Skip to content

JUANA VALDÉS: MEMORIAS INCORPORADAS, HISTORIAS ANCESTRALES

Por Francine Birbragher-Rozencwaig | Curadora

La primera exposición individual de Juana Valdés en un museo, Memorias incorporadas, historias ancestrales, entrelaza su extenso cuerpo de trabajo con experiencias contemporáneas y conocimientos ancestrales.

El diseño temático de la exposición hace eco del concepto de Tidalectics del poeta Kamau Brathwaite, una filosofía que conecta el flujo y reflujo de las mareas oceánicas con las narrativas de la cultura y la historia del Caribe, enfatizando la evolución continua de la identidad y la memoria. Al igual que las impresiones en capas de las olas en la costa, las secciones de la exposición resuenan entre sí, transmitiendo un significado complejo y personal.

Vista de la exposición "Memorias encarnadas, historias ancestrales", de Juana Valdés, en el Sarasota Art Museum, Florida, EEUU, 2023-2024. Foto cortesía del museo
Vista de la exposición «Memorias encarnadas, historias ancestrales», de Juana Valdés, en el Sarasota Art Museum, Florida, EEUU, 2023-2024. Foto cortesía del museo

La exposición comienza con Un saco para el viejo (1993), una obra temprana que aborda la identidad caribeña de Valdés, las conexiones de los cubanos con la religión yoruba y la herencia africana. La instalación, que presenta un saco y unos pantalones de arpillera colgados de un gancho de madera, evoca la historia del dominio colonial en Cuba y su participación en la trata de esclavos que apoyó la producción en las plantaciones de azúcar y café para satisfacer las demandas del comercio global.

Los practicantes de la religión afrocubana de origen yoruba usan ropa similar el Día de San Lázaro, el 17 de diciembre, en procesiones en toda Cuba, en alusión al potencial performativo y funcional de la tela. El traje también marca la experiencia de Valdés en el contexto de la cultura artística occidental, ya que recuerda el Felt Suit (Traje de fieltro, 1970) de Joseph Beuys.

Esta historia autobiográfica representada en la exposición desentraña tres temas claves en su práctica: “La historia de la migración”, “Representación y subjetividad” y “Materialidad”. Todos los temas, conectados con las relaciones y las desigualdades raciales y abordados desde su perspectiva como mujer de color que vive en Estados Unidos, pueden apreciarse en las diferentes secciones de la exposición.

Al principio de su carrera, Valdés se interesó por la historia colonial, especialmente por las narrativas sobre las dinámicas matizadas de raza y género en un mundo poscolonial y transnacional. Las obras incluidas en “La historia de la migración” hacen referencia directa a su identidad caribeña y al mar como símbolo de fuga, migración y exilio.

“Representación y subjetividad” aborda la negritud en el contexto del discurso del gran Caribe y la experiencia personal de Valdés en la cultura estadounidense dominante. El último grupo, “Materialidad”, destaca la práctica basada en su investigación y los recuerdos e historias ancestrales plasmadas en la cultura material.

Juana Valdés, Single Drawn Line/Drummer (Línea única dibujada/Tamborista), 2014. Impresión digital en papel Epson, 122 x 91.5 cm. Edición de 5+2 PA. Foto: Zachary Balber

A través de una variedad de medios, desde fotografía, video y grabado hasta cerámica e instalación, Valdés explora cuestiones sociales y políticas de desigualdad de género, privación de derechos económicos y el legado del colonialismo ambiental que impacta a la comunidad Latinx global.

Desde mediados de la década de 1990, Juana Valdés se ha interesado en la historia, especialmente por las narrativas relacionadas con su herencia afrocubana. A través de muchas de las obras presentadas en la exposición, ha generado una voz y un discurso inspirados en temas como la historia del colonialismo y su impacto en la migración.

Para la instalación Otra vez al mar (1994), Valdés utiliza un precioso vestido de tafetán de flores color melocotón al que le ha cosido una red de pesca en la parte inferior a modo de falda o enagua. En el borde inferior, la red de pesca está anclada al suelo con anzuelos afilados. Una bombilla encendida en el interior del vestido y suaves sonidos atraen al público que, al acercarse, se percata del peligro que suponen los ganchos.

El título de la pieza alude al libro de Reinaldo Arenas Adiós al mar: Una novela de Cuba (1982), en el que el escritor exalta el ideal de libertad y critica, desde el exilio, la represión y limitaciones impuestas por el régimen castrista en Cuba. La obra de Valdés hace referencia a su identidad caribeña, el mar como barrera a la posibilidad de escape, migración y exilio.

