Skip to content

ARTE NAS ESTAÇÕES. UN PROYECTO PARA PRESERVAR EL ARTE POPULAR DE BRASIL

Arte nas Estações presenta obras de la colección del mayor museo de arte naïf del mundo, que en 2016 tuvo que cerrar sus puertas en Brasil por falta de financiamiento. Hoy, las 6.000 piezas que integran su acervo corren el riesgo de ser vendidas en el extranjero. A través de tres exposiciones, este proyecto pone énfasis en el carácter político del arte popular brasileño, su importancia cultural y la urgencia de su preservación.


[VERSÃO EM PORTUGUÊS ABAIXO]

El proyecto Arte nas Estações, ideado por el coleccionista y gestor cultural carioca Fabio Szwarcwald, comprende tres exposiciones temáticas que ocurren simultáneamente en tres ciudades del estado de Minas Gerais: Ouro Preto, Congonhas y Conselheiro Lafaiete.

Curadas por Ulisses Carrilho, las muestras presentan obras de la colección del Museo Internacional de Arte Naïf (MIAN) en espacios fuera del eje Río-São Paulo, con el objetivo de descentralizar su alcance y difundir su potencia. El MIAN, que reúne la mayor colección de arte popular en el mundo, tuvo que cerrar sus puertas en Río de Janeiro en el año 2016 por falta de recursos.

Arte Naïf es el término utilizado para identificar la práctica de artistas autodidactas que no tuvieron acceso a una educación artística formal. Sin embargo, Carrilho reconoce que se trata de un término cuestionable que ha fijado la idea de cierta inferioridad y menospreciado su mensaje político. «Estas exposiciones tratan de saberes que necesitan ser respetados y que no forman parte de una norma. Hemos llevado estas obras a lugares a los que no habían llegado, y vamos a aprender del conocimiento local en cada parada que hagamos».

La itinerancia de las exposiciones, esto es, ocupar temporalmente un espacio para luego trasladarse a otro, es una metáfora implícita en el proyecto. «Tiene todo el sentido hablar de arte popular a través de esta estructura que se monta y desmonta, como los grupos de teatro y circo itinerantes», reflexiona el curador.

Para Szwarcwald, director ejecutivo del proyecto, es un sueño llevar una colección tan rica a lugares que no suelen tener la oportunidad de acoger exposiciones por falta de recursos. «La itinerancia es rara en estos territorios y queremos subsanar esta concentración cultural en las capitales», afirma.

«Es muy interesante llevar a artistas naïf a sus ciudades de origen, donde nunca han expuesto, dándoles el reconocimiento que merecen. Mi objetivo es utilizar el arte y la obra de estos artistas como plataforma para la educación, creando una oportunidad para que los visitantes tengan una visión más amplia del mundo en que vivimos hoy».

Exposición «Sofrência», parte del proyecto «Arte nas Estações», Colección del Museo Internacional de Arte Naïf (MIAN), Brasil. Cortesía: Arte nas Estações/MIAN
Exposición «Sofrência», parte del proyecto «Arte nas Estações», Colección del Museo Internacional de Arte Naïf (MIAN), Brasil. Cortesía: Arte nas Estações/MIAN

Sofrência

El término «sofrência», acuñado por primera vez en los años 60, es utilizado por diferentes estilos musicales: de la brega al sertanejo, las canciones celebran el placer de amar, pero, sobre todo, convierten el lamento de la pérdida en poesía que da sentido a la vida, ahondan en la carencia.

Fenómeno de la música popular brasileña, el sertanejo es el estilo musical más escuchado en el país. Desde la década de 2000, el término «sertanejo universitário» se refiere a cómo las condiciones históricas, económicas y sociales han ido transformando el territorio brasileño. Desde la década de 2010, la mayor presencia de mujeres como intérpretes y compositoras en este estilo musical ha definido el surgimiento del «feminejo», un género que hace hincapié en las mujeres que componen obras que tematizan el punto de vista femenino.

“En un país históricamente marcado por el machismo, la cultura del acoso, la violencia doméstica, las alarmantes tasas de feminicidio y la desigualdad de oportunidades, estos avances señalan la urgencia de prestar atención a las manifestaciones populares de la cultura”, señala el curador.

