Skip to content

FELICIANO CENTURIÓN: BELEZA COTIDIANA. PRIMERA INDIVIDUAL DEL ARTISTA PARAGUAYO EN BRASIL

[VERSÃO EM PORTUGUÊS ABAIXO]

La trayectoria del artista paraguayo Feliciano Centurión (1962 – 1996) es homenajeada en una exposición inédita en la Galería Millán con curaduría de Dominic Christie, curador e investigador radicado en Londres. Feliciano Centurión: Beleza cotidiana, la primera muestra individual del artista en Brasil, reúne un conjunto de piezas en tela organizadas en tres núcleos temáticos: Fauna y Flora, Iconografía Religiosa y Espiritual, y Materialidad.

Criado por su madre y su abuela, Feliciano Centurión creció en un ambiente católico compuesto en su mayoría por mujeres. Su obra se caracteriza por el uso de tejidos y bordados, medios artesanales asociados tradicionalmente a la creación femenina, pero que también han sido centrales en la cultura paraguaya desde la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), o Guerra del Paraguay, cuando el país perdió el noventa por ciento de su población masculina. A través del bordado en telas, Centurión expresó sus deseos e ideas a modo de diario íntimo. Luego de ser diagnosticado VIH positivo, el artista comenzó a relatar aspectos relacionados con la enfermedad, trabajando en formatos cada vez más pequeños e intrincados.

Según el artista, “el eclecticismo de nuestra realidad, con su diversidad de lenguajes e información, nos exige un mayor compromiso y nos permite apropiarnos de ella con total libertad para poder expresarnos. Asumo lo cotidiano, lo banal, la ironía, lo lúdico, la alegría y la diversión”.

Feliciano Centurión, Amargo, Picante, Salado, Agrio, Dulce, c. 1995, bordado en tela sobre cobertor, 53 x 52 cm. Foto: Eva Herzog. Cortesía: Galeria Millan

Feliciano Centurión, Paraiso Florecido, c. 1995, bordado sobre cobertor, 40 x 40 cm. Foto: Eva Herzog. Cortesía: Galeria Millan

Centurión buscaba telas en ferias callejeras a las que realizaba intervenciones manuales con bordados y crochet. Sus trabajos textiles adoptan como soportes mantas infantiles, delantales, almohadas y cojines, y pequeños recortes de telas estampadas que remiten a los ámbitos doméstico y afectivo. El artista incorporaba elementos de la iconografía cristiana, de la fauna y flora autóctonas de la región subtropical del Paraguay -donde vivió durante su infancia-, y representaciones de animales imaginarios.

La relevancia del contacto con el mundo natural en su producción, así como las técnicas y motivos adoptados de manera consistente, hacen referencia a las raíces étnicas guaraníes del artista, de las cuales se sentía muy orgulloso.

Tras mudarse a Argentina con su familia en la década de 1980, Centurión inició sus estudios en artes visuales y, hacia 1989, pasó a formar parte de un grupo de artistas vinculados al Centro Cultural Rojas, asociado a la Universidad de Buenos Aires. Los artistas de esta generación adoptaron en sus obras materiales no convencionales, a veces cotidianos, como juguetes de plástico y objetos de la cultura popular. A partir de ellos, crearon una estética asociada al kitsch y enfocada en la apreciación del propio hacer artístico, lo que se oponía al conceptualismo en boga durante la década de 1970 en América Latina. En ese contexto, Centurión participó del grupo 3×3, junto a la artista argentina Ana López y la brasileña Heloísa Schneiders.

Su breve producción artística, que suma alrededor de 250 obras, permaneció prácticamente desconocida fuera de su contexto de origen durante casi dos décadas después de su muerte en 1996, en Buenos Aires.

Según el curador Dominic Christie, la exposición pretende “demostrar cómo el lenguaje visual de Centurión emergió a partir de una singular síntesis de sus raíces paraguayas y guaraníes y el ambiente cultural de Buenos Aires entre los años 80 y 90”.

El contexto cultural de Buenos Aires le permitió a Centurión explorar libremente su sexualidad, tema presente en algunas de sus obras a través de figuraciones homoeróticas. Cuando lo diagnosticaron VIH positivo, comenzó a dejar constancia de su experiencia con la enfermedad en una serie de bordados sobre pequeños almohadones. Centurión desarrolló una obra confesional, en la que se mezclan biografía y producción artística sin dejar de lado referencias más amplias y sutiles al contexto político y social paraguayo y argentino, en proceso de redemocratización.

