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PRISIONERAS DEL AMOR Y EL COSTO DE OTRAS ECONOMÍAS INVISIBLES

Por Gisselle Girón | Curadora

Tomando como punto de partida la publicación La economía del cuidado, mujeres y desarrollo: perspectivas desde el mundo y América Latina, editada por Leda M. Pérez, la muestra Prisioneras del amor y el costo de otras economías invisibles tiene por objetivo ser una herramienta pedagógica que funcione como una introducción a la diversa terminología de la economía feminista y que fomente que público en general (particularmente, estudiantes de secundaria, institutos y universidades) participe en la urgente discusión de la valorización de los trabajos del cuidado en el Perú.

La exposición se divide en tres secciones principales: un glosario de términos de la economía del cuidado [1]; una biblioteca de contenidos para continuar la conversación que abre cada uno de los términos [2]; y una infografía que condensa estadística sobre el estado de la economía del cuidado en el Perú [3].

Doble Jornada. Este dibujo de Kathryn Páucar alude al sinfín de tareas para muchas mujeres que laboran tanto en un ámbito productivo como reproductivo.
Trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. En este dibujo, Kathryn Páucar toma como material primario una fotografía del nuevo espacio laboral doméstico cotidiano.

La muestra ha tenido tres procesos importantes de reconceptualización que dan cuenta de los vacíos que enfrenta cualquier conversación sobre la economía del cuidado en el Perú. El primero se dio a partir de mi interés por visibilizar cómo el tema de la economía del cuidado se había abordado en las artes contemporáneas en Latinoamérica. Cuando ambicionaba hacer una lista de artistas y conversaba sobre los trabajos artísticos con mi madre, me di cuenta de que en mis explicaciones empleaba diversos términos que provenían de la lectura del libro mencionado editado por Leda y que debía precisarlos con cuidado para poder recibir comentarios de mi mamá. Al explicarle sobre el término de “pobreza de tiempo”, ella me respondió que nunca había escuchado algo tan preciso para describir cómo sentía la crianza de sus cuatro hijos: un bucle de pobreza de tiempo. Me agradeció y me confesó que ella siempre se había considerado culpable por sentirse de esa forma, que creció pensando que la maternidad era un regalo que no se criticaba y que estas palabras le otorgaban paz en sus conflictos. La conversación devino en cuán necesario es contar con un lenguaje que explique nuestras emociones para creer que estas existen o pueden ser validadas por otras personas. Entonces, yo debía compartir estos términos con ustedes: quizá podrían ser tan útiles como le fueron a mi madre para nombrar nuestras emociones y sentires de opresión.

La segunda reconceptualización se dio al conversar con Leda y Arlette. Ellas me hablaron de un término en particular que se presta para dar nombre al argumento emocional que asegura la esclavitud de las mujeres a través de la continua apelación al amor que las madres tienen por sus hijos, el cariño que las enfermeras sienten hacia sus pacientes y la preocupación de las profesoras por sus estudiantes. Se trata de “prisionero de amor”, acuñado por la economista estadounidense Nancy Folbre. Cuando la busqué en línea, quedé totalmente obsesionada con el término. Ella está bastante activa a través de un blog digital llamado Care Talk, que actualiza regularmente y cuyo nombre es un homenaje a la radio y a la posibilidad de “pasarla bien mientras uno trabaja en tratar de arreglar cosas que están estropeadas”.

Pensaba así que “prisioneras del amor” sonaba tanto como una banda musical o como una telenovela, y en su sarcasmo escondía además las diversas prisiones del amor en que muchas mujeres viven. La referencia a la radio y a la oralidad también fue de suma utilidad pues me permitió ubicar salidas a la pobreza de tiempo que tantas mujeres están experimentando durante la cuarentena. Así, pensé en cómo estos contenidos podían ser traducidos a material oral que sea accesible, como la radio, mientras se hacen otras cosas al mismo tiempo. 

Dibujo de Kathryn Páucar en referencia a la «Economía del Cuidado»
Dibujo de Kathryn Páucar en referencia al término «Prisionera/os de Amor»

La tercera se dio en el trabajo de la mano con el equipo gestor de la exposición y del Centro Cultural de la Universidad del Pacífico. En primera instancia, conversaciones con Kathryn Páucar y Belén Gómez de la Torre iluminaron no solo los contenidos de esta exposición, sino también su mismo acercamiento. Tanto Belén como Kathryn coincidían en que a lo largo de la cuarentena el tiempo que consume la labor reproductiva se volvió algo innegable para todas las personas. Sin embargo, a pesar de este reconocimiento, lo que todavía no se terminaba de formular era quiénes realmente pagaban el costo de la economía del cuidado. La factura en la salud física y mental de las mujeres quedaba como tema relegado.