Odoteres Ricardo de Ozias, Vamos a quemarlos, 1998, óleo sobre eucatex. Cortesía: MIAN

La exposición Sofrência habla del enamoramiento y la ruptura a través de una narrativa con inicio, nudo y desenlace. Inspirada en las telenovelas, la muestra presenta al público escenas de socialización, flirteo, fiestas y juegos de seducción, impregnadas de poesía y poemas populares.

Mabel, Cielo e infierno, 2001, acrílico sobre eucatex. Cortesía: MIAN

«Cuando vemos estos cuerpos representados, podemos cuestionarnos quiénes son estas figuras, hacia dónde miran, a quién o qué desean. Mirar estas obras nos recuerda lo político que es decir que se quiere a alguien y expresar el propio deseo», subraya Carrilho. “En Sofrência, nos damos cuenta de que, a pesar del miedo a estar solos, el deseo de estar juntos es revolucionario”.

Pedro Paulo da Conceição, El Ejército en la calle, 1997, acrílico sobre tela y eucatex. Cortesía: MIAN
Pedro Paulo da Conceição, Acción de la PM en Diadema, SP, 1997, acrílico sobre tela y eucatex. Cortesía: MIAN

A Ferro e Fogo

En A Hierro y Fuego, los artistas populares expresan la relación que existe entre cuestiones naturales y políticas. El conjunto de obras aquí reunidas muestra manifestaciones, rebeliones y escenas de lucha por la preservación de las especies: un bosque exuberante, una tierra fértil, un pueblo alimentado por un fuerte deseo de construir.

«Cuando hablamos de arte popular, hay un término que se vuelve fundamental y, como todo concepto, aquí está en disputa: el pueblo”, afirma Carrilho. “A ferro e fogo elogia la insubordinación de la población brasileña frente a sus urgencias. Las obras salvaguardadas por el Museu Internacional de Arte Naïf do Brasil apuntan al riesgo de las generalizaciones».

El término francés naïf, traducido literalmente, significa ingenuo. Es por ello que el curador invita a quienes visiten esta exposición a que desconfíen de esta ingenuidad y se den cuenta de la densidad de las denuncias presentes en estos cuadros. Al igual que las revueltas populares, dice Carrilho, la pintura es un medio para cambiar el mundo.

“La historia de nuestro país, Brasil, está marcada por luchas nada ingenuas. Innumerables revoluciones, levantamientos y conflictos han marcado los capítulos de nuestra historia. La imagen de un país pacífico, con una población cordial, se desmorona cada día en las pantallas de nuestros celulares y en las páginas de los periódicos. No podría ser de otro modo: marcada por la violencia colonial, el extractivismo, un proyecto de manutención de la desigualdad y las discusiones sobre la legitimidad de un pueblo frente al monopolio de los poderes, esta historia, si se contase de forma pacífica, ignoraría la fuerza de una población que se atrevió a luchar por su importancia, por su poder».

Exposición «Entre o Céu e a Terra», parte del proyecto «Arte nas Estações», Colección del Museo Internacional de Arte Naïf (MIAN), Brasil. Cortesía: Arte nas Estações/MIAN
Exposición «Entre o Céu e a Terra», parte del proyecto «Arte nas Estações», Colección del Museo Internacional de Arte Naïf (MIAN), Brasil. Cortesía: Arte nas Estações/MIAN

Entre o Céu e a Terra

Entre el Cielo y la Tierra versa sobre las fes, siempre en plural. Las manifestaciones religiosas y las creencias populares aparecen en escenas nocturnas, cielos estrellados, apariciones, favores concedidos, súplicas fervorosas y seres fantásticos del folclore brasileño.

«A partir de representaciones pictóricas de deidades y bestias, seres mitológicos y figuras fantásticas, encontramos no sólo creencias religiosas o místicas: nos damos cuenta de que la idea de ‘un pueblo brasileño’ también depende de nuestra creencia para persistir. Fruto de un mestizaje plural y violento, esta idea llamada ‘Brasil’ persiste y resuena hasta el día de hoy con prejuicios y verdades propagados a lo largo de más de cinco siglos de existencia», dice el curador.

Los cultos aquí representados son muchos y variados: de Ogum a Cristo, del Hombre Lobo a Papá Noel, de los rituales religiosos que marcan el paso de los años al culto de las imágenes en los museos. “Sí, aquí se cuestiona la idea misma de museo: ¿sólo importan las pinturas y las imágenes que han sido coleccionadas por instituciones culturales? ¿Acaso nuestros estigmas sobre el valor de ciertas imágenes no han relegado brutalmente a los artistas al silencio, al olvido?”, apunta Carrilho.

