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MAQUINACIONES

Presentada por el Museo Reina Sofía, la exposición Maquinaciones parte de la innovadora concepción de “máquina” formulada en 1968 por los pensadores franceses Félix Guattari y Gilles Deleuze. Para ellos, la máquina, alejada de sus funciones instrumentales y alienantes del individuo, constituye un núcleo de infinidad de potenciales relaciones humanas y no humanas, donde entran en juego un sinfín de enlaces entre tecnologías, saberes y prácticas.

En el pensamiento de Félix Guattari y Gilles Deleuze, la idea de máquina experimenta un cambio de paradigma decisivo respecto a los análisis marxistas de la sociedad industrial. Hasta entonces había sido considerada como un mero instrumento técnico que alienaba al individuo para convertirlo en una pieza más del engranaje de la producción capitalista.

Para Guattari y Deleuze, una máquina es el resultado de una serie de acoplamientos entre distintos componentes que responde a las exigencias de una determinada coyuntura y se moviliza al ritmo de sus flujos o cortes internos, pudiendo llegar a desintegrarse del mismo modo que se constituyó.

Este desplazamiento de lo estático a lo dinámico, de lo individual a lo colectivo, de lo tecnológico a lo sociopolítico, incide en la oposición del carácter temporal y múltiple de lo maquínico frente a la pretensión de eternidad y uniformidad de lo estructural. En este sentido, “maquinar” supone la función primordial de la máquina, es decir, conspirar contra el poder establecido, imaginar nuevos agenciamientos posibles, inventar los medios necesarios para una transformación radical.

Bajo ese prisma, la muestra explora formas de resistencia, coalición y creatividad en el presente a través de casi medio centenar de artistas, procedentes en su mayoría del área mediterránea y el continente africano, cuyas obras reflexionan sobre las circunstancias históricas y actuales de esos territorios, entre otros asuntos que moldean la subjetividad contemporánea y el mundo.

Los trabajos presentados abarcan una amplia variedad de formatos y técnicas (dibujo, pintura, cómic, escultura, teatro, danza, performance, instalación o video). Todas ellas se distribuyen por 17 salas agrupadas en tres espacios temáticos interconectados: Máquinas de guerra, Máquinas esquizo y Máquinas de cine y cuidados.

En Máquinas de guerra se muestran propuestas de acción para hallar modos alternativos de organizar el común. Las conexiones entre ideologías nacionalistas, militarismo y memoria colonial, así como entre extractivismo, migraciones forzosas y políticas fronterizas, son algunas de las cuestiones que se aborda en este primer espacio, pero atraviesan toda la exposición ya que la transversalidad es una de las ideas centrales de la curaduría, a cargo de Pablo Allepuz, Manuel Borja-Villel, Iliana Fokianaki, Rafael García y Teresa Velázquez.

Por su parte, Máquinas esquizo apela al despliegue de las subjetividades fuera de los esquemas psicoanalíticos clásicos. Partiendo de la noción de “psicoterapia institucional”, el “esquizoanálisis” guattariano permite situar los malestares en el espacio social y liberar el deseo reprimido.

Máquinas de cine y cuidados se centra en la imagen en movimiento con diversas obras que, frente al modelo de producción del cine comercial -orientado a difundir representaciones hegemónicas- emplean recursos del cine de masas como un medio eficaz de expresión y de lucha al servicio de las minorías, una práctica que suscitó el interés de Guattari.

Ângela Ferreira, Rádio Voz da Liberdade, 2022. Foto cortesía Museo Reina Sofía
Georges Adéagbo, La révolution et les revolutions, 2016-2023. Foto cortesía Museo Reina Sofía

De la máquina a las maquinaciones

La exposición se abre con dos primeros espacios donde se ponen en diálogo varias obras que parecen representar máquinas o que evocan de alguna manera imaginarios mecánicos. Es el caso Tropical Space Proyectos, unos particulares croquis del salvadoreño Simón Vega. A modo de parodia sobre la carrera espacial como la última forma de colonialismo, estos diseños condensan una crítica de la brecha tecnológica entre primer y tercer mundo.

