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ARMANDO RUIZ: DURMIENTES

La galería La Otra de la Alianza Francesa de Medellín (Colombia) presenta la exposición Durmientes, de Armando Ruíz (Barranquilla, Colombia, 1983 – Vive y trabaja entre Colombia y Venezuela), en la que se presenta un conjunto de fotografías de personas de calle que forman parte de un archivo amplio en el que ha venido trabajando desde el año 2012, cuando lo inició en Maracaibo, Venezuela. Desde entonces, la búsqueda de estas imágenes se ha extendido a otras nueve ciudades, como El Vigía (Mérida, Venezuela); Barranquilla, Bogotá, Cartagena, Cúcuta y Medellín, en Colombia; y Porto Alegre y São Paulo, en Brasil.

Armando Ruiz. Vista de la exposición “Durmientes”, 2012-2020. Impresión inkjet sobre papel de algodón. Cortesía del artista y Alianza Francesa de Medellín

Por Natalia Botero | Fotógrafa

Caminar por la calle desprevenido, recorrer el centro de estas ciudades con su teléfono en la mano para fotografiar la vida, ha sido la intención de Ruiz por varios años como artista. El proyecto se ha ido alimentando del encuentro con el otro, aquel que está en la esquina, en la acera, o en el borde de algún local, con aquellos marginados por la sociedad que no están en tránsito como él.

Ellos, los que habitan la calle y viven en ella, la hacen su lugar, a diferencia de lo que dice Marc Augé sobre los “no-lugares”, aquellos que son de tránsito para miles de personas, pero donde nadie permanece, los que no tienen suficiente importancia para ser considerados como “lugares”.

Ruiz va al encuentro con ese otro que está en la calle, ese alguien con quien se topa en el camino y obliga a ser esquivado con el paso que se da para avanzar, ese que se apropia del “no-lugar”. La calle de las grandes ciudades tiene cientos de habitantes que se desdibujan diariamente en el tránsito de quienes no la habitan, ante los ojos de los transeúntes.

Armando Ruiz. Vista de la exposición “Durmientes”, 2012-2020. Impresión inkjet sobre papel de algodón. Cortesía del artista y Alianza Francesa de Medellín
Armando Ruiz. Vista de la exposición “Durmientes”, 2012-2020. Impresión inkjet sobre papel de algodón. Cortesía del artista y Alianza Francesa de Medellín

El miedo que ronda siempre la humanidad de quienes están en tránsito, es no tener un lugar donde permanecer, por consiguiente, una situación compleja y constante que aborda al artista es una reflexión sobre quiénes la habitan, de qué manera llegan a vivir ahí, y cómo se hacen parte del paisaje; piensa en ellos como en una pesadilla que lo asalta con frecuencia.

Quien emigra está sujeto en muchas ocasiones a temer quedar perdido en la calle, a no tener un lugar donde llegar y quedarse, a no reposar dignamente el sueño y el cuerpo para levantarse al día siguiente. Venir de otro país, llegar de otra ciudad, abre un vacío que queda en el pensamiento y baja al corazón.

Como estampados e impresos en el paisaje de cemento, las formas de sus cuerpos abrazan cada pedazo de ciudad, quedando casi invisibles para muchos de quienes la recorren. Ver al que se encuentra en la calle más que dormido, es ver una realidad aumentada de luchas ocultas y vidas difusas, caminos que se cruzan en líneas trazadas por las dinámicas de la urbe.

Armando Ruiz. Vista de la exposición “Durmientes”, 2012-2020. Impresión inkjet sobre papel de algodón. Cortesía del artista y Alianza Francesa de Medellín
Armando Ruiz. Vista de la exposición “Durmientes”, 2012-2020. Impresión inkjet sobre papel de algodón. Cortesía del artista y Alianza Francesa de Medellín

Una situación compleja de múltiples razones, seres en blanco y negro como matiz de una vida circunstancial, casi exclusiva de muy pocos que buscan una identidad con el entorno, perdidos en una nebulosa gris con una comunicación más artificial.

Las fotografías nos confrontan permanentemente con la vida y la humanidad de quienes en la calle como durmientes están, una palabra que enmarca una condición de quienes a diario buscan ese pedazo de lugar para reposar. Buscar seguridad, abrigo y reposo es lo que en cada una de ellas deja a través de sus personajes interpelar el pensamiento para evidenciar una realidad.

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