Exposición «Entre o Céu e a Terra», parte del proyecto «Arte nas Estações», Colección del Museo Internacional de Arte Naïf (MIAN), Brasil. Cortesía: Arte nas Estações/MIAN

La expografía de Arte nas Estações, diseñada por Janine Marques, pretende reforzar la temática explorada en cada exposición y recurre a elementos regionales para valorizar la cultura local y crear lazos de identificación con el público. «Cada espacio ha sido travestido tres veces, con tres temas diferentes», explica el curador.

Además de las obras de la colección del Museo Internacional de Arte Naïf, cada exposición presenta una pieza de videoarte contemporáneo para dialogar con los temas abordados. Pancake, de Márcia X, Terremoto Santo, de Bárbara Wagner y Benjamin de Burca, y Nada é, de Yuri Firmeza, funcionan como dispositivos pedagógicos para generar debate e interactuar con el presente.

En paralelo, se ha desarrollado un programa educativo que se centra en el trabajo con los alumnos de las escuelas de cada región y refuerza el diálogo entre las exposiciones y algunos temas de actualidad, entre ellos el papel del artista, la función social del arte y el acercamiento a sus públicos.

Melo, Silvio Santos, 1983, óleo sobre eucatex. Cortesía: MIAN

Al poner el arte naif en diálogo con cuestiones de nuestro tiempo, el proyecto llena un vacío en la historia del arte brasileño, no solo al dar visibilidad a esta colección, sino también al llamar la atención sobre un problema latente desde el cierre del Museo Internacional de Arte Näif en 2016. La institución, que tenía su sede en una mansión histórica de Cosme Velho, en Río de Janeiro, suspendió sus actividades por falta de financiación. La colección de 6.000 obras de arte näif de Jacqueline Finkelstein -hija de Lucien Finkelstein (1931-2008), su fundador- se encuentra actualmente almacenada en un depósito de muebles.

Actualmente, unas 3.000 piezas de la colección corren el riesgo de ser vendidas en el extranjero. De ellas, 270 integran las exposiciones de Arte nas Estações. «Estas muestras podrían ser el último suspiro de un importante movimiento de alerta sobre la situación de la venta de la colección. Es importante movilizar a la gente para que estas obras se queden en Brasil», advierte Szwarcwald.

La involucración de Fabio y Ulisses con la colección comenzó en 2019 con la exposición-manifiesto Arte Naïf – Nenhum museu a menos, celebrada en la Escuela de Artes Visuales Parque Lage de Río de Janeiro. Basada en la colección, que en ese momento constaba de 6.000 obras de artistas de 120 países, la exposición buscaba sensibilizar al público sobre la importancia de este acervo para Brasil.

Mabel, Getúlio, 2001, acrílico sobre eucatex. Cortesía: MIAN

El legado de esta primera iniciativa se refleja no sólo en la realización del proyecto Arte nas Estações, con algunas de sus obras itinerantes, sino también en el reconocimiento internacional de artistas como Odoteres Ricardo de Ozias, quien actualmente tiene una individual en la galería blue-chip David Zwirner. Su obra, que sirvió de punto de partida para la exposición en Parque Lage, se expone por primera vez en Minas Gerais, donde nació el artista.

Para Carrilho, el proyecto contribuye a la valorización del arte popular, y da continuidad a una especie de revisión de lo que ha llegado a considerarse ‘arte’ en Brasil, que comenzó con la exposición de 2019. «Poder mirar esta colección con aprecio por lo popular ya es un fenómeno», celebra.

La fuerza de la poesía popular no reside solo en la vivacidad de los colores, sino también en la capacidad de estos artistas de mirar más allá y hacer lo que Carrilho llama un «remix local»: «La cultura popular sigue haciendo este movimiento de capturar al otro para rehacerlo a partir de sí misma».

El resultado de eso lo revela, por ejemplo, el interés de las galerías de arte y del mercado internacional por el arte naïf. «Desgraciadamente, ésta puede ser la última oportunidad de que la colección se vea en Brasil», afirma el comisario.

Ante la actual ausencia del Museo, el proyecto creará espacios para mostrar la colección y llamar la atención sobre su relevancia. Se espera que ésta sea sólo la primera edición de Arte nas Estações, que pretende seguir llevando las artes visuales de Brasil a otras ciudades del país.

