MIGUEL RIO BRANCO: PALAVRAS CRUZADAS, SONHADAS, RASGADAS, ROUBADAS, USADAS, SANGRADAS

[VERSÃO EM PORTUGUÊS ABAIXO]

En su carrera de más de 50 años, Miguel Rio Branco (1946) ha construido una obra singular, caracterizada por el cruce entre fotografía, cine, instalación y pintura con colores vibrantes. Su producción fotográfica es el eje de la inédita exposición que acoge el Instituto Moreira Salles (IMS), sede São Paulo, hasta el 22 de agosto de 2021.

Titulada Palavras cruzadas, sonhadas, rasgadas, roubadas, usadas, sangradas, la exposición es el resultado de la inmersión de Rio Branco en su propio archivo. Al revisar su producción, el artista crea conexiones y diálogos entre sus fotografías, dando nuevos significados a las imágenes. La exposición está curada por el propio artista y Thyago Nogueira.

Organizada cronológicamente, la selección reúne más de 200 obras, producidas desde la década de 1970, cuando Rio Branco comenzó a experimentar con la fotografía, hasta la actualidad. Las obras investigan temas de sumo interés para el artista, como la sexualidad, la violencia, el dolor y la soledad, además de resaltar el carácter multidisciplinario de su producción.

Hijo de un diplomático, Rio Branco creció entre España, Portugal, Brasil, Suiza y Estados Unidos. En la década de 1960, en Berna, Suiza, se inició en el dibujo y la pintura, lenguajes que influirían en su obra posterior. En 1966 se matriculó en el Instituto de Fotografía de Nueva York. En Brasil, en la década de 1970, trabajó como director de fotografía en películas de Júlio Bressane y Arnaldo Jabor, entre otros cineastas. También fue fotógrafo documental, registrando los paisajes y habitantes del país. Entre 1980 y 1982 fue corresponsal de la Agencia Magnum en París. Con el pasar de los años, sus fotografías se han alejado de la mera función documental, asumiendo tonos poéticos y sensoriales, en diálogo con otros lenguajes artísticos.

Palavras cruzadas … presenta imágenes de varios momentos de la carrera de Rio Branco. Incluye, por ejemplo, la serie New York Sketches, producida en Nueva York entre 1970 y 1972, cuando vivía en la ciudad y compartía con artistas como Hélio Oiticica, Antonio Dias y Rubens Gerchman. Poco conocidas, estas fotografías en blanco y negro documentan la energía vibrante pero decadente del vecindario del Lower East Side. Entre las imágenes, hay registros de Oiticica en el metro y monumentos arquitectónicos, como el World Trade Center, destruido el 11 de septiembre de 2001.

Luego, la muestra presenta obras producidas en Brasil, como la serie Coração, espejo de la carne, premiada en 1980 en la I Trienal de Fotografía del MAM/SP, y Mona Lisa (1973), una secuencia fotografiada en un burdel del municipio de Luziânia (estado de Goiás), cerca del Distrito Federal.

Para esta exposición en el IMS, Rio Branco creó el políptico Maldicidade #3, parte de una serie en la que recombina imágenes de diferentes ciudades para lidiar con las contradicciones urbanas, la violencia y la soledad. El tercer políptico de la serie presenta fotografías tomadas en metrópolis como São Paulo, Salvador, Nueva York y Ciudad de México. “A lo largo de su carrera, Rio Branco construyó una elegía de la experiencia urbana y colectiva, puesta en escena por las personas que se cruzaron en su camino”, señala Thyago Nogueira.

A partir de la década de 1990, el artista cambió la agilidad de la cámara de 35 mm por películas de formato medio, produciendo imágenes cada vez más sintéticas y depuradas. “La fuerza del trabajo de Rio Branco no está solo en el marco de las imágenes, sino en la libertad con la que las separa de su contexto original para darles un nuevo significado, construido a través de una cuidadosa edición. Rio Branco utiliza sus fotografías como notas musicales, que asocia en dípticos, trípticos y polípticos, como quien compone los acordes de una melodía visual”, dice Nogueira.

