PINACOTECA DE SÃO PAULO PRESENTA UN PANORAMA DE LOS 30 AÑOS DE CARRERA DE FERNANDA GOMES

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[VERSÃO EM PORTUGUÊS ABAIXO]

La Pinacoteca de São Paulo presenta la exposición Fernanda Gomes, una gran retrospectiva de la artista carioca, que reúne cincuenta obras desde la década de 1980 hasta la actualidad. Comisariada por José Augusto Ribeiro, curador del museo, la muestra se presenta en forma de una gran instalación compuesta por fragmentos –formato recurrente en Gomes–, que se desarrolla a lo largo de las siete galerías temporales en la primera planta de la Pinacoteca, demandando la participación del público en la lectura del trabajo.

La práctica de Fernanda Gomes (Río de Janeiro, 1960) se caracteriza por el uso de materiales ordinarios, como yeso, madera y vidrio, sometidos a operaciones manuales, como atar, unir o simplemente colocar y esparcir en el espacio. La artista reúne estos elementos de su vida doméstica y de sus andanzas por las calles, galerías e instituciones donde exhibe su trabajo.

La exposición en la Pinacoteca se lleva a cabo dos años después de la invitación de la institución. Durante este período, Gomes desarrolló un plan de ocupación de los espacios, que incluía determinaciones y aperturas a la improvisación, diseñando soluciones expográficas específicas para cada ambiente. «De ahí”, dice el curador, “la manifestación de un proceso exigente y meticuloso que va más allá de una reunión de obras».

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El resultado final vino después de tres semanas de trabajo de montaje, durante el cual la artista estuvo en actividad continua por las siete salas expositivas, instalando así una especie de estudio temporal, no abierto al público, un procedimiento generalmente adoptado por ella. El conjunto incluye desde las obras más conocidas, como las esferas de claveles e hilo, una extensión de papeles de cigarrillos quemados y yuxtapuestos, pinturas hechas con pintura y papel, y algunas de sus esculturas cinéticas, hasta obras inéditas que se crearon in situ.

La ausencia total de significado –ni la exposición ni las obras tienen nombre– con piezas pintadas en blanco («ese color que es todos y ninguno al mismo tiempo», explica Ribeiro) termina preservando el aspecto indefinido e inestable del conjunto. “Las piezas tampoco están identificadas en las cartelas habituales del museo, lo que en última instancia favorece las posibilidades de conectarse entre sí, entre ellas y el entorno, sin fecharlas o describir materiales comunes o técnicas peculiares, que requieren más experiencia o trabajo que método», añade la artista.

La producción establece así las propias condiciones de su exhibición con un fuerte sentido de unidad para proponer una experiencia integral sin posibilidad de repetirse, incluso en otro tiempo o espacio. También por estas razones, la famosa dicotomía entre arte y vida es un tema recurrente en las reflexiones de Fernanda Gomes. En entrevistas y textos propios, las declaraciones de la artista sobre el tema apuntan a una indiferencia entre los dos conceptos. Para ella, «las cosas son y están mezcladas», de modo que «la diferencia entre los objetos de arte y los objetos comunes también aparece como un misterio».

La muestra desempeña un importante papel en la programación de 2019 del museo, que ha presentado desde principios de año una serie de artistas pioneros, como Ernesto Neto, Artur Lescher, Hélio Oiticica, entre otros, que han contribuido a expandir el concepto de escultura. 

La exposición está acompañada por un catálogo bilingüe (portugués/inglés) especialmente diseñado por la artista como continuación de su exposición en la Pinacoteca. Al igual que la muestra, las obras se presentan como parte de un gran guion. «Cada pieza se muestra como protagonista de una línea de pensamiento, siempre activada por su propio contexto, y en diálogo con la obra anterior y posterior», explica el director general de la Pinacoteca, Jochen Volz, quien escribe la presentación del catálogo, el que además incluye un texto del curador José Augusto Ribeiro.