Vista de la exposición «Memorias encarnadas, historias ancestrales», de Juana Valdés, en el Sarasota Art Museum, Florida, EEUU, 2023-2024. Foto cortesía del museo

En el 2000, Valdés regresó a Cuba por primera vez desde que emigró a Estados Unidos en 1971 con tan solo siete años. Fue invitada a participar en un proyecto paralelo a la VIII Bienal de La Habana para el cual realizó una performance titulada En el Malecón (2000), en la que arrancaba las páginas de un ejemplar de la novela Cecilia Valdés (1882) de Cirilo Villaverde para hacer barquitos de papel.

Se sentó durante seis horas en el Malecón de La Habana, un lugar simbólico y favorito desde hace mucho tiempo para los amantes, los pescadores y aquellos que sueñan con migrar a Florida, haciendo pequeños barcos de papel y arrojándolos al mar mientras la gente pasaba y observaba cómo la literatura se convertía simbólicamente en un forma de escape, un símbolo de huida.

Comenzó a indagar sobre la historia colonial europea mientras participaba en una residencia en Experimental Intermedia Huis en Gante, Bélgica, en 1996. Cuando regresó a los Países Bajos para realizar una residencia en el Centro Europeo de Trabajo Cerámico en Den Bosch en 2002, produjo su primera serie cerámica Journey Within (El viaje hacia adentro, 2003), inspirada en la performance realizada en La Habana.

La pieza está formada por numerosos barcos de porcelana fundida ubicados en el suelo que simbolizan un éxodo, una partida masiva, es decir, el exilio y la migración. En sus propias palabras, «la migración es un proceso muy complejo, que construye la historia a través de un continuo que involucra tanto el sitio original de la comunidad diaspórica como la nueva patria».

Vista de la exposición «Memorias encarnadas, historias ancestrales», de Juana Valdés, en el Sarasota Art Museum, Florida, EEUU, 2023-2024. Foto cortesía del museo
Vista de la exposición «Memorias encarnadas, historias ancestrales», de Juana Valdés, en el Sarasota Art Museum, Florida, EEUU, 2023-2024. Foto cortesía del museo

Al regresar de Holanda, Valdés se interesó por la práctica histórica de los holandeses que incorpora técnicas de cerámicas china en la fabricación de objetos domésticos y decorativos. Después de la caída de la dinastía Ming, los holandeses dominaron el comercio de cerámica en todo el mundo.

El transporte marítimo de mercancías inspiró una serie de obras que incluye Trade Wind Endeavors (Esfuerzos de vientos alisios, 2008-2009) y Tranquil Waterways (Vías navegables tranquilas, 2007-2009), dos piezas que luego combinó para crear The World Upside Down and Flat (El mundo al revés y plano, 2007-2009).

La instalación consta de pañuelos de algodón serigrafiados con imágenes de carabelas españolas cosidos en dos grandes triángulos que semejan velas de barco colgadas boca abajo. En la parte superior, Valdés imprimió un texto del libro Heart of Darkness (El corazón de las tinieblas, 1899) de Joseph Conrad que aborda la transculturación social y su efecto en América, desde el imperialismo hasta el fracaso de la colonización y la trata de esclavos.

En la punta inferior de las velas ató una cinta roja conectada a una roca, haciendo referencia al oro extraído de América y llevado a Europa en la época colonial. La vela está colocada al revés para enfatizar las consecuencias negativas, si no catastróficas, del colonialismo.

Vista de la exposición «Memorias encarnadas, historias ancestrales», de Juana Valdés, en el Sarasota Art Museum, Florida, EEUU, 2023-2024. Foto cortesía del museo

Recientemente, la migración ha adquirido un papel protagónico en su trabajo, como se aprecia en la videoinstalación Rest Ashore (Descanse en tierra, 2020), que reexamina la experiencia de la migración cubana durante los últimos sesenta años y la asocia con la actual crisis mundial de refugiados.

Rest Ashore se concibió inicialmente como una instalación para un sitio específico y fue presentada en Locust Projects en Miami. Consiste en un video multicanal de gran formato proyectado sobre una vela y pallets de carga de madera, en alusión al transporte marítimo de mercancías.

La pieza incluye también una serie de velas dispuestas a modo de laberinto y los videos Eternal Sunset (Eterno resplandor del sol, 2020) y Dreaming of a Foreign Landscape (2020), en el que un hombre se acerca a la orilla y contempla el horizonte, pensando quizás en la posibilidad de escapar.