Estas conversaciones motivaron la selección de los 16 términos de la exposición; cada uno de estos, acompañados por un dibujo de la autoría de Kathryn. Belén hizo una selección de material audiovisual y textual que funciona como un repositorio para quienes tengan curiosidad de continuar la travesía hacia la desvinculización de las mujeres como encargadas exclusivas de la economía del cuidado. A la par, la retroalimentación continua de Maricel Delgado, Valeria Illaquita y Fernando Prieto, quienes se encargaron de la gestión, programación en web y diseño de la exposición, ha sido fundamental en cada momento. En particular, sus vivencias en relación a la crianza, mantenimiento del hogar y cuidado de adultos mayores están también presentes en la exposición.

Mientras escribo este texto, la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) acaba de anunciar que la pandemia ha generado el retroceso de más de diez años en los niveles de participación laboral de las mujeres en América Latina. Esta investigación reciente ilumina formas en que la autonomía económica de las mujeres en Latinoamérica es todavía una meta que requiere muchísimo trabajo. Las brechas digitales y la división sexual del trabajo están a flor de piel operando detrás de las altas tasas de desocupación de las mujeres y de las grandes diferencias salariales entre hombres y mujeres. El informe de la CEPAL señala que son las mujeres quienes están pagando la factura del cuidado —en formas de bajas remuneración, pobreza de tiempo y dobles jornadas— en esta pandemia. La invisibilización de la economía del cuidado genera grandes costos en la salud física y mental de las mujeres, y es uno de los factores más relevantes detrás de las brechas de género. 

Dibujo de Kathryn Páucar en referencia a la «División sexual del trabajo y Desvalorización del trabajo de cuidados»

[1] Hemos seleccionado 16 términos claves —muchos de ellos que emergen de las teorías de economías feminista— para poder ayudarnos a nombrar diversos elementos del universo del cuidado. Constituyen el primer grupo de herramientas que Prisioneras del amor brinda en la búsqueda de nombrar emociones, sensaciones e intuiciones que están sumergidas bajo estructuras invisibilizadas que enmarcan las imposiciones y costumbres a las que responden muchas de nuestras acciones. Los términos están pensados como una primera entrada hacia la preocupación por las economías invisibilizadas, pero también como una guía para quienes ya iniciaron esta travesía. Explayado visualmente por medio de dibujos desarrollados por Kathryn Páucar, el cuerpo visual de esta primera sección de la exposición es un generoso aporte de la artista. Ella comparte importantes fragmentos y lecciones de su vida como hija, madre, artista y feminista, los cuales sirven de guía para aterrizar cada uno de estos términos en vivencias del día a día.

[2] Esta biblioteca, curada en colaboración con Belén Gómez de la Torre, opera y ofrece oportunidades para continuar la travesía del cuidado que empezamos revisando una serie de terminología de la economía femininista en la primera parte de la exposición. Así, ambiciona a animarte a que profundices en los contenidos por medio de una diversidad de recursos, muchos de ellos de libre acceso y que habitan en internet, y que hemos seleccionado pensando en el universo de los cuidados. Hemos dividido esta biblioteca en dos alas principales: la primera contiene recursos artísticos, musicales y audiovisuales; y la segunda, libros, artículos y entrevistas.

[3] La crisis de la COVID-19 ha revelado cuán frágil es la economía del cuidado y cuántas mujeres dedicadas al trabajo doméstico y de cuidados no son remuneradas por sus aportes o, en el mejor de los casos, cuentan con una mala remuneración por sus labores. Arriesgan sus vidas en primera línea en el sector salud o enfrentan una gran cantidad de trabajo doméstico. La infografía en esta sección presenta las cifras que revelan la urgencia de pensar quiénes están pagando la factura del cuidado y los costos de la invisibilización histórica de las contribuciones económicas del cuidado.


Prisioneras del amor y el costo de otras economías invisibles se podrá ver en la galería virtual del Centro Cultural de la Universidad del Pacífico, Lima, hasta el 13 de junio de 2021.

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