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PINACOTECA DE SÃO PAULO APRESENTA PANORAMA DOS 30 ANOS DE CARREIRA DE FERNANDA GOMES

A Pinacoteca de São Paulo apresenta a exposição Fernanda Gomes, uma grande retrospectiva da artista carioca, reunindo cinquenta obras, desde os anos 1980 até hoje. Com curadoria de José Augusto Ribeiro, curador do museu, a mostra é apresentada na forma de uma grande instalação composta de fragmentos, formato recorrente na prática de Gomes, que se desdobra ao longo das sete galerias temporárias do primeiro andar da Pinacoteca, demandando do observador um papel ativo na leitura do trabalho.

Sua prática caracteriza-se pelo uso de materiais ordinários — como gesso, madeira e vidro — submetidos a operações manuais como amarrar, juntar ou apenas posicionar e espalhar no espaço. Esses itens são recolhidos da vida doméstica da artista e durante suas andanças pelas ruas e galerias e instituições onde expõe sua produção.

A exposição na Pinacoteca  concretiza-se após dois anos desde o convite da instituição. Ao longo desse período, Gomes desenvolveu um plano de ocupação dos espaços, que incluía tanto determinações quanto aberturas para a improvisação, projetando soluções expográficas específicas para cada ambiente. “Daí a manifestação de um processo exigente, meticuloso, que vai além de uma reunião de obras”, define o curador.

O resultado final surgiu após três semanas de trabalho de montagem, durante o qual a artista pôs-se em atividade contínua pelas sete salas expositivas, instalando, assim, uma espécie de ateliê temporário, não aberto ao público, procedimento adotado de forma usual por ela. O conjunto apresentado inclui desde trabalhos mais conhecidos – como as esferas de cravos e linha, uma extensão de papéis de cigarro fumados e justapostos, as pinturas feitas com tinta e papel, e algumas de suas esculturas cinéticas – a obras inéditas concebidas in loco.

A total ausência de significação – nem a exposição nem as obras têm nome – com peças pintadas de branco (“essa cor que é todas e nenhuma ao mesmo tempo”, explica Ribeiro) acaba por preservar o aspecto indefinido e instável do conjunto. “As peças tampouco estão identificadas pelas usuais legendas do museu, o que, em última instância, favorece as possibilidades de conexão entre uma e as outras, entre todas e o entorno, sem datá-las nem descrever materiais comuns ou técnicas peculiares, que requerem mais perícia ou labor do que método”, complementa.

A produção institui, assim, as próprias condições de sua exibição: com um sentido forte de unidade, a fim de propor uma experiência integral sem chance de repetir-se, nem em outro tempo ou espaço. Também por essas razões, a famosa dicotomia entre arte e vida é um tópico recorrente nas reflexões de Fernanda Gomes. Em entrevistas e textos de sua autoria, as declarações da artista a respeito do assunto apontam para uma indiferenciação entre as duas noções. Para ela, “as coisas são e estão misturadas”, de forma que “a diferença entre objetos de arte e objetos comuns ainda aparece como um mistério”.

A mostra ocupa um importante papel na programação de 2019 do museu, que vem apresentando, desde o início do ano, uma sequência de artistas pioneiros – Ernesto Neto, Artur Lescher, Hélio Oiticica, entre outros – que contribuíram para expandir o conceito de escultura. 

Fernanda Gomes é acompanhada de um catálogo (português e inglês) especialmente concebido pela artista como continuação de sua exposição na Pinacoteca. Da mesma forma que a mostra, as obras são apresentadas como parte de um grande roteiro. “Cada peça se mostra como protagonista de uma linha de pensamento, sempre ativada pelo próprio contexto, e em diálogo com a obra anterior e posterior”, explica Volz. Inclui introdução do diretor geral da Pinacoteca Jochen Volz e texto do curador José Augusto Ribeiro.

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FERNANDA GOMES

Comisariada por José Augusto Ribeiro

Pinacoteca de São Paulo, Edificio Pina Luz, Praça da Luz 2, São Paulo, SP – 1º planta – galerías temporales

Del 30 de noviembre de 2019 al 24 de febrero de 2020

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