Skip to content

EJERCICIOS DE INMERSIÓN

Por Andrea Berger y Carolina Arévalo | Curadoras

El ejercicio, culturalmente, suele ser un estado de aprendizaje repetitivo para desarrollar una habilidad por medio de la experiencia del cuerpo en movimiento. Implica ejercer un comportamiento, una idea o un gesto, que no necesita alcanzar aquella expectativa de eficiencia cognitiva o de capacidad física que se exige como condición de verdad; en su lugar, se despliega en un continuo flujo de libertad. Y aquí, se concibe como la práctica de guiar nuestra atención hacia adentro, a un estado que facilite la conciencia de unicidad entre el ser y la materia.

La exposición Ejercicios de Inmersión surge de la necesidad de mirar nuestro alienado acontecer [1], tomando como punto de partida la práctica artística en tanto ejercicio exploratorio. Los trabajos de las artistas Catalina Bauer, Paula Dittborn, Maite Izquierdo y Catalina Tuca manifiestan, a través de la materia, ejercicios que permiten canalizar la inmersión. 

Así, desde la pausa como experiencia necesaria para generar movimiento, hasta la repetición como vehículo de entendimiento, cada obra encarna una exploración desde la conciencia de integración inicial entre ser y materia. Inspirada en las reflexiones de Emanuel Coccia [2], la inmersión es entendida como una coincidencia material que comienza bajo nuestra piel y no se reduce a la relación con cualquier cosa que nos rodea o penetra, sino que es una compenetración recíproca y permanente, que aquí se da en cada ejercicio entre artista y práctica, entre lenguaje y materia, entre paisaje y tiempo.

Catalina Bauer, Lapso (de adentro hacia afuera o inside out), 2024. Conjunto de cuelgas de algodón con lápices de color recolectados. Dibujo sobre muro, intervenido con fragmentos de papel. Foto: Benjamín Matte. Cortesía: Galería Macchina
Catalina Bauer, Lapso (de adentro hacia afuera o inside out), 2024. Conjunto de cuelgas de algodón con lápices de color recolectados. Dibujo sobre muro, intervenido con fragmentos de papel. Foto: Benjamín Matte. Cortesía: Galería Macchina
Catalina Bauer, Lapso (de adentro hacia afuera o inside out), 2024. Conjunto de cuelgas de algodón con lápices de color recolectados. Dibujo sobre muro, intervenido con fragmentos de papel. Foto: Benjamín Matte. Cortesía: Galería Macchina

Lapso, la obra de Catalina Bauer, plasma la libertad de dejarse llevar por pulsiones y situaciones no organizadas bajo un modelo. Los lápices colgados desde un mismo punto trazan círculos concéntricos, abriendo lecturas y potenciales conexiones, al mismo tiempo que permiten sentir corporalmente el movimiento tras su ejecución.   

Lapso comenzó en 2008 y es una “serie abierta” que tiene su origen en la experiencia de la artista de ser madre de gemelas y en la observación de los dibujos que hacían sus hijas en la pared de su habitación. En cierto modo, reconduce su experiencia como testigo del crecimiento de dos personas que constantemente se miran una a la otra, como un reflejo de sí mismas, pero que también buscan diferenciarse en su individualidad.

Lapso reúne diversas inquietudes de la artista al combinar el trabajo textil con cuerdas y el dibujo, a la vez que es una acción performática donde el gesto permanece. En palabras de la artista, “al ser tan elemental, lo ves e inmediatamente comprendes su lógica y haces el dibujo mentalmente. Para mí esa es suficiente interacción. Ese breve instante en el que la obra te entra por los ojos y te pasa por el cuerpo”.

Paula Dittborn, Ciudades son imágenes II, 2024. Postales, animación cuadro a cuadro, 2-3 min. Sonido: Fernando Pérez Villalón. Foto: Benjamín Matte. Cortesía: Galería Macchina
Paula Dittborn, Ciudades son imágenes II, 2024. Postales, animación cuadro a cuadro, 2-3 min. Sonido: Fernando Pérez Villalón. Foto: Benjamín Matte. Cortesía: Galería Macchina
Paula Dittborn, Ciudades son imágenes II, 2024. Postales, animación cuadro a cuadro, 2-3 min. Sonido: Fernando Pérez Villalón. Foto: Benjamín Matte. Cortesía: Galería Macchina

A lo largo de su trayectoria, Paula Dittborn ha mostrado un interés por la «arqueología tecnológica», incorporando técnicas antiguas en sus trabajos, como la animación cuadro a cuadro. Esta técnica, propia de principios del siglo XX, permite una transformación orgánica y rítmica de las imágenes, alineándose con su interés de no crear más objetos en un mundo ya saturado de ellos.

Su animación Ciudades son imágenes II se construye a partir de postales que se conjugan en secuencias de asociación libre, donde el ritmo del dibujo manual dialoga con el de la tecnología propia del programa de edición de video, permitiendo interrumpir el continuo que se presenta como el orden natural de las cosas.

Las postales, originalmente destinadas a la circulación de recuerdos, son resignificadas al formar parte de un loop proyectado y musicalizado en vivo.