A través de esta instalación inmersiva, Valdés establece un paralelo entre la migración cubana y la crisis mundial de refugiados. También llama la atención sobre cómo los medios de comunicación que documentan y difunden los desplazamientos masivos, y pretende sensibilizar al público sobre las realidades que viven los inmigrantes en todo el mundo.

Vista de la exposición «Memorias encarnadas, historias ancestrales», de Juana Valdés, en el Sarasota Art Museum, Florida, EEUU, 2023-2024. Foto cortesía del museo
Juana Valdés, captura de video de Rest Ashore, 2020, video 4K, loop (13:35 min). Directora y productora: Juana Valdés; Director de fotografía: Lee Burghard (operador de cámara y director de fotografía); editor: Setty McIntosh; Asistente de edición, editor de sonido, ingeniero de mezcla, diseño de sonido y compositor: Onel Mulet. Cortesía de la artista y del Sarasota Art Museum of Ringling College, Sarasota.
Juana Valdés, captura de video de Rest Ashore, 2020, video 4K, loop (13:35 min). Directora y productora: Juana Valdés; Director de fotografía: Lee Burghard (operador de cámara y director de fotografía); editor: Setty McIntosh; Asistente de edición, editor de sonido, ingeniero de mezcla, diseño de sonido y compositor: Onel Mulet. Cortesía de la artista y del Sarasota Art Museum of Ringling College, Sarasota.
Juana Valdés, instalación de Rest Ashore.

Desde el principio de su carrera e inspirada en la novela de Reinaldo Arenas, La loma del ángel (1987), basada en el libro de Cirilo Villaverde Cecilia Valdés (1882), Juana Valdés –no tiene relación con el personaje de la novela– comenzó a abordar temas como como la esclavitud, el mestizaje y el papel de la mujer en la sociedad colonial cubana al principio de su carrera. A lo largo de los años, ha producido varias piezas en las que comparte su interés por sus raíces afrocubanas, la negritud en el discurso caribeño y su experiencia como mujer de color.

En Sweet Honesty-Tender Pink (Dulce honestidad-Rosa tierno, 1997), la artista nos invita a reflexionar sobre el «blanqueamiento de la raza», el colonialismo y sus efectos a largo plazo en las imágenes contemporáneas de consumo masivo. En Sweet Jewel Series (Serie dulce joya, 2005) y Your Eyes on My Lips, Breast, Neck, Hand, and Eye (Tus ojos en mis labios, pecho, cuello, mano y ojo, 2005), continúa abordando los mismos temas y al mismo tiempo critica el ideal occidental de belleza, la cosificación del cuerpo femenino y las connotaciones negativas del envejecimiento.

En sus piezas de porcelana china, incluidas Redbone Color China Rags (Trapos de porcelana china color “redbone”, 2017) y The Skin of My Back is the Color of Sapphire (La piel de mi espalda es del color del zafiro, 2022), aborda concepciones pasadas y presentes de edad y género, trabajo y raza, y memoria cultural y raza, entendidas desde de la posición de la artista frente a las realidades de la diáspora caribeña y la política racial estadounidense.

Coloured China Rags (Trapos de porcelana china de colores, 2012) constituye una de las piezas icónicas de Valdés. Varios trapos hechos de porcelana china, coloreados en tonos que van gradualmente del rosa pálido al marrón oscuro están cargados de múltiples significados.

Por un lado, la artista aborda el tema de los tonos de piel y crítica a las sociedades occidentales en las que la piel más clara se considera más bella y deseable que la piel oscura. Por otro lado, al representar a las mujeres con los paños de limpieza, automáticamente les asigna el rol de trabajo doméstico. Este lo hacen generalmente inmigrantes que realizan trabajados domésticos o que laboran como amas de llaves en hoteles. En este caso, el tema de la migración aparece tácitamente en su obra.

Juana Valdés, Redbone – Colored China Rags, 2017, esmalte en barbotina y pigmento sobre porcelana china, 30,5 × 7,6 × 10,2 cm c/u. Foto: Diana Larrea

En una nueva serie, Black Venuses (Venus negras, 2023), utiliza los negativos de fotografías tomadas cuando era más joven para crear autorretratos íntimos que abordan la complejidad de su identidad afrocubana y examinan la representación del cuerpo femenino como símbolo de belleza.

Al asociarse con Venus, la diosa romana del amor, la belleza, el deseo, el sexo y la fertilidad, critica el ideal occidental de belleza que presiona a las mujeres a adoptar una imagen corporal de piel clara, joven y delgada, y afirma los verdaderos orígenes de la belleza ya que, al fin y al cabo, África es la génesis de la especie humana. Al representarse como una mujer joven, también reflexiona sobre el tema del envejecimiento y su camino de “ascender” y cumplir sus sueños.

