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PRIMER ENCUENTRO DE MUSEOS VIRTUALES. HACIA UNA RED COLABORATIVA EN LATINOAMÉRICA

Ocho museos en América Latina que funcionan exclusivamente de manera virtual –algunos, desde mucho antes de la pandemia- se han unido para celebrar el Primer Encuentro de Museos Virtuales, un espacio donde a partir de sus propias historias y experiencias se abrirá la discusión en torno a las estrategias y desafíos que conlleva su posicionamiento en el actual contexto de migración digital masiva de los museos físicos.

Entre el 7 y 8 de noviembre, a través de las plataformas de YouTube y Facebook del Museo del Mundo (Guatemala) y Humans in Museums (Argentina), estos museos sin muros presentarán la labor de ‘coleccionismo expandido’ que vienen desarrollando y cuestionarán qué define a un museo virtual, en relación con las estrategias comunicacionales que los museos tradicionales han adoptado frente al nuevo escenario de confinamiento y distanciamiento social.

El encuentro se dividirá en cuatro mesas de conversación: Educación y Memoria, en la que participan Museo del Mundo y Museo Q (Colombia); Virtualizar la experiencia, con Humans in Museums y Museu da Pessoa (Brasil); Museos desde las redes, con Museo Di (Chile) y Museo de los Museos (Chile); y Comunicar desde el feminismo, a cargo de los Museos de las Mujeres de Costa Rica y de Chile.

“En este primer encuentro esperamos iniciar una red colaborativa de museos virtuales en América Latina. Sabemos que el concepto de museo virtual se impulsa en la década de los 90 pero, aun así, las definiciones de lo que es siguen siendo ambiguas y poco abordadas desde el oficialismo”, explica Camila Caris, museóloga chilena que vive en Guatemala y co-fundadora de Museo del Mundo. “Estas lecturas apuntan generalmente a creer que ese concepto responde a la digitalización de los museos físicos, pero es más que eso: es una forma de trabajo desde la virtualidad y con las comunidades digitales”.

«Inquietudes Bordadas», de la artista y diseñadora chilena Catalina Larrere, parte de su exposición virtual en el Museo del Mundo. Cortesía del museo.

Una nueva forma de pensar el museo 

Para Camila Caris, la experiencia de diferentes instancias culturales que se posicionan desde la virtualidad, como es el Museo del Mundo -espacio que co-fundó con Esperanza Hidalgo Faúndez (Chile – vive en Guatemala) para visibilizar y difundir el arte popular de diversos países-, les ha llevado a concluir “que el museo virtual es una nueva forma de pensar el museo, sin espacio físico y hasta sin una colección de obras”.

Esto, añade, “en muchos casos resulta incómodo, sobre todo para algunos puristas que defienden la idea de museo en base a una sala de exposición y a una colección”. De este modo, “el museo virtual viene a transgredir las dinámicas tradicionales de lo que se entiende por museo, dado que lo desborda, lo conflictúa y lo deforma”.

Desde pequeñas, Camila y Esperanza se han interesado por investigar las manifestaciones del arte popular, pero no fue hasta el año 2016 cuando se organizaron y unificaron sus colecciones particulares para la creación de Museo del Mundo. Su misión es aportar al debate sobre las divisiones históricas establecidas entre arte/arte popular/artesanías. Además, buscan contribuir a la deconstrucción de la tradición colonial del museo mediante el «coleccionismo educativo», pensado como una herramienta para la construcción de memoria histórica local, abordando el quehacer artístico popular no desde la mirada comercial, sino desde la investigación de aquellos micro-relatos sociales, históricos, políticos, religiosos, culturales o artísticos que contienen estas creaciones en su vínculo con el territorio.

“Trabajar una colección de arte popular hoy día tiene sentido en la medida en que nos aproximemos a estos objetos desde la historia local, pensándolos como exponentes materiales -tanto de tradiciones como de resistencias- de aquellas comunidades o personas que los crean, de modo que su estudio y valoración nos permiten construir relatos afectivos que nos conecten y repensar nuestras identidades desde una mirada decolonial”, explican. 

La colección del Museo del Mundo cuenta con 500 objetos de producción artística popular provenientes de 90 localidades de países como Afganistán, Angola, Argentina, Australia, Bangladesh, Bolivia, Bosnia y Herzegovina, Brasil, Camboya, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Croacia, Cuba, Emiratos Árabes Unidos, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Holanda, India, Kazajistán, Kenia, Kirguistán, México, Montenegro, Nepal, Panamá, Paraguay, Perú, República Checa, Rusia, Senegal, Sudáfrica, Tailandia, Tanzania, Uzbekistán y Vietnam.