Feliciano Centurión, Sin título (Flores con incrustaciones de fichas), s.f., acrílico y técnica mixta sobre cobertor, 59 x 63 cm. Cortesía: Galeria Millan

PRIMEIRA INDIVIDUAL DO ARTISTA PARAGUAIO FELICIANO CENTURIÓN NO BRASIL

A trajetória do artista paraguaio Feliciano Centurión (1962 – 1996) e homenageada em mostra inédita da Galeria Millan. Exibida entre 12 de março a 9 de abril com curadoria de Dominic Christie, curador e pesquisador radicado em Londres, a exposiçãoFeliciano Centurión: Beleza cotidiana– primeira individual do artista no Brasil -, traz ao público umconjunto de peças em tecido do artista organizadas em três núcleos temáticos: Fauna e Flora, Iconografia Religiosa e Espiritual, e Materialidade.

O trabalho de Feliciano Centurión é caracterizado pelo uso de tecidos e bordados, campos, por tradição, relacionados à criação feminina e que são centrais para a cultura paraguaia desde a Guerra da Tríplice Aliança (1864-1870), ou a Guerra do Paraguai, quando o país perdeu noventa por cento de sua população masculina. Em tecidos bordados, expressava desejos e ideias, quase como um diário íntimo. Após seu diagnóstico positivo para HIV, o artista começou a relatar aspectos deste assunto na mesma série, trabalhando em formatos cada vez menores e intrincados.

Segundo o artista, “o ecletismo da nossa realidade com a diversidade de linguagens e informação nos exige um maior compromisso e nos permite apropriarmos com total liberdade para poder nos expressar. Assumo a cotidianidade, o banal, a ironia, o lúdico, a alegria e a diversão”.

Feliciano Centurión, Sin título (Angel), c. 1993, acrílico y bordado sobre almohada de seda, 27 cm Ø. Cortesía: Galeria Millan

Centurión garimpava as peças em feiras de rua e realizava em cada uma intervenções manuais com bordados e crochê. Os trabalhos têxteis adotam como suportes cobertores infantis, aventais, almofadas e pequenos recortes de tecidos estampados que remontam ao ambiente doméstico, infantil e à esfera afetiva. Neles, figuram-se elementos da iconografia cristã, da fauna e da flora nativas da região subtropical do Paraguai, onde Feliciano viveu durante a infância -, e representações de animais imaginários. A relevância do contato com o mundo natural em sua produção, bem como as técnicas e motivos adotados, reportam às raízes étnicas Guarani do artista, um marco que lhe trazia muito orgulho.

Após mudar-se para a Argentina com sua família durante os anos 1980, Centurión iniciou seus estudos em artes visuais e, por volta de 1989, passou a fazer parte de um grupo de artistas ligados ao Centro Cultural Ricardo Rojas, associado à Universidade de Buenos Aires. Os artistas desta geração adotaram em suas obras materiais não convencionais, por vezes corriqueiros, como brinquedos de plástico e objetos da cultura popular. A partir deles, criavam uma estética associada ao kitsch e voltada à apreciação do próprio fazer artístico – que se opunha ao conceitualismo em voga durante os anos 1970 na América Latina. Nesse contexto, Centurión participou do grupo 3×3, ao lado da artista argentina Ana López e da brasileira Heloísa Schneiders.

Sua breve produção artística, que soma cerca de 250 obras, se manteve praticamente desconhecida fora de seu contexto de origem por cerca de duas décadas após seu falecimento em 1996, em Buenos Aires.

Segundo o curador Dominic Christie, a mostra pretende “demonstrar como a linguagem visual de Centurión emergiu a partir de uma síntese singular de suas raízes Paraguaias e Guaranis e do ambiente cultural de Buenos Aires entre as décadas de 1980 e 1990”.

O contexto cultural de Buenos Aires possibilitou que Centurión explorasse livremente sua sexualidade, tema que se faz presente em algumas de suas obras por meio de figurações homoeróticas. Quando diagnosticado com HIV positivo, começou a registrar o convívio com a doença em uma série de bordados sobre pequenos travesseiros. Centurión desenvolveu uma obra confessional, na qual biografia e produção artística se mesclam sem deixar de lado referências mais amplas e sutis ao contexto político e social paraguaio e argentino que passavam por um processo de redemocratização.

Feliciano Centurión, Sin Título (Bleeding Heart), s.f., tejido bordado sobre cobertor, 31 x 31 cm. Cortesía: Galeria Millan

FELICIANO CENTURIÓN: BELEZA COTIDIANA

Galeria Millan, Rua Fradique Coutinho 1360/1416, São Paulo

Del 12 de marzo al 9 de abril de 2022

También te puede interesar

LA CAÍDA DEL CIELO

La minería ilegal, la contaminación de los ríos, la persecución y destrucción de las comunidades nativas son apenas un par de letras del alfabeto infame de la colonización en las Américas. El exterminio de...