La elección de materiales, desde fotografía, grabado y cerámica hasta instalación y video, es tan importante como los temas que transmite. Su innovador manejo y aplicación de materiales antiguos y modernos comunica lo personal y subjetivo mientras expande continuamente el canon del arte.

Respecto a la cerámica, por ejemplo, desarrolló su propia técnica. La porcelana china es conocida por su blancura, translucidez y acabado suave. Sin embargo, Valdés infunde al material tonos color piel y texturas variadas en piezas como Redbone Color China Rags (2017) y The Skin of My Back Is the Color of Sapphire (2022), ofreciendo un comentario sobre la raza, la identidad femenina y la discriminación. Estos trabajos generan también un diálogo con el contexto histórico del comercio y la migración asociados con los orígenes chinos de la técnica.

Vista de la exposición «Memorias encarnadas, historias ancestrales», de Juana Valdés, en el Sarasota Art Museum, Florida, EEUU, 2023-2024. Foto cortesía del museo

Valdés también es conocida por acumular materiales domésticos y objetos de la cultura popular e incorporar artesanías asociadas al trabajo femenino, como la costura o la pedrería, exhibiéndolas en ensamblajes y documentándolas en fotografías en obras como An Inherent View of the World (Una visión inherente del mundo, 2017) y Terrestrial Bodies (Cuerpos terrestres, 2019).

Originalmente concebida como una instalación para sitio específico y presentada en la Miami Dade College Cuban Legacy Gallery en la Torre de la Libertad de Miami, Terrestrial Bodies (2019) es una obra compleja que aborda la historia del comercio y el desplazamiento de diferentes culturas y pueblos. El título alude a los cuerpos físicos movidos y dispersos debido a las exploraciones y descubrimientos del Nuevo Mundo en la época colonial y se basa en la experiencia personal de Valdés como exiliada afrocubana.

El espacio de la galería está pintado con dos tonos, blanco en la parte inferior y gris en la parte superior, para marcar la separación entre la tierra, el mar y el cielo. Los estantes colocados alrededor de la galería exhiben cientos de objetos recopilados por el artista a lo largo de los años. Las piezas, que incluyen porcelanas y efigies africanas, entre otras, abordan la historia de la colonización y su relación con el comercio y el trabajo.

Algunos de estos objetos están representados en impresiones de cianotipia azul, intercaladas entre los estantes, que muestran el fondo de las piezas de porcelana como si fueran vistas desde las profundidades del mar. El ángulo sugiere mirar la geografía y la historia del mundo desde una perspectiva diferente, particularmente aquella que está basada en la experiencia de la artista y la investigación genética de los antepasados de su madre, que eran principalmente subsaharianos y del este de Asia. Como explica Valdés, Terrestrial Bodies traza el complejo terreno de múltiples culturas y naciones que componen su propia identidad, la cual ha sido moldeada y remodelada por experiencias de desplazamiento y transculturación.

Juana Valdés, Terrestrial Bodies (Cuerpos terrestres), 2019. Instalación (cerámica, vinilo, MDF, impresiones cianotipia, ADN). Dimensiones variables. Fotografía: Zachary Balber

A través de los trabajos presentados en Memorias encarnadas, historias ancestrales, Valdés aborda la complejidad de la migración y rastrea la búsqueda ideológica del migrante, el desplazamiento y la transmutación de la identidad. También desafía a los visitantes a ser sensibles a las cuestiones de inequidad y desigualdad debido a la discriminación racial y de género.

A pesar de tener un carácter autobiográfico, su obra está relacionada con preocupaciones universales sobre la marginalidad, la discriminación y la memoria histórica. Caminar por las galerías se convierte en una experiencia significativa al compartir la historia profundamente personal de Valdés, la cual adquiere relevancia a través de su arte.


Memorias encarnadas, historias ancestrales, de Juana Valdés, se presenta hasta el 11 de febrero de 2024 en el Sarasota Art Museum, 1001 South Tamiami Trail, Sarasota, Florida

También te puede interesar

Cuba Devuelve Pasaporte a Tania Bruguera

El gobierno de Cuba devolvió el pasaporte a la artista cubana Tania Bruguera, quedando así habilitada para viajar nuevamente al exterior, informa la plataforma #YoTambienExijo. Este viernes 10 de julio, en reunión con la Seguridad…