Vilma Pérez-Casalet, Conservadora y Restauradora de Patrimonio Nacional Argentino, trabajando en la obra «Ternura», modelada en cera sobre yeso, realizada en París en 1913 por Pedro Zonza Briano. Cortesía Humans in Museums

Museos de experiencias

Fundado por Agostina Lombardo y Mora Caraballo, museólogas y gestoras de patrimonio cultural, Humans in Museums es un museo virtual activista que retrata las experiencias humanas dentro de los espacios museísticos. En su página se comparten retratos fotográficos, entrevistas y ensayos para repensar el funcionamiento y la metodología de las instituciones, además de desarrollar talleres y actividades que generan espacios de diálogo y activan posibilidades dentro de los espacios museísticos.

Al igual que Museo del Mundo, Humans in Museums se propone repensar el concepto de instituciones -museo, centro cultural, galería-, pero a través de las experiencias publicadas en su plataforma digital, las cuales apuntan a posicionar al visitante como responsable de la existencia y permanencia de las instituciones, y visibilizar a los trabajadores de las instituciones como responsables de la transmisión de discursos al servicio de las comunidades.

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«Creo que todos los trabajos de restauración siempre tienen un punto donde uno aprende algo, mucho más si es en el patrimonio nacional. El que no investigue y no haga proyectos sustentables y aplique criterios y metodología, no puede trabajar profesionalmente en un Museo. Y para eso no hay que requerir sólo de presupuesto… siempre algo se puede hacer hasta conseguirlo. Siendo jefa de restauración aprendí a gestionar como nunca, a relacionarme con el otro, a decir que no, y a ser odiada muchas veces. Porque la tarea del conservador es la de generar y establecer protocolos para transmitirlos y hacerlos cumplir entre todos. Además, en esa tarea de cuidar el patrimonio, decimos qué cosas sí y qué cosas no pueden hacer con las obras, o cómo hacerlas; es generar limitaciones, no solamente en el público sino en la gente del museo. Hay que transmitir que para conservar el patrimonio tienen que participar todos los actores del museo».

Vilma Pérez-Casalet, Conservadora y Restauradora de Patrimonio Nacional Argentino.

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Parte del álbum de la familia Semayat Silva e Oliveira (sin lugar, sin fecha). Acervo Museu da Pessoa

Similarmente, el Museu da Pessoa invita a personas, comunidades e instituciones a registrar sus historias de vida para que estas se conviertan en un antídoto contra la intolerancia, en su caso, mediante lo que han llamado Tecnología de Memoria Social. Según Janny Amaya Trujillo, en su investigación Cibercultura y memoria colectiva, “la nueva ecología de los medios es también una nueva ecología de la memoria, un nuevo sistema social de memoria inextricablemente ligado a las tecnologías digitales y la web 2.0”.

En la página de este museo nacido en 1991 (antes de Internet) se lee una frase que resume muy bien lo que se propone: “Escuchar es el primer paso para transformar la forma en que ves el mundo”. Su acervo está conformado por más de 18.000 historias de vida que le han llegado a través de la colaboración espontánea. Ya en 1997 abría su espacio virtual para recibir historias vía email, y desde 2014 los usuarios envían colecciones de historias de vida completas, ya recopiladas. Actualmente, el sitio acoge una exposición online en cuatro episodios sobre las vidas de familias y personajes negros presentes en la colección, bajo la curaduría de Diógenes Moura.

Cortesía: Museo Q (Colombia)

Museos de identidad de género

El Museo Q, por queer, visibiliza las historias y memorias relacionadas con las identidades y las expresiones de género, así como con las orientaciones y las sexualidades no hegemónicas desde el contexto colombiano. Se autodefine como “un proyecto de museología, una intervención curatorial, una cartografía colaborativa, un ejercicio pedagógico, una acción memorial, una plataforma para artistas, y una narrativa LGBTQI+ en permanente construcción”.

Q recoge la noción de museo como un espacio sensible, transformador y dinámico. El museo, en este sentido, es activo en vez de contemplativo, es experimental sin un guion preestablecido, es afectivo y no jerárquico. Como un museo en tránsito, la presencia física de Museo Q es a veces temporal, a veces itinerante y a veces transmutable.

Sus colecciones y archivos no son objetos y reliquias custodiadas para su eterna y perdurable conservación. Al contrario, están en movimiento y conversación, haciendo del museo un espacio efímero de confrontación y de conflicto. “Son voces que buscan interpelar los acontecimientos del pasado con los que se configura el presente. Trabajamos alrededor de la memoria de una comunidad específica pero no por ello enajenada de los discursos nacionales. El cuerpo es también espacio de exhibición, pieza expuesta y narrativa personal”, se lee en su sitio web.

