SEBASTIÁN PREECE: PUERTAS

Sebastián Preece desarrolla una obra que, justificadamente, ha sido denominada como operaciones arqueológicas. Sus trabajos se enmarcan en ejercicios de búsqueda, extracción y recolección. En el 2004 excavó entre ruinas de una casa abandonada y destruida por el terremoto de 1939 y recolectó libros putrefactos registrándolos fotográficamente e instalando parte del muro de adobe en un espacio expositivo de Santiago. En el 2010, trasladó una vivienda rural precordillerana completa al Museo Nacional de Bellas Artes, y en el 2011, en ocasión de la Bienal de Arte de Curitiba, expuso tres mesas a modo de muestrario con centenares de gomas de mascar recolectadas de las calles de esa misma ciudad.

Más recientemente, en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Santiago, presentó junto a Olaf Holzapfel Vivienda en amplitud/Housing in Amplitude, un proyecto instalativo en el que insertaron en el inmaculado espacio del museo rejas, cercos y el esqueleto de una vivienda típica de la Región de Aysén, en la Patagonia chilena, así como también videos sobre el trabajo entre industrial y artesanal realizado en los aserraderos del lugar.

La potente instalación de 280 metros cuadrados que ahora muestra en la sala principal de Galería Patricia Ready refuerza este modus operandi. El artista sustrajo puertas de celdas abandonadas de las dependencias en ruinas de la ex cárcel de Rancagua 58 y las ha instalado -enmarcadas en una construcción tipo biombo- en la prístina sala de esta galería, ubicada en uno de los barrios más acomodados de Santiago.

Las puertas, fragmentos de una realidad y tiempos pasados, contienen en sí los vestigios tanto de cuando fueron usadas como de su abandono. La reflexión va más allá de la descontextualización de los objetos y da cuenta “de las huellas de vida que están impregnadas en los elementos”, según el artista. Pero sacadas de su contexto, y al detenernos en sus cualidades meramente formales, también se nos presentan como pinturas o decollages en si mismos.

Estas piezas contienen una profunda y rica lectura. Son barreras, límites que contienen y controlan, son archivos de comportamientos, memorias y de experiencias de habitabilidad. Preece hace una protección de lo arruinado y destruido.