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TANYA AGUIÑIGA: TELAR TERRENAL

La práctica artística de Tanya Aguiñiga se ve fuertemente influenciada por las técnicas artesanales tradicionales de México y la América Latina precolombina. Empleando técnicas de tejido sin telar, así como nudos, punto y ganchillo, Aguiñiga da vida a intricadas redes de hilo trenzado, algunas de ellas teñidas con lodo de terracota que, al secarse, se endurece como una piel rígida en la superficie de las cuerdas.

En su exposición Telar Terrenal en la galería Shulamit Nazarian, las composiciones textiles de Aguiñiga se despliegan en formas de cascadas, evocando la imagen de desechos acumulados en las orillas del río Los Ángeles. De hecho, varias de las obras incorporan piedras y objetos esculpidos, como manos y órganos de terracota, entre la urdimbre y la trama de su tejido. Una «captura» simbólica que establece una relación entre el proceso de tejer y el sustento físico que proporciona la pesca.

Así, las necesidades fundamentales de alimentación, vestimenta y refugio se convierten en puntos de partida para una reflexión más profunda sobre las prácticas que podrían tener como objetivo proporcionar un alimento espiritual correlativo.

Vista de la exposición “Telar terrenal”, de Tanya Aguiñiga, en Shulamit Nazarian, Los Angeles, EEUU, 2024. Foto: Ed Mumford. Cortesía del artista y Shulamit Nazarian, Los Ángeles
Tanya Aguiñiga, Somos una tela continua [detalle], 2023. Objetos encontrados del río LA, terracota de baja cocción, piedras del río LA, algodón teñido con terracota y cuerda de algodón, 243,8 x 266,7 x 30,5 cm. Foto: Ed Mumford. Cortesía del artista y Shulamit Nazarian, Los Ángeles

Aguiñiga concibe sus obras como retratos que capturan el sutil, y a menudo reservado, contacto de su cuerpo con el mundo que la rodea. Para ella, este cuerpo no existe como una entidad independiente, sino que se configura a través de los lazos familiares y las relaciones informales que se extienden desde el individuo para formar una comunidad en su entorno.

Una de las piezas más cautivadoras es Matriarchal Womb, donde la artista da forma al tejido basándose en la silueta de ella y su hija acurrucadas en un abrazo protector. La masa anudada en el centro de cada figura entrelazada simboliza la dependencia física de la niña respecto a la madre, conectadas por un cordón que les pertenece a ambas. La obra presenta una imagen del amor maternal en la que la identidad de madre e hija se fusiona y, al mismo tiempo, se articula como única y diferenciada.

A lo largo de su carrera artística, Aguiñiga ha visto la historia de la migración entre Estados Unidos y México como una vía para examinar la interdependencia entre las personas y el flujo de mano de obra y bienes a través de las fronteras. Sus textiles más recientes encuentran inspiración en los ríos de Los Ángeles y San Gabriel, importantes vías fluviales con fuertes vínculos industriales y laborales, que también sirven como lugares de esparcimiento y recreación, ofreciendo pequeños oasis naturales dentro del entorno urbano.

Tanya Aguiñiga, La constelación de nosotras, 2023. Piedra del río Azusa, piedras del río LA, terracota de baja cocción, algodón y lino, 63,5 x 43,2 cm. Foto: Ed Mumford. Cortesía del artista y Shulamit Nazarian, Los Ángeles

Para Aguiñiga, estos ríos no solo se convirtieron en fuentes de inspiración para su obra, sino que empezó a percibirlos como profesionales creativos por derecho propio. Los considera colaboradores potenciales con habilidades expertas para combinar materiales y establecer relaciones entre objetos en apariencia dispares, documentando así la vida de la ciudad y contribuyendo a su propia expresión artística.

Durante las históricas lluvias de 2023 en Los Ángeles, Tanya Aguiñiga comenzó a observar marañas de objetos arrastrados por el río y depositados en las ramas de los árboles cercanos a su estudio. Estos ‘ensamblajes encontrados’ revelaban la obra de una tejedora dedicada, una artista que trabajaba con los elementos que la rodeaban, fusionando con facilidad los vestigios de innumerables vidas con una libertad de formas que no se doblega ni se limita, sino que llega a la conjunción más sucinta de objetos.

Los tejidos de Aguiñiga rinden homenaje al ‘río como artista’, un cuerpo de agua cuyos derechos han sido ignorados y cuya ‘obra’ tiene el potencial de desentrañar las corrientes ocultas que conectan innumerables vidas con un momento y lugar específicos en el tiempo.

Vista de la exposición “Telar terrenal”, de Tanya Aguiñiga, en Shulamit Nazarian, Los Angeles, EEUU, 2024. Foto: Ed Mumford. Cortesía del artista y Shulamit Nazarian, Los Ángeles

Sobre la artista

Tanya Aguiñiga nació en 1978 en San Diego, California, y creció en Tijuana, México. Su práctica artística abarca diversas disciplinas, incluyendo el diseño y la artesanía, y se centra en el uso de materiales tradicionales como las fibras naturales. Colabora activamente con otros artistas y activistas, participando en la creación de esculturas, instalaciones, performances y proyectos artísticos comunitarios.

Influenciada por su crianza como ciudadana binacional, que cruzaba a diario la frontera de Tijuana a San Diego para asistir a la escuela, Aguiñiga refleja en su obra su experiencia de identidad compartida, a la vez que aspira a dar voz a las historias más amplias y a menudo invisibles de la comunidad transnacional a la que pertenece.

La artista inició su carrera participando en la creación de instalaciones en colaboración con el Taller de Arte Fronterizo, un colectivo de artistas dedicado a abordar cuestiones políticas y de derechos humanos en la frontera entre Estados Unidos y México. Como parte de su compromiso activo, también cofundó y dirigió un centro comunitario en Tijuana durante seis años, cuyo objetivo era generar conciencia sobre las injusticias que enfrentaba la comunidad local a través de iniciativas artísticas.

Tanya Aguiñiga, Cómo detener el pasado, 2023. Piedras del río LA, terracota y gres de baja cocción, cañas de sauce, terracota mexicana de autosecado y algodón, 177,8 x 99,1 cm. Foto: Ed Mumford. Cortesía del artista y Shulamit Nazarian, Los Ángeles

Aguiñiga ha mantenido un firme espíritu de activismo y colaboración comunitaria a lo largo de su carrera, destacándose por la creación de numerosas performances e instalaciones en las que participan otros artistas, activistas y miembros de la comunidad. En sus instalaciones, mobiliario y diseños de indumentaria, suele trabajar con materiales como algodón, lana y otros textiles, inspirándose en las técnicas y formas tradicionales del tejido mesoamericanas.

En 2016, en respuesta a la marcada polarización en torno a la frontera entre Estados Unidos y México, Aguiñiga fundó AMBOS (Art Made Between Opposite Sides), una serie de proyectos aun en curso que proporciona una plataforma para artistas binacionales. Su proyecto inaugural para AMBOS, Border Quipu (Quipu fronterizo), empleó hilos de tela de vibrantes colores para crear un quipu, un antiguo sistema de organización andino precolombino. Este quipu registraba los desplazamientos diarios hacia y desde Estados Unidos, ofreciendo una perspectiva única sobre la complejidad de las interacciones fronterizas.


TANYA AGUIÑIGA: TELAR TERRENAL

Shulamit Nazarian, 616 N, La Brea Ave., Los Angeles, California, EEUU

Del 6 de enero al 10 de febrero de 2024

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