Aunque Museo Q no tiene una sede física permanente, activa espacios y se asocia con otras instituciones y personas para crear proyectos y procesos desde narrativas alternas, como actos de resistencia y resiliencia. En 2018, por ejemplo, mediante un ejercicio curatorial que se materializó en la exposición Libido, reactivó y rearticuló la colección del Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO) para visibilizar historias alrededor del comercio sexual y los encuentros furtivos que se viven en lugares cercanos al museo, como moteles, cines XXX, discotecas y esquinas del histórico barrio de Las Nieves.

Museo Di es la primera iniciativa virtual dedicada a las historias y memorias de la comunidad LGBTIQ+ en Chile. Sus historias e imágenes “salen del clóset” por Instagram y, como lo insinúa su nombre, es un espacio disidente, diversa, diferente y díscola. Bajo la premisa de ‘queerizar los museos”, ha posteado exposiciones como Miradas pospornográficas, del diseñador Ignacio Solís (@visual.sexual), basada en su proyecto sobre el discurso teórico-estético de la pospornografía en Chile. Solís documenta espacios públicos y privados de la ciudad de Santiago que, a través de distintos códigos visuales contra-hegemónicos, dan paso en su espacialidad a encuentros sexuales de carácter fugaz, casual y anónimo entre disidencias sexuales.

El museo también desarrolla el proyecto queerstionario, donde invitades relatan historias LGBTIQ+ en Chile y comparten sus experiencias de vida, o brinda espacio a otros colectivos alineados con su enfoque ‘di’, como la cuenta de Instagram @furialgbtiq.frases, dedicada a documentar y exponer la escritura callejera disidente en el contexto del estallido social, estableciendo un correlato histórico con los rayados de la comunidad LGBTIQ+, históricamente negada.

Fernanda Gormáz, Diez por ciento, parte del Laboratorio Artivismo Feminista, organizado por la Escuela de Arte Feminista (Chile, 2020). Cortesía: Museo de las Mujeres (Costa Rica)

Museos feministas

El Museo de las Mujeres de Costa Rica es el primer museo feminista de Centroamérica. Nacido en 2009 como asociación sin fines de lucro, defiende la igualdad de género y los derechos humanos de las mujeres a través de la pedagogía feminista -cursos, talleres- y exposiciones virtuales que visibilizan a las artistas.

En una entrevista, su fundadora y directora, Claudia Mandel Katz, cuenta que planea incluir en el website del museo nuevos proyectos, como una librería online para la venta de textos de autoras feministas de Costa Rica y otros países, y una editorial feminista de e-books. En el portal ya se encuentra un archivo con publicaciones de investigaciones, trabajos de grado, monografías, ensayos y artículos, además de un listado de museos de mujeres en el mundo.

Entre los contenidos del sitio se encuentra el documental de Mil agujas por la Dignidad, una manifestación textil que se llevó a cabo el 7 de diciembre de 2019 de forma simultánea en más de 83 localidades del mundo -incluidas 21 ciudades chilenas-, marcando un hito en materia de artivismos textiles. Gestado por la artista e historiadora chilena Karen Rosentreter Villarroel, que reside actualmente en Barcelona, el evento convocó a artistas y personas afines al arte textil para crear postales en torno al estallido social en Chile y diversos conflictos de otros países de América Latina.

Otro proyecto incluido en el sitio web del Museo de las Mujeres es Laboratorio Artivismo Feminista. Deconstrucción del espacio público/privado, que estuvo a cargo de la Escuela de Arte Feminista (Chile). Este taller buscó activar en lxs asistentes interrogantes mediante procesos artísticos de experimentación, tomando como referentes a lxs artistas feministas de Abya Yala, las teorías de los diversos feminismos y la actual contingencia del confinamiento mundial, con la finalidad de crear colectivamente una propuesta creativa e irreverente por medio del uso de herramientas análogas y/o digitales para elaborar un fanzine de carácter colectivo.

Fiereza, intrepidez, vehemencia, de Constanza Green Durán, parte de su exposición online «El Retorno de Las Brujas» en el Museo de las Mujeres de Chile. Cortesía de la artista

Fundado en 2018, el Museo de las Mujeres – Chile está integrado por un equipo multidisciplinario e intergeneracional de profesionales y activistas de las áreas de Historia, Artes, Ciencias Sociales, Educación, Humanidades y Ciencias de la Salud, posicionados desde el feminismo y la crítica de género. A través de la investigación, la documentación y la creación artivista, recuperan el protagonismo individual y colectivo de las mujeres en los distintos espacios sociales de Chile -tanto a nivel privado como público-, que ha sido injustamente desconocido e invisibilizado.

