SEBA CALFUQUEO: LA VOZ DEL RÍO
[VERSÃO EM PORTUGUÊS ABAIXO]
La artista chilena de origen mapuche Seba Calfuqueo (1991) presenta La voz del río, su primera exposición individual en la Galería Marilia Razuk, que reúne video performances, dibujos y obras en cerámica con el «río» como punto de partida.
Basándose en las cosmovisiones indígenas de Sudamérica y en la injerencia de proyectos hidroeléctricos en los cauces, la artista narra historias de conexión y defensa de estos cuerpos de agua, trazando paralelos entre la comunidad mapuche y los pueblos indígenas de la Amazonía.
Las obras de la exposición hacen alusión a proyectos extractivistas y centrales hidroeléctricas que, además de causar un grave impacto ambiental, amenazan la cosmovisión indígena, que concibe el territorio como una extensión de su propio cuerpo.La voz del río se presenta en paralelo a la 22ª Bienal Sesc_Videobrasil, donde la artista participa con el video ¿Chumal elkaniengeal? (¿Para qué guardar?) [2022]. Además, recientemente participó en la feria Artissima (Italia), en el sector organizado por Jacopo Crivelli Visconti, e inauguró su muestra individual Pacificación en el Palacio Pereira de Santiago. Entre sus últimas performances se encuentran Cu-tter (Americas Society, Nueva York) y Flowing like waterfall, en la Haus der Kulturen der Welt (Berlín).
A VOZ DO RIO
Por Jacopo Crivelli Visconti
«En Chile sigue vigente el Código de Aguas de 1981, redactado durante la dictadura de Pinochet. Este documento define las aguas de Chile como un bien comercializable». Así comienza el texto escrito por Seba Calfuqueo que sirve de contrapunto a las imágenes de su cuerpo inmerso en las aguas del río Cautín, y literalmente atado a la naturaleza que le rodea, en Kowkülen (Ser líquido), una video performance de 2020.
En este trabajo, la artista propone un recorrido simultáneo por el río y a través de su propio cuerpo. La asociación entre la fluidez del agua y la de su identidad, una metáfora recurrente en su producción más reciente, opera como un cuestionamiento crítico a las estructuras binarias impuestas por órdenes coloniales de diversa índole, así como a las consecuencias del predominio de estas estructuras en la sociedad global y, en lo específico, en la cultura mapuche contemporánea, algo que la artista ya había abordado en una de sus obras anteriores, You Will Never Be a Weye (2015).
Como ha dicho la propia Seba, su obra constituye, para ella y simbólicamente para toda la comunidad mapuche, una forma de «apropiarse de una historia y un lugar que históricamente nos han sido negados». A Voz do Rio, su primera exposición en la Galería Marília Razuk ratifica esta estrategia de reapropiación del territorio y las tradiciones, a través de un conjunto de obras muy diversas desde el punto de vista de los materiales y las técnicas utilizadas, pero extremadamente coherente en su relación con el agua, elemento central de la cosmología y la cultura mapuches.
La manera en que Seba consigue abordar simultáneamente cuestiones de género y raza, debates culturales locales y globales, y amenazas sociales y ecológicas urgentes y universales es probablemente una de las características más reconocibles y fascinantes de su trabajo. Tray Tray Ko (2022), el otro vídeo incluido en la exposición, hace explícitas estas relaciones de forma poética y lírica.
La verdadera protagonista de la obra es el trayenko, la cascada a la que se dirige la artista en su acción, un espacio sagrado donde tienen lugar numerosos rituales y prácticas del pueblo mapuche, tanto por la presencia del agua en sí como por la abundancia de lawen, plantas medicinales y curativas que crecen alrededor de los trayenko.
Portando un largo manto azul que serpentea por el bosque como si fuera un segundo río, la artista vuelve a explicitar la inseparabilidad de su cuerpo con la naturaleza y, a su vez, con las prácticas ancestrales de su pueblo. En otras palabras, el cuerpo de Seba Calfuqueo es literalmente parte integrante e inseparable del territorio mapuche.
