INMORTALIZANDO AL CANGREJO

Inmortalizando al cangrejo es una exposición colectiva en guadalajara90210 basada en la locución “Pensando en la inmortalidad del cangrejo”, una expresión popular que se usa para indicar que una persona está distraída fantaseando sobre algo. La frase suele emplearse de forma humorística para señalar que no se está atento a lo que se debe, sino en un estado como de contemplación, o dejando vagar la mente. Se puede utilizar para sacar a alguien de una ensoñación -“¿Qué haces, estás pensando en la inmortalidad del cangrejo?”-, o cuando alguien no quiere hacer nada y se va a dormir: “Adiós, me voy a pensar sobre la inmortalidad del cangrejo”.

Varias de las piezas de la exposición tienen al cangrejo como sujeto/símbolo. Pero además sopla por aquí un aire juguetón, desprejuiciado, vital y espontáneo. Como una suerte de festejo.

También asoman alusiones a Duchamp y sus ready-mades. Crab Dryer (After Duchamp) [2020], de Ernesto Solana, por ejemplo, alude tanto al motivo de la muestra como al ready-made duchampiano con su forma de ‘candelabro’ hecho con un secador de botellas antiguo y tenazas de Menippe mercenaria. Una pieza sugestiva que conduce a “pensar en la inmortalidad del cangrejo”.

Otra de sus piezas, Endemic Studies II (2019), también es una combinación inesperada de objetos (parte cangrejo, parte botella de Pepsi Cola [no Coca-Cola]) que remite a las operaciones lúdicas y oníricas de los surrealistas.

Duchamp vuelve a reaparecer en la instalación de Marek Wolfryd -en colaboración con XiaoFeng y Xiamen RuoYa Arts And Crafts Co., Ltd-, compuesta por pinturas de escala íntima [Seeing NYC with a cubist artist, Not Duchamp (Nude Descending a Staircase), 2012] instaladas sobre papel tapiz (Mike Bidlo, 2022).

Marco Rountree define su práctica como la libre experimentación del dibujo en cualquier material, y esto se evidencia en sus exquisitas esculturas móviles hechas con ganchos de ropa y cangrejos de latón. A través de su obra, el artista explora los conceptos de ornamentación, específicamente las formas en que los objetos triviales pueden imbuirse de un significado nuevo y «superior» a través de la manipulación y la representación.

Tanto estos trabajos como los de Solana, si bien incorporan la figura del cangrejo, fueron elaborados años antes de esta exposición. En el caso de Alma Saladin, su pieza concebida para la muestra es un puzle hecho con un collage impreso sobre cartón (La inmortalidad del cangrejo, 2022) que, dispuesto sobre una mesa, invita a jugar y a la atención plena.

(“¿Qué haces, estás pensando en la inmortalidad del cangrejo?”)

Chavis Mármol también crea una ambientación para el divertimento: un salon privé en un rincón del piso superior de la galería. Allí, un festín sobre la mesa –latas de cerveza, cigarrillos- es fosilizado para la posteridad –a lo memento mori-, mientras la metáfora del ojo-ventana se despliega en las paredes. Mármol suele trabajar con concreto y metal para crear piezas lúdicas y a la vez críticas respecto a la sacralidad del objeto de arte o el valor patrimonial, de manera intuitiva, experimentando con el material.

Celeste es un dúo de artistas integrado por María Fernanda Camarena y Gabriel Rosas Alemán que, a través de la integración de diversos medios y disciplinas, sostiene una práctica exploratoria de la espacialidad, la materialidad y el cromatismo. Los reinos sensorial y emocional son reconocidos por la dupla como fuentes legítimas de conocimiento. En esta exposición convierten una habitación en una especie de receptáculo ceremonial, donde un cálido mural hecho con cal y pigmento de concreto sirve de fondo a un conjunto de manos planas en cobre martillado, realizadas en colaboración con José Luis Ziranda.

Melanie McLain crea objetos esculturales, protésicos, que invitan a interactuar con ellos a través de una serie de acrobacias y posiciones que desafían su estructura, y la de nuestro cuerpo. Aun si no se establece un contacto físico entre sus construcciones y quienes se supone deberían habitarlas -o tocarlas-, solo sus formas llaman a hacerse parte de ellas. Dispersos por la planta baja de la galería se encuentran sus Soft Floor Dividers (2022) que, como su nombre lo indica, truncan el recorrido –los pasos, y la mirada- para invitarnos a estar conscientes (y no “pensando en la inmortalidad del cangrejo”).

Fabiana Martínez Peláez presenta pinturas donde la vegetación es representada mediante la gestualidad pictórica de la línea, de forma casi idealizada, con una estética a punto de modernista y un acabado opaco que lo realza, y que es logrado por la impregnación de colores impuros sobre lino crudo. Estos trazos y manchado, su aspecto inacabado, terminan por conjurar una naturaleza abstraída.

Rodrigo Red Sandoval entiende su trabajo como una arqueología del presente. En sus ensamblajes conviven la cultura pop, la alta y baja fidelidad, los medios de comunicación, el control, la geopolítica, la filosofía, la ciencia ficción y los estados paralelos de conciencia. Aquí se exhiben piezas recientes motorizadas que combinan concreto, metal y material descartado, monolitos de un futuro apocalíptico hechos con vestigios del pasado.

“Adiós, me voy a pensar sobre la inmortalidad del cangrejo”.

La muestra reúne obras de Celeste, Estudio Estudio, Emilio Flores, Bárbara Foulkes, Manuela García, Anna Garner, Valentina Guerrero Marín, Héctor Jiménez Castillo, Carolina Maki Kitagawa Frisby, Sandra de León, Alberto López Corcuera, Chavis Mármol, Fabiana Martínez Peláez, Melanie McLain, Rodrigue Mouchez Armendariz, Mujer Barro, Natalia Ramos, Rodrigo Red Sandoval, Sofía Reyes, Javier M. Rodríguez, Marco Rountree, Alma Saladin, Guadalupe Salgado, Ernesto Solana, Fabiola Torres Alzaga y Marek Wolfryd.

Se presenta hasta el 28 de mayo de 2022 en guadalajara90210, Parral 32, Condesa, Ciudad de México.