MUSEO REINA SOFÍA ADQUIERE CINCO ARPILLERAS CHILENAS

El Museo Reina Sofía ha recibido cinco arpilleras chilenas procedentes de Conflict Textiles, las cuales son representativas de la reflexión y denuncia de varios grupos de mujeres durante los años de dictadura, contribuyendo así con su arte a la memoria colectiva.

Estas piezas, ahora depositadas de forma indefinida en la Colección del Museo, fueron adquiridas por la Fundación Museo Reina Sofía. Su presentación tuvo lugar el 21 de octubre de 2023 durante la jornada Coser para curar. La arpillera como lenguaje y resistencia, en la cual participaron Carolina González Castro, directora de la Fundación; Roberta Bacic, fundadora de la colección de arpilleras Conflict Textiles; y el profesor Brandon Hamber.

Este evento destacó la importancia de las arpilleras como un medio de expresión y resistencia durante momentos de conflicto, así como su relevancia en la preservación de la memoria histórica y en la promoción del diálogo y la reflexión sobre temas sociales y políticos.

La arpillera No al plebiscito, No podemos ni opinar (1980), adquirida por la curadora de Conflict Textiles, Roberta Bacic, en 2009 en Alemania, retrata el Plebiscito Nacional realizado en 1980, ofreciendo una visión crítica de las limitaciones impuestas al ejercicio de la democracia durante ese periodo.

En tanto, Caín, ¿dónde está tu hermano? (1983) nos permite adentrarnos en la forma en que los grupos de la iglesia en Chile abordaron y trabajaron en torno a temas relacionados con las violaciones a los derechos humanos, plasmando así la preocupación y el compromiso de dichos grupos con la justicia y la solidaridad.

La pieza No tenemos acceso a los servicios públicos (1984) fue elaborada en un taller comunitario en Santiago, reflejando las dificultades y las injusticias experimentadas por la población en su acceso a los servicios básicos y públicos durante ese período de la historia chilena.

Por otro lado, la arpillera Carabineros reprimiendo pobladores con carro lanza agua,producida en 1987 por el Taller Vicaría de la Solidaridad, documenta un episodio específico de represión por parte de las fuerzas de seguridad contra pobladores durante el régimen militar.

Además de estas cuatro piezas, Roberta Bacic donó al Museo una quinta arpillera más contemporánea, Mapa de Chile (2009), que llegó a sus manos como un regalo personal de la artista Aurora Ortiz. Esta representación visual de Chile, que incluye los nombres bordados de sus ciudades y elementos característicos de su territorio, plasma tanto la geografía física como la identidad cultural del país.

Coincidiendo con el 50 aniversario del golpe de Estado en Chile de 1973, el evento Coser para curar. La arpillera como lenguaje y resistencia se convirtió en una oportunidad para reflexionar sobre el significado y el legado de las arpilleras chilenas como un ejercicio de reflexión, denuncia y memoria llevado a cabo por grupos de mujeres durante los años de dictadura.

La actividad contó con una conversación en torno a la colección de arpilleras Conflict Textiles, a cargo de su fundadora, Roberta Bacic, y la investigadora Marina Vinyes; un acto de entrega simbólico del conjunto de cinco arpilleras adquirido la Fundación; y un taller de arpilleras a cargo de Pilar López y Roser Corbera del grupo de arpilleras de la Fundació Ateneu Sant Roc (Badalona, Barcelona, España), que ofreció la oportunidad de experimentar directamente la técnica de elaboración de arpilleras, fomentando así la participación activa y la reflexión sobre el papel del arte como herramienta de expresión y resistencia.

La tradición de las arpilleras chilenas surge como respuesta al golpe militar de Augusto Pinochet, marcando el inicio de instancias de apoyo, protección y defensa de las víctimas de violaciones a los derechos humanos. Estas piezas se confeccionaban utilizando retazos de tela cosidos a mano sobre tejidos de arpillera o sacos harineros, a veces incluyendo fragmentos de ropa perteneciente a familiares de las víctimas.

Con el transcurso del tiempo, la técnica de elaboración de las arpilleras comenzó a enseñarse en talleres ubicados en diversas comunidades del país, con un doble propósito: contribuir a la supervivencia económica y representar la realidad vivida por sus creadoras. La solidaridad internacional jugó un papel fundamental en la difusión de estos testimonios textiles colectivos, trascendiendo las fronteras chilenas e inspirando a otras comunidades en el mundo.

El acto de coser, durante el cual las imágenes y los mensajes emergen gradualmente, no solo altera los ritmos y la percepción del tiempo en la denuncia, sino que la convierte en algo tangible y compartido, otorgándole una mayor urgencia y relevancia. En el contexto de la dictadura chilena, las arpilleras fungieron como medio para exponer las injusticias, al tiempo que resaltaban la sensibilidad, el cuidado y los colores de la vida cotidiana. Conocer su lenguaje y su experiencia continúa siendo una forma de resistencia y contraposición a las violencias y a su trivialización.

En la actualidad, una de las colecciones más completas de arpilleras, tanto chilenas como de otros contextos, se encuentra en Conflict Textiles, una entidad afiliada al Conflict Archive on the Internet de la Ulster University en Irlanda del Norte. Esta institución no solo alberga una vasta colección de estas obras, sino que también desempeña un importante papel en su documentación y difusión a través de exposiciones y eventos.

Aurora Ortiz, Mapa de Chile (detalle), 2009. Arpillera chilena. Colección particular de Roberta Bacic. Foto: Colin Peck | Conflict Textiles. Colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Depósito indefinido de la Fundación Museo Reina Sofía, 2023. Donación de Conflict Textiles Collection (2023)

Roberta Bacic, nacida en Chile, es fundadora de Conflict Textiles, profesora de filosofía e inglés de formación, e investigadora en temas relacionados con los Derechos humanos. Se adentró en el mundo de las arpilleras durante la dictadura chilena de Augusto Pinochet. Profesora de filosofía e inglés, fue docente de la Universidad Austral de Chile desde diciembre de 1973 hasta enero de 1981, cuando la despidieron por razones políticas. Luego trabajó como investigadora en la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación (oficina regional de Temuco) desde 1993 hasta su cierre, en 1996. Durante el mismo período, fue profesora del curso de Derechos Humanos en la Universidad Católica de Temuco. A partir de febrero de 1998, fue Encargada de Programas y Desarrollo de la Internacional de Resistentes a la Guerra en Londres. Desde el 2004 reside en Irlanda del Norte y se dedica a la curaduría de exposiciones de arpilleras y quilts a nivel internacional.