4. FÚTBOL / FOTOGRAFÍA: FOTOLIBRO DE JAVIER GODOY

La última publicación de FLACH Ediciones reúne cuatro series del fotógrafo Javier Godoy (Chile, 1965) sobre el fenómeno social del fútbol. En sus imágenes, el foco no está puesto en el juego, sino en los hinchas y la diversidad de territorios del país. “Siempre me ha gustado el fútbol, pero, más que los resultados, me atrae el fenómeno social que tiene asociado. Me gusta compartir esa pasión, la efervescencia de estar metido entre medio de la gente mirando un partido”.

Canchas vacías desde Arica a Magallanes, la barra de Los de Abajo en el Estadio Nacional, campeonatos vecinales en el archipiélago de Chiloé, y espectadores sufriendo y celebrando con los partidos de la selección chilena quedan registrados en las más de 150 fotografías que hizo a lo largo de 30 años, entre 1992 y 2022.

La publicación se lanzó el pasado 2 de noviembre en el Parque Cultural de Valparaíso, en el marco del Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso (FIFV) 2023, y el 1° de diciembre se presentará en FLACH Galería, ubicada en el barrio Lastarria de Santiago.

Compartimos el texto de la escritora chilena Alejandra Costamagna que acompaña el capítulo 2 de libro, La Roja,donde Javier Godoy despliega su faceta de fotógrafo citadino, recorriendo bares, colegios, calles, portales y hasta la cárcel, para fotografiar a las personas anónimas que festejan, lloran y se enojan mirando los partidos de la selección chilena.

VIBRAN LAS CALLES

Alejandra Costamagna

A veces están frente a un televisor de los antiguos, a la espera, atentísimos. Y aunque no veamos lo que arroja la pantalla (ni jugadores ni arcos ni árbitros ni estadios), participamos del rito al observar las expresiones de esos espectadores frente a aquello que miran con devoción. Aquello en lo que parece jugarse no solo un partido de fútbol, sino un sentir colectivo. Unos hombres, unas mujeres, unas jóvenes, unos ancianos que se permiten dejar a un lado toda preocupación externa para entrar en un encandilamiento gozoso.

La ausencia del evento frente a nuestros ojos cambia el eje de atención y vuelve protagonistas a estos hinchas reunidos en fuentes de soda, salas de algún colegio, gimnasios o escenarios improvisados al aire libre, como un puesto de frutas callejero con un televisor apoyado en una pila de cajas y un gentío que en el deambular hacia el trabajo o la casa se detiene a mirar las jugadas de su equipo.

Lo que Javier Godoy capta en este compilado de imágenes en blanco y negro es la manifestación de lo que pronto será júbilo o desgracia, y que está siendo experimentado con la adrenalina de lo incierto. El blanquinegro de la emoción es acaso la señal de una temporalidad desdibujada, que perdura en la memoria.

Pero también están las reacciones posteriores a eso que no vimos, a ese partido que la selección chilena disputó recién y que en el aquí y el ahora del registro de Godoy es algarabía o fin de fiesta. Esas veces, los fotografiados están volcados a la calle y vibran y son multitud. Y si las imágenes tuvieran sonido escucharíamos el ce hache í, chi, ele e, le, chichichi, lelelé, viva Chile. O bien el murmullo de la derrota.

En completa sintonía con el trabajo que Javier Godoy nos viene mostrando en sus últimas exposiciones, la ciudad se despliega como un escenario que entrega sus señas de identidad propias y que va de lo íntimo a lo colectivo. El reconocimiento territorial puede darse por una bandera usada como capa de superhéroe o como maquillaje facial, pero sobre todo por el modo en que el autor capta e integra en su narración visual el cartel de la vía pública, la anotación de las bebidas y comidas populares en las pizarra o espejos de los bares, las galerías y los pasajes céntricos con su estela de laberintos, los escolares con las camisas desabotonadas y las mochilas en la espalda, el pavimento con challa y papel picado, las risas de felicidad con las muelas al aire, el mozo del boliche, el lustrabotas, el manteo a un muchacho y su vuelo por el aire a modo de festejo, las manos alzadas de los hinchas en una imagen borrosa que parece la exposición de un milagro.

Si bien estas fotografías fueron capturadas entre 1998 y 2015, es inevitable asociar algunas imágenes de baraúnda callejera con el gran despliegue que implicó la revuelta de 2019. El espacio público es intervenido igualmente por la muchedumbre: ese trenzado en que el individuo parece disolverse y reivindicar que somos enjambre y la ciudad es nuestra. Godoy toma el pulso de esas calles que vibran y allana el terreno para que la exploración del presente dialogue con un pasado que reverbera y proyecta, como sin querer queriendo, aquello que vendrá.

Hay una fotografía que acaso podría ser el reverso de todas las anteriores en el mundo sugerido que orbita alrededor de su eje central. En una repisa de madera vemos un televisor encendido y alcanzamos a captar en la pantalla, medio difuminada por la iluminación tenue, una explosión de fuegos artificiales. Y si afinamos bien la mirada podemos ver unas letras blancas que anuncian “¡Chile campeón de América!”.

En los otros compartimientos de la repisa, sin ningún orden rastreable, vemos un pequeño termo, unas ollas, un zapato, un desodorante ambiental en aerosol, tazas, platos, una cafetera, botellitas de jarabe, rumas de papeles, bolsas de esto y lo otro, dos corcheteras, una crema de manos, una juguera, un botellín de cerveza, un frasco de agua oxigenada: decenas de objetos que parecen decir aquí hubo humanos y dejaron huellas.

Por un momento da la sensación de que los fuegos artificiales de la pantalla son el festejo inanimado de la extinción de la especie. Pero es solo un chispazo, porque en las páginas siguientes vuelven esos hombres, esas mujeres, esa pila de jóvenes, ese niño sentado sobre una montañita de papas, con mameluco y botas de goma, que deja asomar algo que está a punto, a punto de convertirse en sonrisa.

Hay belleza y enorme sugerencia en lo que estas fotos nos muestran y también en lo que ocultan. Javier Godoy sabe transmitir, con pericia, el esplendor del instante fugaz.

4. Fútbol / Fotografía, de Javier Godoy Fajardo
FLACH Ediciones (2023).
Proyecto financiado por Fondart Nacional 2020.
500 copias.
Textos de Alejandra Costamagna, Fabián Llanca, Juan Pablo Meneses y Luis Urrutia O’Nell.

Javier Godoy Fajardo (Santiago, Chile, 1965). Fotógrafo formado en el Instituto Profesional Arcos, con destacada experiencia en medios (El Mercurio, National Geographic, Liberation, Página 12, Clarín y Gatopardo). Socio fundador de TRIPLE/agencia de fotografía y FLACH Galería. Director de contenidos en StgoFoto, feria de fotolibros. Académico de la Universidad Diego Portales. Ha publicado los fotolibros Euforia: Cuando Santiago era una fiesta (FLACH Ediciones, 2022); El eje (2017); y Citadino (LOM, 2016).