Skip to content

XIMENA ZOMOSA: ANÓNIMAS

Doce piezas, entre las que se encuentran pintoras de dueña de casa, trajes de dos piezas, jumpers, delantales y una túnica, conforman la instalación Anónimas de la artista chilena Ximena Zomosa (1966), que se exhibe desde el 9 de marzo y hasta el 18 de abril en la Galería Concreta del Centro Cultural Matucana 100 de Santiago.

La serie, en la que la artista comenzó a trabajar en 1997, conjuga reflexiones y observaciones sobre el vestuario femenino, en particular la ropa de trabajo, en cuanto a su uso para uniformizar las condiciones de invisibilidad y desigualdad de las mujeres en el campo laboral.

Cada prenda tiene dimensiones monumentales, de hasta cinco por dos metros, y en conjunto representan distintas actividades desempeñadas por mujeres: el trabajo doméstico no remunerado (dueña de casa), remunerado (nana), la estudiante del sistema escolar (jumpers), las obreras, enfermeras, profesoras, oficinistas y hortaliceras mapuche. Se suma la túnica, versión mística de la femineidad, en este caso alusiva a la naturaleza y el agua, tema contingente en el Chile actual por el debate que generan las visiones encontradas entre conservación del medio ambiente y explotación económica.

Esta última pieza, la más reciente (2019), se titula Diosa del Agua, y al igual que el resto de la serie ha sido resignificada a través de acciones en el espacio púbico llamadas «procesiones», que luego la artista registra en video. Su presencia en el mar y la montaña, a través de dos procesiones, configuró un ritual de protección y veneración al agua como recurso fundamental para la vida, como un derecho de las comunidades afectadas por su privatización en Chile desde la dictadura de Augusto Pinochet.

Vista de la exposición «Anónimas», de Ximena Zomosa, en Matucana 100, 2021. Cortesía: M100
Vista de la exposición «Anónimas», de Ximena Zomosa, en Matucana 100, 2021. Cortesía: M100

Otra pieza en la exhibición, Welcome (2001), es un delantal de servicio doméstico que, como en muchas partes del mundo, establece una clara distinción entre el personal asalariado y el/la patrón/a. En esta misma línea se inscriben las Pintoras (1997 – 2016), delantales de flores utilizados por las dueñas de casa.

Mucho que Aprender es una serie de cuatro uniformes escolares chilenos tradicionales, que en sus distintas materialidades representan diferentes condiciones y destinos de la educación pública. Desde que Zomosa comenzó a trabajar en esta serie en el 2005, el jumper se transformó en símbolo de la lucha de las estudiantes por los cambios sociales, que culminaron en octubre del año 2019 con un estallido social sin precedentes en la historia de Chile.

“La escala aumentada visibiliza estas situaciones de subyugación, como la nana formal, por ejemplo. La idea es que se genere una reflexión sobre estos roles sociales y cómo los nuevos movimientos, incluyendo el feminismo, los han ido cuestionando. El ejemplo más notable es el jumper de la escolar, que pasó de ser algo así como objeto de deseo –representando a la colegiala- a símbolo de la lucha estudiantil que ha sido tan fundamental para este despertar como país”, sostiene Zomosa.

Ximena Zomosa, Papay, 2018, delantal hortalicera mapuche, textil, 5 m x 2 m x 50 cm. Vista de la instalación en Galería CIMA, Santiago. Cortesía: M100

Otro de los trabajos en exhibición es Papay (2018), un delantal de hortalicera mapuche generalmente utilizado por las mujeres mayores. “Papay” es la mujer con experiencia de vida, y que se visibiliza en esta obra como posibilidad de referente cultural y simbólico. A través de una procesión realizada en la Plaza de la Dignidad de Santiago, la Papay representó una posibilidad de restauración y de contención en el marco de los procesos sociales que transita Chile.

Zomosa también ha trabajado con la simbología del vestuario femenino de otros países, como es el caso del delantal de las obreras de las maquiladoras ubicadas en la frontera entre México y Estados Unidos. Sin embargo, su color, relacionado a nuestra realidad local, también lo vincula a una conocida cadena multinacional de supermercados. Esta obra se exhibió en México y lo hace por primera vez en Chile en esta muestra en Matucana 100.