Maite Izquierdo, Sumergirse permite emerger, 2023. Instalación textil de piezas de algodón decoloradas. Foto: Benjamín Matte. Cortesía: Galería Macchina
Maite Izquierdo, Sumergirse permite emerger, 2023. Instalación textil de piezas de algodón decoloradas. Foto: Benjamín Matte. Cortesía: Galería Macchina

En sus procesos creativos, Maite Izquierdo se deja guiar por el azar y la expulsión de vivencias, que van tomando forma a través de múltiples pruebas de ensayo y error, en las que su conexión con el cuerpo y la fascia (tejido conectivo al interior del cuerpo) resulta fundamental.

La instalación Sumergirse permite emerger se compone de veinte cortes de tela negra decolorados mediante ejercicios alquímicos domésticos y dripping corrosivo. La obra actúa como metáfora de las distintas capas de la existencia, las cuales se manifiesta en un universo de cuerpos textiles que se hace visible gracias a la luz que en ellos incide.

Los ejercicios de decoloración están imbuidos de la intención de expresar el vértigo del abismo, la inmersión en el silencio y la herida, para desde ahí volcarse hacia la luz. En este proceso, emergen imágenes cósmicas, gigantescas e infinitas, que se conjugan con partículas diminutas y experiencias místicas.

Catalina Tuca, The Sensitive Project, 2020 – 2024. Instalación multimedia (video y escultura). Foto: Benjamín Matte. Cortesía: Galería Macchina
Catalina Tuca, The Sensitive Project, 2020 – 2024. Instalación multimedia (video y escultura). Foto: Benjamín Matte. Cortesía: Galería Macchina
Catalina Tuca, The Sensitive Project, 2020 – 2024. Instalación multimedia (video y escultura). Foto: Benjamín Matte. Cortesía: Galería Macchina
Catalina Tuca, The Sensitive Project, 2020 – 2024. Instalación multimedia (video y escultura). Foto: Benjamín Matte. Cortesía: Galería Macchina

Las esculturas que conforman la instalación multimedial The Sensitive Project, de Catalina Tuca, fueron concebidas durante la pandemia, cuando la artista invitó a distintas personas a describir, desde sus propias percepciones y usos del lenguaje, las emociones que estaban experimentando.

Estas emociones, traducidas a palabras, se trasladan al mundo digital y físico mediante procesos de percepción, interpretación y reproducción. Las descripciones actúan como catalizadores inmateriales de una representación gráfica de la emoción creada por un diseñador, que luego se materializa en una escultura digital con un cuerpo específico. La videoinstalación adyacente pone en movimiento y transforma las esculturas y los relatos, integrando el encuentro entre lenguaje y emoción.

Siguiendo las reflexiones de Soto Calderón [3], Ejercicios de Inmersión nos propone volcarnos a la percepción de situaciones que solicitan otros modos de hacer, para desde ahí sacudir nuestro presente intentando ver de qué manera ciertas prácticas pueden dar lugar al acontecimiento de la imaginación. Imágenes que no están sujetas a lo que representan, sino que comprometidas con los tejidos de experiencias que ellas y nosotras somos capaces de construir y evocar.


[1] Crisis socio ecológica desprendida de una época geológica identificada como “Antropoceno”. Un concepto propuesto en el año 2000 por los académicos holandeses Paul Crutzen y Eugene Stoermer para designar este período que se inicia en el marco de la revolución industrial y se mantiene hasta nuestros días, y en el que las actividades humanas han provocado cambios biológicos y geofísicos a escala mundial.

[2] Coccia, Emanuele (2017). La vida secreta de las plantas. Una metafísica de la mixtura. Miño y Dávila Editores: Buenos Aires. 

[3] Soto Calderón, Andrea (2020). Imaginación Material. Santiago: Metales Pesados.


EJERCICIOS DE INMERSIÓN

Artistas: Catalina Bauer, Paula Dittborn, Maite Izquierdo, Catalina Tuca

Curaduría: Andrea Berger y Carolina Arévalo

Galería Macchina, Jaime Guzmán Errázuriz 3300, Providencia, Santiago de Chile

Del 8 de mayo al 5 de junio de 2024

También te puede interesar

ISIDORA BRAVO: PORNOGRAFÍA PARA CABALLEROS

Isidora Bravo intenta superar esa experiencia visual distante que la pornografía tradicional ha normalizado en los medios, alterando la iconicidad complaciente de sus imágenes y predictibilidad del relato en el que se insertan. Su...

Christiane Pooley:la Primera Piedra

Las claves del lenguaje romántico y del oficio pictórico se dan cita aquí con inusual madurez. Como los primeros románticos, la artista pinta un paisaje irremisiblemente perdido. Su lenguaje pictórico bucea en las posibilidades...

Pilar Quinteros, Reconstrucción de Estación Pirque, 2010. Cortesía de la artista

Pilar Quinteros

Pilar Quinteros (Santiago de Chile, 1988) utiliza materiales como cartón, papel, madera y plástico para recrear y reanimar monumentos venidos a menos, sucedáneos de arquitectura en declive, emblemas santiaguinos (viejos postes de luz, extintos...