Perfectamente consciente de las lógicas capitalistas que definen, de forma casi siempre inmediatista y desastrosa, la relación con el medio ambiente en Chile, América Latina y la mayoría de los países del mundo, la artista también ha creado un conjunto de maquetas de centrales hidroeléctricas, tres situadas en Chile y dos en Brasil, que ocupan el centro de la sala, casi reafirmando la centralidad ineludible de esta lógica en cualquier contexto.
Las maquetas también funcionan, en cierto modo, como un monumento silencioso y mínimo a las luchas de los pueblos indígenas contra los proyectos de infraestructuras depredadoras como las represas hidroeléctricas, con frecuencia presentadas como «energía verde», pero que suelen acarrear, en palabras de la artista, «impactos medioambientales nefastos, destruyendo la cosmovisión indígena que entiende el territorio como parte de su propio cuerpo».
Una de las infraestructuras reproducidas, quizás la más simbólica, es la Central Ralco, ubicada en Alto Bío Bío, parte del territorio Mapuche/Pewenche en el sur de Chile. La represa fue instalada a pesar de las manifestaciones de las mujeres de la comunidad Mapuche local, que intentaron infructuosamente defender el lefwü [río] de la empresa hispano-italiana Endesa, que terminó inundando un territorio indígena donde también se encuentra un cementerio con más de 700 cuerpos, hoy bajo las aguas.
Los rostros de estas mujeres, la memoria de su lucha y, simbólicamente, de los cuerpos mapuches reiteradamente violentados, borrados y enterrados desde el inicio de la colonización, son el tema de una serie de dibujos que más directamente conecta el ámbito espiritual y casi místico de los videos con el carácter explícitamente militante de las maquetas.
La saga de las mujeres que luchan por proteger un espacio que es sagrado e intocable porque es también parte integrante de un cuerpo colectivo y comunitario que las define y del que son inseparables, es el lugar donde se encuentran los dos polos que delimitan el espacio en el que se desarrolla la obra de Seba Calfuqueo. Una obra que, como el manto azul que la artista lleva como un río en Tray Tray Ko, serpentea y se amolda al lugar en el que aparece y toca diferentes técnicas y temas, consiguiendo así ser una y, al mismo tiempo, muchas.
[PORTUGUÊS]
A artista chilena de origem mapuche Seba Calfuqueo (1991) apresenta A voz do rio, sua primeira exposição individual na Galeria Marilia Razuk, que traz performances em vídeo, desenhos e trabalhos em cerâmica tendo o «rio» como ponto de partida.
Com base nas cosmovisões indígenas da América do Sul e na ingerência de projetos hidrelétricos nos leitos dos rios, a artista narra histórias de conexão e defesa desses corpos de água, traçando paralelos entre a comunidade mapuche e os povos indígenas da Amazônia.
As obras da exposição fazem alusão aos projetos extrativistas e às usinas hidrelétricas que, além de causarem um grave impacto ambiental, ameaçam a cosmovisão indígena, que concebe o território como uma extensão de seu próprio corpo.
A voz do rio é apresentada em paralelo à 22ª Bienal Sesc_Videobrasil, onde a artista participa com o vídeo ¿Chumal elkaniengeal? (Por que manter?) [2022]. Também participou recentemente da feira Artissima (Itália), no setor organizado por Jacopo Crivelli Visconti, e inaugurou sua exposição individual Pacificación no Palacio Pereira, em Santiago. Suas últimas performances incluem Cu-tter (Americas Society, Nova York) e Flowing like waterfall, na Haus der Kulturen der Welt (Berlim).
A VOZ DO RIO
Por Jacopo Crivelli Visconti
“No Chile, o Código das Águas de 1981, redigido durante a ditadura de Pinochet, ainda está em vigor. Esse documento define as águas do Chile como um bem comercializável”. Começa assim o texto, escrito por Seba Calfuqueo, que funciona como um contraponto às imagens de seu corpo imerso nas águas do rio Cautín e literalmente atado à natureza que o rodeia, em Kowkülen (Ser líquido), vídeo performance de 2020.
Nesse trabalho, a artista propõe um percurso que é ao mesmo tempo pelo rio e pelo seu próprio corpo, numa associação entre a fluidez da água e a de sua identidade recorrente na sua produção recente, e que a leva a questionar criticamente as estruturas binárias impostas por ordens coloniais de vários tipos e as consequências da predominância dessas estruturas na sociedade global e também no específico da cultura mapuche contemporânea, algo que a artista já havia abordado num de seus primeiros trabalhos, You Will Never Be a Weye, de 2015.
