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MINDS RISING, SPIRITS TUNING: 13° BIENAL DE GWANGJU

Fundada en 1995 en memoria del levantamiento civil y el Movimiento Democrático de Gwangju de 1980, la Bienal de Gwanju es la más antigua y prestigiosa de Asia. Para su 13° edición, Minds Rising, Spirits Turnings, que abrió el pasado 1° de abril, sus directoras artísticas Defne Ayas y Natasha Ginwala se han propuesto examinar la tesis de la mente extendida a través de medios artísticos y teóricos.

La bienal profundiza en un amplio conjunto de cosmologías para activar la diversidad de formas de inteligencia, sistemas de vida planetarios y métodos de supervivencia comunitaria, y cómo estos compiten con el horizonte a futuro del capitalismo cognitivo, la violencia algorítmica y el imperialismo planetario.

Al desafiar las divisiones estructurales impuestas en la inteligencia corporal, tecnológica y espiritual, esta edición indaga en un amplio espectro de cosmologías posibles, al poner en foco las relaciones entre cuerpo y mente; activar sistemas de vida planetarios y corrientes de pensamiento queer y feministas; al honrar las experiencias traumáticas históricas; y reconocer la supervivencia comunitaria.

“En las culturas visuales, las historias sociales y las filosofías asiáticas, se pone en primer plano la conexión indivisible entre la mente y el cuerpo, la cognición humana y no humana, y las formas de mundos que unen a los seres espirituales, las prácticas de sanación y reparación, y los deseos polivalentes”, escriben Defne Ayas y Natasha Ginwala en su texto curatorial.

“Además”, agregan, “las relaciones multi-especies subvierten la supremacía antropogénica al cuestionar un ideal singular y puro de naturaleza sin cultura. Al movilizar un marco vital de interdependencia como seres posicionados en esta Tierra, los humanos son solo una entre las innumerables especies que están en deuda con el planeta y son responsables del mismo. El imperativo binario o dualismo estructural que rompe esta red de inteligencia encarnada ha llevado a falsos universalismos tejidos por la modernidad colonial y la planetarización de la tecnociencia occidental”.

Vista de la exposición Minds Rising, Spirits Tuning, 13° Bienal de Gwangju, 2021. Obras de Min Joung-Ki, Outi Pieski, John Gerrard, y reliquias del Museo del Shamanismo, Corea. Foto: Sang tae Kim
Vista de la exposición Minds Rising, Spirits Tuning, 13° Bienal de Gwangju, 2021. Obras de Pacita Abad (detalle), Seyni Camara, y Jumaadi. Foto: Sang tae Kim

Minds Rising, Spirits Tuning comprende una exhibición de 69 artistas desplegada en cuatro sedes; una plataforma de publicaciones online; la revista Minds Rising; tres publicaciones, entre las que se incluye un libro sobre feminismo(s) titulado Stronger than Bone; un ciclo de programas públicos online que reúne artistas, activistas, académicos y pensadores de sistemas (Rising to the Surface: Practicing Solidarity Futures); el foro Augmented Minds and the Incomputable; y el desfile/performance The Procession: Through the Gates, celebrado durante la inauguración.

Del total de obras expuestas, 40 son nuevos encargos de la Bienal, entre ellas la instalación sonora Rain Dreamed by Sound (2020), de Cecilia Vicuña (Chile, 1948), compuesta en colaboración con el músico Ricardo Gallo. La pieza, inspirada en la obra literaria Dictée (1982), de la escritora y artista surcoreana Theresa Hak Kyung Cha (1951-1982), hace énfasis en el duelo, en la cualidad conmemorativa de la poesía y en la forma en que el lenguaje que se centra en las mujeres puede repercutir en la violencia de género. Como dos artistas-poetas que emigraron a Nueva York desde Chile y Corea, respectivamente, Vicuña y Hak Kyung Cha vieron en la poesía y la improvisación los signos conectivos de tradiciones feministas, chamánicas y matriarcales. Aunque nunca llegó a materializarse un encuentro entre ellas, ambas se reúnen metafóricamente en esta pieza.

De Vicuña también se exhiben Homenaje a Vietnam (1977), una serie de pinturas sobre textiles colgantes; el inédito video My Vietnam Story (2021), filmado y editado por la artista chilena Francisca Benítez; y la pintura Camilo Torres (1978), un homenaje al pionero de la Teología de la Liberación, cofundador de la primera facultad de Sociología ​de América Latina en la Universidad Nacional de Colombia, y miembro del grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional.