La escultura Rádio Voz da Liberdade de Ângela Ferreira rescata una historia olvidada de solidaridad entre la población argelina recién independizada de Francia y la de Portugal, sometida al régimen de Oliveira Salazar. Desde 1962, la RTA argelina colaboró con la radio clandestina lusa para difundir mensajes que desembocaron en la Revolución de los Claveles de 1974. Se trata de un ejemplo de apoyo a las luchas de liberación europeas desde África, y no al revés.

La siguiente sala está ocupada por una instalación ¡La Révolution et les révolutions…! del artista beninés Georges Adéagbo, un bricolaje que yuxtapone objetos de todo tipo, procedentes de distintas tradiciones, de alta y baja cultura, para dar cuenta tanto de las grandes revoluciones china o cubana como de las pequeñas revoluciones cotidianas.

Samy Baloji, A blueprint for toads and snakes, 2018. Foto cortesía Museo Reina Sofía

Máquinas de guerra

En una sala contigua, las obras del austriaco Alexander Tuchaček o el congoleño Sammy Baloji, entre otros artistas, funcionan como máquinas de teatro, pero también como máquinas de guerra. Y es que antes de su sentido técnico y funcionalista, el término “máquina” reunía varios conceptos. En sus orígenes griegos, la máquina se aplicaba sobre todo a los campos de la guerra y del teatro, es decir, que podía referirse tanto a un artefacto bélico como a un artilugio escénico.

Con este trasfondo, Tuchaček recrea en la instalación interactiva Paradise Now – Echos From the Future la práctica experimental del grupo postdramático The Living Theatre que, poco después del mayo francés de 1968, presentó en el festival de Avignon una obra para la que habían preparado un cuadro-mapa con ocho revoluciones contra todo tipo de represiones, y cuyo octavo acto debía desarrollarse fuera de la sala. Sin embargo, la tentativa de sacar el teatro fue censurada por la policía. La instalación combina un fragmento de video histórico de The Living Theatre con instrucciones para el visitante, que puede decidir si obedecer o no el guion.

El teatro constituye también el núcleo discursivo en la instalación A Blueprint for Toads and Snakes de Baloji, quien aborda en una escenografía sin personajes la memoria colonial de su país mediante el análisis de los mecanismos extractivistas aplicados en la provincia de Katanga en Congo.

Florencia Rodríguez Giles, Biodélica, 2018; Zush/Evru, Plano de Evrugo Mental State, s.f. Foto cortesía Museo Reina Sofía
Florencia Rodríguez Giles, Biodélica, 2018; Zush/Evru, Plano de Evrugo Mental State, s.f. Foto cortesía Museo Reina Sofía

Máquinas esquizo

Los movimientos de desterritorialización y reterritorialización no son necesariamente geográficos, sino que apelan, a su vez, al despliegue de las subjetividades fuera de los esquemas psicoanalíticos clásicos. En efecto, la tensión fundacional entre estructura y máquina, entre capitalismo y esquizofrenia, se configura en buena medida en el contexto de la antipsiquiatría, a partir de la noción de psicoterapia institucional practicada, entre otros, por el psiquiatra Francesc Tosquelles en el hospital de Saint-Alban o el psiquiatra y psicoanalista Jean Oury en la clínica de La Borde.

Al descartar la influencia del complejo de Edipo y desvincular al sujeto del ámbito familiar -propio de la corriente psicoanalítica-, el esquizoanálisis que propuso Guattari permitió situar los malestares contemporáneos en el espacio social. En esta línea, la segunda parte de la exposición muestra obras que exploran la alteración de los estados de la conciencia, rituales animistas minoritarios, modos de comunicación inéditos o especulaciones sobre futuros de ciencia-ficción.

