PATRICIA DOMÍNGUEZ: TRES LUNAS MÁS ABAJO

En Tres Lunas más Abajo, la búsqueda de la protagonista se transforma en una plegaria por integrar las capacidades de tecnologías avanzadas en su ser biológico y espiritual, con el fin de reconectarse con su partícula entrelazada. A medida que reflexiona sobre esta relación, se cuestiona si su entrelazamiento puede manifestarse con una máquina, un pájaro herido o incluso una estrella distante de la galaxia de Andrómeda.

En su viaje, abraza las tecnologías de las máquinas, anhelando la visión y las capacidades sensoriales que estas le brindan, lo que le permite establecer nuevas formas de interacción con los animales, los cuerpos celestes y las fuerzas desconocidas que habitan en el mundo. Así, nuestra protagonista recorre espacios ancestrales y científicos, desde un petroglifo en el desierto de Atacama hasta el observatorio astronómico de La Silla en Chile. En esta travesía, busca la guía de un ser de las Pléyades, quien ya ha logrado acoplarse a su partícula entrelazada en la Tierra.

En su nueva y esperada película, Patricia Domínguez profundiza en rituales, saberes ancestrales y las fronteras de la ciencia, invitándonos a contemplar el universo desde perspectivas alternativas, más allá de lo visible y tangible. Con su estreno el 17 de septiembre en la galería londinense Cecilia Brunson Projects, Domínguez reafirma su lugar como una de las artistas chilenas contemporáneas más relevantes.

Esta obra, sucesora espiritual de su aclamado trabajo Matrix Vegetal (2022), es el resultado de su participación en la Residencia Simetría, que le brindó acceso a los experimentos de física cuántica en el CERN (Ginebra) y a las instalaciones astronómicas del European Southern Observatory (ESO) en Chile.

Tres Lunas más Abajo es una exploración cinematográfica que cruza los planos espiritual y cuántico. En este universo ficticio, los experimentos de física del CERN y los observatorios del desierto de Atacama convergen con antiguos petroglifos, creando portales por los que la protagonista y su compañero, un pájaro robótico, atraviesan hacia otras realidades. Juntos, consultan a seres místicos y adquieren las habilidades de antenas celestes y detectores de partículas, mientras peregrinan al radiotelescopio ALMA y al Gran Colisionador de Hadrones del CERN, dos máquinas que representan el límite del entendimiento tecnológico de la realidad.

Las imágenes personales, futuristas y sobrenaturales de Domínguez surgen de una extensa investigación que abarca sitios experimentales, estudios de etnobotánica y prácticas espirituales sudamericanas de sanación con plantas. La película refleja el deseo de sentir, experimentar y aprender a través de estas interrelaciones, ofreciendo una visión del mundo como un vasto nudo cósmico.

Al fusionar saberes ancestrales con la ciencia contemporánea, Domínguez nos invita a expandir nuestra comprensión del universo y a establecer vínculos entre todos los seres vivos, las máquinas y otras entidades. Este trabajo se convierte en una aventura de descodificación y recodificación de nuestra realidad, sugiriendo formas de existencia más sostenibles y solidarias.

Entre las inmensas máquinas del CERN, que buscan las partículas más pequeñas del universo, y el monumental conjunto de radiotelescopios del desierto de Atacama, que forman la antena más sofisticada y sensible del planeta, Domínguez encuentra un equilibrio entre el pensamiento científico y el onírico.

La película culmina con el Gran Colisionador de Hadrones instando a la protagonista a que se aleje y se permita soñar, un momento en el que finalmente logra conectar con su partícula entrelazada. Para Domínguez, el video plasma las experiencias más significativas de su propio «peregrinaje» a estos lugares y conceptos.

«Matrix Vegetal fue mi ‘puerta vegetal’ al universo chamánico y a la inteligencia de las plantas; esta nueva obra es su espejo: una ‘video puerta’ que explora el misticismo y el ritual mientras navega por la ciencia fundamental y la tecnología de vanguardia», comenta Domínguez.

Tres Lunas más Abajo se presenta en una instalación inspirada en la arquitectura del Experimento Subterráneo de Neutrinos del CERN, un detector de partículas que cuenta con una gigantesca cámara dorada llena de argón líquido. Esta instalación totémica, concebida a modo de altar, como en otros trabajos de la artista, incluye acuarelas y las águilas robóticas de la película, que actúan como guardianes, guiando a los visitantes hacia el mundo híbrido que propone Domínguez. Con ojos de láser y detectores de movimiento, estas aves pían y escanean la habitación cuando entran los visitantes.

Las obras de Tres Lunas más Abajo, que examinan la ausencia de distancias entre los espacios espirituales y cuánticos, conforman un todo especulativo y totalizador, a la vez ancestral y futurista. Domínguez desdibuja la separación entre los antiguos registros que documentan ciclos lunares y la vida en el desierto, y los observatorios modernos que ahora coexisten en ese mismo espacio.

