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EFECTOS DE LA AGUJA. MURO SUR EN ÁMSTERDAM

En las artes visuales el habla de los creadores es parte del proceso creativo, pero no siempre queda registrada. Generalmente lo dicho o conversado en el taller se disipa en el aire en relación inversa a la realización: una vez terminada, la obra visual puede incluir las voces de sus autores o autoras, pero se trata de una materia subordinada a lo visual.

La muestra I Saw it by Ear / Lo vi de oídas es un caso particular porque opera en el campo de las artes visuales, sin embargo, los muros de la galería (((R))) Rozenstraat, a rose is a rose is a rose están vacíos. Vacío visual, para ser precisos, dado que el espacio de la sala funciona como caja de resonancia de obras sonoras de 16 artistas chilenos.[1]

Los curadores –Ana María Fernández, Martín La Roche y Madelon van Schie– señalan en el catálogo que I Saw it by Ear ‘es la continuación del proyecto Écfrasis, consistente en un doble LP que contiene las voces de 29 artistas ligados -en distintos momentos y circunstancias- a la experiencia colectiva Muro Sur’. Estos vinilos forman parte de la muestra I Saw it by Ear y se pueden escuchar en una salita aparte. Para llegar desde Écfrasis a la exposición en la galería Rozenstraat es por lo mismo conveniente comenzar por los vinilos.

ÉCFRASIS. Los vinilos.

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El proyecto Écfrasis se gestó en Ámsterdam en 2017 con la participación de Ana María y Martín, en conjunto con Giancarlo Pazzanese. Lo que los curadores propusieron a los 29 invitados fue que describieran verbalmente (y/o con sonidos ad hoc) una obra para participar en una futura exposición en Ámsterdam (sin fecha determinada) del colectivo Muro Sur. Podía ser un trabajo ya existente o algo nuevo, sin límites de tema, técnica o tamaño. Fue una convocatoria abierta, que los artistas aprovecharon para retornar al clima informal y altamente creativo de los proyectos de Muro Sur en su época santiaguina, a fines de la década del noventa del siglo pasado. A la invitación acudieron artistas que expusieron o colaboraron en Muro Sur -ya fuera en Santiago, Nueva York o Shanghái– pero también otros que conocían la experiencia del colectivo por documentos, relatos o amistad con sus fundadores/as.

Una revisión de los nombres muestra que el grupo era heterogéneo tanto en términos generacionales –p. ej. Eduardo Vilches nació en 1932, Paula Salas en 1982– como disciplinarios: en él hay pintores/as, fotógrafos/fas, una ceramista, un grabador, cineastas, videastas, autores/as de instalaciones y performances. Además, el grupo va más allá de las fronteras nacionales (varios de los convocados viven y trabajan fuera de Chile) y aun cuando la identidad sexo-binaria sea cuestionable, agreguemos que hay una paridad de género hombre-mujer casi matemática.

Difícilmente se podrá encontrar en la historia de las artes visuales chilenas un colectivo de tales características. Con cambiante sede y sin calendario fijo, Muro Sur se ha desplazado apareciendo y desapareciendo en las redes virtuales, talleres, galerías y casas de varias ciudades del mundo sin necesidad de otra contraseña que su propio nombre. El video de Mónica Bengoa Anecdotario al margen. Mirando del otro lado, que también se puede ver en I saw it by Ear, es un excelente documento sobre la génesis y el desarrollo de Muro Sur.

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En su definición de diccionario la écfrasis -del latín ecphrasis y éste del griego antiguo ἔκφρασις- es un recurso literario para describir una obra de arte y el ejemplo más citado es la descripción que hace Homero del escudo de Aquiles en el canto XVIII de la Ilíada. El minucioso relato homérico del trabajo de Efesto es una maravilla poético histórica, pero deja en el aire la pregunta: ¿existió el escudo de Aquiles antes que Homero ‘lo pintara por escrito’? Responder sí o no es irrelevante: el hecho es que la única fuente de información que tenemos es el poema y que las representaciones visuales que existen del famoso escudo derivan de la descripción homérica.

