POÉTICAS FEMINISTAS. ANA VICTORIA JIMÉNEZ Y ALICIA D’AMICO
Se conocieron en 1978 en la Ciudad de México, en el marco del Primer Coloquio Latinoamericano de Fotografía. Sin embargo, esta es la primera vez que sus trabajos como documentalistas de las historias de los feminismos en Argentina y México son puestos en diálogo en una exposición.
Poéticas feministas. Ana Victoria Jiménez / Alicia D’Amico nos invita a (re)conocer los movimientos sociales y culturales de las décadas de 1970 a 1990 a través del lente de estas destacadas fotógrafas.
Presentada por el Museo de Arte Moderno (MAM), la muestra es organizada por las investigadoras y curadoras independientes María Laura Rosa (Argentina) y Karen Cordero Reiman (EEUU/México), quienes han venido realizando un exhaustivo estudio sobre la visión íntima, poética, feminista y socialmente comprometida de estas autoras en ambos extremos del continente Latinoamericano.
Poéticas feministas revela los alcances y vínculos entre los movimientos de mujeres latinoamericanas, al mismo tiempo que contextualiza la trayectoria de estas dos creadoras dentro del arte latinoamericano. Con más de 100 obras, principalmente provenientes de los archivos de las artistas, la exposición se enriquece con documentación de los acervos de la Universidad Iberoamericana, el Centro de la Imagen y el Museo de Arte Moderno.
Desde sus miradas sensibles, Jiménez (1941) y D’Amico (1933-2001) capturan múltiples fugacidades: el tiempo, la vejez, las desigualdades humanas, la finitud de la existencia y las identidades de género. Su aproximación fotográfica a estas temáticas, siempre vigentes, nos introduce a la mirada crítica de estas artistas inquietas y disruptivas.
La amistad que han cultivado a lo largo de varias décadas tiene como núcleo central las luchas feministas. Este compromiso las lleva a reunirse nuevamente en Buenos Aires, en 1990, en el marco del V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, durante el cual participan en la marcha organizada en contra de las violencias de género.
Las historias de los feminismos están repletas de momentos que tejen relatos visuales de gran intensidad, algunos dramáticos y otros felices. Ana Victoria Jiménez y Alicia D’Amico han capturado gran parte de estos recorridos desde los años setenta, congelando instantes que definen el contexto social actual y que nos invitan a reflexionar sobre el presente a través de imágenes del pasado.
Fotografiando perseguimos quimeras. Hasta algunas veces hemos creído ingenuamente que podríamos cambiar el mundo o por lo menos influir en él. Vano intento. Normalmente, los seres sensibles que aprecian las obras de expresión no son los mismos que rigen el mundo, salvo honrosísimas excepciones
Alicia D’Amico
La muestra dividide en tres apartados. El núcleo La agenda feminista registra el activismo feminista frente a problemáticas como el aborto, la patria potestad compartida, el divorcio, la violación, los desaparecidos y otros reclamos que ambas artistas documentaron. Además, muestra los aspectos performáticos y artísticos que se entrelazan en estas actividades.
La sección titulada La mirada social recopila los trabajos realizados por las fotógrafas sobre la domesticidad femenina, las mujeres indígenas y campesinas, así como la participación profesional de las mujeres urbanas.
Un tercer momento, denominado Viajes poéticos hacia la naturaleza y el cuerpo, se focaliza en la aproximación de las autoras a los gestos de los árboles y de los cuerpos en relación con su entorno, explorando términos más poéticos y simbólicos.
“Se trata de una invitación a reflexionar sobre los paralelismos y las diferencias en el trabajo fotográfico de las dos artistas, cuyas trayectorias se han visto integradas e influenciadas con los movimientos feministas y sus consecuencias en la sociedad, y las han trasladado a sus propias estrategias visuales”, señala la curadora Karen Cordero.
Ambas fotógrafas se comprometieron con causas sociales y documentaron la vida de mujeres en sectores marginados. D’Amico retrató los sectores populares en Buenos Aires y registró la primera marcha por el Día Internacional de la Mujer en 1984 en Argentina. Jiménez, en tanto, se enfocó en las manifestaciones y protestas feministas en México a partir de los años 70, así como en el trabajo doméstico y la vida de las mujeres en ese país.
Su serie Cuaderno de tareas (1978-1981) fue concebida como un ensayo acerca del trabajo doméstico, en el cual ella registraba las labores cotidianas de Mercedes Maya (Meche), una colega de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Jiménez se enfocaba exclusivamente en sus manos, mientras cocinaba, limpiaba el baño, lavaba y doblaba la ropa, escribía en su máquina de escribir o se sentaba frente a la máquina de coser. Sin recurrir a estrategias retóricas, estas imágenes dignifican y reconocen el valor de las labores del hogar, situándolas dentro de los objetivos aún no alcanzados por la larga lucha feminista: considerar el ámbito reproductivo y de cuidados como trabajo productivo que debe ser compensado económicamente y compartido de manera colectiva y entre generaciones.
Las obras presentes en la exposición Poéticas feministas conforman un invaluable testimonio visual que trasciende el tiempo, permitiéndonos entender y apreciar la evolución de las luchas feministas y la sociedad en general a lo largo de las décadas. Las fotografías de Jiménez y D’Amico son más que simples instantáneas; son ventanas hacia el pasado que nos desafían a comprender y transformar nuestro mundo actual.
Sobre las fotógrafas
ALICIA D’AMICO decide dedicarse de lleno a la fotografía en 1957, tras finalizar sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y después de recibir una beca para estudiar teoría e historia del arte en Francia. Se forma con su padre, Luis D’Amico en su estudio fotográfico en Buenos Aires, para luego continuar su aprendizaje con Annemarie Heinrich.