Mediante una metodología de trabajo participativa, inter-generacional e inter-seccional, el museo recopila relatos de vida y acciones tendientes a potenciar la incidencia política feminista, esto es, la posición de las mujeres como sujetas activas en los cambios socio-culturales.

El Museo de las Mujeres – Chile busca además ser un espacio de producción y mediación cultural en diversas disciplinas artísticas de mujeres y disidencias, especialmente de obras que con diversos soportes y metodologías de trabajo enlazan Arte y Activismo y critican las relaciones de poder y discriminaciones por género heteropatriarcales.

Coleccionar museos

“En el Museo de los Museos coleccionamos Museos”, dice Esteban Torres Hormazábal, museólogo chileno, miembro del directorio del ICOM Chile, y quien por cinco años fuera Jefe de Educación, Mediación y Audiencias del Museo Violeta Parra, en Santiago. Su proyecto surgió en 2011como una forma de generar una colección virtual sobre los museos y la museología”.

Lo hizo a través de una fan page en Facebook con carácter divulgativo, pero con el tiempo extendió sus redes a Instagram y, desde marzo de este año, tras decretada la pandemia, comenzó a desarrollar el proyecto Museos en Cuarentena en formato streaming, el cual hoy conforma un archivo de reflexiones de 26 de museólogas y museólogos de Iberoamérica sobre la actualidad y futuro de los museos en el contexto de la alerta sanitaria. Estas entrevistas –también disponibles en formato podcast– permiten conocer no solo las experiencias de readecuación de los museos frente al confinamiento, sino que “muestran el lado humano” de quienes en ese momento debían seguir trabajando para un público que se hizo virtual.

Como plataforma sin fines de lucro y de vinculación comunitaria entre profesionales y amantes de los museos, también creó un grupo de WhatsApp abierto, donde mientras se debate y comparte información se va construyendo una red afectiva de personas. “Exploramos este formato más humano, accesible y rápido de comunicación y contención, siendo el primero de su tipo en la región. En el 2021 lanzaremos nuestro sitio web, donde podrán ver nuestra colección colaborativa de experiencias de diferentes personas en museos del mundo”, cuenta Torres Hormazábal.

Museo de los Museos investiga, expone y difunde todo lo que está relacionado con el patrimonio cultural que significan los museos, con fines de estudio, educación y recreo. Todas las actividades que ha venido haciendo, y que se gatillaron como un accionar urgente entre la comunidad museística con el impacto de la pandemia, han ido configurado no solo un repositorio de referencias para consulta, sino una red sólida de museos en Iberoamérica.

El artesano Alexander «Bamboo King» Dempster (Jamaica, 1955). Cortesía: Museo del Mundo (Guatemala)

¿Soltar megas a la red sólo porque tenemos que estar activos?

Christian Díaz, Director de 2 MUSEOS, Bahía Blanca, Argentina

El tránsito hacia la virtualidad, sin duda, se ha visto acelerado por la pandemia y el cierre físico de los espacios culturales. Como señala Camila Caris, “la pandemia ha puesto en jaque el quehacer de los museos tradicionales y demostró que no basta con generar acciones físicas, sino que también es importante utilizar los medios digitales para mantener el vínculo con los visitantes”.

Otro punto que destaca la teórica del arte respecto a los museos virtuales es su alcance. “Si bien el trabajo territorial que hacen los museos físicos es importantísimo para generar conexiones entre las personas, también es cierto que gran parte de los museos tradicionales están emplazados en las ciudades y es más bien limitado su accionar con territorios rurales y otros grupos humanos que no habitan en los centros hegemónicos del conocimiento. La virtualidad es una herramienta aliada para la descentralización”.

“Creo que los museos tradicionales también tienen algo que aprender de los museos virtuales, sobre todo si lo que estamos buscando es decolonizar la visión tradicional del museo y del coleccionismo. Sin embargo, también hay que hacer “un importante trabajo para reducir las brechas en torno al acceso a las tecnologías e internet, uno de los desafíos que tiene el museo virtual”.


El Primer Encuentro de Museos Virtuales tendrá lugar los días sábado 7 y domingo 8 de noviembre en los siguientes horarios: 14:00 horas Centroamérica; 15:00 horas México, Colombia, Ecuador; 17:00 horas Argentina, Brasil y Chile​, y será transmitido en vivo por los canales de YouTube y Facebook del Museo del Mundo y Humans in Museums.

Participan: @museodelmundo_ @huminmuseums @museudapessoa @museoq @museo.di @museodelosmuseos @museodelasmujeres_cr @museodelasmujereschile

Inscripción en el formulario https://bit.ly/2TCx0AH

Quienes no puedan participar de las sesiones en vivo, estas quedarán grabadas y puestas a disposición en la web www.museodelmundo.org.


Editado por Alejandra Villasmil

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