En la écfrasis intervienen un original (el escudo de Aquiles) y una copia (la descripción de Homero). Sin embargo, considerada la fuerza de la copia -que ha durado mucho más que su modelo– es fácil deducir una segunda aproximación: el escudo de Aquiles es el motivo o pretexto de una copia que lo ha reemplazado con eficacia, al punto de convertirse ella misma en un original que será copiado para representar el mentado escudo. Écfrasis de Muro Sur agrega una tercera aproximación: aquí el original (la obra visual) está en el futuro; es la descripción de un deseo.

Tanto en el caso del escudo de Aquiles como en Écfrasis el original (la obra) y la copia (su descripción) intercambian roles. El orden canónico de ‘el original’ seguido de ‘la copia’ pierde fuerzas: la écfrasis nos invita a imaginar un diagrama sin polos ni jerarquías establecidas donde el original y la copia ceden su lugar a una dinámica creativa distinta, abierta a encuentros inesperados, a soluciones formales e imaginarias sin otros límites que la capacidad generatriz de los artistas y el manejo de los materiales.

Vista de la instalación ‘I saw it by ear’, una exposición de Muro Sur en Rozenstraat, Amsterdam, 2021. Foto: Pablo Núñez.
Vista de la instalación ‘I saw it by ear’, una exposición de Muro Sur en Rozenstraat, Amsterdam, 2021. Foto: Pablo Núñez.
Vista de la instalación ‘I saw it by ear’, una exposición de Muro Sur en Rozenstraat, Amsterdam, 2021. Foto: Pablo Núñez.

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Visualmente un disco fonográfico es poco llamativo: salvo en su etiqueta central –otra cosa es la portada- no hay nada en él que estimule la mirada. Además, no está hecho para funcionar por sí mismo: sin la ayuda de un tocadiscos no podemos saber nada de su contenido y cuando comienza a girar en la tornamesa y la aguja recorre los surcos lo que sucede, el acontecimiento, es una reproducción sonora. Se podría decir que un LP es el soporte menos adecuado para una obra de arte visual, pero en realidad posibilita un enlace: Écfrasis de Muro Sur se apropió del vinilo para enlazar el campo visual con otros dos campos: la oralidad (original) y el sonido (reproducción).

Las voces, por efecto de la aguja fonográfica, se despliegan en el aire dando forma a una exposición sui generis, en la que escuchamos rumores descriptivos, diseños y contenidos de obras: al mismo tiempo y como valor agregado, los vinilos son registro de la expresión oral de 29 artistas chilenos en proceso creativo, a fines de la segunda década del siglo XXI.

Oír estas voces, cada una de estas voces, es escuchar imágenes con fecha de origen, pero no de caducidad. Los LP de Écfrasis encierran un documento de inicio de algo que siempre estará por venir, incluso cuando se cumpla la promesa de la exposición que le dio nacimiento, porque el traspaso de la oralidad a la obra concreta estará sujeto a las condiciones de lugar y tiempo donde se realice. Las 29 propuestas seguirán vigentes en las voces grabadas, como originales a la espera de ser copiados o representados de una u otra manera, en uno u otro momento, en algún lugar. La écfrasis que hizo cada uno de los artistas con su voz admite tanto la condición de original (de una obra por venir) como de copia de una obra ideal, descrita en un relato oral.

Vista de la instalación ‘I saw it by ear’, una exposición de Muro Sur en Rozenstraat, Amsterdam, 2021. Foto: Ricardo Cuadros.

