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ÓRBITAT: UNA PLATAFORMA PARA CONECTAR FORMAS DE CONOCER Y HACER EL MUNDO

Por Francisco Reyes Ahumada

En julio de este año se llevó a cabo el lanzamiento virtual de órbitat, una plataforma digital colaborativa que busca activar las conexiones existentes y posibles entre arte, ciencia, saberes indígenas y tradicionales, historia de la ciencia, eco-activismo, ciencia-ficción, filosofía, educación, y otras maneras de corporizar nuestra realidad y los imaginarios que la exceden, desde una perspectiva latinoamericana.

El proyecto fue concebido por Óscar Santillán, artista y cibernetista ecuatoriano residente en Holanda; Ana María Raad (Ecuador – vive en Chile), antropóloga, experta en educación e innovación; Ricardo Coello Gilbert, artista, diseñador y comunicador visual ecuatoriano; y Ana María Gómez López, artista y antropóloga forense colombiana residenciada en Holanda, quienes ya venían trabajando en diversas formas de conocer y hacer el mundo.

Esta comunión de intereses les lleva a articular órbitat como un espacio de reflexión sobre asuntos urgentes, como la hostilidad de las políticas públicas frente a las diversidades identitarias y ecosistémicas de Latinoamérica. En el caso de Ricardo Coello, desde su crítica a las narrativas cristianas fundacionales del relato Occidental y sus tensiones con la ciencia, los derechos humanos y la sociedad laica; en el caso de Ana María Gómez López, desde una obra que explora las nociones de la historia de la ciencia, como la auto-experimentación, la antigua tradición médica en la que los científicos prueban tratamientos, remedios y prototipos en sí mismos.

Oscar Santillán, en cambio, desarrolla su trabajo partiendo de episodios perdidos o pequeños detalles menospreciados de la historia de la ciencia y el conocimiento, especialmente de Latinoamérica. Sus obras más recientes sobre astronomía, cosmologías indígenas y ciencia ficción dan cuenta de ello.

Ana María Raad, en tanto, ha venido investigando desde hace una década las intersecciones entre la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología, desarrollando iniciativas STEAM (siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas) que potencian la interdisciplinariedad pedagógica.

Así, en órbitat confluyen, por ejemplo, el estudio de los cuerpos astronómicos con las cadenas de ecosistemas terrestres; la recuperación arqueológica de civilizaciones precolombinas con la restitución de pasados y desafueros invisibilizados; o el reconocimiento de cosmovisiones indígenas y afrodescendientes con la concepción de futuros alternativos y pluriversos para el continente.

Ricardo Coello Gilbert, Dolores Cacuango (1881-1971) (Activista por los derechos indígenas. De la serie “Susurros en la infinidad”), 2019, lápiz sobre papel, tira de papel y papel impreso, 48,2 x 38,4 cm. Cortesía del artista.
Ricardo Coello Gilbert, Dolores Cacuango (1881-1971) (Activista por los derechos indígenas. De la serie “Susurros en la infinidad”), 2019, lápiz sobre papel, tira de papel y papel impreso, 48,2 x 38,4 cm. Cortesía del artista.

El encuentro de lanzamiento online, titulado Trans_Americas, sirvió para entablar una primera conversación sobre el cruce entre arte, filosofía y ciencia latinoamericanas, mediante las intervenciones de los filósofos y escritores Mayra Roffe y Juan Pablo Anaya, de Aparato Cifi (México), Sebastián Vidal Valenzuela, académico, investigador y curador chileno; y Yamila Miguel, astrónoma argentina. La reunión estuvo mediada por Ana María Gómez López y Óscar Santillán.

“Son conversaciones que se venían dando hace ya varios meses. Quizás el hecho de la pandemia y de poder utilizar la tecnología para juntarnos ayudaron a activar este primer encuentro y a materializar este espacio/plataforma convocante”, dicen Ana María Raad y Óscar Santillán.

Óbitat cree en la necesidad de visibilizar visiones del mundo a las que, de momento, no se les reconoce la relevancia social o histórica que merecen, así como la capacidad de anticipar nuevas conexiones en medio de cambios acelerados, como los del momento actual. Considerando a la región latinoamericana como un centro válido y de importancia para el aprendizaje e investigación de nuestra realidad e imaginario, así como la importancia de lo interdisciplinario, Santillán evoca la película Memorias del Subdesarrollo (1968), el clásico del cine cubano dirigido por Tomás Gutiérrez Alea, donde “se menciona que una de las señales del subdesarrollo es la incapacidad para relacionar las cosas”.

“Más allá de que este tipo de lenguaje crítico de esa época suene ya algo anacrónico, esta cita apunta a algo de clara actualidad. Órbitat precisamente apunta a tejer conexiones entre diversas formas de conocer. Desde esas intersecciones es que se crean nuevos entendimientos, aproximaciones a un mundo y una sociedad cada vez más compleja. Es una forma de enriquecer las distintas áreas y las disciplinas académicas, de quebrar nuestra propia costumbre de autoimponernos distinciones inútiles entre arte y vida, entre arte y ciencia. Vivimos en un mundo que se ha acostumbrado a lo binario, a la hiper especialización, al blanco y negro… En ese sentido, órbitat apunta justamente a desentramar ese paradigma e integrar miradas, ampliar los sentidos e interpretaciones”, agregan Raad y Santillán.

Ana María Gómez López, Punctum v.5, 2018. Foto: Pamela Jordan
Ana María Gómez López, Punctum v.5, 2018. Foto: Pamela Jordan

En cuanto a su metodología, órbitat es una plataforma que tiene tres vidas simultáneas: primero, los encuentros entre artistas, científicos e investigadores; segundo, la educación desde una visión amplia, que implica desarrollar aprendizajes desde un ámbito que emerge; y tercero, el desarrollo de una red que en el futuro permita la creación de proyectos concretos entre artistas y científicos de la región.

“Todo esto, nuevamente, pensando y actuando desde Latinoamérica como un espacio cosmopolita de generación de conocimientos, no simplemente de consumo de conocimientos ni únicamente como crítica a Occidente. De ahí que los cuatro fundadores participemos de alguna manera desde países como Ecuador, Chile, Colombia, aunque algunos pertenezcamos a la diáspora”.

Actualmente, el equipo está preparando un próximo encuentro para finales de octubre, y está abierto a conectar con iniciativas, personas y organizaciones que buscan objetivos similares. “Mirando a futuro, quisiéramos ver, por ejemplo, que en nuestras escuelas se lea críticamente la ciencia-ficción, que en nuestras comunidades las niñas aprendan robótica desarrollando la creatividad y capacidad de diseñar soluciones, y que las artesanías y los artefactos milenarios sirvan como punto de partida para dibujar el entorno digital y tecnológico global”.

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