LUCÍA PIZZANI: RITES, SEEDS AND REFUGE
Por Anna Souter
Trabajando con una diversidad de medios que incluyen la escultura, la instalación y el collage, el mundo creativo de Lucía Pizzani teje una danza íntima entre personas, tierra y plantas. Su actual exposición individual en Cecilia Brunson Projects en Londres reúne un extenso cuerpo de investigación en curso sobre migraciones interespecies, rituales antiguos y dispersión de semillas.
Esculturas totémicas de arcilla impresas con vainas de semillas flotan sobre balsas de cáscara de coco, mientras deidades vegetales en collage miran desde las paredes. Afuera, plantas tropicales emergen de recipientes con forma de rostro, brotando de forma híbrida.
“Son intentos de humanizar el mundo vegetal”, dice Pizzani, quien cursó estudios de periodismo y biología de la conservación y trabajó durante años en el movimiento ambientalista venezolano. “A menudo tenemos una relación mucho más cercana con los animales que con las plantas. Para ver el cambio y el movimiento en las plantas, el período de observación tiene que ser muy largo. Solo recientemente, en las culturas occidentales, estamos comenzando a entender la inteligencia vegetal”.
La exposición incluye una serie de imágenes en collage de deidades híbridas y formas vegetales que recuerdan a objetos rituales. Estos collages están hechos con papel amate, elaborado a mano a partir de corteza de árbol por artesanos indígenas.
Pizzani se sintió atraída por este tipo de papel porque “está hecho con la piel del árbol, principalmente de especies de Ficus, utilizado por las culturas mesoamericanas en sus primeros códices. La producción de este papel fue prohibida por los colonizadores españoles, ya que el papel es una forma de distribuir información. Así que para ellos era una forma de resistencia seguir produciendo papel, que todavía se puede comprar en los mercados locales. Esta es una de las formas de relacionarse y representar los espíritus de los árboles”.
Pizzani explica que el conjunto de obras presentado en Rites, Seeds and Refuges tiene sus raíces en un proyecto que realizó en Casa Wabi (Oaxaca, México) en 2021, cuando comenzó su característico proceso de impresión con plantas.
“También se vincula a trabajos anteriores, como los de mi exposición de titulación, en la que hice impresiones de mi cuerpo en las paredes de un espacio”, continúa. “Estaba mirando el trabajo de Ana Mendieta y la idea de la huella, y lo que ella estaba haciendo en el entorno, tratando de conectarse con la tierra en su condición de migrante o exiliada”.
Cuando comenzó a trabajar con maíz en la Ciudad de México mientras hacía una residencia en Fundación Marso en 2019, también indagó sobre “una deidad centroamericana relacionada con la cosecha del maíz, donde el sacerdote usaba la piel de un guerrero derrotado. Me interesaba esta idea de dos pieles en un cuerpo, pero me di cuenta de que todo volvía al maíz, que es tan importante para las Américas. Es nuestro pan, y está relacionado con muchos mitos de creación en las culturas americanas”.
Estas ideas múltiples se consolidaron cuando comenzó a traer maíz de regreso al Reino Unido. “Las esculturas adquirieron un nuevo elemento, uniendo dos territorios: arcilla inglesa impresa con maíz centroamericano”.
En las manos de Pizzani, el maíz se convierte en un símbolo de migración, contando una historia entrelazada de humanos y plantas. Las obras totémicas resultantes están cargadas con los lugares y las especies que conforman la identidad y la ascendencia.
La impresión del maíz tiene una cualidad que recuerda a la piel de serpiente, escamas o armadura tejida, sugiriendo paralelos entre los reinos vegetal, animal y humano. “Comencé a coleccionar imágenes de pangolines y otros animales que tienen armadura protectora o espinas”, dice Pizzani. “Luego, cuando brotó la Covid, el pangolín fue identificado como una posible especie portadora de la enfermedad”.
“Entonces, traté de revertir el discurso dominante: en lugar de decir que esta enfermedad proviene de los animales o de la naturaleza, deberíamos decir que la enfermedad proviene de los humanos interfiriendo con los ciclos de la naturaleza. La pandemia surgió de la crisis ambiental”.
Debido a la diversidad de especies que se encuentran en el bosque, los virus se dispersan por el entorno, reduciendo su impacto. “Descubrí que el bosque usualmente absorbe virus”, continúa. Sin embargo, la deforestación y la consecuente pérdida de biodiversidad concentran la propagación de enfermedades y aumentan la probabilidad de que los humanos entren en contacto con contaminantes. “Estoy más convencida que nunca de que la naturaleza es un refugio”, dice Pizzani.
El cambio, sugiere, solo puede ocurrir a través del respeto, la empatía y el reconocimiento de lo sagrado. “En la espiritualidad de las cosas, respetas las cosas por lo que son. Un árbol puede ser un árbol madre, asegurándose de que otros árboles estén saludables. Y eso hace que el bosque sea un espejo para nosotros; si el bosque está saludable, nosotros también”.
Lucia Pizzani: Rites, Seeds and Refuge continúa en Cecilia Brunson Projects, Londres, hasta el 9 de agosto de 2024.
También te puede interesar
CLAUDIA MARTÍNEZ GARAY: A LAS REVOLUCIONES, COMO A LOS ÁRBOLES, SE LES RECONOCE POR SUS FRUTOS
El recorrido físico de esta muestra supone una experiencia hermenéutica, no solo por la estética envolvente de su composición, sino por las relaciones de escala que en ella se establecen: cerámicas miniaturas ante las...
Carlos Aires:nothing New
ADN Galería presenta "Nothing New", exposición individual de Carlos Aires (España, 1974), artista multidisplinar reconocido internacionalmente por su visión crítica hacia la sociedad actual y por su investigación en la representación del poder. El...