KAPWANI KIWANGA GANA EL PREMIO MARCEL DUCHAMP 2020 CON SU SERIE “FLORES PARA ÁFRICA”
La artista franco-canadiense Kapwani Kiwanga (1978) es la ganadora del Premio Marcel Duchamp 2020 por su serie Flores para África, una investigación sobre las epistemologías de la botánica y su relación con actos de resistencia. Uniendo fitología e historia, el trabajo consiste en réplicas fieles de arreglos florales tomados de archivos audiovisuales que relatan los procesos de independencia de los países africanos. Como una metáfora de la memoria, la artista deja que el tiempo se encargue de marchitarlos a lo largo de su exhibición.
«La riqueza y complejidad del proyecto de Kapwani Kiwanga, una suerte de reflexión entre arte y antropología, abre un vasto programa poético y político, un verdadero laboratorio del pensamiento actual sobre la memoria y los archivos como fuentes de transfiguración del mundo», dijo Bernard Blistène, Director del Centre Pompidou, en París, donde hasta el 4 de enero de 2021 se exhibe su obra junto a la de los otros finalistas del Premio: Alice Anderson, Hicham Berrada y Enrique Ramírez.
El Premio Marcel Duchamp 2020, que consiste en 35.000 euros, fue anunciado ayer tras la deliberación de un jurado compuesto por Bernard Blistène, Gilles Fuchs, Chris Dercon, Michèle Guyot-Roze, Gitte Ørskou, Akemi Shiraha y Marie-Cécile Zinsou.
El proyecto Flores para África, que se expone en el Pompidou como una instalación de 13 composiciones florales sobre plintos bancos, nació en 2013 cuando Kapwani Kiwanga participó en una residencia de creación en Senegal. Desde un enfoque historiográfico, la artista cuestiona la presencia de estos arreglos florales en los eventos diplomáticos vinculados a las violentas transiciones políticas hacia la independencia de los países africanos, para ofrecer así un testimonio del paso del tiempo.
La artista no solo considera a las plantas como testigos de la historia humana, sino que también examina el papel que cumplen en la subsistencia, la automedicación y la autoprotección, según explica la curadora griega iLiana Fokianaki, a cargo de su actual exposición en Formerly Known as Witte de With, en Ámsterdam.
“Kiwanga analiza cómo las plantas pueden transformarse de pharmakon (medicina) a veneno. Para ella, el tenue equilibrio entre estas dos características pone en evidencia otro concepto importante: la opacidad, o la visibilidad e invisibilidad de la resistencia”, tal como lo plantea la teoría de inequidad racial de Édouard Glissant, para quien la opacidad es expresión de resistencia. “La opacidad/oscuridad está en total contradicción con la hipervisibilidad del cuerpo controlado, impuesta por las narrativas dominantes y la apropiación de las prácticas de exposición vistas en la ciencia de la botánica desde el siglo XVI en adelante”.
Kiwanga vincula las historias de resistencia de siglos anteriores con la historia moderna de la lucha por los derechos civiles y el actual movimiento global antirracista, como se observa en un trabajo desarrollado especialmente para esta muestra -en diálogo con la curadora-, inspirado en la emblemática canción Mississippi Goddam (1964), de Nina Simone.
Además de esta exhibición en Ámsterdam, Haus der Kunst, en Múnich, presenta Plot, una serie de eventos artísticos en tres “actos” que se escenifican alrededor de una instalación site-specific compuesta por grandes cortinas semitransparentes al interior del museo, así como en su exterior. La ambientación también incluye esculturas inflables que albergan objetos híbridos biológico-arquitectónicos que hacen referencia a las tecnologías botánicas de la era victoriana.
Simultáneamente, la Galerie Jérôme Poggi, en París, presenta la tercera individual de Kiwanga, titulada Nations, un proyecto que amplía su investigación sobre los vínculos entre las creencias espirituales y políticas, y que se inició durante un viaje a Haití en el año 2009.
Inspirada en la naturaleza sincrética de las prácticas vudú, Kiwanga encargó el bordado de pancartas en Haití a partir de fragmentos de pinturas históricas europeas realizadas entre 1840 y 1876. Ilustrando episodios de la revolución haitiana, las ensambló con otras piezas textiles para formar obras que pueden interpretarse tanto como banderas y pinturas.
Con intencionalidad, Kapwani Kiwanga funde realidad y ficción para desestabilizar las narrativas hegemónicas y crear espacios en los que emerge el discurso de los llamados márgenes. Formada como antropóloga y científica social, la artista ocupa el papel de investigadora en sus proyectos. Su metodología incluye la creación de sistemas y el establecimiento de protocolos similares a los de la experimentación científica para observar las mutaciones de la cultura.
El afrofuturismo, la lucha anticolonial, los sistemas de creencias, la cultura vernácula y popular son solo algunas de las áreas de investigación que inspiran su práctica. Desde una perspectiva más amplia, Kiwanga rastrea el impacto generalizado de las asimetrías de poder colocando narrativas históricas en diálogo con realidades contemporáneas, el archivo y futuros posibles.
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