El caso del artista catalán Albert Porta, conocido como Zush/Evru, resulta de especial interés para explorar las concomitancias de la máquina de guerra con la máquina esquizo. En 1968, durante un ingreso en el Hospital Frenopático de Barcelona, funda Evrugo Mental State, un territorio a la vez real e imaginario que él mismo describe como parodia del concepto de Estado: su principal industria es el armamento irónico; su patrimonio, las ideas. Para este espacio, Zush inventa una bandera, un himno, una moneda, un pasaporte, un mapa, e incluso una lengua. Toda esta parafernalia de iconografía estatal se expone en una vitrina junto a la Casa Buja, un cubo blanco profusamente dibujado en sus caras interiores.

En la misma sala figuran los dibujos de gran formato de la argentina Florencia Rodríguez Giles pertenecientes a la serie Biodélica, en los cuales parecen estar teniendo lugar múltiples acoplamientos y fusiones en un díptico que presenta un exuberante caos de torsos, piernas, lenguas, aletas, ojos, pelos, garras, máscaras, etc., así como el cómic Esquizoide del gallego Antón Patiño, con varios dibujos de cabezas humanas que se intercalan con distintas escrituras prácticamente indescifrables.

En esta sala también se proyecta el documental La mayoría marginada. De Basaglia a Brasil de la artista española Dora García, que recoge algunos aspectos del paradigma ético-estético guattariano y los pone en discusión con los planteamientos de la antipsiquiatría de Franco Basaglia. Mediante filmaciones de talleres y entrevistas a integrantes de diversas instituciones, García señala la potencialidad del arte para cuestionar ciertas convenciones sociales.

Se muestra además la serie de grandes retratos Children Who Have Seen Too Much Too Soon de la artista británica Gee Vaucher, junto a sus videos Angel y Silence y su libro Lost, que compila miles y miles de dibujos anónimos de figuras de palo, que representan otras tantas víctimas de la Primera Guerra Mundial.

Eran Schaerf, Nomadesque, 2023. Foto cortesía Museo Reina Sofía
Todo por la Praxis, Cacharro, 2020-2023. En colaboración con Asamblea de Museo Situado. Foto cortesía Museo Reina Sofía

Máquinas de cine y cuidados

La intersección de la máquina social con la máquina deseante convierte al cine en rizoma de los procesos de subjetivación, en la medida en que este es capaz de esquivar y subvertir los regímenes semióticos dominantes. Siguiendo a Deleuze y Guattari en ¿Qué es la filosofía? (Anagrama, 1993 [1991]), el arte propicia un encadenamiento de perceptos y afectos que inducen a pensar la imagen como algo más allá. Esta es la razón por la cual es posible producir películas sin cámaras e incluso vislumbrar la hipótesis de un cine de los cuidados o de “un cine que cura”.

En este plano de inmanencia poscinematográfica, Máquinas de cine y cuidados parte del cine como medio no representacional con el objetivo de corporeizar la experiencia del visionado, instaurar comunidades afectivas o tramar formas colectivas de enunciación, siempre en línea con una triple ecología social, mental y medioambiental.

En la primera de las salas de esta última parte de la exposición, el público puede ver la videoinstalación Polígono de sustentación, del cineasta francés François Pain, compañero de Guattari durante décadas. Las entrevistas a Francesc Tosquelles, Jean Oury y Félix Guattari sirven de hilo conductor para problematizar asuntos como el posicionamiento político de la psicoterapia institucional, el impacto de la violencia contemporánea sobre las formas de subjetividad o la autogestión de los clubes sociales en las clínicas.

Otro proyecto aquí incluido es el desarrollado por el colectivo leonés La rara troupe, un grupo de creación en torno a la salud mental. Los miembros del grupo recogieron secuencias de videos que habían grabado duramente el aislamiento de la pandemia del Covid y compusieron Rodando el límite: autogestión y disparate (2020), un mosaico que confirma que el cine puede convertirse en un instrumento de comunicación y cohesión social.