Vista de la exposición Minds Rising, Spirits Tuning, 13° Bienal de Gwangju, 2021. Obras de Sangho Lee y Cecilia Vicuña. Foto: Sang tae Kim
Vista de la exposición Minds Rising, Spirits Tuning, 13° Bienal de Gwangju, 2021. Obras de Ana María Millán y Cecilia Vicuña. Foto: Sang tae Kim
Ana María Millán, Happy People, 2020, animación. Comisionada por la 13° Bienal de Gwangju: Cortesía de la artista

Partiendo de la performatividad de las subjetividades digitales y sirviendo de anfitriona de muchos discursos políticos persuasivos, la práctica artística de Ana María Millán (Cali, Colombia, 1975) está moldeada por una fuerte ética feminista y la colaboración con diferentes actores. La artista emplea los videojuegos, el juego de rol en vivo (LARP), las recreaciones y construcciones de mundos virtuales como medios para la crítica social.

Para su nuevo videojuego, Happy People (2020), Millán colaboró en un taller de construcción de personajes con un grupo de LARPers, gamers, estudiantes de arte y cosplayers de Gwangju. De su colaboración con FAMERZ, un colectivo de gamers feministas activas en Corea del Sur, surgieron una investigación especial sobre la historia de la animación coreana y reflexiones sobre las dimensiones de género de los juegos en línea y los disturbios políticos. Aludiendo a la política de construcción de coaliciones y representación, el proceso colectivo y participativo de LARP -que implica reflejar y a la vez reinventar las realidades existentes- sirvió como punto de partida para Happy People.

Otro trabajo suyo, Elevación (2019), es el resultado del primer juego de rol que la artista llevó a cabo en Colombia. Millán realizó una convocatoria abierta para personas que viven en Bogotá y que estuvieran interesadas en juegos de rol, avatares y plataformas digitales. Posteriormente, seleccionó once coparticipantes con quienes desarrolló un juego de rol/taller durante un mes en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO), bajo el nombre de Humano no Humano.mA partir del avatar de los participantes, en Elevación la artista entrelaza diferentes narrativas relacionadas con la cultura pop, la violencia, el populismo, los discursos de exclusión y la historia reciente de Colombia.

De la artista brasileña Sonia Gomes (1948) se presentan varias esculturas textiles realizadas entre 2013 y 2019. Gomes llegó a la artesanía como una forma de escapismo y auto-sanación, pero también de celebración de la espiritualidad afrobrasileña heredada de su abuela materna. Es con solemne atención al detalle que Gomes incorpora sus propios recuerdos y sueños en cada elemento, creando piezas de cautivadora resiliencia que ofrecen hábitats protectores, por un lado, y vías de escape para nuevas formas de existir, por el otro.

Formado como ingeniero y artista, el trabajo de Fernando Palma Rodríguez (México, 1957) surge de su compromiso con la preservación del medio ambiente y las culturas indígenas a través de la organización sin fines de lucro Calpulli Tecalco, que cofundó y dirige en Milpa Alta (México) para revitalizar el conocimiento tradicional, el idioma, la gastronomía y la agricultura como formas de resistencia política. La fuerza que anima sus representaciones robóticas de diosas mesoamericanas, soldados con cabeza de coyote y congregaciones chamánicas no es solo el ensamblaje mecánico de microcontroladores, servomotores, motores de corriente continua y sensores Arduino, sino también el cambio epistémico y ontológico que sitúa su existencia dentro de las cosmologías indígenas y el conocimiento ancestral nahua.

En la obra Toicnohuan (2021), dos esculturas de piedra de deidades coyotes se colocan en la intersección de los ejes norte-sur y este-oeste, indicados por cuatro barriles que son movidos hacia adelante y hacia atrás por robots mecánicos. Tras la clausura de la bienal, la escultura en piedra -producida en México- se quedará en Corea, mientras que la otra, creada por el escultor coreano Han Rim Jeong, viajará al estudio del artista en Milpa Alta, completando así un intercambio simbólico de obsequios entre dos artistas y países.

Ad Minoliti (Argentina, 1980) presenta la continuación de su proyecto The Feminist School of Painting [La Escuela de Pintura Feminista (2018-en curso)], mediante el cual convierte el espacio expositivo en un aula para cuestionar el canon del dominio masculino en la historia del arte y activar la investigación sobre los tradicionales géneros de la pintura -paisaje, anatomía, pintura histórica y naturaleza muerta- a través de talleres. Para ello, ha invitado a un grupo de colaboradorxs coreanos que abordan los legados feministas, el movimiento #MeToo, la ficción especulativa y la teoría queer.