Como a própria Seba já afirmou, o conjunto de sua obra constitui, para ela e simbolicamente para toda a comunidade mapuche, uma maneira de se “apropriar de uma história e de um lugar que historicamente nos foram negados”. A Voz do Rio, sua primeira exposição na Galeria Marília Razuk, ratifica essa estratégia de reapropriação do território e das tradições através de um conjunto de trabalhos bastante diversos do ponto de vista dos materiais e das técnicas utilizadas, mas extremamente coerente na relação com a água, elemento central na cosmologia e na cultura mapuche.
A maneira como Seba consegue abordar ao mesmo tempo questões de genero e raça, debates culturais locais e globais e ameaças sociais e ecológicas urgentes e universais, constitui provavelmente uma das marcas mais reconhecíveis e fascinantes de seu trabalho. Tray Tray Ko, 2022, o outro vídeo incluído na exposição, explicita essas relações de maneira poética e lírica.
A verdadeira protagonista da obra é trayenko, a cachoeira para onde a artista se dirige em sua ação, um espaço sagrado onde se dão muitos rituais e práticas do povo mapuche, tanto pela presença das águas em si quanto pela abundância de lawen, plantas medicinais e curativas que crescem na beira das pequenas represas que se formam perto dos trayenko.
Ao carregar um longo manto da cor azul, que serpenteia pela floresta como se fosse um segundo rio, a artista explicita novamente a inseparabilidade de seu corpo da natureza e dessa, por sua vez, das práticas ancestrais de seu povo. Em outras palavras, o corpo de Seba Calfuqueo é, literalmente, parte integrante e incindível do território mapuche.
Perfeitamente consciente das lógicas capitalistas que definem, de maneira quase sempre imediatista e desastrosa, a relação com o meio ambiente no Chile, na América Latina e na maioria dos países do mundo todo, a artista criou também um conjunto de maquetes de usinas hidroelétricas, três localizadas no Chile e duas no Brasil, que ocupam o centro da sala, quase a reafirmar a centralidade incontornável dessa lógica em qualquer contexto.
As maquetes funcionam também, de certa forma, como monumento silencioso e mínimo às lutas de povos originários, não apenas no Chile, contra obras de infraestrutura predatórias como as hidroelétricas, apresentadas frequentemente como “energia verde”, mas que costumam trazer, nas palavras da artista, “impactos ambientais nefastos, destruindo a cosmovisão indígena que entende o território como parte de seu próprio corpo”.
Uma das usinas reproduzidas, talvez a mais simbólica, é a da Central Ralco, localizada em Alto Bío Bío, parte do território mapuche/pewenche no sul do Chile, instalada apesar das manifestações e dos esforços das mulheres da comunidade mapuche local, que tentaram sem sucesso defender o lefwü [rio] da empresa espanhola/italiana Endesa, que acabou inundando um território indígena onde está também localizado, hoje debaixo d’água, um cemitério com mais de 700 corpos.
Os rostos dessas mulheres, a memória de sua luta e, simbolicamente, dos corpos mapuche recorrentemente violentados, apagados e enterrados desde o início da colonização, são o tema da série de desenhos que é também o conjunto de trabalhos que conecta de forma mais direta o âmbito espiritual e quase místico dos vídeos com o explicitamente militante das maquetes.
A saga das mulheres que lutam para proteger um espaço que é sagrado e intocável porque é, também, parte integrante de um corpo coletivo e comunitário que as define e do qual elas são inseparáveis, é o lugar onde os dois polos que delimitam o espaço em que se dá a obra de Seba Calfuqueo se encontram. Uma obra que, como o manto azul que a artista carrega, feito um rio, em Tray Tray Ko, serpenteia e se molda ao lugar onde aparece e toca técnicas e questões distintas, conseguindo assim ser uma e, ao mesmo tempo, muitas.
Seba Calfuqueo: A voz do rio se presenta del 21 de octubre al 16 de diciembre de 2023 en la Sala 2 de la Galeria Marília Razuk, Rua Jerônimo da Veiga 62, São Paulo, Brasil
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