Homenaje a Francisco Copello

[et_pb_section admin_label=»section»][et_pb_row admin_label=»row»][et_pb_column type=»4_4″][et_pb_text admin_label=»Texto» background_layout=»light» text_orientation=»left» use_border_color=»off» border_color=»#ffffff» border_style=»solid»]

Die Ecke Arte Contemporáneo, en Santiago, presenta entre el 19 y 23 de julio una muestra homenaje a Francisco Copello a diez años del fallecimiento del grabador, instalador, performer, mimo y bailarín chileno, en el marco del ciclo de actividades del X Encuentro del Instituto Hemisférico de Performance y Política de la Universidad de Nueva York (eX-céntrico: Disidencias, soberanías, performance) y la VI Bienal de Performance DEFORMES.

La muestra, que cuenta con la colaboración de Fundación AMA, está compuesta por una serie de fotografías de la performance El mimo y la bandera, un retrato de Copello realizado por el fotógrafo nacional Luis Poirot (arriba) y una recopilación en video con sus performances más emblemáticas, como Bandera (1973), Cuadros de una exposición (1981) o Lana Turner (1983).

La pieza central de la muestra, El mimo y la bandera, documenta la performance realizada por Copello para la Galleria Diagramma (Milán) en mayo de 1975. Una elaborada acción de gestualidad y movimiento basada en la memoria de los acontecimientos históricos ocurridos en Chile el 11 de septiembre de 1973. La fotógrafa Giovanna Dal Magro se encargó de registrar las principales secuencias rítmicas, actitudes y gestos precisos alrededor del símbolo de la bandera chilena. Una sucesión de sentimientos y reflexiones sobre una condición humana desesperada, mezclando recitación, danza y pantomima.

Para el crítico italiano Adriano Altamira El mimo y la bandera es una trágica pantomima alrededor de la bandera chilena manchada de sangre, en que velos, cuerpo y bandera dan el impulso a un acumularse de sentimientos y reflexiones sobre una condición humana desesperada. Una «danza frenada» en la que Copello con la inteligencia de sus gestos y la precisión de sus actitudes logra transformar la terrible epopeya de un pueblo, en parábola, ejemplo, invitando a un nuevo coraje para todos.

[/et_pb_text][et_pb_image admin_label=»Imagen» src=»https://artishockrevista.com/wp-content/uploads/2016/07/13754299_1354849197864284_303787952827994197_n.jpg» alt=»Francisco Copello, El mimo y la bandera. Performance realizada en la Galleria Diagramma (Milán, IT) en mayo de 1975. Cortesía: Die Ecke» title_text=»Francisco Copello, El mimo y la bandera. Performance realizada en la Galleria Diagramma (Milán, IT) en mayo de 1975. Cortesía: Die Ecke» show_in_lightbox=»on» url_new_window=»off» use_overlay=»off» animation=»off» sticky=»off» align=»center» force_fullwidth=»off» always_center_on_mobile=»on» use_border_color=»off» border_color=»#ffffff» border_style=»solid»] [/et_pb_image][et_pb_text admin_label=»Texto» background_layout=»light» text_orientation=»left» use_border_color=»off» border_color=»#ffffff» border_style=»solid»]

FRANCISCO COPELLO

Francisco Copello (Santiago, Chile, 1938-2006) desarrolla su carrera artística principalmente en Italia y Estados Unidos donde vive indistintamente durante 30 años. Regresa a vivir a Chile en la década de los 90.

Su obra se caracteriza por un lenguaje corporal que atraviesa toda su producción artística en distintos formatos: collage, fotografía, grabado, performance, happennings, body art, instalaciones, mimo y pintura. El gran argumento y guión de su trabajo es su propia vida. En varios periodos de creación resalta su experiencia estética con importantes maestros del arte contemporáneo que lo distinguen como un testigo clave de la historia del arte, vista desde el extranjero, desde el margen.

Invitaba a reconocidos fotógrafos y videastas a que registraran sus perfomances, hizo esculturas en colaboración con otros creadores, utilizó su propio cuerpo como soporte o citó a conocidos artistas en sus obras, como a su amigo Warhol, con lo que no sólo rompió el esquema del artista como autor único, sino que liberó su propia figura al no encasillarse exclusivamente en un solo compartimiento de las artes visuales.

Estudió en la Academia de Bellas Artes de Florencia, Italia entre 1962 y 1966, y en Pratt Graphics Center de Nueva York durante 1967. Fue becado por el Fellowship de New York Council of the Arts en 1971. Durante la década del 70 realiza sus primeras incursiones en el campo de la danza y se forma en Nueva York con la coreógrafa Laura Dean, participando en las primeras piezas teatrales de Robert Wilson.

Tras estas experiencias, inicia un trabajo artístico en Italia basado en el cuerpo, que destaca por sus intervenciones en la escena de Milán, específicamente en el circuito del arte corporal que se desarrolla en la Galleria Diagramma (1975-1978); en Génova en la Escuela de Danza de Patrizia Carratu, el teatro Dell’Opera y en el Centro Cultural Campetto 7 (hasta 1984).

En su permanencia en Europa por 10 años sus actuaciones fueron registradas por un grupo de connotados fotógrafos como Guiseppe Pino, Giovanna del Magro, Maurizio Buscarino y Giuliana Traverso.

Entre 1986 y 1995 reside en Nueva York donde se desarrolla como maestro impresor y continúa indagando en las posibilidades plásticas de la performance.

A su retorno a Chile recibe el Premio de la Crítica de Arte 1997 por las exposiciones que realiza en el Museo de Arte Contemporáneo y en la Corporación Cultural de Las Condes. En 1996 se desempeña como docente de body art y expresión corporal en la Universidad de Chile. En 1999 realiza la exposición Antológica de Grabados, Fotografías, Instalaciones, Collages y Videos, en el Museo Nacional de Bellas Artes, dando un testimonio contundente e histórico sobre su experiencia estética. .

El año 2001, con el apoyo del Fondart, realiza una serie de 14 serigrafías sobre papel y tela que posteriormente son expuestas en la Corporación Cultural de Las Condes.

Entre sus últimas figuraciones destaca el lanzamiento del ensayo Fotografía de Performance. Análisis autobiográfico de mis performances que publica Ocho Libros Editores. En 2002 el video artista Claudio Rojas muestra el documental Chilean boy donde narra la carrera del artista. En 2003 tiene lugar la retrospectiva de su obra en la Pinacoteca de la Universidad de Concepción titulada Ejercicios sobre la memoria y performance y en 2005 participa en la colectiva Estelar del Museo Nacional de Bellas Artes .

En el año 2006 y antes de fallecer dejó organizada la exposición Lo mejor de Copello, que reúne sus últimas creaciones y que se presentó en la Sala de Santiago de la Universidad de Talca.

[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]