Pedro Neves Marques, Epidemics, de la serie Poemas Virales, 2018. Cortesía del artista y Galleria Umberto di Marino, Nápoles; Collezione Novelio Furin, Vicenza; Collezione Carlo Danieli, Vicenza; y Matteo Novarese Collection, Boloña

El artista, escritor y cineasta Pedro Neves Marques (Lisboa, 1984) reflexiona sobre la creciente militarización del lenguaje y la sociedad, amplificada por la campaña electoral de Jair Bolsonaro y resonante en los eslóganes populistas en todo el mundo, a través de sus Poemas Virales (2018). Para crear esta serie de 21 poemas, se apropió de la jerga de la biotecnología y el lenguaje del cuidado y la intimidad. Para Neves Marques, la poesía es la forma más honesta e intuitiva de canalizar los registros emocionales emergentes en una sociedad de creciente militarización y constante alarmismo.

La artista chilena Patricia Domínguez (1984) intersecta el activismo, la investigación experimental en etnobotánica y las prácticas curativas ancestrales y modernas para crear videos, esculturas, dibujos e instalaciones que se asemejan a santuarios chamánicos, altares cibernéticos o espacios de sanación new age. En una estrategia contraria a la intuición, utiliza la tecnología para conectarse con la naturaleza: “Enciendo mi máscara de terapia LED fabricada en China y la configuro en una frecuencia de luz verde. Me dijeron que debería irradiarme de verde si quería ver lo que ve una planta».

Esta aproximación lúdica y fantástica mezcla las mitologías de lo indígena y lo colonial y crea un registro actual de nuestros “templos del extractivismo”, como es el caso de la versión de su instalación Green Irises (2019) y el video Madre Drone (2020) que presenta en esta bienal. La obra contextualiza los incendios forestales dentro del marco de consideraciones sobre los derechos territoriales de los indígenas y el zumbido de los drones policiales que vigilaron a los manifestantes de la revuelta social de 2019 en Santiago de Chile.

Patricia Domínguez, Green Irises, 2019. Vista de la exposición Minds Rising, Spirits Tuning, 13° Bienal de Gwangju, 2021. Foto: Sang tae Kim
Sahej Rahal, Missing Pages series, 2018-en curso. Vista de la exposición Minds Rising, Spirits Tuning, 13° Bienal de Gwangju, 2021. Foto: Sang tae Kim
Tishan Hsu, Double Bind, 1989; Natural Language, 1990. Vista de la exposición Minds Rising, Spirits Tuning, 13° Bienal de Gwangju, 2021. Foto: Sang tae Kim

Las directoras artísticas de la Bienal han organizado un programa expandido que aborda procesos de vida – estéticos, animados, históricamente conscientes y, como tal, inclusivos–, que a su vez son moldeados por las condiciones globales actuales de duelo, alienación y colapso sistémico. Buscan romper las genealogías lineales y jerárquicas del conocimiento, que son configuradas por y a través de las fuerzas extractivas y la modernidad colonial.

“Mediante obras y nuevas visiones artísticas que emplean vocabularios de resiliencia, disenso y renacimiento, buscamos entender las formas de vida pasadas y futuras, así como los aspectos de inteligencia orgánica y maquínica modelados por el conocimiento feminista y en virtud de la justicia racial. Minds Rising, Spirits Tuning reúne y canaliza estos modos de pensamientos esféricos hacia una ética mundial que sea social y ecológicamente deseable, a pesar de la omnipresencia del militarismo y el autoritarismo a nivel mundial. El salvaguardar este viaje, con una atención diaria al proceso, ha sido un reto cuesta arriba, pero también un privilegio y honor”, dicen.

En paralelo a la Bienal se realizan otras exhibiciones: la Gwangju Biennale Commission, que busca explorar la historia, la arquitectura, las tradiciones, las memorias y el espíritu civil de la ciudad de Gwangju y el origen mismo de su Bienal; Pavilion Project, que presenta instituciones artísticas internacionales líderes para conectar a la región de Gwangju con la comunidad del arte global; y MaytoDay, una muestra especial sobre el Movimiento Democrático del 18 de mayo. 

Los trabajos de Ana Prvački, Kira Nova y nasa4nasa, comisionados de manera exclusiva para el espacio virtual, se presentan en forma de capítulos y como serie web en los canales de redes sociales, además de transmitirse en vivo en el sitio web de la Bienal.