El estilo altamente técnico de las acuarelas proviene de su formación en ilustración botánica, otro punto de convergencia entre el arte y la ciencia. Estas obras están adornadas con piedras preciosas y semipreciosas que acentúan su cualidad celestial y luminiscente. A través de estas composiciones, se nos recuerda que la maquinaria del CERN, dispositivos cotidianos como nuestros teléfonos e incluso tecnologías aparentemente inmateriales, como la inteligencia artificial, dependen de cuarzos y metales extraídos de la tierra. Este trabajo busca reconectar esta imaginería de otros mundos con el tangible y avasallante paisaje del desarrollismo y el extractivismo, invitándonos a reflexionar sobre las implicaciones ecológicas y éticas de nuestra relación con la tecnología y la naturaleza.

Domínguez llegó a la Residencia Simetría con la idea de documentar las máquinas que encontraría allí. Sin embargo, lo que emergió fue una secuencia de imágenes cada vez más fantásticas e incorpóreas. A través de estas pinturas, se expresan deseos inalcanzables, antes inimaginables, desbloqueados por las enseñanzas teóricas de los astrónomos y físicos cuánticos en el CERN. Al finalizar la residencia, la artista adquirió una comprensión más profunda de nuestros entrelazamientos infinitos a lo largo del universo, así como una conciencia de los límites extremos de nuestra percepción y un anhelo por sentir y descifrar estas conexiones.

Vivir y trabajar en Puchuncaví, Chile, inspira a la artista a cuestionar y reimaginar las interconexiones entre todos los seres. En este entorno, la belleza natural de la región contrasta con los desafíos del uso intensivo de recursos y el desarrollo industrial, lo que la impulsa a explorar cómo la huella del extractivismo impacta tanto en el paisaje como en su vida cotidiana.

A lo largo de su obra, Domínguez ha utilizado imágenes y conceptos de la ciencia ficción, la teoría especulativa, el corporativismo, el catolicismo, las cosmologías indígenas y otras prácticas espirituales para dar sentido a teorías abstractas, como las que exploró durante su residencia, incluido el entrelazamiento cuántico.

Además de su práctica artística, Patricia Domínguez es fundadora de Studio Vegetalista, una plataforma experimental que busca interrelacionar saberes ancestrales con la contemporaneidad. Su obra Tres Lunas más Abajo consolida su estatus como una de las pensadoras más progresistas en la intersección del arte, la ciencia y la ecología. Este año, su trabajo ha sido invitado a prestigiosos eventos como la primera Bienal Klima de Viena, el programa General Ecology de la Serpentine en Londres, y la exposición ARTEONICA en el Museo de Arte Latinoamericano (MOLAA) de California, como parte de la iniciativa PST-ART del Getty.

Otro proyecto destacado es Future Ours, que Domínguez curó junto a Hans Ulrich Obrist y Jeppe Ugelvig, actualmente expuesto en la Asamblea General de la ONU en Nueva York. También participará en el ciclo de proyecciones Modern Mondays en el MoMA de Nueva York, que abrirá el 11 de noviembre, y Cosmotechnics en FACT Liverpool, cuya inauguración está programada para el 8 de noviembre. Su obra también formará parte de Itinerarios XXIX, que presenta los proyectos de seis artistas seleccionados por un jurado externo en la convocatoria de las Becas 2022. La exposición se inaugurará el 23 de noviembre en el Centro Botín de Santander (España).

Tres Lunas más Abajo cuenta con el apoyo de Arts at CERN, los Observatorios ESO (ALMA y La Silla), Pro Helvetia Sudamérica, la Corporación Chilena de Video, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile, Beca de Arte de la Fundación Botín y Cecilia Brunson Projects, donde se podrá ver hasta el 25 de octubre de 2024.

La publicación digital asociada está diseñada en colaboración con bate.work y presenta fotografías análogas capturadas junto a Emilia Martín Espinoza.

Video escrito, dirigido y editado por: Patricia Domínguez.
Dirección de fotografía y cámara: Emilia Martín Espinoza.
Música: Futuro Fósil.
Sonido directo y panel solar transductor sonoro de luz: Ce Pams.
Actuación: Claudia Blin, Ricardo Vergara, Peucos y Tiuques heridos, Abu y Pony.
Diseño de Color y VFX: Thomas Woodroffe.
Acompañamiento en proceso creativo de guion: Emilia Martín Espinoza.
Acompañamiento en proceso creativo de diálogos: Antonia Taulis.
Creación de ave robot: Taller Dínamo.
Falso Pleyadiano: O’Ryan Lab.
Artefacto de mano: Siaré Joyas
Lunas 3D: Álvaro Muñoz.
Cantos de Macarena Reyes, sonidos de Atacama Large Millimeter por Array Soundbank, cuecas cuánticas escritas por Luis Fernando Castro González e interpretadas por Los Chinganeros (2021), voces de Claudia Blin, Eduardo Navarro y Patricia Domínguez y Text to Speech Nuance.
Agradecimientos al artista Yunchul Kim / Studio Solus Locus, por permitir grabar en su instalación Chroma VII del CERN Science Gateway.