I SAW IT BY EAR – LO VI DE OÍDAS

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El montaje de Lo vi de oídas – I Saw it by Ear en la galería (((R))) Rozenstraat, a rose is a rose is a rose fue pensado como paisaje o bosque sonoro. [2] Los parlantes, con su diminuto ojo verde siempre encendido, eran árboles narradores y las voces / sonidos iban llenando el espacio como irradiaciones de sujetos ausentes. La exposición exigía que el espectador / oyente participara prestando oído y para escribir este ensayo recorrí varias veces la sala: cada vez me encontraba con detalles nuevos, recordaba pasajes distintos y en mi cabeza se mezclaban los idiomas (castellano, inglés, alemán, holandés y árabe) con las texturas de las voces humanas y animales. Era fácil extraviarse en el bosque de I Saw it by Ear y el extravío siempre conduce a lugares insospechados: claros de bosque, cruces y bifurcaciones.

Entre los claros de bosque distinguí uno que llamaré ‘sonido, sensación’, donde resonaban los trabajos de Cristián Silva, Ignacio Gumucio y Marcela Moraga. Silva unió tres vértices puramente sonoros en un triángulo descentrado: el nadador chileno Tiburón Contreras en el mar; una canción festivalera de 1981 interpretada por un competidor holandés; y la alarma de un auto estacionado. Gumucio entonaba una canción de animalito extraviado en la naturaleza que para decir ‘aquí estoy’ discurría entre la melodía y el gruñido. Moraga rescató de un museo alemán algunas voces de animales ‘que transitan por Berlín y Brandemburgo’ para componer una canción que luego cantó y grabó en un karaoke del Mauerpark berlinés.

Este claro de bosque contrastaba con otro que me salió al paso (más adelante, más atrás, no estoy seguro) que llamaré ‘experiencia, presencia’. Aquí resonaban los relatos de tres artistas y una prostituta. Paula Salas narraba su reflexión sobre el encierro en un búnker holandés, en el verano de 2019, durante su estadía por la exposición Liquid Landscapes: what if the ground under your feet can’t be trusted? Francisca Sánchez leía fragmentos de sus notas personales escritas entre 2004 y 2006 cuando fue residente en De Ateliers, Ámsterdam. Martín La Roche contaba un sueño que lo llevaba, a través de una puerta oculta, a una exposición curada por Inga Lace, un baño donde tomaba una ducha y finalmente a la presencia (de gran poder simbólico para él) de un árbol ginkgo biloba. La prostituta se llamaba Camila y le contaba a Giancarlo Pazzanese -que grabó el audio en una vitrina del Barrio Rojo- que venía de Sudamérica, le encantaba el Museo Van Gogh y su oficio: ‘Me veo bien, los hombres me tratan bien (…) Hago bien mi trabajo y ellos se van contentos’.

En un bosque como I Saw it by Ear -quizás porque el oído es espacialmente menos organizado que el ojo- no era fácil distinguir las bifurcaciones que conducían a nuevos encuentros. Voluspa Jarpa y Joris Escher recrearon un fragmento trágico de la historia de los Países Bajos en 1672: el brutal asesinato de los hermanos De Witt a manos de una turba de partidarios del príncipe Guillermo III de Orange. De pronto escucho voces infantiles: son los hijos de Joaquín Cociña y Paula Salas que conversan con su papá, discuten y cantan. Desde otro lugar y otro tiempo emergen las voces de los familiares de Francisca Khamis, hombres y mujeres que llegaron a Chile a causa de la diáspora palestina. Avanzo un poco y me detengo a escuchar el relato de Francisca García sobre su fallido intento de ‘entrar en contacto’ con una comunidad menonita en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, en 2016.

¿Qué podría significar este concierto de cuerpos ausentes hablando de experiencias en lugares y tiempos distantes, fragmentos de historia, religión, exilio y sueños, discursos lógicos y ruidos amorosos? No lo sé o lo entiendo a medias, como quien entra en una ciudad tan extraña que parece soñada. Atender a Lo vi de oídas fue una experiencia estética numerosa, que aquí he descrito de la única manera a mi alcance: como experiencia personal reconstruida en un relato. Una experiencia de oído interior en un bosque blanco con delgados árboles parlantes.