Para entrelazar los temas que originaron la exhibición, el programa Augmented Minds and the Incomputableha invitado a filósofos, pensadores de sistemas e investigadores a discutir temas que incluyen el chamanismo, la cosmotécnica, la neurociencia y el trabajo digital y su relación con las culturas visuales coreanas y el trauma comunitario. Los tres ciclos del programa exploran enfoques no jerárquicos para pensar el cuerpo en relación con la mente, algo crucial en estos tiempos de sufrimiento colectivo, además de movilizar condiciones plurales y contemporáneas de ser y pertenecer.

Sangdon Kim, Cart, 2021. Vista de la exposición Minds Rising, Spirits Tuning, 13° Bienal de Gwangju, 2021. Foto: Sang tae Kim
Femke Herregraven, Twenty Birds Inside Her Chest, 2021. Vista de la exposición Minds Rising, Spirits Tuning, 13° Bienal de Gwangju, 2021. Foto: Sang tae Kim
Chrysanne Stathacos, The Three Dakini Mirrors (of the body, speech, and mind), 2021. Vista de la exposición Minds Rising, Spirits Tuning, 13° Bienal de Gwangju, 2021. Foto: Sang tae Kim
Angelo Plessas, The Noospheric Society, 2021. Vista de la exposición Minds Rising, Spirits Tuning, 13° Bienal de Gwangju, 2021. Foto: Sang tae Kim
Through the Gates: The Procession. Vista de la exposición Minds Rising, Spirits Tuning, 13° Bienal de Gwangju, 2021. Foto: Sang tae Kim

MINDS RISING, SPIRITS TUNING: 13° BIENAL DE GWANGJU

Desde el 1° de abril al 9 de mayo de 2021

Artistas (*indica nuevas comisiones)

∞OS (Dmitry Paranyushkin y Koo Des)*, Pacita Abad, Korakrit Arunanondchai*, Katarina Barruk*, Farid Belkahia, Cecilia Bengolea, Seyni Camara*, Quishile Charan & Esha Pillay (aka The Bad Fiji Gyals), Yin-Ju Chen & Li-Chun Lin (Marina)*, Ali Cherri, Hyun-taek Cho*, Vaginal Davis*, Cian Dayrit*, Emo de Medeiros, Patricia Domínguez, Theo Eshetu*, Gerard Fortuné, John Gerrard, Sonia Gomes, Trajal Harrell*, Femke Herregraven*, Lynn Hershman Leeson*, Tishan Hsu, Gözde Ilkin*, Jeong Kwan, Jumaadi, Karrabing Film Collective*, Sangdon Kim*, Sylbee Kim*, Timoteus Anggawan Kusno*, Duck-Jun Kwak, Gap-chul Lee, Kangseung Lee*, Sangho Lee, Liliane Lijn, Candice Lin*, Vivian Lynn, Abu Bakarr Mansaray, Angela Melitopoulos*, Ana María Millán*, Min Joung-Ki*, Ad Minoliti*, Kyungwon Moon*, MOON & JEON, Siyabonga Mthembu*, nasa4nasa*, Pedro Neves Marques, Kira Nova*, Fernando Palma Rodríguez*, People’s Archive of Rural India – PARI, Rajni Perera*, Outi Pieski*, Angelo Plessas*, Gala Porras-Kim*, Ana Prvački*, Judy Radul*, Sahej Rahal*, Zofia Rydet, Jacolby Satterwhite, Arpita Singh, Tcheu Siong, Chrysanne Stathacos*, Alexandra Sukhareva, Shannon Te Ao, Sissel Tolaas*, Cecilia Vicuña*, Ouattara Watts, Shen Xin*, Tuguldur Yondonjamts*

Con lecturas aumentadas por Manduhai Buyandelger, Kate Crawford & Vladan Joler, Lynn Margulis & Dorion Sagan, Vladan Joler & Matteo Pasquinelli, Sun Yung Shin, Kawaguchi Shinnin & Aoki Shukuya, Rafael Yuste, y Zeitguised.

Sedes

Gwangju Biennale Exhibition Hall, Gwangju National Museum, Gwangju Theater, Yangnim Mountain – Horanggasy Artpolygon, además de los canales online en redes sociales y el sitio web de la Bienal.


Traducción por Nadia Lizana, pasante de Traducción de la Universidad Católica de Valparaíso, Chile

Edición/Corrección de estilo: Alejandra Villasmil

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