hidroeléctrica, y hoy en día es parte del controversial Arco Minero, un proyecto de mega minería descontrolada que ha puesto en riesgo los recursos naturales del área y las poblaciones

originarias que ahí permanecen. Este lugar ejemplifica las consecuencias de los planes de modernización y dominio natural que se basan en una cultura de extractivismo, que puede ser trazada desde el tiempo de la colonia hasta el presente.

La fragilidad ambiental y las circunstancias migratorias de la artista Elisa Bergel Melo (Caracas, 1989)son el punto de partida para una investigación sobre el lugar donde los dos ríos se encuentran, se tocan, pero no se mezclan, y así emprender un viaje ficticio a partir de los sentidos.

Elisa Bergel Melo, El cruce, 2021, video escultura en foam industrial, base de madera comprimida, lámparas y proyección, 71″ x 48″ x 10″. Cortesía de la artista

En el libro El tiguere dominicano el periodista y escritor Lipe Collado realiza un estudio sobre una de las palabras patrimonio del español dominicano. En él podemos leer que eEl uso indiscriminado de la palabra tiguere da lugar hoy día a confusiones en el momento de estudiar este dominicanismo y sus acepciones, y a quién o quiénes designa”.

En su obra Tigerites, Eliazar Ortíz (Santo Domingo, 1981) añade más confusión al asunto a través del neologismo tiguerites, que parece una paradoja en sí: la unión de lo excluyente y lo inclusivo. Es en esta aparente contradicción donde propone indagar y encontrar nuevas dimensiones sobre lo que describe. “Quiero introducir con estos elementos reflexiones sobre la masculinidad dominicana como constructo heteropatriarcal durante la adolescencia, el momento donde se producen los cambios físicos y químicos que conducen a la maduración sexual del niñx”, explica.

El artista también trabaja con un lenguaje de sellos, el Guari Kreyol, que va construyendo como un acto decolonial. Muchos de estos símbolos son inspiración de culturas aborígenes y formas del entorno natural. “Desde joven me fascinaron los veves de la cultura Vudú, símbolos creados con cenizas en las ceremonias de las fiestas de Palos. Según el pensador haitiano Milo Rigaud, ‘las veves son portales que obligan a los Lúas a conectar con la tierra’. Esa idea de portal me mueve a realizar una instalación sobre la playa Carolina, próxima a donde vivo, y al riachuelo que desemboca en ella y le da nombre. Con este portal quisiera rescatar la memoria de lo que fue algún día ese pequeño río y balneario del pueblo”.

Actualmente, el río Carolina es un patrimonio natural con su ecosistema degradado y amenazado por la contaminación múltiple que lo acompaña.

Eliazar Ortíz, Río Carolina, 2021, instalación con tierra negra, arcilla roja, arena y audio, medidas variables. Cortesía del artista
Eliazar Ortíz, Río Carolina, 2021, instalación con tierra negra, arcilla roja, arena y audio, medidas variables. Cortesía del artista

EL PADRE ES DE CRISTAL, LA MADRE DE ORO

Centro Cultural de España, Arzobispo Meriño #2, Ciudad Colonial, Santo Domingo, República Dominicana

Del 13 de agosto al 25 de septiembre de 2021

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