Fotografía y música se unen en la instalación Out of Nowhere, originalmente creada para la Bienal de La Habana de 1994 y mostrada aquí en una nueva versión. La obra reúne imágenes que Rio Branco produjo en una academia de boxeo en Lapa (un barrio bohemio de Río de Janeiro), con fotografías de otras obras del artista, así como páginas de un periódico neoyorquino de los años 30, todo abarcado por una gran tela negra y reflejado por espejos antiguos y gastados. En la instalación, el propio movimiento del visitante entra en escena.

La muestra también cuenta con las obras Azul-verde y Azul-gris (1994-2000) y la serie Morandi perverso (1993-2020). En las primeros, la imagen de un automóvil en La Habana presenta la realidad económica del régimen cubano. En la segunda, una foto de una fábrica de aceite de oliva abandonada en Santiago de Compostela, España, invoca al pintor italiano Giorgio Morandi y resalta el contraste entre la sensualidad de las botellas y la realidad del lugar, que se ha convertido en una zona para el consumo de heroína.

“Es la libertad de recomponer sus imágenes de nuevas formas lo que le permite a Rio Branco ver su archivo no como una colección histórica, sino como una obra viva y palpitante, matriz de esta exposición”, concluye el co-curador. La muestra refuerza la originalidad de la obra de Rio Branco, marcada por la constante experimentación y la construcción de “una escritura propia, escrita con imágenes familiares o con polípticos recién elaborados”, como afirma Nogueira.

Con motivo de la exposición, el IMS lanza un nuevo libro de Miguel Rio Branco de 160 páginas, que presenta una narrativa visual editada por el artista, con más de 200 imágenes, parte de las cuales están presentes en la exposición. El libro también incluye textos del curador Thyago Nogueira y de la crítica de arte Luisa Duarte. Rio Branco se hizo conocido mundialmente por sus libros fotográficos, construidos a través de una edición meticulosa. Sus foto-libros clásicos, como el Libro silencioso o Entre los ojos, el desierto, entraron en la historia editorial y ganaron el estatus de obras de arte.

IMS INAUGURA EXPOSIÇÃO E LANÇA LIVRO DE MIGUEL RIO BRANCO

Em sua carreira de mais de 50 anos, Miguel Rio Branco (1946) construiu uma obra singular, marcada pelas cores vibrantes e pelo cruzamento entre a fotografia, o cinema, a instalação e a pintura. Sua produção fotográfica é o foco da exposição inédita que o IMS Paulista (Av. Paulista, 2424, São Paulo) apresenta até 22 de agosto de 2021.

Intitulada Palavras cruzadas, sonhadas, rasgadas, roubadas, usadas, sangradas, a exposição é resultado de um mergulho de Rio Branco em seu próprio arquivo. Ao rever sua produção, o artista cria conexões e diálogos entre suas fotografias, atribuindo novos sentidos às imagens. A curadoria da mostra é de Rio Branco e Thyago Nogueira. 

Organizada de forma cronológica, a seleção reúne mais de 200 trabalhos, produzidos desde os anos 1970, quando Rio Branco iniciava as experimentações com a fotografia, até os dias de hoje. As obras investigam temas caros ao artista, como a sexualidade, a violência, a dor e a solidão, além de evidenciar o caráter multidisciplinar de sua produção.

Filho de diplomata, Rio Branco cresceu entre a Espanha, Portugal, o Brasil, a Suíça e os Estados Unidos. Nos anos 1960, em Berna, Suíça, iniciou-se no desenho e na pintura, linguagens que influenciariam sua obra posterior. Em 1966, matriculou-se no New York Institute of Photography. No Brasil dos anos 1970, trabalhou como diretor de fotografia em filmes de Júlio Bressane e Arnaldo Jabor, entre outros cineastas. Também atuou como fotógrafo documental, registrando paisagens e habitantes do país. Entre 1980 e 1982, foi correspondente da Agência Magnum, em Paris. Com o passar dos anos, suas fotografias se distanciaram da simples função documental, assumindo tons poéticos e sensoriais, em diálogo com outras linguagens artísticas.