Se exhibe, asimismo, la videoinstalación Healing Festival. Cinema and Traumas, del cineasta y activista camerunés Jean-Pierre Bekolo, quien sugirió la idea de un “cine que cura”, basado en la atención y los cuidados, y que incita a los sujetos a contar sus propias historias con el fin de promover un nuevo arte de vivir en sociedad y enfatizar la reciprocidad entre cineastas y espectadores.

Heiner Goebbels, La última pintura, 2019-2023, video, color, sonido, 20 min. Colección del artista
Bouchra Oizguen, Cuervos, 2017, video, color, sonido, 7:37 min. Cortesía del artista

Reflexiones sobre el Capitalismo Mundial Integrado

En alusión a la noción de Capitalismo Mundial Integrado adoptada por Guattari, se presenta la obra The Last Painting, nueva producción del compositor y director musical alemán Heiner Goebbels. En un escenario de ambientación industrial, un grupo de performers arrastra las reliquias de cuatrocientos años de historia europea fuera de los almacenes del pasado.

En Undesirable Aliens, el artista vasco Juan Pérez Agirregoikoa analiza el capitalismo a través de tres videos que muestran personajes que portan máscaras grotescas gigantes, como cabezudos. Dos de ellos están protagonizados por intelectuales que exponen sus respectivas teorías en relación con el capitalismo, como es el caso de Milagro, milagro por Milton Friedman.

La exposición también muestra la película Frente a Guernica de los cineastas italianos Yervant Gianikian y Angela Ricci Lucchi, y una instalación producida específicamente para este proyecto de la artista gallega Loreto Martínez Troncoso, quepropone un espacio de escucha donde el sonido, en sintonía con los movimientos de los visitantes, deviene ruido.

Además, el colectivo artístico indonesio Taring Padi realizó en junio el taller Activando resistencias con wayang kardus para compartir una de sus técnicas artísticas de agitación política más distintivas: la creación de wayang kardus, marionetas inspiradas en el teatro tradicional de Indonesia y cuya finalidad es visibilizar y apoyar las demandas sociales de las comunidades con las que colabora.

Cian Dayrit, Historias Naturales de Lucha, 2021. En colaboración con RJ Fernández y Henricus. Foto cortesía Museo Reina Sofía

MAQUINACIONES

Museo Reina Sofía, Madrid

Del 21 de junio al 28 de agosto de 2023

Georges Adéagbo, Efrén Álvarez, Ismaïl Bahri, Sammy Baloji, Jean-Pierre Bekolo, Ahmed Bouanani, Touda Bouanani, Paula Guerrero y Esperanza Collado, Rojava Film Commune, Cian Dayrit, Test Department, Ângela Ferreira, Hermanos Frenkel (Herschel, Shlomo y David Frenkel), Dora García, Florencia Rodríguez Giles, Heiner Goebbels, Patricia Gómez y María Jesús González, Huanchaco (Fernando Gutiérrez), Femke Herregraven, Iconoclasistas, hackitectura.net (Pablo DeSoto, Sergio Moreno y José Pérez de Lama), Yervant Gianikian y Angela Ricci Lucchi, Abu Bakarr Mansaray, François Pain y François Marcelly-Fernandez, Rabih Mroué, Bouchra Ouizguen, Taring Padi, Antón Patiño, Juan Pérez Agirregoikoa, Todo por la praxis, Dania Reymond, Monlee y Roxlee, Eran Schaerf, Tejal Shah, Tai Shani, Rayyane Tabet, Raphaël Grisey y Bouba Touré, Loreto Martínez Troncoso, La Rara Troupe, Alexander Tuchaček, Gee Vaucher, Simón Vega, Vangelis Vlahos, Abdul Hay Mosallam Zarara, Zush (Alberto Porta Muñoz).

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