En 1960 instala su propio estudio, asociándose con Sara Facio hasta 1986. Su primera publicación, Buenos Aires (1968), con textos de Julio Cortázar, capturó la efervescencia política y cultural de la capital argentina de la época.
En 1973, D’Amico y Facio publicaron Geografía de Pablo Neruda, con textos del escritor, y Retratos y Autorretratos, con textos autobiográficos de escritores latinoamericanos y sus respectivos retratos realizados por ambas fotógrafas, los cuales se expusieron veinte años más tarde en el Centro Pompidou de París.
Entre 1966 y 1974, D’Amico dirigió la sección Tiempo de fotografía del diario La Nación y fue miembro de la Unión Feminista Argentina (UFA) entre 1970 y 1976. Ese mismo periodo también publicó Humanario (1976), otra colaboración con Julio Cortázar, seguida de la guía Cómo tomar fotografías.
D’Amico fue cofundadora, junto con María Cristina Orive y Sara Facio, de la Editorial La Azotea, la primera editorial fotográfica en América del Sur, y con la que se publica Sara Facio, Alicia D’Amico 1960-1985, una revisión retrospectiva que marcó el fin de su colaboración.
A principios de los 80, D’Amico adopta un enfoque más personal y militante. Cofunda, en 1983, Lugar de mujer, la primera editorial feminista de Argentina, y participa en el II Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe de Lima (Perú).
En 1987, abandona el Consejo Argentino de Fotografía, del cual fue fundadora, y realiza la serie Podría ser yo, los sectores populares urbanos en imagen y palabra, reforzando así el carácter social de su obra.
El mismo espíritu militante se refleja en el libro Círculos de locura: Madres de la Plaza de Mayo (Nueva York, 1992), editado en inglés con la colaboración de otras artistas. La publicación documenta la incesante y desesperada lucha de las madres que perdieron a sus hijos durante la dictadura militar argentina.
Entre finales de los años 80 y principios de los 90, D’Amico desarrolló una serie fotográfica que reflexionaba sobre la identidad femenina y, en particular, sobre la construcción del deseo lésbico. Estaba preocupada por el papel de la fotografía en la perpetuación de estereotipos femeninos, por lo que se esforzaba en componer imágenes que reflejaran cómo las mujeres se perciben a sí mismas.
La fotógrafa indagó en la subjetividad de las mujeres que retrataba con el objetivo de capturar lo que ella denominó «mujer verdad»: una representación que iba más allá de la mera apariencia física, para incluir también sus deseos y elecciones personales.
La obra de D’Amico ha sido parte de exposiciones individuales y colectivas en numerosos países, así como de grandes eventos internacionales.
Yo venía de movimientos sociales; desde los 17 años andaba en la calle, pero no había cambiado la forma de hacer los mítines y las acciones. Y el feminismo, al menos el que me tocó en los setenta, era muy performativo, tenía mucha acción y novedad
Ana Victoria Jiménez
La trayectoria de ANA VICTORIA JIMÉNEZ se caracteriza por su profundo compromiso social y político, que la llevó a integrarse desde los años sesenta a la militancia del Partido Comunista y, posteriormente, al movimiento feminista en México.
Desde joven, participó activamente en la fundación de importantes organizaciones, como la Unión Nacional de Mujeres Mexicanas y posteriormente Mujeres en Acción Solidaria (MAS), además de formar parte de la Coalición de Mujeres Feministas, entre otros organismos de relevancia en la lucha por los derechos de las mujeres.
Junto con su activismo, Jiménez estudió artes gráficas en el Sindicato de Pintores, Escultores y Artistas Gráficos de México, y se formó en el ámbito editorial y en la fotografía a través de diversos cursos.
En 1971, comenzó a trabajar con la fotografía, documentando manifestaciones feministas en la Ciudad de México. A lo largo de finales de la década de 1970 y durante la siguiente, integró su práctica fotográfica con los movimientos emergentes de arte y cine feministas.
Colaboró estrechamente con la colectiva Cine Mujer en varios proyectos de arte feminista liderados por la artista feminista mexicana Mónica Mayer, así como con el grupo de arte feminista Tlacuilas y Retrateras.
Jiménez se involucró en diversas actividades relacionadas con la edición de libros y también impartió cursos y talleres sobre temas clave para los movimientos feministas y urbanos populares, contribuyendo así al fortalecimiento y la difusión de estas causas en la sociedad mexicana.
El trabajo fotográfico y la recopilación documental llevados a cabo por Ana Victoria Jiménez conforman una de las colecciones más completas para el estudio y la comprensión de la historia del movimiento feminista en México desde 1964 hasta 1990. Esta colección incluye 4250 ítems documentales, 250 carteles, 300 folletos y agendas, 100 ejemplares de hemerografía, 3319 imágenes fotográficas y 550 volúmenes bibliográficos.
Desde el año 2011, este archivo se encuentra alojado en la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero de la Universidad Iberoamericana, donde ha servido como una fuente esencial para exposiciones, investigaciones y proyectos artísticos y cinematográficos relacionados con la historia y el desarrollo del movimiento feminista en México.
La labor de recopilación y preservación de Ana Victoria Jiménez ha permitido que esta valiosa documentación esté disponible para futuras generaciones y contribuya al entendimiento y la difusión de la lucha por los derechos de las mujeres en México.
POÉTICAS FEMINISTAS. ANA VICTORIA JIMÉNEZ Y ALICIA D’AMICO
Museo de Arte Moderno de México (MAM), Av. P.º de la Reforma s/n, Bosque de Chapultepec I Secc, Miguel Hidalgo, Ciudad de México
Del 30 de noviembre de 2023 al 17 de marzo de 2024
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