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El hecho de que en la galería había también una selección de publicaciones de Muro Sur y/o de los artistas participantes en el proyecto, contribuyó a que I Saw it by Ear  / Lo vi de oídas fuera una oportunidad única de acercamiento del arte contemporáneo chileno al público internacional en Ámsterdam.  Esta documentación, reunida en el curso de los años desde el origen de Muro Sur en 1996, es por una parte un capítulo de la biblioteca dispersa de las artes visuales de Chile y por otra, también, un punto de referencia para próximos proyectos del colectivo.

Grabación del primer episodio titulado ‘Lo vi de oídas’ del podcast ‘Muro Sur’ transmitido por radio Ja Ja Ja Nee Nee Nee el último día de la exposición desde Rozenstraat, Amsterdam. 12 de diciembre 2021. Conducido por Andrea González y Martín La Roche y con la participación de Diego Díez, Inez Piso, Ricardo Cuadros y Francisca Khamis.
Grabación de Ana María Fernández para el segundo capítulo del podcast ‘Muro Sur’ que será transmitido por radio Ja Ja Ja Nee Nee Nee en Amsterdam y radio Tsonami en Valparaíso

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La pandemia, que lo envuelve todo como un celofán claustrofóbico, hizo difícil que nos reuniéramos con más soltura de aforo y sin restricciones horarias, pero no impidió que el último día de la exposición grabáramos un podcast que fue transmitido por la radio Ja Ja Ja Nee Nee Nee en Ámsterdam. Este primer podcast en español -conducido por Andrea González y Martín La Roche y con la participación de Diego Díez, Inez Piso, Ricardo Cuadros y Francisca Khamis– marcó el inicio de una serie de cuatro episodios (dos en español y dos en inglés) sobre el proceso de formación y desarrollo de Muro Sur. La serie será realizada y transmitida en conjunto con la radio Tsonami de Valparaíso.

Por su parte Marcela Moraga hizo una video performance titulada I saw it by Ear. Filmada desde adentro hacia afuera del espacio de la galería, Marcela paseó por las calles del barrio Jordaan y se comunicó con varios objetos, a los que les comunicó de viva voz algunas de las narraciones de los artistas que participaron en la exposición.

Piezas sonoras en I saw it by ear por Francisca Sánchez, Cristóbal León y Joaquín Cociña, Magdalena Atria, Claudio Correa, Carlos Altamirano, Martín La Roche, Marcela Moraga, Patricia Cepeda, Carlos Navarrete, Ricardo Cuadros, Giancarlo Pazzanese, Gonzalo Díaz, Cristián Silva, Ximena Zomosa, Mario Navarro, Mónica Bengoa, Voluspa Jarpa, Juan Castillo, Paz Errázuriz, Paula Salas, Juan Céspedes, Nury González, Claudia Missana, Nicole Carvajal, Eduardo Vilches, Su Melo, Francisca García, Ignacio Gumucio y Francisca Khamis.


[1] Cristián Silva, Francisca García Gutiérrez, Ignacio Gumucio, Voluspa Jarpa, Joaquín Cociña & Cristóbal León, Marcela Moraga, Giancarlo Pazzanese, Francisca Sánchez, Juan Castillo, Francisca Khamis Giacoman, Martín La Roche, Ricardo Cuadros, Paula Salas, Gonzalo Díaz, Carlos Navarrete y Voluspa Jarpa.

[2] El montaje de la muestra fue diseñado por Muro Sur en colaboración con Federico Martelli (Cookies) y contó con la ayuda técnica de Julius van Ijpen.

Ricardo Cuadros

Nació en Concepción, Chile, en 1955. Doctor en Literatura por la Universidad de Utrecht. Escritor y fotógrafo. Desde los años noventa ha escrito ensayos sobre la obra de algunos de los artistas participantes en I saw it by Ear / Lo vi de oídas, entre ellos/as Joaquín Cociña y Cristóbal León, Mónica Bengoa, Carlos Navarrete y Marcela Moraga. Cuadros vive y trabaja en Ámsterdam.

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