ANAIS VASCONCELOS: PERRA MELANCOLIK

Por Luis Hampshire | Curador

Un ser desclasado. Inadecuado. Uno que tuerce el mundo al introducir una perspectiva en la que todo cambia. Una existencia vértigo, un amor fati, una deriva que encuentra nuevas constelaciones de elementos dispares en el día a día. No ser eso que se dice debe de ser. Ser otro. El cuerpo como una zona de destello (iluminación y estallido) no sólo como situación sino también como actuación. Dimensión ritual, dramática y teatral; conjunto de actos, gestos y puestas en escena reiterativas y/o la indisciplina total que altera lo anterior, porque Existen, según el Manifiesto Transchanga: “bestias, humanoides, primates, pequeñas criaturillas que juegan a los civilizados en la jungla de asfalto. (…) que prefieren la locura y la desobediencia, la incivilización”.

Las estrategias pictóricas, collage y ensamble que Anais Vasconcelos plantea se pueden leer como una serie de registros, Déjà vu semánticos, intervenciones en la continuidad de la imagen y la interrupción del ser, un ser en la deriva que disiente y propone una mitología personal, alternativa melancolik que no teme al colapso, al ruido intencionado, a la implosión sino que insiste en la conexión, la experimentación y en la apertura de un cuerpo no solo como un objeto estático, sino también un escenario activo donde se desarrollan historias y se transmiten mensajes de añorar un futuro que se nos escapa. De ahí la insistencia de la estrategia de montaje como una extensión que plantea escenarios que inventan otras temporalidades; es leer el cuerpo del otrx como un palimpsesto. Una enmarañada madeja de ilusiones, deseos y frustraciones que proponen que vivir es querer ser diferente.

ANAIS VASCONCELOS: PERRA MELANCOLIK

Colección Zarur, C. Jilgueros 703, Bodega 18, El Campestre La Venta del Astillero, Zapopan, Jal., México

Hasta el 31 de agosto de 2024