Camilo Tavares, El supermercado, 1997, óleo sobre tela y eucatex. Cortesía: MIAN

ARTE NAS ESTAÇÕES

O projeto Arte nas Estações, idealizado pelo colecionador e gestor cultural carioca Fabio Szwarcwald, apresenta três exposições temáticas realizadas simultaneamente em três cidades mineiras: Ouro Preto, Congonhas e Conselheiro Lafaiete. Com curadoria de Ulisses Carrilho, as mostras levam obras da coleção do Museu Internacional de Arte Naïf – que em 2016 teve suas atividades encerradas no Rio de Janeiro, abrigando o maior acervo do gênero no mundo – para espaços fora do eixo Rio-São Paulo, com o objetivo de disseminar a sua potência.

Arte Naïf é o termo usado para identificar a produção de artistas autodidatas, que não tiveram acesso ao ensino formal de arte. No entanto, Carrilho reconhece que se trata de um termo questionável, defendendo a sua utilização para desmontar a ideia de inferioridade e sublinhar o texto político que estas obras carregam. «Essas exposições são sobre saberes que precisam ser respeitados e que não fazem parte de uma norma. Vamos levar estas obras a lugares aonde ainda não chegaram, bem como aprenderemos com os saberes locais em cada parada que fizermos».

Para o curador, a itinerância é a mecânica comum entre as três mostras distintas, que ocupam temporariamente os espaços e seguem para a próxima estação. «Faz todo o sentido falar de arte popular através dessa estrutura que monta e desmonta, como os grupos de teatro ambulante e de circo», reflete.

Para Szwarcwald, diretor executivo do projeto, é um sonho levar um acervo tão rico a lugares que, muitas vezes, não têm oportunidade de receber exposições por falta de investimento: “A itinerância é rara nesses territórios e a gente quer ultrapassar essa concentração cultural nas capitais”, comenta. “É muito interessante levar artistas naïf às suas cidades natais, onde nunca chegaram a expor, dando a eles o merecido reconhecimento. Meu objetivo é utilizar a arte e o trabalho destes artistas como uma plataforma de educação, criando uma oportunidade de os espectadores terem uma visão ampliada sobre o mundo que vivemos hoje».

Lia Mittarakis, La novia, 1989, acrílico sobre eucatex. Cortesía: MIAN

Sofrência fala sobre apaixonamento e separação por meio de uma narrativa com início, meio e fim. Inspirada nas novelas, essa história apresenta ao público cenas de convívio social, flerte, festas e jogos de sedução, permeadas por poesias e poemas populares. «Olhar para essas obras faz lembrar como é político você dizer que ama alguém e manifestar o seu desejo», reforça Carrilho.

Na A Ferro e Fogo artistas populares abordam uma relação integrada entre as questões naturais e políticas. Manifestações e rebeliões são representadas nas obras que trazem cenas de luta pela preservação das espécies: uma mata exuberante, uma terra fértil, um povo nutrido de um forte desejo de construir.

Entre o Céu e a Terra aborda as fés – sempre no plural. Crenças, manifestações religiosas e crendices populares aparecem em cenas noturnas, céus estrelados, aparições, graças alcançadas, súplicas fervorosas e seres fantásticos do folclore brasileiro. A exposição conta ainda com um núcleo em que estadistas são retratados, como José Sarney e Getúlio Vargas, trazendo para a discussão a necessidade de acreditar numa ideia de Brasil também através da política.

Odoteres Ricardo Ozias, Embarque de los esclavos, 1999, óleo sobre cartón madera. Cortesía: MIAN

A expografia, criada por Janine Marques, tem como objetivo reforçar a temática explorada em cada exposição e faz uso de elementos regionais para valorizar a cultura local, criando vínculos de identificação com o público. «Cada espaço vai ser travestido três vezes, de três temas diferentes», destaca o curador.

Para além das obras naïf, cada exposição conta com uma videoarte contemporânea escolhida para dialogar com as temáticas abordadas. Pancake, de Márcia X, Terremoto Santo, de Bárbara Wagner e Benjamin de Burca, e Nada é, de Yuri Firmeza, funcionam como dispositivos pedagógicos para criar discussão, interagindo com o presente.

O programa educativo tem como foco o trabalho com alunos das escolas de cada região e reforça o diálogo das mostras com as questões da contemporaneidade, abordando o papel do artista, a função social da arte e a aproximação com seus públicos.

