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ATRAVESANDO LAS TIERRAS DEL DESTIERRO

Por Alfredo Villar 

En medio del caos del mundo contemporáneo muchas veces nos sentimos desterrados, sin lugar, sin hogar. Es por eso que necesitamos retornar a un origen, a un barro primordial, a un punto nuevo de partida.

En 1939 el artista uruguayo Joaquín Torres García, en su Metafísica de la prehistoria indoamericana, propuso como nuevo eje del arte latinoamericano la cultura incaica. Casi un siglo después, Antonio De Loayza (Perú, 1993) propone un nuevo constructivismo a partir de los materiales sobre los cuales están hechos nuestras ciudades: ladrillo y acero.

Pero también crea nuevos paisajes similares a las torres y hornos de las ladrilleras de la Lima de los extramuros y, a su vez, de las culturas originarias peruanas como Chavín, Paracas y la Shipibo Konibo.

Este recurrir a los materiales de nuestras edificaciones y esgrafiar en ellos simbologías atemporales, ancestrales y cósmicas es la manera en que Antonio nos invita a superar el destierro de lo contemporáneo, este desierto de lo real, esta era del vacío.

Antonio De Loayza, Origen. Vista de la muestra «Destierro» en Salas 770, Lima, 2023. Foto: Marcelo Morales.
Antonio De Loayza, Origen (detalle). Vista de la muestra «Destierro» en Salas 770, Lima, 2023. Foto: Marcelo Morales.
Antonio De Loayza. Vista de la muestra «Destierro» en Salas 770, Lima, 2023. Foto: Marcelo Morales.
Antonio De Loayza, Sostenerse. Vista de la muestra «Destierro» en Salas 770, Lima, 2023. Foto: Marcelo Morales.
Antonio De Loayza, Territorio. Vista de la muestra «Destierro» en Salas 770, Lima, 2023. Foto: Marcelo Morales.
Antonio De Loayza, Desierto. Vista de la muestra «Destierro» en Salas 770, Lima, 2023. Foto: Marcelo Morales.
Antonio De Loayza, Monte Eterno. Vista de la muestra «Destierro» en Salas 770, Lima, 2023. Foto: Marcelo Morales.

Mientras el mundo actual es uno donde el exceso de mensajes nos deja finalmente incomunicados, el mundo originario era uno donde la comunicación se lograba hasta en el silencio. La obra de Antonio pretende hacer un puente entre ambos y crear una nueva forma de habitar y dialogar.

Las construcciones De Loayza funcionan como ciudades imaginarias y también como templos; el presente, el pasado y el futuro se unen para reconciliar los tiempos dislocados que vivimos. A veces sus piezas parecen paisajes post apocalípticos, en otras ocasiones evocan monumentos naturales de un mundo anterior a lo humano, a la historia. En ese vaivén entre el origen y el porvenir está la promesa de un nuevo territorio, una nueva ciudad, un nuevo hogar.


Destierro, de Antonio De Loayza, se presentó del 13 de octubre al 15 de noviembre en Salas Siete Setenta del Centro Cultural Ricardo Palma, Av. José Larco 770, Miraflores, Lima, Perú 

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