TERESA BURGA CREA NUEVAS OBRAS A PARTIR DE BOCETOS DE LOS AÑOS 70

Alexander Gray Associates, en Nueva York, presenta la primera exposición en la galería de Teresa Burga (1935), figura pionera en el conceptualismo latinoamericano. Desde la década de 1960, Burga ha realizado obras que abarcan dibujo, pintura, escultura y estructuras conceptuales que respaldan la visualización de datos analíticos y metodologías experimentales. La exposición presenta una selección de ilustraciones históricas y dibujos recientes, así como esculturas a gran escala nunca antes realizadas y un nuevo dibujo a la pared, basados en esquemas y bocetos realizados por la artista en los años 70.

Nacida en Iquitos, Perú, y actualmente residenciada en Lima, Burga estudió en la Escuela de Arte de la Universidad Católica del Perú, en Lima, y contribuyó significativamente a la escena artística de vanguardia peruana en ese momento. En 1966, junto con otros artistas visionarios en la capital peruana formó parte del grupo Arte Nuevo, un colectivo interesado en el arte pop, el minimalismo, el arte op y los happenings. Cabe destacar que el grupo solo incluyó a dos artistas mujeres, Burga y Gloria Gómez Sánchez, indicativo de las barreras sociales para las mujeres en ese país, un tema que influiría en la práctica de Burga durante décadas.

Después de obtener su Máster en Arte por la Escuela de Arte del Instituto de Chicago, Burga regresó a Perú en 1970. Adhiriéndose a la experimentación formal, produjo obras que cuestionaban los conceptos tradicionales de trabajo y autoría artística. Al mismo tiempo, respondiendo a las realidades sociopolíticas del Perú, Burga creó una serie que abordaba cómo los sistemas estandarizados, regulados y burocráticos funcionan como aparatos de control y opresión, principalmente hacia las mujeres. A través de la investigación, la recopilación de datos y presentaciones conceptuales, obras críticas como Autorretrato. Estructura Informe, 9.6.1972 (1972) y Perfil de la mujer peruana (1980–81) abordan estos temas. En última instancia, ante un régimen militar represivo que no favorecía el arte conceptual, Burga finalmente se dedicó a ser administradora en la Oficina General de Aduanas de Perú. Durante tres décadas, diseñó soluciones para mejorar la eficiencia administrativa en los sistemas de información digital de la agencia.

Vista de la exposición de Teresa Burga en Alexander Gray Associates, Nueva York, 2019. Cortesía de la galería

Teresa Burga, de la serie Máquinas Inútiles (Florero), 1974/2019, acero soldado, 181.93 x 123.19 x 64.45 cm). Edición de 3 con 1 PA. Cortesía: Alexander Gray Associates.

Teresa Burga, de la serie Máquinas Inútiles (Lámpara), 1974, pluma sobre papel, 28 x 21,50 cm). Cortesía: Alexander Gray Associates.

Teresa Burga, de la serie Máquinas Inútiles (Florero), 1974/2019, detalle. Acero soldado, 181.93 x 123.19 x 64.45. Edición de 3 con 1 PA. Cortesía: Alexander Gray Associates.

A fin de destacar momentos claves de la diversa práctica conceptual de Burga, la exposición incluye dibujos históricos de la serie Máquinas Inútiles, entre ellos Florero (1974) y Lámpara (1974). En estas propuestas conceptuales, Burga describe medidas detalladas y esquemas para la producción tridimensional de objetos escultóricos que traicionan su propia función, haciéndolos «inútiles». En Florero, Burga imagina un florero geométrico como un recipiente poroso, incapaz de retener la hipotética agua que mantendría con vida las flores a contener. De manera similar, Lámpara está diseñada como una lámpara adornada que no puede sostener una bombilla, por lo que no produce luz. Desarrollada a mediados de la década de 1970, cuando Burga examinó las estructuras sociales y las lagunas de su lógica, la serie Máquinas Inútiles considera cómo la utilidad determina el valor.

El anclaje de la exposición lo brinda un dibujo mural a gran escala de la serie Insomnia Drawings, una de las pocas series que continuó desarrollando mientras trabajaba en la Oficina General de Aduanas de Perú. Producidos en el transcurso de treinta años, cuando la artista sufría de insomnio, los Insomnia Drawings se componen de líneas hipnóticas y patrones geométricos que se leen como gestuales, automáticos y espontáneamente informados por el chance. Manipulando proporciones espaciales para crear ilusiones ópticas, cada Insomnia Drawing sugiere un movimiento vertiginoso. Sirviendo como bocetos técnicos para dibujos de pared a gran escala, la serie desestabiliza la noción de autoría ubicua y singular. Al igual que muchos de los trabajos conceptuales radicales de Burga, pueden ser reproducidos por varios autores y en diversos contextos.

Teresa Burga, Insomnia Drawing (8), 1981, bolígrafo negro y rojo sobre papel, 29.53 x 20.64 cm). Cortesía: Alexander Gray Associates.

Teresa Burga, Insomnia Drawing (10), 1989, bolígrafo sobre papel encontrado, 8.89 x 16.83 cm). Cortesía: Alexander Gray Associates.

Teresa Burga, Insomnia (10), Dibujo de pared, 1989/2019, grafito y lápiz de color sobre pared. Dimensiones variables. Cortesía: Alexander Gray Associates.

En dibujos recientes, la artista examina las costumbres culturales y escenas de la vida contemporánea en Perú y otros países. En su nueva serie titulada Niñas Peruanas Cusqueñas, representa a jóvenes indígenas de la región andina de Perú, vestidas con prendas tradicionales. Otros trabajos recientes en la exhibición son una serie de dibujos de disfraces del Carnaval Veneciano, en los que se refleja el interés de Burga por el carácter lúdico del color y los patrones. Formalmente distintos de su trabajo conceptual de las últimas décadas, estos dibujos posicionan a la producción artística como un tipo de labor, recordando sus trabajos de instalación de la década de 1970. Con la distancia mecánica de alguien que pasó gran parte de su carrera trabajando metódicamente con datos, estadísticas y sistemas de información, Burga inscribe al margen de estos dibujos las fechas y el tiempo dedicado a cada uno, haciendo así seguimiento a sus horas de trabajo y descanso.