La exposición también incluye los registros audiovisuales de las diferentes procesiones que ha realizado la artista con el vestuario en distintos espacios públicos, naturales o urbanos, y va acompañada de un texto curatorial escrito por el colectivo LasTesis, el cual compartimos a continuación.

Ximena Zomosa en la exposición «Anónimas», Matucana 100, 2021. Cortesía: M100

Por Colectivo LASTESIS

El vestuario, según el cuerpo que lo porta, se convierte en imaginario; es un dispositivo simbólico que carga la historia del mundo para habitarlo. Ximena Zomosa ha instalado un recorrido de 12 conjuntos textiles asociados a los cuerpos y cuerpas de mujeres, sus quehaceres y experiencias, abordando el trabajo doméstico y asalariado. En el recorrido se plasma, entre otras, la imagen de la mujer obrera, de la escolar, de la mujer mapuche y de la Diosa del Agua.

Anónimas da cuenta de la recopilación textil a gran escala que la artista ha producido desde 1997 y que hoy, en diálogo con las problemáticas y reflexiones actuales, se cruza con diversas lecturas de género feministas. Instalándose en el espacio tanto público como privado, la retrospectiva de Zomosa entabla un diálogo con las discusiones surgidas con el cambio de siglo respecto a la censura y la prohibición hacia las mujeres en la ocupación de dicho espacio público.

Las prendas exhibidas consideran la monumentalidad de sus proporciones para expresar el desborde de lo doméstico, rememorando cuentos, escenas de sueños, la imagen materna, el vestido de abuela, la casa y el jardín, flores estampadas que representan a mujeres en muchos lugares del mundo. Anónimas pone en tensión la imagen simbólica de la mujer sagrada e inalcanzable: la santa y la protectora, roles intrínsecos a la mujer bajo el lente patriarcal; una oda a la, ojalá silenciosa, reproducción de lo doméstico.

Ximena Zomosa, Pintora estampada celeste, 4 m x 110 cm x 50 cm. Procesión en Ushuaia, Canal Beagle, 2017. Cortesía: M100
Ximena Zomosa, Tigresa, traje de dos piezas estampado (animal print), 5 x 2 m. Cortesía: M100

La lectura crítica de la artista es clara y se expresa, por ejemplo, a través del traje de empleada, entendido como un modelo de uniforme internacional derivado de los diversos procesos de colonización y la invisibilización de las condiciones de servicio y subordinación que esas mujeres han vivido como experiencia histórica.

Por otra parte, el jumper deja de referir solamente al uniforme escolar, convirtiéndose en un referente político, en aquella pingüina crítica, revolucionaria y movilizadora de procesos sociales imprescindibles.

Anónimas exhibe también Procesiones, registro audiovisual de la obra en el espacio público y culmina, por un lado, con la representación textil de la Papai, la mujer que ha vivido la experiencia mapuche, expresando su constante lucha política y social a lo largo de los siglos; además de visibilizar y de articularse con la imagen de la hortalicera y la mujer del trabajo rural.

Por otro lado, la Diosa del Agua ilustra el carácter activista constante de la exhibición, con un guiño hacia el ecofeminismo, vinculando la lucha feminista con la defensa de nuestros territorios, y en particular, con la lucha por el derecho al agua que actualmente estamos viviendo en nuestro país.

Anónimas es una invitación a reconocernos en nuestras antepasadas y en su poder femenino o, mejor dicho, en su poder feminista protector, una invitación a observar y pensar la construcción de la imagen de la mujer desde elementos cotidianos pero significativos, instalados en los cuerpos y cuerpas de niñas y mujeres a escala local y global, a vincularnos desde el arte y desde lo textil con una perspectiva política activista y feminista.

Anónimas, de la artista chilena Ximena Zomosa, podrá visitarse en M100 de forma gratuita y presencial previa inscripción, y también de forma virtual.

También te puede interesar