Exposición «Sofrência», parte del proyecto «Arte nas Estações», Colección del Museo Internacional de Arte Naïf (MIAN), Brasil. Cortesía: Arte nas Estações/MIAN

Ao colocar a arte naïf em diálogo com questões do nosso tempo, o projeto preenche uma lacuna da história da arte brasileira, não só ao dar visibilidade a esta coleção, mas ao chamar a atenção para uma problemática latente desde o encerramento do Museu de Internacional de Arte Naïf, em 2016. A instituição, que tinha sede num casarão histórico no Cosme Velho, no Rio de Janeiro, suspendeu as atividades por falta de financiamento. Atualmente, a coleção privada de Jacqueline Finkelstein encontra-se armazenada num guarda-móveis.

«Essas exposições podem ser o último suspiro de uma movimentação importante para trazer luz à situação da venda da coleção naïf. É importante mobilizar as pessoas, fazendo com que essas obras fiquem no Brasil», alerta Szwarcwald. Atualmente, cerca de 3 mil peças da coleção estão sob o risco de serem vendidas para fora do país. Destas, 270 compõem o corpo das exposições do Arte nas Estações.

O envolvimento de Fabio e Ulisses com a coleção teve início em 2019, a partir da exposição-manifesto Arte Naïf – Nenhum museu a menos, realizada na Escola de Artes Visuais do Parque Lage, no Rio de Janeiro. Pensada a partir do acervo, então composto por 6 mil obras de artistas de 120 países, a mostra buscou sensibilizar o público sobre a importância deste conjunto para o Brasil.

Dalvan, O clube das mulheres, 1994, óleo sobre eucatex, 45 x 61 cm. Cortesía: MIAN

O legado desta primeira iniciativa se reflete não só na realização do projeto Arte nas Estações, com a itinerância de algumas das suas obras, mas também no reconhecimento internacional de artistas como Odoteres Ricardo de Ozias. O seu trabalho, que serviu como ponto de partida para a exposição do Parque Lage, é exposto pela primeira vez em Minas Gerais, onde nasceu Ozias.

Para Carrilho, o projeto contribui para a valorização da arte popular, dando seguimento a uma espécie de revisão do que vem sendo considerado arte no Brasil, iniciada com a exposição de 2019. «Poder olhar para essa coleção com apreço pelo popular já é um fenômeno», comemora. A força da poesia popular está não só na vivacidade das cores, mas também na capacidade desses artistas olharem para o exterior e fazerem o que Carrilho chama de «remix local»: «A cultura popular continua fazendo esse movimento de capturar o outro e de refazer a partir de si».

O resultado disso é revelado, por exemplo, pelo interesse de galerias de arte e do mercado internacional pela Arte Naïf. «Infelizmente, essa pode ser a última oportunidade de a coleção ser vista no Brasil», lembra o curador.

Na atual ausência do Museu, o projeto se encarrega de criar espaços para mostrar a coleção e chamar a atenção para a sua relevância. A expectativa é que esta seja apenas a primeira edição do Arte nas Estações, que pretende continuar levando as artes visuais a outras cidades do país.


ARTE NAS ESTAÇÕES

Sofrência | A Ferro e fogo | Entre o céu e a terra

Participan: Agostinho Batista de Freitas, Ana Camelo, Aparecida Azedo, Camilo Tavares, Carmello Senna, Dalvan, Dil, Dulcinéa Brito, Fábio Sombra, Gerardo de Souza, Gerson, Helena Coelho, Helena C. Rodrigues, João Alves, Jonathas de Andrade, Lia Mittarakis, Mabel, Maria Lia Soares, Miranda, Odoteres Ricardo Ozias, Pedro Paulo da Conceição, Sabóia, Silvia de Leon Chalreo, Tiita, Ubiraci Pinto, Waldomiro de Deus, Zé Periquito.

Itinerancia por Paço da Misericórdia (Ouro Preto – Minas Gerais), Estación Ferroviaria (Conselheiro Lafaiete – Minas Gerais), Museu de Congonhas (Congonhas – Minas Gerais)

Del 2 de febrero al 10 de septiembre de 2023

También te puede interesar

Panamericano:beatriz Milhazes.pinturas 1999 – 2012

Malba – Fundación Costantini presenta Panamericano: Beatriz Milhazes. Pinturas 1999 – 2012, una selección de cerca de 30 pinturas de la producción reciente de la reconocida artista Beatriz Milhazes (Río de Janeiro, 1960), además…