Palavras cruzadas… apresenta imagens de várias momentos da carreira de Rio Branco. Inclui, por exemplo, a série New York Sketches, produzida em Nova York, entre 1970 e 1972, quando Rio Branco morou na cidade e conviveu com artistas como Hélio Oiticica, Antonio Dias e Rubens Gerchman. Pouco conhecidas, essas fotografias em preto e branco documentam a energia vibrante e ao mesmo tempo decadente do bairro de Lower East Side. Entre as imagens, há registros de Oiticica no metrô e de marcos da arquitetura, como o World Trade Center, destruído em 11 de setembro de 2001.

Em seguida, a mostra apresenta trabalhos produzidos no Brasil, como as séries Coração, espelho da carne, premiada em 1980 na I Trienal de Fotografia do MAM/SP, e Mona Lisa (1973), sequência fotografada em um bordel no município de Luziânia (GO), no entorno do Distrito Federal.

Rio Branco criou para a exposição o políptico Maldicidade #3, parte da série na qual recombina imagens de diferentes cidades para tratar das contradições urbanas, da violência e da solidão. O terceiro políptico da série apresenta fotografias feitas em metrópoles como São Paulo, Salvador, Nova York e Cidade do México. “Ao longo de sua carreira, Rio Branco construiu uma elegia da experiência urbana e coletiva, encenada pelas pessoas que cruzaram seu caminho”, pontua Thyago Nogueira, co-curador da mostra.

Dos anos 1990 em diante, o artista trocou a agilidade da câmera de 35 mm pelos filmes de médio formato, produzindo imagens cada vez mais sintéticas e depuradas. “A força do trabalho de Rio Branco não está apenas no quadro das imagens, mas na liberdade com que as descola de seu contexto original para dar-lhes um novo sentido, construído através de uma cuidadosa edição. Rio Branco usa suas fotografias como notas musicais, que associa em dípticos, trípticos e polípticos, como quem compõe os acordes de uma melodia visual”, afirma Nogueira. 

Fotografia e música estão reunidas na instalação Out of Nowhere, criada originalmente para a Bienal de Havana de 1994 e exibida aqui em nova versão. A obra reúne imagens que Rio Branco produziu em uma academia de boxe da Lapa (bairro boêmio do Rio de Janeiro), com fotografias de outros trabalhos do artista, além de páginas de um jornal nova-iorquino dos anos 1930 – tudo emendado por um grande tecido negro e refletido por espelhos antigos e gastos. Na instalação, a própria movimentação do visitante entra em quadro.

A mostra traz também as obras Blue-green e Blue-gray (1994-2000) e a série Morandi perverso (1993-2020). Nas primeiras, a imagem de um carro em Havana apresenta a realidade econômica do regime cubano. Na segunda, a foto de uma fábrica de azeite abandonada em Santiago de Compostela, na Espanha, acena ao pintor italiano Giorgio Morandi e destaca o contraste entre a sensualidade das garrafas e a realidade do lugar, que se tornou um ponto de uso de heroína.

“É a liberdade de recompor suas imagens em novos sentidos que permite que Rio Branco encare seu arquivo não como um acervo histórico, mas como uma obra viva e pulsante – matriz desta exposição.” Em cartaz até maio de 2021, a exposição reforça a originalidade da obra de Rio Branco, marcada pela experimentação constante e pela construção de “uma escrita própria, grafada com imagens conhecidas ou com polípticos recém-elaborados”, como afirma Nogueira.

Por ocasião da mostra, o IMS lança um novo livro de Miguel Rio Branco. Com 160 páginas, a publicação apresenta uma narrativa visual editada pelo artista, com mais de 200 imagens, parte delas presentes na exposição. O livro também inclui textos do curador Thyago Nogueira e da crítica de arte Luisa Duarte. Rio Branco tornou-se mundialmente conhecido por seus livros fotográficos, construídos através de minuciosa edição. Fotolivros clássicos, como Silent Book ou Entre os olhos, o deserto,entraram para a história das publicações e ganharam status de obras de arte.